La providencia de Dios siempre nos alcanza
Hechos 8,26-40
Siguió su viaje lleno de alegría
Salmo 65
"Aclamad al Señor, tierra entera."
Lectura del santo evangelio según san Juan 6, 44-51
" Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo "
En aquel tiempo, dijo Jesús al gentío: «Nadie puede venir a mí si no lo atrae el Padre que me ha enviado, Y yo lo resucitaré en el último día. Está escrito en los profetas: “Serán todos discípulos de Dios”. Todo el que escucha al Padre y aprende, viene a mí. No es que alguien haya visto al Padre, a no ser el que está junto a Dios: ese ha visto al Padre. En verdad, en verdad os digo: el que cree tiene vida eterna. Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron en el desierto el maná y murieron; este es el pan que baja del cielo, para que el hombre coma de él y no muera. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne por la vida del mundo».
Palabra del Señor
Señor en este camino de la vida gracias por haber puesto aquellas personas que me ayudaron a crecer en la fe, en la esperanza y en el amor. A través de ell@s tu providencia me alcanzó porque la acción de Tu Santo Espíritu obró sobre ellos y es por eso que soy lo que soy.
Tu providencia Señor conecta con mis esfuerzos y búsquedas, esfuerzos que no se cansan porque Tu Santo Espíritu es quien me sostiene para que permanezca junto a ti. Búsquedas que solo quedarán satisfechas cuando mi corazón te encuentre, porque una vez salí de Ti, y hacia ti he de volver. Me creaste con un vacío en mi corazón para que sea un eterno buscador de la verdad, y buscando la verdad llegue hasta ti, porque Tu eres la única verdad.
Me has dejado tu presencia en los sacramentos y especialmente en la Eucaristía. Allí encuentro la Palabra pronunciada que tiene el poder de hacer la obra en mí, la oración que me hace levantar las manos hacia ti confiando que responderás a mis plegarias porque tengo un Dios vivo. El pan eucaristico que mi alma necesita para que sea semejante a ti.
Dame la gracia Señor de acoger tu providencia que está llena de misericordia para reconocer cómo actúas en mi vida, porque tu abres caminos que no conocemos ni podemos entender a primera vista. Tu te unes a mí vida para que dentro de nosotros, Tú vivas en mí y yo en ti, Amen.
Dios te bendiga,
¡Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!
†
Que la
paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en
el mio...
Sandra Yudy Zapata Escudero
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