miércoles, 21 de junio de 2017

La solidaridad o la generosidad es el primer escalón para practicar la caridad.


2 Corintios 9,6-11

Hermanos: El que siembra tacañamente, tacañamente cosechará; y el que siembra generosamente, generosamente cosechará. Cada uno dé como haya decidido su conciencia: no a disgusto ni por compromiso; porque al que da de buena gana lo ama Dios. Tiene Dios poder para colmaros de toda clase de favores, de modo que, teniendo siempre lo suficiente, os sobre para obras buenas. Como dice la Escritura: "Reparte limosna a los pobres, su justicia es constante, sin falta." El que proporciona semilla para sembrar y pan para comer os proporcionará y aumentará la semilla, y multiplicará la cosecha de vuestra justicia. Siempre seréis ricos para ser generosos, y así, por medio nuestro, se dará gracias a Dios.
Palabra de Dios


Salmo 111 " Dichoso quien teme al Señor "
Mateo 6,1-6.16-18

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario, no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial. Por tanto, cuando hagas limosna, no vayas tocando la trompeta por delante, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados por los hombres; os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo pagará.
Cuando recéis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta rezar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vea la gente. Os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, cuando vayas a rezar, entra en tu aposento, cierra la puerta y reza a tu Padre, que está en lo escondido, y tu Padre, que ve en lo escondido, te lo pagará. Cuando ayunéis, no andéis cabizbajos, como los hipócritas que desfiguran su cara para hacer ver a la gente que ayunan. Os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no la gente, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará."
Palabra de Dios
Te alabamos Señor


Hoy la primera lectura nos invita a generosidad. La generosidad no es solo recoger dinero para hacer una obra de caridad, o de regalar mercados, o ropa. Cuando hay catástrofes naturales la ciudad o el país se vuelca hacia el lugar.  Entonces enviamos alimentos, mantas, cosas de aseo, y hasta dinero para ayudar a los que están sufriendo esta calamidad. La generosidad o la solidaridad es muy bonita y claro que hay que practicarla y todos estamos llamados en hacerlo. Este es el primer peldaño para llegar hacer obras mayores como es la caridad. Pero realmente cuando pasa el tiempo, ya sea los días y hasta los meses, nosotros podemos ver a través de los noticieros como las cosas quedaron inconclusas, carreteras sin pavimentar, gente aun viviendo en tiendas o carpas, el agua potable es escasa, y todo queda manga por hombro. Ahí es donde me pregunto… Hasta donde se está comprometido por una causa?  es muy fácil ayudar económicamente y de lejitos porque no me exige compromiso. Es fácil ayudar mientras vemos las imágenes del desastre, personas que lloran por la pérdida de sus seres queridos,  niños huérfanos, padres que buscan a sus seres queridos bajo el lodo y las lozas de concreto.

Como dije anteriormente es necesario ser generosos o solidarios, pero hoy Pablo y en el mismo evangelio nos invita a que esto no solo se quede en tema de reconstrucción social para ser vistos. La generosidad y en solidaridad hay que ir un poco más allá. Esto es practicar la caridad.

Cuántas personas se privan en colaborar porque son desconfiados en obras sociales que tienen el fin de ayudar y llevar los recursos a los más marginados. La excusa es “ Para que se lo roben “, “ Eso es responsabilidad del gobierno o del departamento “. Recuerdo una vez cuando vi a un habitante de la calle que estaba pidiendo dinero en Regina, Canadá y le dije a mi esposo “ No le des dinero, demás que es para vicio, porque aquí todos tienen oportunidad para trabajar “.  Inmediatamente mi esposo me dijo, “ yo le colaboro y el resto es  problema de el” . Qué gran lección me dio mi esposo. Así es, hay que ayudar al otro sin mirar o juzgar si la persona va usar bien o no el recurso que se le da. Esa es la caridad. La caridad es seguir ayudando a pesar de que recibamos ingratitudes, que algunos abusen de las ayudas, esto no significa ser bobos, para nada. La caridad lo que busca es la reconstrucción del individuo y no se detiene aunque la gente haga mal uso de los recursos, aunque paguen con ingratitud.  Existen personas por ejemplo que tienen grandes iniciativas para ayudar a las personas, para apoyar una organización social, pero también dejan de ayudar cuando ven que esas ayudas les están dando mal uso. La caridad nos invita que por más iniciativas que tengamos para ayudar al otro, no puedes detenerte en hacer el bien, más bien si recibes ingratitudes y mal uso de los recursos buscar el modo para que el otro entienda y buscar la reconstrucción del otro desde el ser.     

Es por eso que si vamos ayudar y a practicar la caridad no puede depender del reconocimiento ajeno sino que hay que obrar con mayor libertad, sinceridad y constancia. Mayor libertad, porque quien paga, manda, así el pago sea en sonrisas, elogios o agradecimientos. Mayor sinceridad, porque las motivaciones falsas no soportan obrar sin testigos. Mayor constancia, no podemos vivir y actuar de las emociones, la razón es porque tienes a Jesus en tu corazón y debemos ser coherentes con lo que Él nos invita hacer por el otro, practicar la caridad.

Señor qué generoso eres con tu amor y con las bendiciones que recibo cada dia de parte de ti. Como me hace de falta practicar la caridad con el hermano, es muy fácil dar cosas materiales porque pienso que con eso es suficiente, pero hoy me invitas a que me salga de mí mismo y como me cuesta.  Me cuesta escuchar con paciencia al otro, me cuesta abrazar y decirle a las personas que son importantes para mi cuanto las amo, como me cuesta [pedir perdon y perdonar, decirte " si" todos los días a ti desde la obediencia y firmeza en mis convicciones cuando digo que soy Cristiano y un misionero tuyo. Dame la gracia de nunca de cansarme de hacer el bien aunque me paguen mal como es la ingratitud, el desamor,  la agresividad, o cuando hagan mal uso del recurso que de, porque ahí es donde empieza la caridad y eso es lo que tu quieres que yo practique con mis hermanos. Señor necesito de tu sabiduría para poder acercarme al otro buscando la reconstrucción del ser y la perseverancia de hacer el bien, Amen, Amen, Amen. 

Dios te bendiga,

Alabado sea Jesucristo!!!

Tarea : Saber perdonar



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Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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