miércoles, 3 de octubre de 2018

Empezar a reconocer que no somos tan buenos como creemos ser y que todo lo que recibimos de Dios es por gracia, es el comienzo de una verdadera sabiduría.



Job 9, 1-12. 14-16
Respondió Job a sus amigos: "Sé muy bien que es así: que el hombre no es justo frente a Dios.
Si Dios se digna pleitear con él, él no podrá rebatirle de mil razones una.
¿Quién, fuerte o sabio, le resiste y queda ileso?
Él desplaza las montañas sin que se advierta y las vuelca con su cólera; estremece la tierra en sus cimientos, y sus columnas retiemblan; manda al sol que no brille y guarda bajo sello las estrellas; él solo despliega los cielos y camina sobre la espalda del mar; creó la Osa y Orión, las Pléyades y las Cámaras del Sur; hace prodigios insondables, maravillas sin cuento.
Si cruza junto a mí, no puedo verlo, pasa rozándome, y no lo siento; si coge una presa, ¿quién se la quitará?; ¿quién le reclamará: "Qué estás haciendo"?
Cuánto menos podré yo replicarle o escoger argumentos contra él. Aunque tuviera razón, no recibiría respuesta, tendría que suplicar a mi adversario; aunque lo citara y me respondiera, no creo que me hiciera caso.
Palabra de Dios


Seguimos con el libro de Job, y hoy nos trae una preciosa enseñanza entre ella reconocer que tenemos límites, que por más que queramos devorar este mundo, el ser humano tiene límites. En la historia hemos visto como personas como Hitler, Stalin, Pablo Escobar y otros que por la codicia del poder no les importo tener que acabar con vidas inocentes, su vanidad o locura olvidaron las proporciones y creyeron que eran infinitos, inteligentísimos y poderosos, y sabemos las atrocidades que cometieron por su egoísmo. 

En nuestro tiempo se valora mucho el conocimiento, y eso está bien. Pero, ¿has notado que son muchas más las personas que quieren mejorar su inteligencia y mucho menos las que quieren aprender a amar, servir o adorar? Hay mucho más comunicaciones, internet, aparatos móviles pero a las personas se les dificulta mantener relaciones? Hay casas más grandes, más cómodas, pero se están desbaratando los hogares? Hay que volver a los valores fundamentales, el amor, el respeto, la comprensión, el perdón, la solidaridad, orar en familia. Ya es tan fácil decir te amo por un mensaje de texto, pero se te dificulta abrazar a ese hijo que necesita sentirse amado. Nos cuesta respetar al otro, lo criticamos, hablamos detrás de él o ella, respondemos de cualquier manera y el otro debe entender nuestra actitud. Se nos acabó la comprensión por el otro, decimos frases como “ Ya va a volver a empezar, “ queremos que nos comprendan pero no queremos comprender. Nos llenamos de orgullo para no pedir perdón. Somos a veces solidarios para que nos vean, hasta lágrimas corren por nuestras mejillas al ver una noticia por Tv pero como nos es de difícil ser solidarios con nuestra propia familia. Nuestras oraciones a veces giran en torno sólo a nuestras necesidades, somos capaces de  visitar al santísimo pero como nos cuesta cambiarle de pañal a nuestro papa o mama.

Empezar a reconocer que no somos tan buenos, que nos falta mucho para ser buenos hijos de Dios es el comienzo de una verdadera sabiduría.

Salmo 87 " Llegue hasta ti mi súplica, Señor "

Lucas 9, 57-62

En aquel tiempo, mientras iban de camino Jesús y sus discípulos, le dijo uno: "Te seguiré adonde vayas." Jesús le respondió: "Las zorras tienen madriguera, y los pájaros nido, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza."
A otro le dijo: "Sígueme." Él respondió: "Déjame primero ir a enterrar a mi padre." Le contestó: "Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el reino de Dios."
Otro le dijo: "Te seguiré, Señor. Pero déjame primero despedirme de mi familia." Jesús le contestó: "El que echa mano al arado y sigue mirando atrás no vale para el reino de Dios."
Palabra de Dios
Te alabamos Señor


Hoy el evangelio vemos cómo los discípulos de Jesús sacan excusas para no seguirlo. Esto mismo nos puede estar sucediendo a nosotros. El motivo ? hay muchas razones entre ellas el temor a dejar las cosas que tenemos, cuando no creemos cuando Él nos dice “ Yo traigo la plenitud y la felicidad para tu vida “ , cuando no nos interesa porque estamos atrapados más en las cosas del mundo.

Pero porque Jesús nos invita a seguirlo? El a quien invita a seguirlo?

Jesús hace la invitación a seguirlo porque sabe que nosotros sin Él no somos nada. Sin él nuestra vida es un tedio, un cansancio, una pereza. Una vida sin Jesús es tener una vida que da muchos placeres efímeros pero al final te sientes vacío. Jesús nos invita a que lo sigamos para que seamos Felices!

Jesús hace la invitación a todos, sin importar tu condición, sin importar que tan cerca de la Iglesia te encuentres, lo que has hecho con tu vida, si eres cristiano o no, Su amor es tan pero tan grande que lo único que quiere es darnos amor.

Todos sabemos que hay varios tipos de invitaciones, hay de matrimonio, de bautismos, de funerales, de graduación, etc. Cuando recibimos una invitación de Jesús es para que compartamos nuestra vida con Él, porque tu eres muy importante para Él y a la vez El debe ser muy importante para ti.

Así como recibimos las otras invitaciones está en nosotros si la aceptamos o no, también podemos aceptar o rechazar la invitación que Jesús nos hace. Pero que nos hace que rechacemos la invitación de Jesús ? Probablemente sea muy difícil para ti aceptar entrar en esa relación de amistad porque implica que te dejes guiar y que esa amistad sea siempre una relación recíproca para corresponder a ese Amor.  Vuelvo a repetir, si acepto la invitación de Jesús es para dejarme guiar. Algunos dirán: “ dejarme guiar sabiendo que yo hago lo que quiero? “. Lo primero que hay que entender es que El no te va a violentar. Desde su amor El te va a transformar.

Pero cómo es posible esto? Solo el amor es capaz de transformar, Jesus lo unico que te pide es que te dejes amar por El. Dejarse amar por Él es reconocer su presencia en el amanecer, en la naturaleza, en las bendiciones que cada día recibimos de parte de Él, es aceptar sus besos en los sacramentos como es la eucaristía y la confesión. Es estar a solas con El. Es leer la Biblia, es ver su amor en cada cosa que está a nuestro alrededor. Es abrir tu corazón y dejar que su amor te inunde. Su amor tiene el poder de irte transformando poco a poco.

Señor hoy solo quiero decirte que me des la gracia de sentir tu amor para que mi  corazón sea transformado por ti. Quiero aceptar tu invitación para tener una buena relación de amistad contigo, quiero conocerte para llegar amarte y luego seguirte desde mi libertad de amar, Amen, Amen, Amen,  

Dios te bendiga,

Alabados sea Jesucristo!!!

Tarea: Si piensas que eres bueno cuales son las cosas que te hacen bueno ? si no te sientes que eres bueno cuáles son las cosas que faltan para ser bueno?


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Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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