El amor de Dios nos alcanza para que seamos extensiones de su Luz Divina.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 2, 1-10
" Dios nos lo ha revelado por el Espíritu; pues el Espíritu lo sondea todo, incluso lo profundo de Dios "
Salmo 118, 99-100. 101-102. 103-104 R.
" Dios nos lo ha revelado por el Espíritu; pues el Espíritu lo sondea todo, incluso lo profundo de Dios "
Salmo 118, 99-100. 101-102. 103-104 R.
" Lámpara es tu palabra para mis pasos, luz en mi sendero. "
Lectura del santo evangelio según san Mateo 5, 13-16
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente. Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa. Brille así vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el cielos».
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente. Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa. Brille así vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el cielos».
Palabra del Señor
De la misma manera que Tu Señor brillaste en la cruz, yo también quiero brillar. Solo en la cruz entendemos que si morimos cada día por amor a ti, Tú en persona crecerás en mí y harás posible que yo pueda llegar a ser la Luz de Cristo que necesita este mundo. El Espíritu Santo es la fuerza de Dios que habita en mí alma impulsándome a buscar la verdad y la vida que anhelamos, una vida nueva y renovada por tu gracia.
Tú Señor conoces mi corazón, ante ti no puedo esconderte nada, tu no me juzgas, no me castigas, más bien derramas tu gran amor en mí abrazando mi soledad, sanado mis dolores, secando mis lágrimas y llenado mi soledad. Tu amor es un manantial que fluye y que no se seca, un amor que me quema y a la vez levanta y salva. De ese amor quiero siempre estar sedienta, que no busque amores y calmar mi sed en pozos que solo me dejan el vacío y la nostalgia, pozos que me hacen perder la sensatez y la cordura.
Que tu amor me alcance para que siguiendo tus pasos pueda llegar a ser esa Luz que brilla por sus buenas obras y poder darle la Gloria al Padre, Amén.
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†
Que la
paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en
el mio...
Sandra Yudy Zapata Escudero
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