lunes, 10 de septiembre de 2018

No podemos que la justicia nos haga intolerantes y que la misericordia no nos vuelva cómplices.


1 Corintios 5, 1-8
Hermanos: Se sabe públicamente que hay un caso de unión ilegítima en vuestra comunidad, y tan grave que ni los gentiles la toleran; me refiero a ése que vive con la mujer de su padre.
¿Y todavía os engreís? Estaría mejor ponerse de luto, para que el que ha hecho eso desaparezca de vuestro grupo.
Lo que es yo, ausente en el cuerpo, pero presente en espíritu, ya he tomado una decisión como si estuviera presente: reunidos vosotros en nombre de nuestro Señor Jesús, y yo presente en espíritu, con el poder de nuestro Señor Jesús entregar al que ha hecho eso en manos del diablo; en la carne quedará destrozado, pero así su espíritu se salvará en el día del Señor.
Ese orgullo vuestro no tiene razón de ser. ¿No sabéis que un poco de levadura fermenta toda la masa? Quitad la levadura vieja para ser una masa nueva, ya que sois panes ázimos. Porque ha sido inmolada nuestra víctima pascual: Cristo. Así, pues, celebremos la Pascua, no con levadura vieja (levadura de corrupción y de maldad), sino con los panes ázimos de la sinceridad y la verdad.
Palabra de Dios


Hoy la primera lectura el profeta nos invita a dejar el orgullo. Retomemos la lectura “  Ese orgullo vuestro no tiene razón de ser. ¿No sabéis que un poco de levadura fermenta toda la masa? “. Como nos hace de daño el orgullo y esa levadura va dañando a toda la masa entera.

Que produce orgullo en nosotros? como decía la lectura de ayer domingo nos deja sordos porque nos encerramos a nosotros mismos, a nuestros opiniones y deseos. Nos cerramos a la gracia de Dios. El orgullo nos hace sentirnos más grandes que los otros, a mirar por encima y creernos mejor que los demás. El orgullo nos vuelve duros de corazón, nos cuesta dar el perdón. El orgullo hace que pensemos que todo lo merecemos. El orgullo poco a poco va creciendo en nuestra alma y a veces no nos damos cuenta hasta cuando la vida nos da contra el suelo, un revés económico, un desamor, una enfermedad, una crisis existencial. No es necesario que nos demos tantos chichones para cambiar, para ser mejores personas. Hay que tratar de hacer un examen de conciencia frecuente para saber cómo estamos frente al mensaje de Cristo.

El Señor desde su propia misericordia nos ofrece la gracia del perdón a través del sacramento de la reconciliación donde reconocemos lo que somos y en la eucaristía Él se hace presente para hacer arder nuestro corazón la llama del primer amor y vivir desde la sinceridad y la verdad.

Salmo 5 " Señor, guíame con tu justicia"

Lucas 6, 6-11
Un sábado, entró Jesús en la sinagoga a enseñar. Había allí un hombre que tenía parálisis en el brazo derecho. Los letrados y los fariseos estaban al acecho para ver si curaba en sábado, y encontrar de qué acusarlo. Pero él, sabiendo lo que pensaban, dijo al hombre del brazo paralítico: "Levántate y ponte ahí en medio". El se levantó y se quedó en pie. Jesús les dijo: "Os voy a hacer una pregunta: ¿Qué está permitido hacer en sábado: hacer el bien o el mal, salvar a uno o dejarlo morir?" Y, echando en torno una mirada a todos, le dijo al hombre: "Extiende el brazo".
El lo hizo, y el brazo quedó restablecido. Ellos se pusieron furiosos y discutían qué había que hacer con Jesús.
Palabra de Dios
Te alabamos Señor


Hoy Jesús nos invita a que expresemos el amor no solo con palabras sino con hechos concretos de amor.

Jesús es criticado por los letrados y fariseos porque está sanando un sábado, que es dia del Señor. El mandamiento o la ley decía que el Sábado era día de descanso. Los letrados y fariseos lo aplicaban al pie de la letra y estaban convencidos que lo estaban haciendo bien. El problema es que ellos aún no habían entendido que ese mandamiento tenía un propósito, un bien que quiere traer a nuestra vida. Ese propósito se les escapa a los fariseos y ese bien es el que Jesús quiere defender.

Pero cuál es el propósito de descansar el sábado?  Recuerdo cuando era muy pequeña, los centros comerciales, los almacenes de cadena, y muchos establecimientos los cerraban los días domingos, la razón era muy sencilla, es dia del Señor y hay que estar en familia y sacar tiempo para el Señor. Ahora vemos que todo esto cambió porque el comercio presiona para que haya más consumidores. El ser humano piensa que su vida es solo trabajar y conseguir. No todo lo que nosotros somos puede limitarse a trabajar, consumir y entretenerse. No olvides que tenemos alma, cuerpo y espíritu.

El verdadero propósito del día sábado era sacarlos de ese círculo vicioso de trabajar, producir y consumir. Eso era lo que no veían los fariseos y no solo ellos, nosotros también somos incapaces de ver este propósito del descanso. Cuántas veces teniendo el dia Domingo libre y en vez de ir a misa, preferimos quedarnos en casa viéndonos el partido, haciendo pereza y sacamos una lista de excusas para no ir a misa. 

Jesús no quiere que seamos esclavos de la ley, de nada ni de nadie. Jesús lo que quiere es que descubramos más bien el sentido de la ley, descubramos el propósito de Dios que nos ama y que desde ese amor nos quiere guiar y llevarnos a la plena comunión con El.

Tanto el mensaje de la primera lectura y del evangelio es el mismo, hay que ser firmes en la verdad y en la ley eso sí sin perder la misericordia, porque misericordia no es sinónimo de complicidad. Esto es bien importante porque muchos a veces callamos para no lastimar, para no ofender, para no pasar como metidos, pero hoy Pablo y nuestro Señor Jesucristo nos dice que por el bien de la persona hay que hablarle con la verdad aunque esto sea molesto para ellos. Por ejemplo una persona que está a punto de cometer una infidelidad con su cónyuge, hay que hacerle ver que no solo eso va en contra de la ley del Señor sino que además el daño que va causar a su cónyuge , a sus hijos, a la persona misma.

Jesús nos lo muestra hoy en el evangelio porque sale hacer justicia por los pequeños e indefensos como es al hombre del brazo paralítico, donde Jesús reprende a los letrados y fariseos que cumplen al pie la ley olvidándose de hacer el bien a aquel quien lo necesita y Jesús obra desde la misericordia sanando a este hombre.

Señor dame la gracia de tener una alma sensata aceptando con humildad cuando actuas con firmeza en mi vida. Me entrego a ti con absoluta disponibilidad para que tu hagas justicia en lo que tengas que quitar o poner en mi vida,  porque para ti lo más importante es que yo no me pierda. Gracias por la obra de misericordia que haces en mi y ayúdame a reconocer que todo lo que viene de ti es Bueno, Agradable y Perfecto. Amen, Amen, Amen.

Dios te bendiga,

Alabado sea Jesucristo!!!

Tarea:  No seas cómplice con el que vive de manera equivocada, mas bien practica la misericordia y hazle ver desde el amor cual es el mensaje de Jesús.  



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Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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