viernes, 31 de agosto de 2018
Vigilad es abrir tus ojos y descubrir la Luz de Dios en medio de las tinieblas.
1 Corintios 1, 17-25
Hermanos: No me envió Cristo a bautizar, sino a anunciar el Evangelio, y no con sabiduría de palabras, para no hacer ineficaz la cruz de Cristo.
El mensaje de la cruz es necedad para los que están en vías de perdición; pero para los que están en vías de salvación-para nosotros- es fuerza de Dios.
Dice la Escritura: "Destruiré la sabiduría de los sabios, frustraré la sagacidad de los sagaces." ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el sofista de nuestros tiempos? ¿No ha convertido Dios en necedad la sabiduría del mundo?
Y como, en la sabiduría de Dios, el mundo no lo conoció por el camino de la sabiduría, quiso Dios valerse de la necedad de la predicación, para salvar a los creyentes.
Porque los judíos exigen signos, los griegos buscan sabiduría; pero nosotros predicamos a Cristo crucificado: escándalo para los judíos, necedad para los gentiles; pero para los llamados a Cristo -judíos o griegos-, un Mesías que es fuerza de Dios y sabiduría de Dios. Pues lo necio de Dios es más sabio que los hombres; y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres.
Palabra de Dios
Hoy la primera lectura volvemos a tener a Pablo hablándole a la comunidad de Corinto. Ayer decíamos que este puerto centro del mundo griego estaban bombardeados de una manera constante de todo tipo de religiones, cultos y sistemas de filosofía. Cada predicador de cada religión hacia su oficio de vender sus ideas y de ponerlas como las más sabias o mas fuertes. Pablo es vez de desanimarse frente a esta realidad más bien vio una oportunidad. Esta oportunidad fue hablar de la cruz de Cristo, claro que este tipo de evangelización era motivo de escándalo para algunos pero en esto se fundamentó toda su obra de evangelización en Corinto.
Pero qué es la cruz de Cristo? Pablo habla de un Mesías vestido de derrota, un Cristo puesto en manos de sus enemigos, demasiado débil y aparentemente ineficaz e inútil.En otras palabras pareciera que la misión de Cristo fue un fracaso. Esto lo pueden pensar algunos que aún no han podido entender porque solo que quedan mirando la cruz y no ven el otro significado o la otra cara de la moneda de la cruz. Si tu miras la Cruz desde Cristo es el mensaje de amor hasta el extremo. Jesús siendo Dios permitió ser crucificado, como una leyenda que dice “ Los clavos no era lo que lo sostenían en la cruz, Jesús lo que lo sostenía era el gran amor por nosotros”. Su amor y su misericordia es la que nos rescata de la muerte para darnos una nueva vida.
Salmo 32 " La misericordia del Señor llena la tierra"
Mateo 25, 1-13
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: "El Reino de los cielos se parecerá a diez doncellas que tomaron sus lámparas y salieron a esperar al esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco eran sensatas. Las necias, al tomar las lámparas, se dejaron el aceite; en cambio, las sensatas se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas. El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron. A medianoche se oyó una voz: "¡Que llega el esposo, salid a recibirlo!" Entonces se despertaron todas aquellas doncellas y se pusieron a preparar sus lámparas. Y las necias dijeron a las sensatas: "Dadnos un poco de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas". Pero las sensatas contestaron: "Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis". Mientras iban a comprarlo llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas y se cerró la puerta. Más tarde llegaron también las otras doncellas, diciendo: "Señor, señor, ábrenos". Pero él respondió: "Os lo aseguro: no os conozco". Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora".
Palabra de Dios
Te alabamos Señor
En el dia de hoy y en el de ayer, Jesús nos invita nuevamente a estar vigilantes. Estar vigilantes es no quedarnos dormidos o ser indiferentes. Cuando perteneces al grupo de los scouts, hay un grupo que deben ser los vigías en la noche para que el otro grupo pueda dormir y descansar. Los que vigilan cuidan el sueño y el descanso de los demás. También ser vigilantes también tiene otro significado como es tener sentido de pertenencia en lo que pasa a tu alrededor, es dejar de ser espectador y convertirte en ser autor de tu vida y de la vida de los demás.
San Juan Bosco trabajo con jóvenes , pereza con los jóvenes, en medio de esa juventud que estaba perdida, Dios quería hacer algo. Juan Bosco se puso en la tarea de conquistar sus corazones a través del arte, la artesanía a estos jóvenes y ahora sabemos lo que nació de su predicación de este Santo. El supo ver en medio de la noche la luz de Dios. Asi otros santos como el padre Damián quien acogió a los leprosos, San Pedro Claver que trabajo por los negros esclavos, como también el Cura de Ars cuando lo enviaron a un moridero de Pueblo. Cuando el llego a ese pueblo nadie lo esperaba, el motivo era muy sencillo, el pueblo no quería un sacerdote en el pueblo y el último sacerdote fue sacado por el mismo pueblo. Por cada 50 personas había una taberna. Para mayor desconsuelo la iglesia tenía 4 tabernas pegadas a los muros de la iglesia . Las tabernas servían de todo, no solo vendían trago, era bailadero y hasta era motel.
El Santo Cura de Ars veía como la juventud y los matrimonios se despedazaban. Este fue el pueblo que le dieron al Cura de Ars. Esa era una noche oscura para este Padre. Sería que el empezó a maldecir su suerte? lo que él hizo fue empezar a orar, empezó a predicar, empezó hacer vigilias, empezó a confesar gente. Dicen que las unicas que llegaban era las viejitas del pueblo. Al principio iban las mismas o no iba nadie. Pero esa persona que recibió ese primer consejo y que se sintió bien confesada le dijo a otra, ese joven que recibió esa catequesis que le llegaba al alma, ese se lo dijo a otro, y así sucesivamente. Llegó un momento que en un año llegaron a peregrinar a ese pueblo desconocido y que era un moridero hasta 100.000 personas , un pueblo que no tenía ni 500 habitantes. 100.000 personas que pasaron por esa iglesia para escuchar a ese sacerdote. Porque? porque tenia muchisimos conocimientos? Era porque tenía Dios adentro, porque Él irradiaba la luz de Dios. El cura de Ars no maldijo la noche, él estuvo con los ojos abiertos, estuvo vigilante. El no maldijo su vida, sus circunstancias, fue un instrumento útil en las manos de Dios porque sembró la luz que Dios quería que hubiera en ese lugar. El transformó sembrando luz. Descubrió que había unas pequeñas velas encendidas en ese pueblo y con la luz que le dio Cristo acrecentó más esa luz para iluminar a otros.
Así son los santos, así también nosotros estamos llamados a ser luz que ilumina a otros por medio de la luz de Cristo. Cristo nos dice “ vigilad “, “ vigilad”, abre tus ojos, mira la luz en medio de las tinieblas.
Te rodea la noche? si te rodea la noche este tiempo es para ti, es tiempo para que empieces a sembrar luz a los que están cerca de ti. Los que han maldecido la noche lo que han hecho es empeorar las cosas. Conviértete en un sembrado de Luz, ayudale a los demás a que salgan de las tinieblas que viven, estar vigilantes es descubrir en medio de la noche la oportunidad de sembrar luz donde abundan las tinieblas del pecado.
Señor que hermosa enseñanza traes a mi vida, hoy nuevamente me invitas a ser vigilantes, abrir mis ojos para poder descubrir tu Luz en medio de las tinieblas. Dame la perseverancia y el valor de encender las hogueras del espíritu en los que están cerca de mi para que encuentren el calor y el amor que nos quieres ofrecer. Dame la gracia de ser un instrumento útil en tus manos porque en medio de la noche tu quieres sembrar tu luz en esos corazones tibios o que te rechazan, estar vigilante es esperar tu acción cuando nadie la está esperando, cuando todos han perdido esperanza alguna, cuando huele a muerte. Gracias por llamarme a ser sembrador de Tu luz en medio de las tinieblas, Amen, Amen, Amen.
Dios te bendiga,
Alabado sea Jesucristo!!!
Tarea : Pedirle al Señor que nos ayude abrir nuestros ojos, nuestro corazón todo nuestro ser para descubrir donde hace falta su presencia y hacer presencia de Dios en su Nombre.
† Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
Sandra Yudy Zapata Escudero
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Lectio Divina
Del Comentario de san Jerónimo, presbítero, sobre el libro del profeta Joel
(PL 25, 967-968)
CONVERTÍOS A MÍ
Convertíos a mí de todo corazón y que vuestra penitencia interior se manifieste por medio del ayuno, del llanto y de las lágrimas; así, ayunando ahora, seréis luego saciados; llorando ahora, podréis luego reír; lamentándoos ahora, seréis luego consolados. Y ya que la costumbre tiene establecido rasgar los vestidos en los momentos tristes y adversos -como nos lo cuenta el Evangelio al decir que el pontífice rasgó sus vestiduras para significar la magnitud del crimen del Salvador, o como nos dice el libro de los Hechos que Pablo y Bernabé rasgaron sus túnicas al oír las palabras blasfematorias-, así os digo que no rasguéis vuestras vestiduras, sino vuestros corazones repletos de pecado; pues el corazón, a la manera de los odres, no se rompe nunca espontáneamente, sino que debe ser rasgado por la voluntad. Cuando, pues, hayáis rasgado de esta manera vuestro corazón, volved al Señor, vuestro Dios, de quien os habíais apartado por vuestros antiguos pecados, y no dudéis del perdón, pues, por grandes que sean vuestras culpas, la magnitud de su misericordia perdonará, sin duda, la vastedad de vuestros muchos pecados.
Pues el Señor es compasivo y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad; él no se complace en la muerte del malvado, sino en que el malvado cambie de conducta y viva; él no es impaciente como el hombre, sino que espera sin prisas nuestra conversión y sabe retirar su malicia de nosotros, de manera que, si nos convertimos de nuestros pecados, él retira de nosotros sus castigos y aparta de nosotros sus amenazas, cambiando ante nuestro cambio. Cuando aquí el profeta dice que el Señor sabe retirar su malicia, por malicia no debemos entender lo que es contrario a la virtud, sino las desgracias con que nuestra vida está amenazada, según aquello que leemos en otro lugar: Bástale a cada día su desgracia, o bien aquello otro: ¿Sucede una desgracia en la ciudad que no la mande el Señor?
Y porque dice, como hemos visto más arriba, que el Señor es compasivo y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad y que sabe retirar su malicia, a fin de que la magnitud de su clemencia no nos haga negligentes en el bien, añade el profeta: Quizá se arrepienta y nos perdone y nos deje todavía su bendición. Por eso, dice, yo, por mi parte, exhorto a la penitencia y reconozco que Dios es infinitamente misericordioso, como dice el profeta David: Misericordia, Dios mío, por tu bondad; por tu inmensa compasión borra mi culpa.
Pero como sea que no podemos conocer hasta dónde llega el abismo de las riquezas y sabiduría de Dios, prefiero ser discreto en mis afirmaciones y decir sin presunción: Quizá se arrepienta y nos perdone. Al decir quizá ya está indicando que se trata de algo o bien imposible o por lo menos muy difícil. Habla luego el profeta de ofrenda y libación para nuestro Dios: con ello quiere significar que, después de habernos dado su bendición y perdonado nuestro pecado, nosotros debemos ofrecer a Dios nuestros dones.
RESPONSORIO Cf. Sal 23, 4; 2Co 6, 6; Col 2, 14; Jl 2, 13
R. Convertíos todos a Dios con pureza de alma y con caridad sincera, * para que se cancele la nota deudora de vuestros pecados.
V. Rasgad vuestros corazones y no vuestras vestiduras, y convertíos al Señor, vuestro Dios.
R. Para que se cancele la nota deudora de vuestros pecados.
ORACIÓN.
OREMOS,
Señor Dios, que unes en un mismo sentir los corazones de los que te aman, impulsa a tu pueblo a amar lo que pides y a desear lo que prometes, para que, en medio de la inestabilidad de las cosas humanas, estén firmemente anclados nuestros corazones en el deseo de la verdadera felicidad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén
(PL 25, 967-968)
CONVERTÍOS A MÍ
Convertíos a mí de todo corazón y que vuestra penitencia interior se manifieste por medio del ayuno, del llanto y de las lágrimas; así, ayunando ahora, seréis luego saciados; llorando ahora, podréis luego reír; lamentándoos ahora, seréis luego consolados. Y ya que la costumbre tiene establecido rasgar los vestidos en los momentos tristes y adversos -como nos lo cuenta el Evangelio al decir que el pontífice rasgó sus vestiduras para significar la magnitud del crimen del Salvador, o como nos dice el libro de los Hechos que Pablo y Bernabé rasgaron sus túnicas al oír las palabras blasfematorias-, así os digo que no rasguéis vuestras vestiduras, sino vuestros corazones repletos de pecado; pues el corazón, a la manera de los odres, no se rompe nunca espontáneamente, sino que debe ser rasgado por la voluntad. Cuando, pues, hayáis rasgado de esta manera vuestro corazón, volved al Señor, vuestro Dios, de quien os habíais apartado por vuestros antiguos pecados, y no dudéis del perdón, pues, por grandes que sean vuestras culpas, la magnitud de su misericordia perdonará, sin duda, la vastedad de vuestros muchos pecados.
Pues el Señor es compasivo y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad; él no se complace en la muerte del malvado, sino en que el malvado cambie de conducta y viva; él no es impaciente como el hombre, sino que espera sin prisas nuestra conversión y sabe retirar su malicia de nosotros, de manera que, si nos convertimos de nuestros pecados, él retira de nosotros sus castigos y aparta de nosotros sus amenazas, cambiando ante nuestro cambio. Cuando aquí el profeta dice que el Señor sabe retirar su malicia, por malicia no debemos entender lo que es contrario a la virtud, sino las desgracias con que nuestra vida está amenazada, según aquello que leemos en otro lugar: Bástale a cada día su desgracia, o bien aquello otro: ¿Sucede una desgracia en la ciudad que no la mande el Señor?
Y porque dice, como hemos visto más arriba, que el Señor es compasivo y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad y que sabe retirar su malicia, a fin de que la magnitud de su clemencia no nos haga negligentes en el bien, añade el profeta: Quizá se arrepienta y nos perdone y nos deje todavía su bendición. Por eso, dice, yo, por mi parte, exhorto a la penitencia y reconozco que Dios es infinitamente misericordioso, como dice el profeta David: Misericordia, Dios mío, por tu bondad; por tu inmensa compasión borra mi culpa.
Pero como sea que no podemos conocer hasta dónde llega el abismo de las riquezas y sabiduría de Dios, prefiero ser discreto en mis afirmaciones y decir sin presunción: Quizá se arrepienta y nos perdone. Al decir quizá ya está indicando que se trata de algo o bien imposible o por lo menos muy difícil. Habla luego el profeta de ofrenda y libación para nuestro Dios: con ello quiere significar que, después de habernos dado su bendición y perdonado nuestro pecado, nosotros debemos ofrecer a Dios nuestros dones.
RESPONSORIO Cf. Sal 23, 4; 2Co 6, 6; Col 2, 14; Jl 2, 13
R. Convertíos todos a Dios con pureza de alma y con caridad sincera, * para que se cancele la nota deudora de vuestros pecados.
V. Rasgad vuestros corazones y no vuestras vestiduras, y convertíos al Señor, vuestro Dios.
R. Para que se cancele la nota deudora de vuestros pecados.
ORACIÓN.
OREMOS,
Señor Dios, que unes en un mismo sentir los corazones de los que te aman, impulsa a tu pueblo a amar lo que pides y a desear lo que prometes, para que, en medio de la inestabilidad de las cosas humanas, estén firmemente anclados nuestros corazones en el deseo de la verdadera felicidad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén
jueves, 30 de agosto de 2018
Cómo estamos administrando nuestra vida y las bendiciones que Dios nos da?
1 Corintios 1, 1-9
Yo Pablo, llamado a ser apóstol de Cristo Jesús por designio de Dios, y Sóstenes, nuestro hermano, escribimos a la Iglesia de Dios en Corinto, a los consagrados por Cristo Jesús, a los santos que él llamó y a todos los demás que en cualquier lugar invocan el nombre de Jesucristo, Señor de ellos y nuestro.
La gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo sean con vosotros.
En mi acción de gracias a Dios os tengo siempre presentes, por la gracia que Dios os ha dado en Cristo Jesús. Pues por él habéis sido enriquecidos en todo: en el hablar y en el saber; porque en vosotros se ha probado el testimonio de Cristo.
De hecho, no carecéis de ningún don, vosotros que aguardáis la manifestación de nuestro Señor Jesucristo. Él os mantendrá firmes hasta el final, para que no tengan de qué acusaros en el día de Jesucristo, Señor nuestro. Dios os llamó a participar en la vida de su Hijo, Jesucristo Señor nuestro. ¡Y él es fiel!
Palabra de Dios
Hoy la primera lectura escuchamos a Pablo escribiendo a la comunidad de Corinto y ese saludo es precioso porque reconoce que ellos son fieles a Dios. Esto lo podemos ver cuando dice “ escribimos a la Iglesia de Dios en Corinto, a los consagrados por Cristo Jesús, a los santos que él llamó y a todos los demás que en cualquier lugar invocan el nombre de Jesucristo, Señor de ellos y nuestro “. Recordemos que Corinto es una antigua ciudad griega, que estaba habitada principalmente por excombatientes romanos y por antiguos esclavos libertados, procedentes de Italia, o por sus descendientes. Era capital de la provincia de Acaya, y por su posición tanto geográfica como política, tenía una activa vida comercial, cultural y religiosa.
Esta comunidad fue fundada por Pablo en su segundo viaje misionero (cf. Hch 18,1–18), a principios de la década de los 50. Algunos de estos cristianos procedían del judaísmo, pero la mayoría eran de origen pagano (cf. 1 Cor 12,2). Aunque Pablo permaneció allí año y medio (Hch 18.11), solo pudo poner los fundamentos de la fe cristiana (cf. 1 Cor 3,6, 10). Más tarde llegaron otros maestros, entre los cuales Pablo menciona en particular a Apolo (véase 1 Cor 1,12).
Cabe anotar que algunos maestros que venían de otras corrientes querían crear divisiones y grupos en la comunidad. También sucedio que la intensa vida carismática que se desarrolló en la iglesia de Corintio, llevó a que algunos se creyeran demasiados sabios. No olvidemos que esta comunidad cristiana tenía un pasado pagano y en la sociedad que a ellos lo rodeaba con costumbres libertinas y con las diferencias de clases sociales dieron lugar a una serie de abusos y situaciones, es por eso que Pablo desde su misericordia está obligado a corregir.
Pablo les advierte a la comunidad de Corintio “De hecho, no carecéis de ningún don, vosotros que aguardáis la manifestación de nuestro Señor Jesucristo. Él os mantendrá firmes hasta el final, para que no tengan de qué acusaros en el día de Jesucristo, Señor nuestro. Dios os llamó a participar en la vida de su Hijo, Jesucristo Señor nuestro. ¡Y él es fiel!”. Con estas palabras de Pablo deja claro que no podemos creernos que somos muy buenos y que nunca vamos a caer, antes por el contrario, entre más cerca de Cristo mucho más seremos tentados. Si somos fieles como Cristo lo es, El mismo nos mantendrá hasta el final.
El consejo que nos hace Pablo para nuestro tiempo es estar atentos, no podemos estar tan seguros que nada ni nadie nos hará tropezar. La batalla es de todo los dias, pero la promesa de Dios es bellisima “ Yo los mantendrá firmes hasta el final”
Salmo 144 " Bendeciré tu nombre por siempre, Dios mío, mi rey "
Mateo 24, 42-51
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: "Estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor. Comprended que, si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejaría abrir un boquete en su casa. Por eso estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del Hombre. ¿Dónde hay un criado fiel y cuidadoso, a quien el amo encarga de dar a la servidumbre la comida a sus horas? Pues dichosos ese criado si el amo, al llegar, lo encuentra portándose así. Os aseguro que le confiará la administración de todos sus bienes. Pero si el criado es un canalla y, pensando que su amo tardará, empieza a pegar a sus compañeros y a comer y a beber con los borrachos, el día y la hora que menos se lo espera llegará el amo y lo hará pedazos, como se merecen los hipócritas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes".
Palabra de Dios
Te alabamos señor
Jesús nuevamente por medio de una parábola nos enseña como en la primera lectura la importancia de la vigilancia y por eso nos pone dos actitudes diferentes, la del criado fiel y la del criado canalla. Ambos tienen algo en común, ellos conocen que en algun momento el dueño va volver, cuando? no lo saben pero si saben que el dueño va a volver.
Mientras el criado fiel es cuidadoso con lo que le ha confiado el dueño de la casa, dice la lectura,” le da la comida a tiempo a su servidumbre”, en cambio el criado canalla pensando que el dueño o el amo tardara, se pone la casa de ruana, empieza a pegar a sus compañeros y a comer y a beber con los borrachos. Que le pasara el criado fiel? dice que le confiará la administración de todos sus bienes. Qué pasará con el criado canalla ? lo hará pedazos, como se merecen los hipócritas, porque es un mentiroso.
Porque le sucedió esto al criado canalla? No era porque no sabia!, era porque se aferró al momento presente, a sus vicios y al pecado. Esta lectura nos puede parecer un poco exagerada pero es fácil de encontrar personas tan insensatas que prefieren comer, bailar y divertirse ahora porque piensan que su vida termina cuando mueran, Claro!, es que esta vida se acaba, esta vida terrenal se acaba, pero despues de la muerte hay una vida eternal. Entonces que estas haciendo para el encuentro con Cristo? Cuando estés frente a Él entonces qué le dirás? sacaras mas excusas? no olvides que habrá un juicio final.
Porque el criado fiel le sucede todo lo contrario? El puso su tesoro donde no le entraba la polilla ni el orín, ósea su corazón estaba en Dios y sus pies en la tierra. No permitamos que los afanes de la vida, las comodidades y placeres de este mundo nos dominen, porque el demonio eso es lo que busca que perdamos el mayor tesoro, el tesoro que es Dios.
Señor Jesús, desde tu misericordia me corriges y me invitas a estar vigilante porque llevo un gran tesoro en esta vasija de barro, que eres Tu. No permitas que yo me sienta “ bueno” perdiendo la novedad de tu mensaje que exhorta, corrige, sana y trae esperanza. Dame la gracia de ser como el criado fiel que tiene el corazón contigo y con los pies en la tierra. Acrecienta mi vigilancia para no dejarme absorber por los afanes de la vida, las comodidades y placeres de este mundo, te pido que yo no me diga mas mentiras, este mundo se acaba pero mi vida continua y en la eternidad quiero gozar contigo. Eso es lo que el demonio quiere que yo pierda el mayor tesoro, el tesoro que eres tu. Amen, Amen, Amen.
Dios te bendiga,
Alabado sea Jesucristo!
Tarea : estar vigilantes!!!
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† Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
Sandra Yudy Zapata Escudero
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Lectio Divina
CONOZCAMOS EL AMOR DE CRISTO, QUE EXCEDE TODO CONOCIMIENTO
El Salvador levantó la voz y dijo, con incomparable majestad:
«¡Conozcan todos que la gracia sigue a la tribulación. Sepan que sin el peso de las aflicciones no se llega al colmo de la gracia. Comprendan que, conforme al acrecentamiento de los trabajos, se aumenta juntamente la medida de los carismas. Que nadie se engañe: ésta es la única verdadera escala del paraíso, y fuera de la cruz no hay camino por donde se pueda subir al cielo!»
Oídas estas palabras, me sobrevino un ímpetu poderoso de ponerme en medio de la plaza para gritar con grandes clamores, diciendo a todas las personas, de cualquier edad, sexo, estado y condición que fuesen:
«Oíd, pueblo; oíd, todo género de gentes: de parte de Cristo y con palabras tomadas de su misma boca, yo os aviso: Que no se adquiere gracia sin padecer aflicciones; hay necesidad de trabajos y más trabajos, para conseguir la participación íntima de la divina naturaleza, la gloria de los hijos de Dios y la perfecta hermosura del alma.»
Este mismo estímulo me impulsaba impetuosamente a predicar la hermosura de la divina gracia, me angustiaba y me hacía sudar y anhelar. Me parecía que ya no podía el alma detenerse en la cárcel del cuerpo, sino que se había de romper la prisión y, libre y sola, con más agilidad, se había de ir por el mundo, dando voces:
«¡Oh, si conociesen los mortales qué gran cosa es la gracia, qué hermosa, qué noble, qué preciosa, cuántas riquezas esconde en sí, cuántos tesoros, cuántos júbilos y delicias! Sin duda emplearían toda su diligencia, afanes y desvelos en buscar penas y aflicciones; andarían todos por el mundo en busca de molestias, enfermedades y tormentos, en vez de aventuras, por conseguir el tesoro inestimable de la gracia. Esta es la mercancía y logro último de la constancia en el sufrimiento. Nadie se quejaría de la cruz ni de los trabajos que le caen en suerte, si conociera las balanzas donde se pesan para repartirlos entre los hombres.»
OREMOS,
Dios nuestro, que impulsaste a santa Rosa de Lima a apartarse de la vida del mundo por amor tuyo y a consagrarse solo a ti, en la austeridad y en la penitencia, concédenos, por su intercesión, que sepamos seguir, en este mundo, el camino que conduce a la verdadera vida, para que lleguemos a gozar del torrente de tus delicias allá en el cielo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén
El Salvador levantó la voz y dijo, con incomparable majestad:
«¡Conozcan todos que la gracia sigue a la tribulación. Sepan que sin el peso de las aflicciones no se llega al colmo de la gracia. Comprendan que, conforme al acrecentamiento de los trabajos, se aumenta juntamente la medida de los carismas. Que nadie se engañe: ésta es la única verdadera escala del paraíso, y fuera de la cruz no hay camino por donde se pueda subir al cielo!»
Oídas estas palabras, me sobrevino un ímpetu poderoso de ponerme en medio de la plaza para gritar con grandes clamores, diciendo a todas las personas, de cualquier edad, sexo, estado y condición que fuesen:
«Oíd, pueblo; oíd, todo género de gentes: de parte de Cristo y con palabras tomadas de su misma boca, yo os aviso: Que no se adquiere gracia sin padecer aflicciones; hay necesidad de trabajos y más trabajos, para conseguir la participación íntima de la divina naturaleza, la gloria de los hijos de Dios y la perfecta hermosura del alma.»
Este mismo estímulo me impulsaba impetuosamente a predicar la hermosura de la divina gracia, me angustiaba y me hacía sudar y anhelar. Me parecía que ya no podía el alma detenerse en la cárcel del cuerpo, sino que se había de romper la prisión y, libre y sola, con más agilidad, se había de ir por el mundo, dando voces:
«¡Oh, si conociesen los mortales qué gran cosa es la gracia, qué hermosa, qué noble, qué preciosa, cuántas riquezas esconde en sí, cuántos tesoros, cuántos júbilos y delicias! Sin duda emplearían toda su diligencia, afanes y desvelos en buscar penas y aflicciones; andarían todos por el mundo en busca de molestias, enfermedades y tormentos, en vez de aventuras, por conseguir el tesoro inestimable de la gracia. Esta es la mercancía y logro último de la constancia en el sufrimiento. Nadie se quejaría de la cruz ni de los trabajos que le caen en suerte, si conociera las balanzas donde se pesan para repartirlos entre los hombres.»
OREMOS,
Dios nuestro, que impulsaste a santa Rosa de Lima a apartarse de la vida del mundo por amor tuyo y a consagrarse solo a ti, en la austeridad y en la penitencia, concédenos, por su intercesión, que sepamos seguir, en este mundo, el camino que conduce a la verdadera vida, para que lleguemos a gozar del torrente de tus delicias allá en el cielo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén
miércoles, 29 de agosto de 2018
La fuerza de Juan Bautista viene del Señor!
Jeremías 1, 17-19
En aquellos días recibí esta palabra del Señor: "Cíñete los lomos, ponte en pie y diles lo que yo te mando. No les tengas miedo, que si no, yo te meteré miedo de ellos. Mira; yo te convierto hoy en plaza fuerte, en columna de hierro, en muralla de bronce, frente a todo el país: frente a los reyes y príncipes de Judá, frente a los sacerdotes y la gente del campo. Lucharán contra ti, pero no te podrán, porque yo estoy contigo para librarte." Oráculo del Señor.
Palabra de Dios
Salmo 70" Mi boca contará tu auxilio "
Marcos 6,17-29
En aquel tiempo, Herodes había mandado prender a Juan y lo había metido en la cárcel, encadenado. El motivo era que Herodes se había casado con Herodías, mujer de su hermano Filipo, y Juan le decía que no le era lícito tener la mujer de su hermano. Herodías aborrecía a Juan y quería quitarlo de en medio; no acababa de conseguirlo, porque Herodes respetaba a Juan, sabiendo que era un hombre honrado y santo, y lo defendía. Cuando lo escuchaba, quedaba desconcertado, y lo escuchaba con gusto.
La ocasión llegó cuando Herodes, por su cumpleaños, dio un banquete a sus magnates, a sus oficiales y a la gente principal de Galilea. La hija de Herodías entró y danzó, gustando mucho a Herodes y a los convidados. El rey le dijo a la joven: "Pídeme lo que quieras, que te lo doy." Y le juró: "Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino." Ella salió a preguntarle a su madre: "¿Qué le pido?" La madre le contestó: "La cabeza de Juan, el Bautista." Entró ella en seguida, a toda prisa, se acercó al rey y le pidió: "Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan, el Bautista." El rey se puso muy triste; pero, por el juramento y los convidados, no quiso desairarla. En seguida le mandó a un verdugo que trajese la cabeza de Juan. Fue, lo decapitó en la cárcel, trajo la cabeza en una bandeja y se la entregó a la joven; la joven se la entregó a su madre. Al enterarse sus discípulos, fueron a recoger el cadáver y lo enterraron.
Palabra de Dios
Te alabamos Señor
Hoy nuestra iglesia recuerda el martirio de Juan Bautista. Juan Bautista nos enseña tres grandes lecciones, la primera la independencia y firmeza frente a los poderes de este mundo, lo segundo Juan Bautista nos llama al arrepentimiento para que acojamos la gracia que Dios nos ofrece y lo tercero la obediencia para cumplir las cosas de Dios.
Si retomamos la primera enseñanza que es la independencia y firmeza frente a los poderes de este mundo. Juan Bautista se gana de enemigo a Herodías porque denunció el pecado de rey Herodes. Recordemos que Herodes se había casado con Herodías, mujer de su hermano Filipo, y Juan decía que era lícito tener la mujer de su hermano. Realmente Herodes hizo una artimaña para poder vivir con esta mujer, es por eso que Juan denuncia este adulterio.
Herodes aunque tenía mucho poder había alguien más poderoso que el, Herodes era esclavo de un vicio, ese vicio era esa dependencia sensual que lo lleva hasta acabar con la vida de Juan. Suena un poco contradictorio esto porque nos dice la lectura “ Que Herodes respetaba a Juan, sabiendo que era un hombre honrado y santo, y lo defendía. Cuando lo escuchaba, quedaba desconcertado, y lo escuchaba con gusto”. Pero como una persona que aprecia, que respeta y le agrada la presencia del otro termina acabando con su vida?
Pues bien Herodes se deja llevar de ese vicio a tal punto que desde su necedad le promete y le dice a la hija de Herodías "Pídeme lo que quieras, que te lo doy." Y le juró: "Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino." . Estas dos mujeres, Herodías y su hija acaban con la vida de Juan Bautista, porque aprovecharon la debilidad de este rey para alcanzar su cometido. Herodes era poderoso de alguna manera pero a la vez tan esclavo a su vicio sensual que lo lleva a cometer este asesinato. Juan Bautista es fuerte, muy fuerte porque aunque fue decapitado y murió como mártir denunció el pecado aunque esto le costara su propia vida. Su fuerza venia de lo alto, de Dios!
También aprendemos que el poder mal utilizado lleva a la destrucción, a la opresión, a decisiones equivocadas. Cuántos políticos por hacerse sentir no apoyan ciertas ideas de otros partidos políticos tienen y que le hacen bien al país, esto sucedió en la consulta anticorrupción en Colombia. Es increíble la miopía de algunos, el orgullo, las ansias del poder de otros. No podemos dejar que el poder nos vuelva grandes, nos infle el ego. Asi como el poder mal usado nos lleva a la muerte, el poder bien usado también lleva a lograr grandes cosas. Como decíamos en la reflexión de ayer, el querer humano o la vocación humana se vuelve divino siempre y cuando reconocemos que todo lo que somos y tenemos es por gracias a Dios y la mejor manera de tener gratitud es ponernos al servicio del Buen Dios, buscando la Gloria y el Honor solo para El.
La segunda lección que aprendemos de Juan Bautista es que nos invita al arrepentimiento, y es que el arrepentimiento nos lleva o nos pone en camino hacia Jesús. Un corazón arrepentido se abre a la gracia Divina porque nos reconocemos como pecadores, somos conscientes de que es el pecado y además reconocemos la necesidad de ser perdonados.
La tercera lección que aprendemos es la obediencia a la voluntad de Dios. Hay que ser íntegros, que lo que pienso, siento y digo sea lo mismo que hago. Nuestro corazón no puede estar dividido. Estamos con Cristo o no lo estamos. No hay espacios para los términos medios.
Jesús hoy he aprendido que lo que me hace fuerte no son las cosas de este mundo como es el poder, la fama, la riqueza, la sabiduría, la belleza. Lo que me hace fuerte es estar contigo. Por eso dame la gracia de permanecer cerca a ti para obrar desde mis convicciones cristianas. No permitas que venda mis convicciones para ser aceptado y querido por algunos. Ayudame a denunciar la mentira no por vanidad sino porque Tú eres la verdad. Dame la gracia de ser obediente y aceptar lo que me pides, porque al fiel tu lo corriges y los libras de todo mal, Amén, Amén, Amén.
En aquellos días recibí esta palabra del Señor: "Cíñete los lomos, ponte en pie y diles lo que yo te mando. No les tengas miedo, que si no, yo te meteré miedo de ellos. Mira; yo te convierto hoy en plaza fuerte, en columna de hierro, en muralla de bronce, frente a todo el país: frente a los reyes y príncipes de Judá, frente a los sacerdotes y la gente del campo. Lucharán contra ti, pero no te podrán, porque yo estoy contigo para librarte." Oráculo del Señor.
Palabra de Dios
Salmo 70" Mi boca contará tu auxilio "
Marcos 6,17-29
En aquel tiempo, Herodes había mandado prender a Juan y lo había metido en la cárcel, encadenado. El motivo era que Herodes se había casado con Herodías, mujer de su hermano Filipo, y Juan le decía que no le era lícito tener la mujer de su hermano. Herodías aborrecía a Juan y quería quitarlo de en medio; no acababa de conseguirlo, porque Herodes respetaba a Juan, sabiendo que era un hombre honrado y santo, y lo defendía. Cuando lo escuchaba, quedaba desconcertado, y lo escuchaba con gusto.
La ocasión llegó cuando Herodes, por su cumpleaños, dio un banquete a sus magnates, a sus oficiales y a la gente principal de Galilea. La hija de Herodías entró y danzó, gustando mucho a Herodes y a los convidados. El rey le dijo a la joven: "Pídeme lo que quieras, que te lo doy." Y le juró: "Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino." Ella salió a preguntarle a su madre: "¿Qué le pido?" La madre le contestó: "La cabeza de Juan, el Bautista." Entró ella en seguida, a toda prisa, se acercó al rey y le pidió: "Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan, el Bautista." El rey se puso muy triste; pero, por el juramento y los convidados, no quiso desairarla. En seguida le mandó a un verdugo que trajese la cabeza de Juan. Fue, lo decapitó en la cárcel, trajo la cabeza en una bandeja y se la entregó a la joven; la joven se la entregó a su madre. Al enterarse sus discípulos, fueron a recoger el cadáver y lo enterraron.
Palabra de Dios
Te alabamos Señor
Hoy nuestra iglesia recuerda el martirio de Juan Bautista. Juan Bautista nos enseña tres grandes lecciones, la primera la independencia y firmeza frente a los poderes de este mundo, lo segundo Juan Bautista nos llama al arrepentimiento para que acojamos la gracia que Dios nos ofrece y lo tercero la obediencia para cumplir las cosas de Dios.
Si retomamos la primera enseñanza que es la independencia y firmeza frente a los poderes de este mundo. Juan Bautista se gana de enemigo a Herodías porque denunció el pecado de rey Herodes. Recordemos que Herodes se había casado con Herodías, mujer de su hermano Filipo, y Juan decía que era lícito tener la mujer de su hermano. Realmente Herodes hizo una artimaña para poder vivir con esta mujer, es por eso que Juan denuncia este adulterio.
Herodes aunque tenía mucho poder había alguien más poderoso que el, Herodes era esclavo de un vicio, ese vicio era esa dependencia sensual que lo lleva hasta acabar con la vida de Juan. Suena un poco contradictorio esto porque nos dice la lectura “ Que Herodes respetaba a Juan, sabiendo que era un hombre honrado y santo, y lo defendía. Cuando lo escuchaba, quedaba desconcertado, y lo escuchaba con gusto”. Pero como una persona que aprecia, que respeta y le agrada la presencia del otro termina acabando con su vida?
Pues bien Herodes se deja llevar de ese vicio a tal punto que desde su necedad le promete y le dice a la hija de Herodías "Pídeme lo que quieras, que te lo doy." Y le juró: "Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino." . Estas dos mujeres, Herodías y su hija acaban con la vida de Juan Bautista, porque aprovecharon la debilidad de este rey para alcanzar su cometido. Herodes era poderoso de alguna manera pero a la vez tan esclavo a su vicio sensual que lo lleva a cometer este asesinato. Juan Bautista es fuerte, muy fuerte porque aunque fue decapitado y murió como mártir denunció el pecado aunque esto le costara su propia vida. Su fuerza venia de lo alto, de Dios!
También aprendemos que el poder mal utilizado lleva a la destrucción, a la opresión, a decisiones equivocadas. Cuántos políticos por hacerse sentir no apoyan ciertas ideas de otros partidos políticos tienen y que le hacen bien al país, esto sucedió en la consulta anticorrupción en Colombia. Es increíble la miopía de algunos, el orgullo, las ansias del poder de otros. No podemos dejar que el poder nos vuelva grandes, nos infle el ego. Asi como el poder mal usado nos lleva a la muerte, el poder bien usado también lleva a lograr grandes cosas. Como decíamos en la reflexión de ayer, el querer humano o la vocación humana se vuelve divino siempre y cuando reconocemos que todo lo que somos y tenemos es por gracias a Dios y la mejor manera de tener gratitud es ponernos al servicio del Buen Dios, buscando la Gloria y el Honor solo para El.
La segunda lección que aprendemos de Juan Bautista es que nos invita al arrepentimiento, y es que el arrepentimiento nos lleva o nos pone en camino hacia Jesús. Un corazón arrepentido se abre a la gracia Divina porque nos reconocemos como pecadores, somos conscientes de que es el pecado y además reconocemos la necesidad de ser perdonados.
La tercera lección que aprendemos es la obediencia a la voluntad de Dios. Hay que ser íntegros, que lo que pienso, siento y digo sea lo mismo que hago. Nuestro corazón no puede estar dividido. Estamos con Cristo o no lo estamos. No hay espacios para los términos medios.
Jesús hoy he aprendido que lo que me hace fuerte no son las cosas de este mundo como es el poder, la fama, la riqueza, la sabiduría, la belleza. Lo que me hace fuerte es estar contigo. Por eso dame la gracia de permanecer cerca a ti para obrar desde mis convicciones cristianas. No permitas que venda mis convicciones para ser aceptado y querido por algunos. Ayudame a denunciar la mentira no por vanidad sino porque Tú eres la verdad. Dame la gracia de ser obediente y aceptar lo que me pides, porque al fiel tu lo corriges y los libras de todo mal, Amén, Amén, Amén.
Dios te bendiga,
Alabado sea Jesucristo!!!
Tarea: Actuar desde nuestras convicciones
Alabado sea Jesucristo!!!
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--
† Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
Sandra Yudy Zapata Escudero
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Lectivo Divina
PRECURSOR DEL NACIMIENTO Y DE LA MUERTE DE CRISTO
El santo Precursor del nacimiento, de la predicación y de la muerte del Señor mostró en el momento de la lucha suprema una fortaleza digna de atraer la mirada de Dios, ya que, como dice la Escritura, aunque, a juicio de los hombres, haya sufrido castigos, su esperanza estaba llena de inmortalidad. Con razón celebramos su día natalicio, que él ha solemnizado con su martirio y adornado con el fulgor purpúreo de su sangre; con razón veneramos con gozo espiritual la memoria de aquel que selló con su martirio el testimonio que había dado del Señor.
No debemos poner en duda que san Juan sufrió la cárcel y las cadenas y dio su vida en testimonio de nuestro Redentor, de quien fue precursor, ya que, si bien su perseguidor no lo forzó a que negara a Cristo, si trató de obligarlo a que callara la verdad; ello es suficiente para afirmar que murió por Cristo.
Cristo, en efecto, dice: Yo soy la verdad; por consiguiente, si Juan derramó su sangre por la verdad, la derramó por Cristo; y él, que precedió a Cristo en su nacimiento en su predicación y en su bautismo, anunció también con su martirio, anterior al de Cristo, la pasión futura del Señor.
Este hombre tan eximio terminó, pues, su vida derramando su sangre, después de un largo y penoso cautiverio. Él, que había evangelizado la libertad de una paz que viene de arriba, fue encarcelado por unos hombres malvados; fue encerrado en la oscuridad de un calabozo aquel que vino a dar testimonio de la luz y a quien Cristo, la luz en persona, dio el título de «lámpara que arde y que ilumina»; fue bautizado en su propia sangre aquel a quien fue dado bautizar al Redentor del mundo, oír la voz del Padre que resonaba sobre Cristo y ver la gracia del Espíritu Santo que descendía sobre él. Mas a él, todos aquellos tormentos temporales no le resultaban penosos, sino más bien leves y agradables, ya que los sufría por causa de la verdad y sabía que habían de merecerle un premio y un gozo sin fin.
La muerte -que de todas maneras había de acaecerle por ley natural- era para él algo apetecible, teniendo en cuenta que la sufría por la confesión del nombre de Cristo y que con ella alcanzaría la palma de la vida eterna. Bien lo dice el Apóstol: Dios os ha dado la gracia de creer en Jesucristo y aun de padecer por él. El mismo Apóstol explica, en otro lugar, por qué sea un don el hecho de sufrir por Cristo: Los padecimientos de esta vida presente tengo por cierto que no son nada en comparación con la gloria futura que se ha de revelar en nosotros.
RESPONSORIO Mc 6, 17. 27
R. Herodes había mandado prender a Juan y, cargándolo de cadenas, lo metió en la cárcel, * por instigación de Herodías, la mujer de su hermano, con la cual se había casado.
V. Y envió a uno de sus guardias, que lo decapitó en la cárcel.
R. Por instigación de Herodías, la mujer de su hermano, con la cual se había casado.
ORACIÓN.
OREMOS,
Dios nuestro, que quisiste que san Juan Bautista fuera el precursor de tu Hijo, tanto en su nacimiento como en su muerte, concédenos que, así como él dio su vida para dar testimonio de la verdad y de la justicia, así también nosotros entreguemos generosamente la nuestra al testimonio y servicio del Evangelio. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén
El santo Precursor del nacimiento, de la predicación y de la muerte del Señor mostró en el momento de la lucha suprema una fortaleza digna de atraer la mirada de Dios, ya que, como dice la Escritura, aunque, a juicio de los hombres, haya sufrido castigos, su esperanza estaba llena de inmortalidad. Con razón celebramos su día natalicio, que él ha solemnizado con su martirio y adornado con el fulgor purpúreo de su sangre; con razón veneramos con gozo espiritual la memoria de aquel que selló con su martirio el testimonio que había dado del Señor.
No debemos poner en duda que san Juan sufrió la cárcel y las cadenas y dio su vida en testimonio de nuestro Redentor, de quien fue precursor, ya que, si bien su perseguidor no lo forzó a que negara a Cristo, si trató de obligarlo a que callara la verdad; ello es suficiente para afirmar que murió por Cristo.
Cristo, en efecto, dice: Yo soy la verdad; por consiguiente, si Juan derramó su sangre por la verdad, la derramó por Cristo; y él, que precedió a Cristo en su nacimiento en su predicación y en su bautismo, anunció también con su martirio, anterior al de Cristo, la pasión futura del Señor.
Este hombre tan eximio terminó, pues, su vida derramando su sangre, después de un largo y penoso cautiverio. Él, que había evangelizado la libertad de una paz que viene de arriba, fue encarcelado por unos hombres malvados; fue encerrado en la oscuridad de un calabozo aquel que vino a dar testimonio de la luz y a quien Cristo, la luz en persona, dio el título de «lámpara que arde y que ilumina»; fue bautizado en su propia sangre aquel a quien fue dado bautizar al Redentor del mundo, oír la voz del Padre que resonaba sobre Cristo y ver la gracia del Espíritu Santo que descendía sobre él. Mas a él, todos aquellos tormentos temporales no le resultaban penosos, sino más bien leves y agradables, ya que los sufría por causa de la verdad y sabía que habían de merecerle un premio y un gozo sin fin.
La muerte -que de todas maneras había de acaecerle por ley natural- era para él algo apetecible, teniendo en cuenta que la sufría por la confesión del nombre de Cristo y que con ella alcanzaría la palma de la vida eterna. Bien lo dice el Apóstol: Dios os ha dado la gracia de creer en Jesucristo y aun de padecer por él. El mismo Apóstol explica, en otro lugar, por qué sea un don el hecho de sufrir por Cristo: Los padecimientos de esta vida presente tengo por cierto que no son nada en comparación con la gloria futura que se ha de revelar en nosotros.
RESPONSORIO Mc 6, 17. 27
R. Herodes había mandado prender a Juan y, cargándolo de cadenas, lo metió en la cárcel, * por instigación de Herodías, la mujer de su hermano, con la cual se había casado.
V. Y envió a uno de sus guardias, que lo decapitó en la cárcel.
R. Por instigación de Herodías, la mujer de su hermano, con la cual se había casado.
ORACIÓN.
OREMOS,
Dios nuestro, que quisiste que san Juan Bautista fuera el precursor de tu Hijo, tanto en su nacimiento como en su muerte, concédenos que, así como él dio su vida para dar testimonio de la verdad y de la justicia, así también nosotros entreguemos generosamente la nuestra al testimonio y servicio del Evangelio. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén
martes, 28 de agosto de 2018
Como una vocación humana llega a ser una vocación Divina?
2 Tesalonicenses 2, 1-3a. 14-17
Os rogamos, hermanos, a propósito de la venida de nuestro Señor Jesucristo y de nuestra reunión con él, que no perdáis fácilmente la cabeza ni os alarméis por supuestas revelaciones, dichos o cartas nuestras, como si afirmásemos que el día del Señor está encima. Que nadie en modo alguno os desoriente.
Dios os llamó por medio del Evangelio que predicamos, para que sea vuestra la gloria de nuestro Señor Jesucristo. Así, pues, hermanos, manteneos firmes y conservad las tradiciones que habéis aprendido de nosotros, de viva voz o por carta.
Que Jesucristo, nuestro Señor, y Dios, nuestro Padre que nos ha amado tanto y nos ha regalado un consuelo permanente y una gran esperanza, os consuele internamente y os dé fuerzas para toda clase de palabras y de obras buenas.
Palabra de Dios
Hoy la primera lectura nos invita a estar firmes y conservar las tradiciones que hemos aprendido.
No entiendo porque algunas personas dicen que nuestra iglesia catolica es anticuada para estos tiempos. Las personas que piensan así son católicos sólo de nombre pero no practicantes. Te has preguntado o te ha interesado en estudiar las sagradas escrituras? te has interesado en pertenecer a un grupo de oración? conoces los fundamentos de nuestra iglesia? conoces los diferentes ministerios de la iglesia? como la iglesia católica está presente en obras sociales?
Siempre diré un católico que no está formado, que desconoce a profundidad acerca de la riqueza de nuestra iglesia es a futuro un posible protestante. Algunas personas lo que hacen es solo criticar y ser obstáculo para que otros no conozcan a Dios, como lo decíamos en la reflexión de ayer. Es por eso que le debemos de pedir al Espíritu Santo que nos de ese gusto por las cosas de Dios. Que así como tomamos tiempo para ir al gym, para ir a trabajar, para estar con los amigos, para divertirnos, tengamos tiempo para degustar las cosas de Él. El da el querer y el hacer!
También otra enseñanza de este pasaje es que no debemos sentir temor o angustia en el dia del juicio final. Pablo nos invita a la serenidad, hay que obrar bien en todo momento, porque no sabemos ni el dia ni la hora que el Señor nos llamara ante su presencia. No rechacemos la oportunidad que el Buen Dios nos da, tener una relación con Él sin importar lo pecador o las ofensas que hayas cometido. El cielo se vive desde aqui y ahora, morir es la continuación de ese cielo que experimentamos aquí cuando fuimos a una eucaristía bien celebrada. Nuestra esperanza es grande y por grande serena, al saber que lo que hicimos aquí fue lo que construimos para vivir en la eternidad con Cristo.
Salmo 95 " Llega el Señor a regir la tierra"
Mateo 23, 23-26
En aquel tiempo, habló Jesús diciendo: ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que pagáis el décimo de la menta, del anís y del comino, y descuidáis lo más grave de la ley: el derecho, la compasión y la sinceridad!
Esto es lo que habría que practicar, aunque sin descuidar aquello.
¡Guías ciegos, que filtráis el mosquito y os tragáis el camello!
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis rebosando de robo y desenfreno! ¡Fariseo ciego!, limpia primero la copa por dentro, y así quedará limpio también por fuera."
Palabra de Dios
Hoy la iglesia celebra el dia del San Agustín, Obispo. Ayer celebrabamos el día de Santa Mónica, madre de San Agustín, quien con lágrimas y oración alcanzó la conversión de su hijo. San Agustín fue un hombre que se convirtió después de una juventud algo desviada doctrinal y moralmente. Esta es una de las historias de santos que más me llama la atención porque su vocación humana se convierte en una vocación divina. Cómo es posible esto?
Su vocación humana es en otras palabras lo que él quería ser como persona, el queria ser alguien influyente. Esto lo llevó a estudiar derecho, retórica ( en nuestro tiempo es como mercadeo o publicidad) y filosofía. El tenía un conocimiento muy ilustrado, una gran capacidad de expresión, y aprendió cómo se ataca o se defienden a las personas. Esa fue su formación básica. Estos deseos o esta vocación humana estaban dirigidos puramente a la vanidad y la codicia. Para San Agustín le llamaba la atención lo grande, pero esa grandeza es el de la fama, del reconocimiento, del aplauso. Todo esto se apodero de San Agustín en su juventud, dicen que era un bebedor, jugador, mujeriego y dicen que hasta llegó a participar en orgias.
Pero cómo llega su proceso de conversión a este Santo?
Al ser un hombre con una mirada intensa y profunda acerca de la vida, lo lleva a querer buscar la verdad. Desde el ejercicio de la abogacía reconoce que muchas veces la verdad no importa, que por dinero se debe defender a una persona aunque sea culpable. El era muy bueno en su oficio y aunque llegó a ser reconocido pero a lavez había una sed íntima, un descontento profundo que no quedaba lleno ni resuelto. Ese descontento lo lleva a buscar que es lo verdadero. Buscando la verdad encuentra la verdad que hay en su corazón. Que encuentra en su corazón? vacíos, repugnancia, necedad, arrogancia, orgullo, vanidad.
Ahora nos preguntamos como una vocación humana llega a ser una vocación Divina? La vocación humana es lo que el ser humano quiere ser, es esa motivación que te impulsa a seguir sin importar lo que la gente piensa acerca de lo que haces, es ese amor por hacer algo que hasta lo haríamos gratis, es ser muy bueno en algo. Esa vocación humana Dios nos la pone allí.Cuando el ser humano se encuentra con su ser íntimo se encuentra a la vez con Dios. Al encontrarse con el Dios verdadero se encuentra con la verdad de sí mismo y se da cuenta que ha sido creado para hacer grandes cosas en el Nombre de Dios. Esa verdad que encuentra ya no es negocio, sino una bendición, es salvación porque trae vida. San Agustín tan bien lo entendió que puso todo sus talentos y habilidades para el servicio de Dios no por vanidad sino buscando la Gloria y el Honor a quien es verdad, Dios.
Oremos,
Renueva, Señor, en tu Iglesia aquel espíritu que, con tanta abundancia, otorgaste al obispo san Agustín, para que también nosotros tengamos sed de ti, única fuente de la verdadera sabiduría, y en ti, único manantial del verdadero amor, encuentre descanso nuestro corazón. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
Dios te bendiga,
Alabado sea Jesucristo!!!
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Sandra Yudy Zapata Escudero
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San Agustin
Oh glorioso San Agustín, tu fuiste un hombre sensual atormentado frecuentemente por los apetitos y deseos naturales. Pero supiste encontrar tu camino hacia Dios por medio del fuerte deseo de vivir una rica vida espiritual y plena de sentido. Ayúdame a ver las cosas como tu enseñaste, que Dios esta presente en todos aquellos que con buena voluntad le buscan y en todos los que le aman como El nos ama. Ayúdame a ver a través de mis deseos de Dios y ayúdame a ver el amor de Dios en todos mis deseos. Te pido San Agustín, que me ayudes a encontrar a Dios en todo lo que veo. Infunde en mi espíritu con el deseo de conocer y amar a Dios con todo mi corazón. Amén
Lectio Divina
SEGUNDA LECTURA
De las Confesiones de san Agustín, obispo
(Libro 7, 10, 18; 10, 27: CSEL 33, 157-163. 255)
¡OH ETERNA VERDAD, VERDADERA CARIDAD Y CARA ETERNIDAD!
Habiéndome convencido de que debía volver a mí mismo, penetré en mi interior, siendo tu mi guía, y ello me fue posible porque tú, Señor, me socorriste. Entré y ví con los ojos de mi alma, de un modo u otro, por encima de la capacidad de estos mismos ojos, por encima de mi mente, una luz inconmutable; no esta luz ordinaria y visible a cualquier hombre, por intensa y clara que fuese y que lo llenara todo con su magnitud. Se trataba de una luz completamente distinta. Ni estaba por encima de mi mente, como el aceite sobre el agua o como el cielo sobre la tierra, sino que estaba en lo más alto, ya que ella fue quien me hizo, y yo estaba en lo más bajo, porque fui hecho por ella. La conoce el que conoce la verdad. ¡Oh eterna verdad, verdadera caridad y cara eternidad! Tú eres mi Dios, por ti suspiro día y noche. Y, cuando te conocí por vez primera, fuiste tú quien me elevó hacia ti, para hacerme ver que había algo que ver y que yo no era aún capaz de verlo. Y fortaleciste la debilidad de mi mirada irradiando con fuerza sobre mí, y me estremecí de amor y de temor; y me di cuenta de la gran distancia que me separaba de ti, por la gran desemejanza que hay entre tú y yo, como si oyera tu voz que me decía desde arriba: «Soy alimento de adultos: crece, y podrás comerme. Y no me transformarás en substancia tuya, como sucede con la comida corporal, sino que tú te transformarás en mí.»
Y yo buscaba el camino para adquirir un vigor que me hiciera capaz de gozar de ti, y no lo encontraba, hasta que me abracé al mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús, hombre también él, el cual está por encima de todas las cosas, Dios bendito por los siglos, que me llamaba y me decía: Yo soy el camino de la verdad y la vida, y el que mezcla aquel alimento, que yo no podía asimilar, con la carne, ya que la Palabra se hizo carne, para que, en atención a nuestro estado de infancia, se convirtiera en leche tu sabiduría, por la que creaste todas las cosas.
¡Tarde te amé, Hermosura tan antigua y tan nueva, tarde te amé! Y tú estabas dentro de mí y yo afuera, y así por fuera te buscaba; y, deforme como era, me lanzaba sobre estas cosas hermosas que tú creaste. Tú estabas conmigo, mas yo no estaba contigo. Reteníanme lejos de ti aquellas cosas que, si no estuviesen en ti, no existirían. Me llamaste y clamaste, y quebrantaste mi sordera; brillaste y resplandeciste, y curaste mi ceguera; exhalaste tu perfume y lo aspiré, y ahora te anhelo; gusté de ti, y ahora siento hambre y sed de ti; me tocaste, y deseé con ansia la paz que procede de ti.
RESPONSORIO S. Agustín, Confesiones
R. ¡Oh verdad, luz de mi corazón! No son ya mis tinieblas las que me hablan: me había equivocado, pero me acordé de ti; * y ahora vuelvo a tu fuente, sediento y anhelante.
V. No soy yo mi propia vida; por mí mismo, sólo viví mal, mas luego en ti resucité.
R. Y ahora vuelvo a tu fuente, sediento y anhelante.
ORACIÓN.
OREMOS,
Renueva, Señor, en tu Iglesia aquel espíritu que, con tanta abundancia, otorgaste al obispo san Agustín, para que también nosotros tengamos sed de ti, única fuente de la verdadera sabiduría, y en ti, único manantial del verdadero amor, encuentre descanso nuestro corazón. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén
De las Confesiones de san Agustín, obispo
(Libro 7, 10, 18; 10, 27: CSEL 33, 157-163. 255)
¡OH ETERNA VERDAD, VERDADERA CARIDAD Y CARA ETERNIDAD!
Habiéndome convencido de que debía volver a mí mismo, penetré en mi interior, siendo tu mi guía, y ello me fue posible porque tú, Señor, me socorriste. Entré y ví con los ojos de mi alma, de un modo u otro, por encima de la capacidad de estos mismos ojos, por encima de mi mente, una luz inconmutable; no esta luz ordinaria y visible a cualquier hombre, por intensa y clara que fuese y que lo llenara todo con su magnitud. Se trataba de una luz completamente distinta. Ni estaba por encima de mi mente, como el aceite sobre el agua o como el cielo sobre la tierra, sino que estaba en lo más alto, ya que ella fue quien me hizo, y yo estaba en lo más bajo, porque fui hecho por ella. La conoce el que conoce la verdad. ¡Oh eterna verdad, verdadera caridad y cara eternidad! Tú eres mi Dios, por ti suspiro día y noche. Y, cuando te conocí por vez primera, fuiste tú quien me elevó hacia ti, para hacerme ver que había algo que ver y que yo no era aún capaz de verlo. Y fortaleciste la debilidad de mi mirada irradiando con fuerza sobre mí, y me estremecí de amor y de temor; y me di cuenta de la gran distancia que me separaba de ti, por la gran desemejanza que hay entre tú y yo, como si oyera tu voz que me decía desde arriba: «Soy alimento de adultos: crece, y podrás comerme. Y no me transformarás en substancia tuya, como sucede con la comida corporal, sino que tú te transformarás en mí.»
Y yo buscaba el camino para adquirir un vigor que me hiciera capaz de gozar de ti, y no lo encontraba, hasta que me abracé al mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús, hombre también él, el cual está por encima de todas las cosas, Dios bendito por los siglos, que me llamaba y me decía: Yo soy el camino de la verdad y la vida, y el que mezcla aquel alimento, que yo no podía asimilar, con la carne, ya que la Palabra se hizo carne, para que, en atención a nuestro estado de infancia, se convirtiera en leche tu sabiduría, por la que creaste todas las cosas.
¡Tarde te amé, Hermosura tan antigua y tan nueva, tarde te amé! Y tú estabas dentro de mí y yo afuera, y así por fuera te buscaba; y, deforme como era, me lanzaba sobre estas cosas hermosas que tú creaste. Tú estabas conmigo, mas yo no estaba contigo. Reteníanme lejos de ti aquellas cosas que, si no estuviesen en ti, no existirían. Me llamaste y clamaste, y quebrantaste mi sordera; brillaste y resplandeciste, y curaste mi ceguera; exhalaste tu perfume y lo aspiré, y ahora te anhelo; gusté de ti, y ahora siento hambre y sed de ti; me tocaste, y deseé con ansia la paz que procede de ti.
RESPONSORIO S. Agustín, Confesiones
R. ¡Oh verdad, luz de mi corazón! No son ya mis tinieblas las que me hablan: me había equivocado, pero me acordé de ti; * y ahora vuelvo a tu fuente, sediento y anhelante.
V. No soy yo mi propia vida; por mí mismo, sólo viví mal, mas luego en ti resucité.
R. Y ahora vuelvo a tu fuente, sediento y anhelante.
ORACIÓN.
OREMOS,
Renueva, Señor, en tu Iglesia aquel espíritu que, con tanta abundancia, otorgaste al obispo san Agustín, para que también nosotros tengamos sed de ti, única fuente de la verdadera sabiduría, y en ti, único manantial del verdadero amor, encuentre descanso nuestro corazón. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén
lunes, 27 de agosto de 2018
Nuestras actitudes son obstáculo para que otros vean el rostro de Cristo?
2 Tesalonicenses 1, 1-5. 11b-12
Pablo, Silvano y Timoteo a los tesalonicenses que forman la Iglesia de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo.
Os deseamos la gracia y la paz de Dios Padre y del Señor Jesucristo.
Es deber nuestro dar continuas gracias a Dios por vosotros, hermanos; y es justo, pues vuestra fe crece vigorosamente, y vuestro amor, de cada uno por todos y de todos por cada uno, sigue aumentando.
Esto hace que nos mostremos orgullosos de vosotros ante las Iglesias de Dios, viendo que vuestra fe permanece constante en medio de todas las persecuciones y luchas que sostenéis.
Así se pone a la vista la justa sentencia de Dios, que pretende concederos su reino, por el cual bien que padecéis.
Nuestro Dios os considere dignos de vuestra vocación, para que con su fuerza os permita cumplir buenos deseos y la tarea de la fe; para que así Jesús, nuestro Señor, sea glorificado en vosotros, y vosotros en él, según la gracia de Dios y del Señor Jesucristo.
Palabra de Dios
Hoy la primera lectura nos muestra el precioso testimonio de las relaciones de fe y amor en las primeras comunidades cristianas. Santo Tomás de Aquino nos dice que los deseos de "gracia" y "paz" son como el resumen de toda la vida espiritual, porque todo empieza en la gracia y todo culmina en el don estimable de la paz. Que es la gracia? es el regalo que viene de Dios para nosotros a través de la salvación de su hijo Jesucristo. Al ser este es un regalo lo tomas o lo dejas. Esto quiere decir que reconoces a Cristo como tu salvador y que esa salvación debe ser cuidada por ti hasta que llegues a su presencia. Que es la paz? como dice Jesús “ yo les traigo la paz , no la paz que da el mundo “. El deseo de paz nos recuerda que ningún bien falta a los que acogen ese amor en sus vidas. Si tienes a Cristo en tu corazón, nada ni nadie te robara su paz.
Retomando la lectura recordemos las palabras de Pablo “ "nos mostramos orgullosos de ustedes ante las comunidades cristianas de Dios, y de la constancia y de la fe que ustedes tienen en todas las persecuciones y tribulaciones que están sufriendo." . El reconoce el camino que han recorrido. Aqui cuando el apóstol Pablo dice “ nos mostramos orgullosos “, significa que El reconoce todo lo que les ha tocado vivir y sufrir, la constancia y la fe es gracias a la gracia que el mismo Dios les ha dado. Así como Dios nos da la fortaleza y constancia en permanecer con Él a través del don de la fe. También Pablo nos recuerda que no hemos aún alcanzado la plenitud de Reino, es por eso que debemos de crecer y prosperar. Esto lo vemos en esta frase que dice la lectura "Oramos siempre por ustedes, para que Dios los haga dignos de la vocación a la que los ha llamado, y con su poder lleve a efecto tanto los buenos propósitos que han formado."
Hoy estas palabras de este apóstol están más que vivas en nuestro tiempo. Todos tenemos un pasado, ese pasado Dios nos lo perdonó y ahora que lo conocemos entonces debemos de seguirlo. Porque a Jesús hay que conocerlo, amarlo y seguirlo. HAy que pedirle al Buen Dios que nos ayude a ser constantes y permanecer en Él, porque aún no hemos alcanzado la plenitud del Reino. Cada dia que tenemos es una oportunidad más para trabajar por nuestra alma para que ella esté más cerca de Dios. Estamos en este peregrinar y permanecemos en y con Cristo desde el don de la Fe y la esperanza, pero cuando estemos ante su presencia ya viviremos en el amor. El amor es norma del presente y la esperanza como horizonte del futuro.
Salmo 95 " Contad las maravillas del Señor a todas las naciones"
Mateo 23, 13-22
En aquel tiempo habló Jesús diciendo: "¡Ay de vosotros, letrados y fariseos hipócritas, que cerráis a los hombres el Reino de los cielos! Ni entráis vosotros, no dejáis entrar a los que quieren. ¡Ay de vosotros, letrados y fariseos hipócritas, que devoráis los bienes de las viudas con pretexto de largas oraciones! Vuestra sentencia será por eso más severa. ¡Ay de vosotros, letrados y fariseos hipócritas, que viajáis por tierra y mar para ganar un prosélito, y cuando lo conseguís, lo hacéis digno del fuego el doble que vosotros! ¡Ay de vosotros, guías ciegos, que decís: "Jurar por el templo no obliga, jurar por el oro del templo sí obliga"! ¡Necios y ciegos! ¿Qué es más, el oro o el templo que consagra el oro? O también: "Jurar por el altar no obliga, jurar por la ofrenda que está en el altar sí obliga". ¡Ciegos! ¿Qué es más, la ofrenda o el altar que consagra la ofrenda? Quien jura por el altar, jura también por todo lo que está sobre él; quien jura por el templo, jura también por el que habita en él; y quien jura por el cielo, jura por el trono de Dios y también por el que está sentado en él".
Palabra de Dios
Te alabamos Señor
El evangelio de hoy vemos la denuncias con tono fuerte de parte de Jesús. Jesús desenmascara la mentira de parte de las autoridades religiosas como eran los escribas y fariseos. Los escribas que conocían en profundidad la escritura pero eran incapaces de cumplir la ley en sus vidas y los fariseos sentían orgullo porque practicaban mejor que nadie los preceptos de la ley, pero se les olvidaba practicar la misericordia con el hermano, osea una relacion entre comillas muy bien entre ellos y Dios , pero no había espacio para otros.
Jesús los llama hipócritas. Tantos los fariseos como los escribas no son quienes dicen ser. Jesús se molesta con ellos y es muy duro con ellos no porque sea pecadores, sino porque su orgullo de sentirse “ Buenos”, no los deja ver lo que realmente son. El orgullo los enceguece a ellos y además ellos se convierten en un obstáculo para que otros crean.
Jesús porque también nos regaña o les llama la atención? No para fastidiarlos sino porque los ama, es por eso que Jesús hoy nos invita a no tener falsos respetos humanos, esto es no opino, no digo, dejo que la gente haga lo que quiera, no son mis business, no soy nadia para opinar. Actitudes así no son buenas. Cuántas personas podemos decir que gracias a un metido que nos habló a tiempo, evitó que hiciéramos una locura. Hablar a tiempo, dar un buen consejo es una obra de misericordia porque nos hace reflexionar que estamos haciendo con nuestra vida y no nos deja vivir o quedarnos en el pecado. Tampoco podemos caer en que si la persona vive en el pecado, entonces odiarlas o tratarlas mal. Hay que acercarnos a ellas y corregirlas con amor, hay que denunciar si están en un error. Puede también ocurrir que las personas se aísla y es imposible hablarles y hacerles ver su error, entonces en esos casos seguir orando por ellos . Amar es demostrarle al otro que me importa y ayudarle a que vea en qué está fallando. No es tratar de destruir a la gente sino más bien destruir lo que destruye a la gente. El objetivo de denunciar el mal es hacerle caer en cuenta a la persona en el error en que está y darle una esperanza que si es posible retornar al camino correcto.
Hay tres cosas que Jesús nos quiere exortar con el evangelio, la hipocresía, aprovechar el poder para oprimir al necesitado o al débil y ser un obstáculo para que otros conozcan a Dios. Dios detesta el corazón soberbio, la mentira y el desprecio a los pequeños. Esto no solo nos obstaculiza para tener una comunión con el Padre Dios sino para que otros vean el Cristo que vive en medio de nosotros.
Señor dame la gracia de reconocer que no soy nada sin ti, de tener un corazón agradecido para aceptar el sacrificio de amor de tu hijo para que yo alcanzara la salvación, ayúdame a no tener actitudes como los escribas de creer ser conocedor de tu mensaje y no dejarme asombrar cada vez que leo o escucho tu Palabra, no permitas que caiga en actitudes como los fariseos que por causa del orgullo y la mentira llegue a despreciar a los más débiles y pequeños. Permíteme Señor que al denunciar el pecado, el pecador se ponga en camino para un encuentro sincero contigo. Hoy nos unimos por las intenciones del Papa Francisco por los niños que han sufrido abuso de parte de los sacerdotes, motivo de escándalo para nuestra iglesia, perdona aquellos sacerdotes que han caído en ese pecado y por los niños que sufrieron tanto dolor y decepción. Amen, Amen, Amen.
Dios te bendiga,
Alabado sea Jesucristo!!!
--
† Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
Sandra Yudy Zapata Escudero
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Lectio Divina
ALCANCEMOS LA SABIDURÍA ETERNA
Cuando ya se acercaba el día de su muerte -día por ti conocido, y que nosotros ignorábamos-, sucedió, por tus ocultos designios, como lo creo firmemente, que nos encontramos ella y yo solos, apoyados en una ventana que daba al jardín interior de la casa donde nos hospedábamos, allí en Ostia Tiberina, donde, apartados de la multitud, nos rehacíamos de la fatiga del largo viaje, próximos a embarcarnos. Hablábamos, pues, los dos solos, muy dulcemente y, olvidando lo que queda atrás y lanzándonos hacia lo que veíamos por delante, nos preguntábamos ante la verdad presente, que eres tú, cómo sería la vida eterna de los santos, aquella que ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni vino a la mente del hombre. Y abríamos la boca de nuestro corazón, ávidos de las corrientes de tu fuente, la fuente de vida que hay en ti.
Tales cosas decía yo, aunque no de este modo ni con estas mismas palabras; sin embargo, tú sabes, Señor, que, cuando hablábamos aquel día de estas cosas, y mientras hablábamos íbamos encontrando despreciable este mundo con todos sus placeres, ella dijo:
«Hijo, por lo que a mí respecta, ya nada me deleita en esta vida. Qué es lo que hago aquí y por qué estoy aún aquí, lo ignoro, pues no espero ya nada de este mundo. Una sola cosa me hacía desear que mi vida se prolongara por un tiempo: el deseo de verte cristiano católico, antes de morir. Dios me lo ha concedido con creces, ya que te veo convertido en uno de sus siervos, habiendo renunciado a la felicidad terrena. ¿Qué hago ya en este mundo?».
No recuerdo muy bien lo que le respondí, pero al cabo de cinco días o poco más cayó en cama con fiebre. Y, estando así enferma, un día sufrió un colapso y perdió el sentido por un tiempo. Nosotros acudimos corriendo, mas pronto recobró el conocimiento, nos miró, a mí y a mi hermano allí presentes, y nos dijo en tono de interrogación:
«¿Dónde estaba?»
Después, viendo que estábamos aturdidos por la tristeza, nos dijo:
«Enterrad aquí a vuestra madre».
Yo callaba y contenía mis lágrimas. Mi hermano dijo algo referente a que él hubiera deseado que fuera enterrada en su patria y no en país lejano. Ella lo oyó y, con cara angustiada, lo reprendió con la mirada por pensar así, y, mirándome a mí, dijo:
«Mira lo que dice».
Luego, dirigiéndose a ambos, añadió:
«Sepultad este cuerpo en cualquier lugar: esto no os ha de preocupar en absoluto; lo único que os pido es que os acordéis de mí ante el altar del Señor, en cualquier lugar donde estéis».
Habiendo manifestado, con las palabras que pudo, este pensamiento suyo, guardó silencio, e iba luchando con la enfermedad que se agravaba.
RESPONSORIO 1Co 7, 29. 30. 31; 2, 12
R. El momento es apremiante, Queda como solución: que los que están alegres vivan como si no lo estuvieran; los que negocian en el mundo, como si no disfrutaran de él: * Porque la presentación de este mundo se termina.
V. Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo.
R. Porque la presentación de este mundo se termina.
ORACIÓN.
OREMOS,
Dios de bondad, consolador de los que lloran, tú que, lleno de compasión, acogiste las lágrimas que santa Mónica derramaba pidiendo la conversión de su hijo Agustín, concédenos, por la intercesión de ambos, el arrepentimiento sincero de nuestros pecados y la gracia de tu perdón. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén
Cuando ya se acercaba el día de su muerte -día por ti conocido, y que nosotros ignorábamos-, sucedió, por tus ocultos designios, como lo creo firmemente, que nos encontramos ella y yo solos, apoyados en una ventana que daba al jardín interior de la casa donde nos hospedábamos, allí en Ostia Tiberina, donde, apartados de la multitud, nos rehacíamos de la fatiga del largo viaje, próximos a embarcarnos. Hablábamos, pues, los dos solos, muy dulcemente y, olvidando lo que queda atrás y lanzándonos hacia lo que veíamos por delante, nos preguntábamos ante la verdad presente, que eres tú, cómo sería la vida eterna de los santos, aquella que ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni vino a la mente del hombre. Y abríamos la boca de nuestro corazón, ávidos de las corrientes de tu fuente, la fuente de vida que hay en ti.
Tales cosas decía yo, aunque no de este modo ni con estas mismas palabras; sin embargo, tú sabes, Señor, que, cuando hablábamos aquel día de estas cosas, y mientras hablábamos íbamos encontrando despreciable este mundo con todos sus placeres, ella dijo:
«Hijo, por lo que a mí respecta, ya nada me deleita en esta vida. Qué es lo que hago aquí y por qué estoy aún aquí, lo ignoro, pues no espero ya nada de este mundo. Una sola cosa me hacía desear que mi vida se prolongara por un tiempo: el deseo de verte cristiano católico, antes de morir. Dios me lo ha concedido con creces, ya que te veo convertido en uno de sus siervos, habiendo renunciado a la felicidad terrena. ¿Qué hago ya en este mundo?».
No recuerdo muy bien lo que le respondí, pero al cabo de cinco días o poco más cayó en cama con fiebre. Y, estando así enferma, un día sufrió un colapso y perdió el sentido por un tiempo. Nosotros acudimos corriendo, mas pronto recobró el conocimiento, nos miró, a mí y a mi hermano allí presentes, y nos dijo en tono de interrogación:
«¿Dónde estaba?»
Después, viendo que estábamos aturdidos por la tristeza, nos dijo:
«Enterrad aquí a vuestra madre».
Yo callaba y contenía mis lágrimas. Mi hermano dijo algo referente a que él hubiera deseado que fuera enterrada en su patria y no en país lejano. Ella lo oyó y, con cara angustiada, lo reprendió con la mirada por pensar así, y, mirándome a mí, dijo:
«Mira lo que dice».
Luego, dirigiéndose a ambos, añadió:
«Sepultad este cuerpo en cualquier lugar: esto no os ha de preocupar en absoluto; lo único que os pido es que os acordéis de mí ante el altar del Señor, en cualquier lugar donde estéis».
Habiendo manifestado, con las palabras que pudo, este pensamiento suyo, guardó silencio, e iba luchando con la enfermedad que se agravaba.
RESPONSORIO 1Co 7, 29. 30. 31; 2, 12
R. El momento es apremiante, Queda como solución: que los que están alegres vivan como si no lo estuvieran; los que negocian en el mundo, como si no disfrutaran de él: * Porque la presentación de este mundo se termina.
V. Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo.
R. Porque la presentación de este mundo se termina.
ORACIÓN.
OREMOS,
Dios de bondad, consolador de los que lloran, tú que, lleno de compasión, acogiste las lágrimas que santa Mónica derramaba pidiendo la conversión de su hijo Agustín, concédenos, por la intercesión de ambos, el arrepentimiento sincero de nuestros pecados y la gracia de tu perdón. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén
domingo, 26 de agosto de 2018
Lectio divina
LA TIERRA NUEVA Y EL CIELO NUEVO
Ni conocemos el tiempo de la nueva tierra y de la nueva humanidad, ni sabemos el modo cómo el universo se transformará. Se termina la presentación de este mundo deformado por el pecado, pero sabemos que Dios prepara una nueva morada y una nueva tierra en la que habita la justicia y cuya bienaventuranza llenará y sobrepasará todos los deseos de paz que brotan en el corazón del hombre. Entonces, vencida la muerte, los hijos de Dios resucitarán en Cristo y lo que se había sembrado en vileza y corrupción se vestirá de incorrupción y, permaneciendo la caridad y sus frutos, este mundo que Dios creó para el hombre se verá liberado de la esclavitud de la corrupción.
Aunque se nos advierta con toda razón que de nada le aprovecha al hombre ganar todo el mundo si se pierde a sí mismo, sin embargo, la esperanza de la tierra nueva no debe debilitar, al contrario, debe acrecentar nuestro deseo de perfeccionar esta tierra, en la que crece aquella nueva humanidad que presenta ya en sí un vislumbre del mundo futuro. Por eso, aunque hay que distinguir cuidadosamente progreso temporal y crecimiento del reino de Cristo, con todo, este progreso tiene gran importancia para el reino de Dios, por cuanto puede contribuir a una mejor organización de la sociedad humana.
En efecto, los valores de la dignidad humana, de la comunión fraterna y de la libertad, es decir, todos aquellos bienes que son fruto de la misma naturaleza humana o del esfuerzo de los hombres y que nosotros hayamos propagado en la tierra, según el mandato del Señor y por la fuerza de su Espíritu, los volveremos a encontrar, limpios de toda mancha, iluminados y transfigurados, cuando Cristo devuelva a su Padre «el reino eterno y universal, el reino de la verdad y de la vida, el reino de la santidad y de la gracia, el reino de la justicia, del amor y de la paz». En esta tierra el reino está ya presente de una manera misteriosa, pero, cuando el Señor vuelva, llegará a su plenitud.
OREMOS,
Señor Dios, que unes en un mismo sentir los corazones de los que te aman, impulsa a tu pueblo a amar lo que pides y a desear lo que prometes, para que, en medio de la inestabilidad de las cosas humanas, estén firmemente anclados nuestros corazones en el deseo de la verdadera felicidad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén
Ni conocemos el tiempo de la nueva tierra y de la nueva humanidad, ni sabemos el modo cómo el universo se transformará. Se termina la presentación de este mundo deformado por el pecado, pero sabemos que Dios prepara una nueva morada y una nueva tierra en la que habita la justicia y cuya bienaventuranza llenará y sobrepasará todos los deseos de paz que brotan en el corazón del hombre. Entonces, vencida la muerte, los hijos de Dios resucitarán en Cristo y lo que se había sembrado en vileza y corrupción se vestirá de incorrupción y, permaneciendo la caridad y sus frutos, este mundo que Dios creó para el hombre se verá liberado de la esclavitud de la corrupción.
Aunque se nos advierta con toda razón que de nada le aprovecha al hombre ganar todo el mundo si se pierde a sí mismo, sin embargo, la esperanza de la tierra nueva no debe debilitar, al contrario, debe acrecentar nuestro deseo de perfeccionar esta tierra, en la que crece aquella nueva humanidad que presenta ya en sí un vislumbre del mundo futuro. Por eso, aunque hay que distinguir cuidadosamente progreso temporal y crecimiento del reino de Cristo, con todo, este progreso tiene gran importancia para el reino de Dios, por cuanto puede contribuir a una mejor organización de la sociedad humana.
En efecto, los valores de la dignidad humana, de la comunión fraterna y de la libertad, es decir, todos aquellos bienes que son fruto de la misma naturaleza humana o del esfuerzo de los hombres y que nosotros hayamos propagado en la tierra, según el mandato del Señor y por la fuerza de su Espíritu, los volveremos a encontrar, limpios de toda mancha, iluminados y transfigurados, cuando Cristo devuelva a su Padre «el reino eterno y universal, el reino de la verdad y de la vida, el reino de la santidad y de la gracia, el reino de la justicia, del amor y de la paz». En esta tierra el reino está ya presente de una manera misteriosa, pero, cuando el Señor vuelva, llegará a su plenitud.
OREMOS,
Señor Dios, que unes en un mismo sentir los corazones de los que te aman, impulsa a tu pueblo a amar lo que pides y a desear lo que prometes, para que, en medio de la inestabilidad de las cosas humanas, estén firmemente anclados nuestros corazones en el deseo de la verdadera felicidad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén
sábado, 25 de agosto de 2018
Lectivo Divina
CONTEMPLAD AL SEÑOR Y QUEDAREIS RADIANTES
Dulce es la luz, como dice el Eclesiastés, y es cosa muy buena contemplar con nuestros ojos este sol visible. Sin la luz, en efecto, el mundo se vería privado de su belleza, la vida dejaría de ser tal. Por esto Moisés, el vidente de Dios, había dicho ya antes: Y vio Dios que la luz era buena. Pero nosotros debemos pensar en aquella magna, verdadera y eterna luz que viniendo a este mundo ilumina a todo hombre, esto es, Cristo, salvador y redentor del mundo, el cual, hecho hombre, compartió hasta lo último la condición humana; acerca del cual dice el salmista: Cantad a Dios, tocad en su honor, alfombrad el camino del que avanza por el desierto; su nombre es el Señor: alegraos en su presencia.
Aplica a la luz el apelativo de dulce, y afirma ser cosa buena el contemplar con los propios ojos el sol de la gloria, es decir, a aquel que en el tiempo de su vida mortal dijo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no camina en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. Y también: La causa de la condenación es ésta: Que la luz ha venido al mundo. Así, pues, al hablar de esta luz solar que vemos con nuestros ojos corporales, anunciaba de antemano al Sol de justicia, el cual fue en verdad sobremanera dulce para aquellos que tuvieron la dicha de ser instruidos por él y de contemplarlo con sus propios ojos mientras convivía con los hombres, como otro hombre cualquiera, aunque en realidad no era un hombre como los demás. En efecto, era también Dios verdadero, y por esto hizo que los ciegos vieran, que los cojos caminaran, que los sordos oyeran, limpió a los leprosos, resucitó a los muertos con el solo imperio de su voz.
Pero también ahora es cosa dulcísima fijar en él los ojos del espíritu, y contemplar y meditar interiormente su pura y divina hermosura y así, mediante esta comunión y este consorcio, ser iluminados y embellecidos, ser colmados de dulzura espiritual, ser revestidos de santidad, adquirir la sabiduría y rebosar, finalmente, de una alegría divina que se extiende a todos los días de nuestra vida presente. Esto es lo que insinuaba el sabio Eclesiastés cuando decía: Si uno vive muchos años, que goce de todos ellos. Porque realmente aquel Sol de justicia es fuente de toda alegría para los que lo miran; refiriéndose a él dice el salmista: Gozan en la presencia de Dios, rebosando de alegría; y también: Alegraos, justos, en el Señor, que merece la alabanza de los buenos.
RESPONSORIO Sal 33, 4. 6; Col 1, 12-13
R. Proclamad conmigo la grandeza del Señor, ensalcemos juntos su nombre. * Contempladlo, y quedaréis radiantes, vuestro rostro no se avergonzará.
V. Nos ha hecho capaces de compartir la herencia del pueblo santo en la luz; nos ha sacado del dominio de las tinieblas.
R. Contempladlo y quedaréis radiantes, vuestro rostro no se avergonzará.
ORACIÓN.
OREMOS,
Oh Dios, que has preparado bienes invisibles para los que te aman, infunde el amor de tu nombre en nuestros corazones, para que, amándote en todo y sobre todas las cosas, consigamos tus promesas que superan todo deseo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén
Dulce es la luz, como dice el Eclesiastés, y es cosa muy buena contemplar con nuestros ojos este sol visible. Sin la luz, en efecto, el mundo se vería privado de su belleza, la vida dejaría de ser tal. Por esto Moisés, el vidente de Dios, había dicho ya antes: Y vio Dios que la luz era buena. Pero nosotros debemos pensar en aquella magna, verdadera y eterna luz que viniendo a este mundo ilumina a todo hombre, esto es, Cristo, salvador y redentor del mundo, el cual, hecho hombre, compartió hasta lo último la condición humana; acerca del cual dice el salmista: Cantad a Dios, tocad en su honor, alfombrad el camino del que avanza por el desierto; su nombre es el Señor: alegraos en su presencia.
Aplica a la luz el apelativo de dulce, y afirma ser cosa buena el contemplar con los propios ojos el sol de la gloria, es decir, a aquel que en el tiempo de su vida mortal dijo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no camina en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. Y también: La causa de la condenación es ésta: Que la luz ha venido al mundo. Así, pues, al hablar de esta luz solar que vemos con nuestros ojos corporales, anunciaba de antemano al Sol de justicia, el cual fue en verdad sobremanera dulce para aquellos que tuvieron la dicha de ser instruidos por él y de contemplarlo con sus propios ojos mientras convivía con los hombres, como otro hombre cualquiera, aunque en realidad no era un hombre como los demás. En efecto, era también Dios verdadero, y por esto hizo que los ciegos vieran, que los cojos caminaran, que los sordos oyeran, limpió a los leprosos, resucitó a los muertos con el solo imperio de su voz.
Pero también ahora es cosa dulcísima fijar en él los ojos del espíritu, y contemplar y meditar interiormente su pura y divina hermosura y así, mediante esta comunión y este consorcio, ser iluminados y embellecidos, ser colmados de dulzura espiritual, ser revestidos de santidad, adquirir la sabiduría y rebosar, finalmente, de una alegría divina que se extiende a todos los días de nuestra vida presente. Esto es lo que insinuaba el sabio Eclesiastés cuando decía: Si uno vive muchos años, que goce de todos ellos. Porque realmente aquel Sol de justicia es fuente de toda alegría para los que lo miran; refiriéndose a él dice el salmista: Gozan en la presencia de Dios, rebosando de alegría; y también: Alegraos, justos, en el Señor, que merece la alabanza de los buenos.
RESPONSORIO Sal 33, 4. 6; Col 1, 12-13
R. Proclamad conmigo la grandeza del Señor, ensalcemos juntos su nombre. * Contempladlo, y quedaréis radiantes, vuestro rostro no se avergonzará.
V. Nos ha hecho capaces de compartir la herencia del pueblo santo en la luz; nos ha sacado del dominio de las tinieblas.
R. Contempladlo y quedaréis radiantes, vuestro rostro no se avergonzará.
ORACIÓN.
OREMOS,
Oh Dios, que has preparado bienes invisibles para los que te aman, infunde el amor de tu nombre en nuestros corazones, para que, amándote en todo y sobre todas las cosas, consigamos tus promesas que superan todo deseo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén
viernes, 24 de agosto de 2018
Lectio Divina
LO DÉBIL DE DIOS ES MAS FUERTE QUE LOS HOMBRES
El mensaje de la cruz, anunciado por unos hombres sin cultura, tuvo una virtud persuasiva que alcanzó a todo el orbe de la tierra; y se trataba de un mensaje que no se refería a cosas sin importancia, sino a Dios y a la verdadera religión, a una vida conforme al Evangelio y al futuro juicio, un mensaje que convirtió en sabios a unos hombres rudos e ignorantes. Ello nos demuestra que lo necio de Dios es mas sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres.
¿En qué sentido es más fuerte? En cuanto que invadió el orbe entero y sometió a todos los hombres, produciendo un efecto contrario al que pretendían todos aquellos que se esforzaban en extinguir el nombre del Crucificado, ya que hizo, en efecto, que este nombre obtuviera un mayor lustre y difusión. Ellos, por el contrario, desaparecieron y, aun durante el tiempo en que estuvieron vivos, nada pudieron contra un muerto. Por esto, cuando un pagano dice de mí que estoy muerto, es cuando muestra su gran necedad; cuando él me considera un necio, es cuando mi sabiduría se muestra superior a la suya; cuando me considera débil, es cuando él se muestra más débil que yo. Porque ni los filósofos, ni los maestros, ni mente humana alguna hubiera podido siquiera imaginar todo lo que eran capaces de hacer unos simples publicanos y pescadores.
Pensando en esto, decía Pablo: Lo débil de Dios es más fuerte que los hombres. Esta fuerza de la predicación divina la demuestran los hechos siguientes. ¿De dónde les vino a aquellos doce hombres, ignorantes, que vivían junto a lagos, ríos y desiertos, el acometer una obra de tan grandes proporciones y el enfrentarse con todo el mundo, ellos, que seguramente no habían ido nunca a la ciudad ni se habían presentado en público? Y más, si tenemos en cuenta que eran miedosos y apocados, como sabemos por la descripción que de ellos nos hace el Evangelista, que no quiso disimular sus defectos, lo cual constituye la mayor garantía de su veracidad. ¿Qué nos dice de ellos? Que, cuando Cristo fue apresado, unos huyeron y otro, el primero entre ellos, lo negó, a pesar de todos los milagros que habían presenciado.
¿Cómo se explica, pues, que aquellos que, mientras Cristo vivía, sucumbieron al ataque de los judíos, después, una vez muerto y sepultado, se enfrentaran contra el mundo entero, si no es por el hecho de su resurrección, que algunos niegan, y porque les habló y les infundió ánimos? De lo contrario se hubieran dicho: «¿Qué es esto? No pudo salvarse a sí mismo, y ¿nos va a proteger a nosotros? Cuando estaba vivo no se ayudó a sí mismo, y ¿ahora, que está muerto, nos tenderá una mano? Él, mientras vivía, no convenció a nadie, y ¿nosotros, con sólo pronunciar su nombre, persuadiremos a todo el mundo? No sólo hacer, sino pensar algo semejante sería una cosa irracional.»
Todo lo cual es prueba evidente de que, si no lo hubieran visto resucitado y no hubieran tenido pruebas bien claras de su poder, no se hubieran lanzado a una aventura tan arriesgada.
ORACIÓN.
OREMOS,
Fortalece, Señor, nuestra fe, para que nos adhiramos a Cristo, tu Hijo, con la misma sinceridad con que lo hizo el apóstol san Bartolomé, y haz que, por la intercesión de este santo, sea siempre tu Iglesia sacramento de salvación universal para todos los hombres. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén
El mensaje de la cruz, anunciado por unos hombres sin cultura, tuvo una virtud persuasiva que alcanzó a todo el orbe de la tierra; y se trataba de un mensaje que no se refería a cosas sin importancia, sino a Dios y a la verdadera religión, a una vida conforme al Evangelio y al futuro juicio, un mensaje que convirtió en sabios a unos hombres rudos e ignorantes. Ello nos demuestra que lo necio de Dios es mas sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres.
¿En qué sentido es más fuerte? En cuanto que invadió el orbe entero y sometió a todos los hombres, produciendo un efecto contrario al que pretendían todos aquellos que se esforzaban en extinguir el nombre del Crucificado, ya que hizo, en efecto, que este nombre obtuviera un mayor lustre y difusión. Ellos, por el contrario, desaparecieron y, aun durante el tiempo en que estuvieron vivos, nada pudieron contra un muerto. Por esto, cuando un pagano dice de mí que estoy muerto, es cuando muestra su gran necedad; cuando él me considera un necio, es cuando mi sabiduría se muestra superior a la suya; cuando me considera débil, es cuando él se muestra más débil que yo. Porque ni los filósofos, ni los maestros, ni mente humana alguna hubiera podido siquiera imaginar todo lo que eran capaces de hacer unos simples publicanos y pescadores.
Pensando en esto, decía Pablo: Lo débil de Dios es más fuerte que los hombres. Esta fuerza de la predicación divina la demuestran los hechos siguientes. ¿De dónde les vino a aquellos doce hombres, ignorantes, que vivían junto a lagos, ríos y desiertos, el acometer una obra de tan grandes proporciones y el enfrentarse con todo el mundo, ellos, que seguramente no habían ido nunca a la ciudad ni se habían presentado en público? Y más, si tenemos en cuenta que eran miedosos y apocados, como sabemos por la descripción que de ellos nos hace el Evangelista, que no quiso disimular sus defectos, lo cual constituye la mayor garantía de su veracidad. ¿Qué nos dice de ellos? Que, cuando Cristo fue apresado, unos huyeron y otro, el primero entre ellos, lo negó, a pesar de todos los milagros que habían presenciado.
¿Cómo se explica, pues, que aquellos que, mientras Cristo vivía, sucumbieron al ataque de los judíos, después, una vez muerto y sepultado, se enfrentaran contra el mundo entero, si no es por el hecho de su resurrección, que algunos niegan, y porque les habló y les infundió ánimos? De lo contrario se hubieran dicho: «¿Qué es esto? No pudo salvarse a sí mismo, y ¿nos va a proteger a nosotros? Cuando estaba vivo no se ayudó a sí mismo, y ¿ahora, que está muerto, nos tenderá una mano? Él, mientras vivía, no convenció a nadie, y ¿nosotros, con sólo pronunciar su nombre, persuadiremos a todo el mundo? No sólo hacer, sino pensar algo semejante sería una cosa irracional.»
Todo lo cual es prueba evidente de que, si no lo hubieran visto resucitado y no hubieran tenido pruebas bien claras de su poder, no se hubieran lanzado a una aventura tan arriesgada.
ORACIÓN.
OREMOS,
Fortalece, Señor, nuestra fe, para que nos adhiramos a Cristo, tu Hijo, con la misma sinceridad con que lo hizo el apóstol san Bartolomé, y haz que, por la intercesión de este santo, sea siempre tu Iglesia sacramento de salvación universal para todos los hombres. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén
jueves, 23 de agosto de 2018
No permitas que las distracciones del mundo te hagan rechazar las invitaciones de parte de Dios!!!
Ezequiel 36, 23-28
"Mostraré la santidad de mi nombre grande, profanado entre los gentiles, que vosotros habéis profanado en medio de ellos; y conocerán los gentiles que yo soy el Señor -oráculo del Señor-, cuando les haga ver mi santidad al castigaros. Os recogeré de entre las naciones, os reuniré de todos los países, y os llevaré a vuestra tierra.
Derramaré sobre vosotros un agua pura que os purificará: de todas vuestras inmundicias e idolatrías os he de purificar. Y os daré un corazón nuevo, y os infundiré un espíritu nuevo; arrancaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.
Os infundiré mi espíritu, y haré que caminéis según mis preceptos, y que guardéis y cumpláis mis mandatos. Y habitaréis en la tierra que di a vuestros padres. Vosotros seréis mi pueblo, y yo seré vuestro Dios."
Palabra de Dios
Los padres de familia nos preocupamos cuales son las amistades de nuestros hijos porque pensamos que las malas amistades pueden dañar o corromper a nuestro hij@s. Hoy la primera lectura nos dice que la raíz de los problemas no está “ Afuera”, sino “ adentro”. Entonces porque nosotros como padres nos preocupamos por las amistades que puedan tener nuestros hijos?
Cuando nuestros hijos está a una temprana edad claro que debemos de estar pendientes quienes son sus amistades, la razón es simple, ellos apenas se están formando en criterios, están teniendo su personalidad, hoy piensan de esta manera y mañana de otra manera, se dejan llevar fácilmente por el mundo y nosotros como padres debemos estar acompañándolos en su formación integral, esto no es solo la responsabilidad del colegio o la iglesia, sino también como padres.
Al llegar a la edad madura, si que se entiende este pasaje. Yo puedo hablar y ser amigo de un indigente, de alguien que está privado de la libertad, de un sicario, de alguien quien tiene problemas de adicción, de alguien quien tiene valores diferentes a mi, la razón es porque al tener el carácter y los valores bien fundados o cimentados ellos ni ninguna situación de mi vida va ser que cambie o caiga en su mundo. Si llegara a suceder que te vuelves como ellos, entonces era porque tenías vacíos en tu vida y además no estabas fortalecido en tu personalidad y carácter.
Recuerdo que alguien me decía que me cuidara de ciertas amistades porque al estar con ellas posiblemente podría dañar mi imagen frente a los demás. Ahí fue cuando recordé que Jesús no era elitista, el estaba con el pobre, el rico, el enfermo, el leproso, con la prostituta, todo el problema está “ adentro” y no " afuera", allí donde alcanzamos eso maravilloso que es la sinceridad, la imposibilidad de mentirnos a nosotros mismos. Ese "adentro" la Biblia lo llama "corazón," y la promesa grande es que Dios puede dar un nuevo corazón. Bienaventurado quien crea tal promesa.
Salmo 50 " Derramaré sobre vosotros un agua pura que os purificará de todas vuestras inmundicias. "
Mateo 22, 1-14
En aquel tiempo volvió a hablar Jesús en parábolas a los sumos sacerdotes y a los senadores del pueblo, diciendo: "El Reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo. Mandó criados para que avisaran a los convidados, pero no quisieron ir. Volvió a mandar criados encargándoles que les dijeran: "Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas y todo está a punto. Venid a la boda". Los convidados no hicieron caso, uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios, los demás les echaron mano a los criados y los maltrataron hasta matarlos. El rey montó en cólera, envió sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad. Luego dijo a sus criados: "La boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. Id ahora a los cruces de los caminos, y a todos los que encontréis convidadlos a la boda". Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llenó de comensales. Cuando el rey entró a saludar a los comensales, reparó en uno que no llevaba traje de fiesta y le dijo: "Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin vestirte de fiesta?" El otro no abrió la boca. Entonces el rey dijo a los camareros: "Atadlo de pies y manos y arrojadlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes. Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos"".
Palabra de Dios
Que es un banquete? Es un lugar donde hay comida y las personas se reúnen para compartir los alimentos. Quienes desprecian el banquete? podríamos decir los que no tienen hambre, otros que aunque están interesados no pueden asistir por sus compromisos, otros tampoco irán porque no les interesa participar.
Hoy el evangelio nos presenta esta situación el banquete está listo y los invitados no quieren ir. Y Jesús dice que el Reino de los Cielos se parece a esa situación. ¿Por qué?
Por la misma situación que dije anteriormente, los que dicen que no necesitan a Dios en su vida porque piensan que todo lo que han logrado ha sido por su propio esfuerzo, otros porque se dejan absorber de las ocupaciones del mundo, otros porque no han entendido el banquete que Dios nos ofrece en la eucaristía, su propio hijo, otros van a misa pero están distraídos, se les pregunta que decía el evangelio y no lo saben, otros no van a misa por pereza, otros porque se ocupan de hacer muchas obras de caridad corporales pero descuidan se alimento espiritual persona, otros también rechazan la invitación de Dios porque piensan que eso ya está out para nuestro tiempo, podemos encontrar varias excusas para que los invitados no quieran asistir.
Todos en nuestras casas tenemos aunque sea una pequeña biblioteca, podemos llegar a ser ratones de biblioteca pero ni siquiera tenemos tiempo para leer el libro sagrado como es la Biblia. Cual es nuestra respuesta cuando alguien nos invita a un retiro? cuando exponen el Santísimo en la iglesia que pertenecemos, cierto que El recibe muy pocas visitas? cuántas personas participan diariamente en la eucaristía o como mínimo el dia Domingo? El siempre nos invita y siempre nos espera. Dios es muy creativo y no solo nos hace esta hermosa invitación en la eucaristía sino también cuando pone en nuestro camino algún indigente, pero qué hacemos? tomamos tiempo para hablar con esta persona o más bien nos cambiamos de cera? Dios es tan misericordioso con cada uno de nosotros que para que podamos practicar las obras de misericordia corporales y espirituales nos pone en camino para que hagamos el ejercicio, el problema es que por estar tan distraídos en este mundo con tanto ruido y cansancio ni siquiera nos damos cuenta que El nos está hablando y rechazamos muchísimas invitaciones que venían de parte de Él.
Por eso hoy en la parábola del evangelio Jesús nos dice "Salgan ahora a los cruces de los caminos y conviden al banquete de bodas a todos los que encuentren." La sala se llenó de toda clase de gente. Ese hecho podría referirse a ese punto en que se rompen los criterios de delicadeza y de pronto entendemos que todos los que van por el camino, incluyendo al que huele mal y al que tiene una historia bien triste, todos pertenecemos básicamente a un mismo mundo, a una misma raza, y estamos marcados por una misma necesidad de salvación y de amor, esto solo será llenado a plenitud por Dios.
Señor tú conoces verdaderamente mi corazón, tu sabes cuales son los sentimientos que alimento y cuales son los demonios que me persiguen. Hoy me uno a las palabras del salmista “ Derrama sobre mí el agua pura que purificará todas mis inmundicias. ", porque deseo tener un corazón como el tuyo capaz de reconocer el hambre que tengo de ti y que seas tan indispensable como el aire que respiro. Gracias por no cansarte de llamarme y por las diferentes maneras de llamarme , caminos que me llevan a alcanzar la vida en plenitud y la santidad, Amen, Amen, Amen.
Dios te bendiga,
Alabado sea Jesucristo!!!
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† Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
Sandra Yudy Zapata Escudero
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