miércoles, 28 de febrero de 2018

El ego hace que dejemos a una lado el plan que quiere Dios que hagamos para hacer el bien de los demás …..


Jeremías 18,18-20
Dijeron: "Venid, maquinemos contra Jeremías, porque no falta la ley del sacerdote, ni el consejo del sabio, ni el oráculo del profeta; venid, lo heriremos con su propia lengua y no haremos caso de sus oráculos." Señor, hazme caso, oye cómo me acusan. ¿Es que se paga el bien con mal, que han cavado una fosa para mí? Acuérdate de cómo estuve en tu presencia, intercediendo en su favor, para apartar de ellos tu enojo.
Palabra de Dios


Hoy la primera lectura nos muestra la imagen de Jeremías y muchas veces nos preguntamos porque sufren los buenos. Es triste ver como las intrigas, la trampa, la violencia logran su cometido, parece que los que tienen intenciones no tan buenas salen con la suya y hasta nos preguntamos… Será que Dios no ve todo esto? Qué hacer al respecto?

Pero si lo miramos con los ojos de la fe, debemos de reconocer que a veces nos toca pasar por ese cáliz amargo porque siempre hay un para qué. Es muy fácil ser fiel al señor mientras se recibe cosas buenas pero cuantos dicen ser buenos hasta que llega la dificultad. Cierto que seguir al Señor cuando la vida está más enredada que un bulto de anzuelos es más difícil? muchos desisten y ahí nos damos cuenta que realmente no éramos tan buenos como decíamos, no amábamos tanto al señor porque estabamos detras de una recompensa.  En otras palabras, el que sigue siendo bueno cuando la bondad no es buen negocio demuestra que en realidad sí es lo que parece ser. La maldad es el crisol en que se refina la verdad de la bondad.

Por otra parte leamos nuevamente lo que dicen los enemigos de Jeremías "tendamos un lazo a Jeremías, porque no le va a faltar doctrina al sacerdote, consejo al sabio, ni inspiración al profeta". Aquí que vemos, como algunos consideran que siempre se puede reemplazar a una persona por otra que haga el mismo oficio. Siendo así entonces nos volvemos como aquellas personas utilitaristas, me sirves te tengo, no me sirves te dejo. La vida humana queda reducida en la medida de su utilidad. Es por ello que vemos con tristeza como se ha incrementado los ancianatos, tantos discapacitados que son aislados de la sociedad, hombres y mujeres que viven en la calle, los que no cuentan en este mundo tan individualista.

Si miramos con detenimiento a Jeremías, este hombre es un intercesor. El es capaz de hacer oración por los enemigos.  Es uno que tiene la suficiente fuerza interior como para no dejarse infectar por el odio de sus adversarios, y en esto se muestra superior a ellos. Alguien así... es irreemplazable.

Pidámosle al Señor que frente a nuestros enemigos y personas que nos quieren hacer daño que nos de un corazón como el de Jeremías, un corazón intercesor que ora por aquellos quienes nos quieren hacer daño.

Salmo 30 "Sálvame, Señor, por tu misericordia"

Mateo 20,17-28

En aquel tiempo, mientras iba subiendo Jesús a Jerusalén, tomando aparte a los Doce, les dijo por el camino: "Mirad, estamos subiendo a Jerusalén, y el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas, y lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles, para que se burlen de él, lo azoten y lo crucifiquen; y al tercer día resucitará."
Entonces se le acercó la madre de los Zebedeos con sus hijos y se postró para hacerle una petición. Él le preguntó: "¿Qué deseas?" Ella contestó: "Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda." Pero Jesús replicó: "No sabéis lo que pedís. ¿Sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber?" Contestaron: "Lo somos." Él les dijo: "Mi cáliz lo beberéis; pero el puesto a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi Padre."

Los otros diez, que lo habían oído, se indignaron contra los dos hermanos. Pero Jesús, reuniéndolos, les dijo: "Sabéis que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo. Igual que el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos."
Palabra de Dios
Te alabamos señor

Hoy el evangelio vemos cómo el amor de una madre desde lo carnal le pide esto a Jesús  "Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda." . Porque Jesús los reprende? Porque Jesús reconoce que dos de sus discípulos tienen en sus corazones actitudes de codicia y ambición.

Recordemos las palabras de Jesús “ el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor “. Fácilmente Jesús veía que entre el grupo de sus discípulos ellos estaban preocupados quien iba ser el primero. Es por eso que Jesús les dice  “  el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos “.

Pero qué significa ser el primero? el primero es el que tiene poder, el primero es el que está más protegido, el primero es el que puede decidir sobre la vida de los demás, el primero es el que recibe reconocimientos, honores y fama. Si miramos todo esto, es un problema de ego. Miremos que esto va en contra con lo que el mismo Jesús nos quiere enseñar.

Si permitimos que nuestro ego sea el que dirija nuestra misión entonces caeremos en el error que vamos hacer cosas “ buenas”, no para buscar el Honor y la Gloria para Dios sino para ser reconocidos y aplaudidos por los demás, entonces dejaremos a una lado el plan que quiere Dios que hagamos para el bien de los demás y le daremos paso a nuestros planes y sueños egoístas para ser vistos.

Es por eso que las mismas codicias y ambiciones que tuvieron los discípulos de Jesús, también nosotros las tenemos en nuestro propio lugar. Entonces que hacer frente a este mal, cómo podemos purificar nuestras intenciones?   Jesús nos lo muestra con su propia vida al entregarse a la voluntad del Padre, a la Gloria de Dios Padre y al bien de sus hermanos. Ese amor que busca la Gloria del Padre y la salvación de los hombres nos rescata del atractivo que tiene nuestro ego. Cuando realmente nos vamos enamorando de la Gloria de Dios, para que Él sea reconocido, amado, aclamado, obedecido y glorificado por muchos y además somos alegres al ver que nuestros hermanos se acercan y conocen a Cristo, el ego va quedando atrás y la Gloria es de Dios.

Señor cómo me cuesta amar aquellos que me han hecho daño,  aquellos que confabulan cosas contra mí, aquellos que utilizan palabras hirientes solo para lastimarme. Regálame Señor tu corazón  para perdonarlos y amarlos como tú los amas. Oro por ellos para que tu mano sanadora toque sus corazones y sean sanados por ti y de igual manera el mio. Dame la gracia de no buscar el primer puesto para ser visto, quita de mí el orgullo, la vanidad, la codicia y la ambición. Quiero servirte con amor y hacer el bien para que Tu seas reconocido, amado, aclamado, obedecido y glorificado, siempre buscando la Gloria y el Honor para ti mi Señor, Amen, Amen, Amen. 

Dios te bendiga,

Alabado sea Jesucristo!!!

Tarea : saber pedir perdón.


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Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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