Isaías 55,10-11
Así dice el Señor: "Como bajan la lluvia y la nieve del cielo, y no vuelven allá sino después de empapar la tierra, de fecundarla y hacerla germinar, para que dé semilla al sembrador y pan al que come, así será mi palabra, que sale de mi boca: no volverá a mí vacía, sino que hará mi voluntad y cumplirá mi encargo."
Palabra de Dios
La primera lectura es bellísima porque nos da la confianza y seguridad a los líderes pastorales, evangelizadores, catequistas, y padres de familias que tenemos la responsabilidad de educar y formar a nuestros hijos, nuestros consejos, los valores cristianos y la Palabra de Dios no van a caer al vacío. Ese es el poder que tiene la Palabra de Dios. Por eso es tan importante que nos formemos para poder educar y ayudar a nuestros hijos porque que gran reto tenemos en nuestro tiempo.
Recuerdo una vez que un padre nos decía “ Cuando usted esté escuchando una prédica, póngale volumen no solo para que usted escuche sino para que también lo escuche los que están cerca de usted”. Un dia hice ese ejercicio en mi casa, estaba escuchando al Padre Juan Jaime Escobar, un sacerdote que tiene la habilidad para hablarle a los Jóvenes y cuál fue mi sorpresa que mi hijo lo alcanzaba a escuchar desde su cuarto y se reía de los ejemplos que él daba porque de alguna manera se identificaba, hasta hubo un momento que mi hijo se detenía frente al televisor para verlo.
Por eso, no nos desanimemos en hacer el bien cuando demos buenos consejos conforme a la voluntad de Dios. Quizás las personas aún no están listas para acoger el mensaje de Dios. Todo toma tiempo, todo es un proceso. A veces se nos olvida la paciencia que tuvo Dios con uno de nosotros y uno quiere que las personas se conviertan de la noche a la manana. No es de cantaleta, acuérdate que la cantaleta es repetir las mismas palabras pero desde nuestra frustración, desde el enojo. Hay que actuar desde la inteligencia para que el mensaje llegue al otro y cumpla el objetivo.
Haz lo que te corresponda, se mensajero de Cristo, un mensajero de amor, de paz, de ternura, que corrige con misericordia. No te angusties y no te desanimes si no ves los resultados inmediatos, recuerda que Dios hará la obra en el otro en Su tiempo y no en el mio.
Salmo 33 " El Señor libra de sus angustias a los justos"
Mateo 6,7-15
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Cuando recéis, no uséis muchas palabras, como los gentiles, que se imaginan que por hablar mucho les harán caso. No seáis como ellos, pues vuestro Padre sabe lo que os hace falta antes de que lo pidáis. Vosotros rezad así: "Padre nuestro del cielo, santificado sea tu nombre, venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo, danos hoy el pan nuestro de cada día, perdónanos nuestras ofensas, pues nosotros hemos perdonado a los que nos han ofendido, no nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del Maligno." Porque si perdonáis a los demás sus culpas, también vuestro Padre del cielo os perdonará a vosotros. Pero si no perdonáis a los demás, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras culpas."
Palabra del Señor
Hoy el evangelio nos trae la manera de orar y es a través del Padre Nuestro. Hay muchas catequesis de esta preciosa oración que el mismo Jesús nos enseñó y hasta se podría hacer un retiro con solo el Padre Nuestro.
El Padre Nuestro es la oración más completa porque primero nos recuerda que debemos de confiar, luego soltar y por último ser conscientes de nuestra fragilidad.
Confiar: Padre nuestro del cielo, santificado sea tu nombre, venga tu reino.
Cuando decimos “ Padre Nuestro” el adjetivo "nuestro" acentúa la conciencia de que todos pertenecemos a la gran familia humana de todas las razas y credos. Rezar al Padre y entrar en la intimidad con él, es también colocarse en sintonía con los otros hermanos que quizás no practican la misma religión pero tenemos algo en común, un Papá que nos ama. Santificados sea tu Nombre, significa que cada dia procurar o esforzarnos para que nuestras obras nos acerque más a Él y así el Reino de Dios ocupe el primer lugar en nuestra vida.
Soltar: hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo, danos hoy el pan nuestro de cada día.
Ayer escuchábamos en el grupo de oración del Padre Diego lo que nos decía, la mejor oración es cuando guiado por el Espíritu Santo de Dios nuestros deseos y peticiones se unen al querer de Dios. Cuando hacemos la voluntad de Dios no solo saldremos en victoria sino que además alcanzaremos el gozo y la paz que necesita nuestro corazón.
Ser conscientes de nuestra fragilidad: “ perdónanos nuestras ofensas, pues nosotros hemos perdonado a los que nos han ofendido, no nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del Maligno”. Ser conscientes es esforzarnos a corregir nuestros errores, es pedirle al Señor la restauración de las relaciones intrapersonales y siempre trabajar por la justicia social. Ser conscientes de nuestra fragilidad es saber que el mal tiene fuerza y no podemos negarlo ni tampoco buscarlo. Así como el mal tiene fuerza hay un poderoso más grande que Él y es Cristo.
Mi amado Jesús, hoy me recuerdas que la oración acogida por parte de Dios no depende de la repetición de palabras, sino de la bondad de Dios que es Amor y Misericordia. Gracias por hacer que la Palabra de Dios se hiciera carne en tu propia vida y con la confianza de que ella cumplira su encargo en mi, me dispongo a acogerla con el corazón aprendiendo a confiar, a soltar y ser conscientes de mi propia fragilidad, Amen.
Dios te bendiga,
Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!!!
--
† Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
Sandra Yudy Zapata Escudero
Encuentranos en : www.catolicosregina.com
Siguenos en facebook https://facebook.com/orandoyviviendo/
Sandra Yudy Zapata Escudero
Encuentranos en : www.catolicosregina.com
Siguenos en facebook https://facebook.com/orandoyviviendo/
No hay comentarios:
Publicar un comentario