martes, 13 de junio de 2017

Convives con personas que son sal de la tierra? Eres sal y Luz de Cristo?


2 Corintios 1,18-22

Hermanos: ¡Dios me es testigo! La palabra que os dirigimos no fue primero "sí" y luego "no". Cristo Jesús, el Hijo de Dios, el que Silvano, Timoteo y yo os hemos anunciado, no fue primero "sí" y luego "no"; en él todo se ha convertido en un "sí"; en él todas las promesas han recibido un "sí". Y por él podemos responder "Amén" a Dios, para gloria suya. Dios es quien nos confirma en Cristo a nosotros junto con vosotros. Él nos ha ungido, él nos ha sellado, y ha puesto en nuestros corazones, como prenda suya, el Espíritu.
Palabra de Dios


Salmo 118 " Haz brillar, Señor, tu rostro sobre tu siervo.”

Mateo 5,13-16

 
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente. Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa. Alumbre así vuestra luz a los hombres, para que vean vuestras buenas obras.
Palabra de Dios
Te alabamos Señor

Hoy en la primera lectura vemos como se ve criticado Pablo por su supuesta  indecisión, ya que pareciera que no sabe  lo que quiere  y por haber vacilado al planear un viaje a Corinto. Esto le hace ver que su credibilidad como apóstol está en juego y lo lleva a reflexionar sobre su misión.  Al hacerlo, ratifica su convicción de que Jesús solo encontramos un “ Sí “ a Dios, e igual debemos hacer como embajadores de Cristo.  Mirando con detenimiento esto significa que Dios es fiel y esa fidelidad permanece independientemente por lo que hagamos y dejemos de hacer. Jesús en la cruz fue fiel y esa fidelidad de Cristo en la cruz  es fruto de la fidelidad de Dios. De esta manera nosotros podemos crecer en fidelidad porque tenemos un Dios que nos enseña a ser fieles.
Pero cómo llegar alcanzar esta fidelidad? Necesitamos de esa fuerza interior que nos lo da el Espíritu Santo para mantenernos en la fidelidad al amor de Dios.

Cuando el apóstol habla, por ejemplo, del consuelo de Dios o cuando dice, como hemos escuchado en el texto de hoy: "nuestras palabras no son hoy sí y mañana no", seguramente está aludiendo a reproches, indirectas o murmuraciones que ciertamente dificultaron su labor apostólica y le propinaron más de una amargura o disgusto.

Debemos recordar que somos primero seres humanos, que nuestro comportamiento ha sido fruto de la gracia o regalo de Dios  y no de la sabiduría humana. La desidia, la inseguridad y la indecisión son características del ser humano y todos lo sufrimos en distinto grado  y con diversa frecuencia : por eso preguntate ....Cuentas con Dios para mantenerte firme después de haber dado un “ si “ a su llamado ? Es muy fácil decir “ Sí “ pero permanecer en el “ Si “ siempre es una tarea de solo de santos, y no olvides que estamos llamados a ser santos.

Hoy podemos decir que hay muchos que están traicionando nuestra fe en diferentes maneras. Una es acomodando el evangelio para ser aceptado por la gente. Es como por ejemplo cuando un almacén tiene mucha mercancía y debe que entrar en rebajas para salir del inventario. Es decir quitemosle al cristianismo lo que es antipático para tener un cristianismo que sea aceptable y que convoque a más feligreses. Otra manera de traicionar el evangelio es utilizar en el nombre del evangelio o en el nombre de la iglesia católica pretendiendo aprobar leyes tratando de practicar la misericordia pero de una manera muy mal entendida, es el caso por ejemplo de la adopción de niños de las parejas homoxesuales.

También otra manera de traicionar nuestra fe es que nos llamamos católicos sólo de nombre pero no practicamos.

Hoy el mensaje es claro,  somos embajadores de Cristo, debemos dar testimonio que Cristo vive en nosotros y ser fieles a la misión de Dios. Así como en Cristo se han cumplido "todas las promesas"; en él halla cimiento nuestra esperanza; en él es posible también para nosotros encontrar una fuente, una razón y una base para ser fieles. Para que esto sea posible es necesario de dejarnos inundar del amor de Dios .

Hoy el evangelio nos dice “ Debemos ser sal de la tierra y  Luz del mundo “.

Nuestra predicación cristiana tiene éxito si somos sal y luz del mundo. Pero realmente esto qué significa?

Ser sal es dar sabor a la vida lo que significa llevar alegría y esperanza, promover la bondad y luchar por la justicia, la verdad y la paz. Jesús nos señala que esa es nuestra misión como cristianos. De lo contrario entonces somos sal desabrida y luz ocultada.

Cuando somos sal desabrida y luz ocultada? Somos sal desabridas cuando aceptamos la tentación, cuando sacamos excusas para no comprometernos para trabajar en la viña del Señor, cuando justificamos el mal y lo tratamos de que parezca como bien, cuando por falsos respetos humanos no decimos la verdad para cuidar una amistad. Somos Luz ocultada cuando no dejamos brillar la luz de Cristo porque queremos que brille nuestra luz sin caer en cuenta de que ya no alumbramos realmente a nadie. Frente a estas posibilidades que nos seducen en silencio se levanta la voz del profeta de Nazareth, porque no quiere que durmamos porque se apagó nuestra luz o se disolvió nuestro sabor.

Jesús ayúdame a ser fiel a Dios a pesar de las incomprensiones que tenga por seguirte, que maravilloso saber que tenemos un Dios fiel independientemente de lo que haga o deje de hacer. Hoy reconozco que desde mis fuerzas no podré alcanzar la fidelidad a la que estoy llamado por eso pido que por la fuerza del Espíritu Santo me ayude a permanecer en tu amor, solo así podremos ser embajadores de Cristo siendo sal y luz del mundo, llevando la alegría, la esperanza, promover la bondad, el perdón,  luchar por la justicia, la verdad y la paz, así como Tu lo hiciste en el Nombre de Dios, Amen, Amen, Amen.

Dios te bendiga,

Alabado sea Jesucristo!!!

 
Tarea: Aun en las noches oscuras, ser motivo de alegria para los hermanos.
 

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Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero



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