Jesús pasa a revelarnos el pan que sacia para
siempre. El ser humano tiene hambre, hambre de justicia, hambre de perdón,
hambre de Caridad, hambre de fe, hambre de esperanza y hambre de amor. Dios
desde su divina providencia quiere saciar nuestra indigencia y es por eso que
nos ofrece su gracia para que nos sintamos amados y dignos de ser sus hijos
para así poder llegar a ser fecundos.
Jesús viene para estar con nosotros y en nosotros. Jesus esta presente
aqui en nosotros, creamos que Él es el alimento que nuestra alma necesita, que
su Palabra es el consuelo ante nuestras dificultades, y que mi hermano aquel
que está a mi lado es el mismo Cristo.
Nunca a sido tan claro el mensaje del Pan de vida como ante el misterio
eucarístico. Porque en la sencillez de la hostia y en aquellas palabras que
escuchamos al comulgar está todo: "El Cuerpo de Cristo”.
Cada eucaristía es sanadora y liberadora porque es es el mismo Cristo
que quiere transformarte para hacer algo Nuevo en ti en Su Nombre y para Su
Gloria, Amen.
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