Siguiendo el ejemplo de Cristo

 

Siguiendo el ejemplo de Cristo

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 11, 19-26
"....porque era un hombre bueno, lleno de Espíritu Santo y de fe. "

Salmo 86, 1-3, 4-5. 6-7 R/. 

" Alabad al Señor, todas las naciones. "

Lectura del santo evangelio según san Juan 10, 22-30

" Yo y el Padre somos uno "

Se celebraba en Jerusalén la fiesta de la Dedicación del templo. Era invierno, y Jesús se paseaba en el templo por el pórtico de Salomón. Los judíos, rodeándolo, le preguntaban: «¿Hasta cuándo nos vas a tener en suspenso? Si tú eres el Mesías, dínoslo francamente». Jesús les respondió: «Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, esas dan testimonio de mí. Pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas. Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano. Lo que mi Padre me ha dado es más que todas las cosas, y nadie puede arrebatar nada de la mano de mi Padre. Yo y el Padre somos uno».

Palabra de Dios

Hoy reconozco como es de importante no solo escucharte Señor sino seguirte desde la obediencia fruto del amor. Escuchar tu voz es permitir que tu sabiduría llegue hasta mi corazón y sea la luz que necesito para que mi vida tenga sentido y orientación.  A pesar de que reconozco el bien que me hace estar cerca de ti y dejarme tocar por ti, mi voluntad no la puedo controlar desde mis fuerzas y cuando lo intento termino siguiendo a otros dioses que me hacen perder el rumbo para lo que fui creado.  Como disfruto escucharte Señor,  como tus palabras levantan mi alma y me llenan de tu amor. Cuando estoy contigo deseo tener tus mismos sentimientos, un alma pura en la que no hay engaño, un alma que vive en gracia porque es el Espíritu Santo quien se ha apropiado del ser y un alma llena de Fe porque sabe que la vida eterna viene solo de ti, el Hijo de Dios. 

Ser una oveja de tu rebaño quiero ser, esto es escuchar y seguirte; escuchar Tu voz para conocerte, tener tus mismos sentimientos; seguirte desde la obediencia, sin reparos y desde la libertad a quien se ama, es estar dispuesta a que me suceda lo que a Ti te sucedió. Esto significa las subidas y las bajadas, días de desiertos y vergeles, tener días de aclamación y popularidad, como también días de persecución y soledad, días de abundancia y también días de escasez. Porque la verdadera alegría no está en lo que tu bondadosamente me das sino cuando Tú habitas en el alma que sinceramente te recibe, Amen.  

Dios te bendiga,

¡Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!

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† Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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