martes, 30 de abril de 2019


La Resurrección con Cristo nos debe despertar el deseo de hacer el bien, el deseo de hacer mejor la vida de mis hermanos. No confundamos por favor comunismo con el mensaje de los Hechos de los Apóstoles.



Hechos 4,32-37
En el grupo de los creyentes todos pensaban y sentían lo mismo: lo poseían todo en común y nadie llamaba suyo propio nada de lo que tenía. Los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con mucho valor. Y Dios los miraba a todos con mucho agrado. Ninguno pasaba necesidad, pues los que poseían tierras o casas las vendían, traían el dinero y lo ponían a disposición de los apóstoles; luego se distribuía según lo que necesitaba cada uno. José, a quien los apóstoles apellidaron Bernabé, que significa Consolado, que era levita y natural de Chipre, tenía un campo y lo vendió; llevó el dinero y lo puso a disposición de los apóstoles.
Palabra de Dios


Salmo 92 " El Señor reina, vestido de majestad"

Juan 3, 11-15
En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo: "Tenéis que nacer de nuevo; el viento sopla donde quiere y oyes su ruido, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo el que ha nacido del Espíritu." Nicodemo le preguntó: "¿Cómo puede suceder eso?" Le contestó Jesús: "Y tú, el maestro de Israel, ¿no lo entiendes? Te lo aseguro, de lo que sabemos hablamos; de lo que hemos visto damos testimonio, y no aceptáis nuestro testimonio. Si no creéis cuando os hablo de la tierra, ¿cómo creeréis cuando os hable del cielo? Porque nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna."
Palabra de Dios


Hoy la primera lectura es preciosa porque vemos como los Apóstoles daban testimonio de la  resurrección de Cristo. Esto lo vemos claramente con estas acciones, “  el grupo de los creyentes todos pensaban y sentían lo mismo: lo poseían todo en común y nadie llamaba suyo propio nada de lo que tenía “. Esto es tu dolor es mi dolor, tu tristeza es mi tristeza.

Nos preguntamos que si en verdad fue posible esto alguna vez una convivencia humana en términos tan hermosos y tan fecundos?
Tristemente algunos poderosos han utilizado esto para llenar sus arcas y promocionar el comunismo. Recuerdo una vez le hicieron esta pregunta malintencionada al Papa Francisco ” Usted es comunista o simpatiza con los ideales del comunismo? “ . Aquí les explicamos que una cosa no tiene que ver con la otra.

Lo que nos muestra los Hechos de los Apóstoles es contrario al comunismo. El comunismo presenta un paraiso al final después de que terminen todas las luchas, después de que los medios de producción estén en manos del pueblo,  después de una serie de suposiciones que nunca llegan , nunca llegan y ahí están los ejemplos históricos claros, utilizan esas suposiciones y las idealizan, y después de toda idealización al final “ supuestamente “ habrá ese compartir.

Hay dos diferencias muy grandes e irreconciliables entre la propuesta comunista y la propuesta de los Apóstoles.  Los Hechos de los Apóstoles nos presentan es que el que tiene da, en cambio lo que pide el comunismo es al que tenga se lo quitamos. La herramienta básica del comunismo que brota de Marx y de Engels la idea fundamental del comunismo es inyectar a presión odio, resentimiento, de manera que el sindicato obrero, que el estudiante descontento, que la mujer feminista, y el LGBT se levante con rabia y se lance contra el poder. El poder que es? la Iglesia, el gobierno, el poder es el ministerio de educación,  el poder es incluso los padres de familia. Esa es la metodología comunista. La metodología comunista es vamos a quitar, vamos a exigir, vamos a gritar,  vamos a arrancar de las manos de los burgueses o de los poderosos lo que tienen.

En los Hechos de los Apóstoles muestra un caso totalmente diferente, no es que tu me vas a quitar, es que yo voy a dar,y además tu también vas a dar porque todos tenemos algo que dar. De nuestros talentos, de nuestros dones, de los bienes materiales y espirituales, de lo que hemos aprendido.
Por favor de ahora en adelante que nadie confunda comunismo y el libro de los Hechos de los Apóstoles. El que lo confunda es un irrespeto al propio Marx porque el nunca pensó de esa manera.  Hay que poner las cosas en su sitio. Los Hechos de los Apóstoles nos habla con otro lenguaje, el lenguaje del amor que nos trae el resucitado que me hace sentir tan abundante en su amor, en gracia y en reconciliación que es imposible reprimir el poder compartirlo, el deseo de hacer el bien, el deseo de hacer mejor la vida de mis hermanos. Solo cuando pongamos a Cristo en medio, El mismo nos ayudará a sentir con El, pensar como Él y a obrar como El.  No tengamos miedo de afirmar que hay poder en la gracia de Dios, y que ese poder derriba barreras y hace que el egoísmo se vea superado por la solidaridad y el odio pierda terreno ante la fuerza del perdón.

El Evangelio, que es la continuación de la lectura de ayer, entre la conversación de Jesús y Nicodemo, tiene como propósito mostrar  que con Jesús y sólo con Jesús se hace posible la vida nueva; con Jesús y sólo con Jesús llega al mundo la victoria sobre el pecado y el camino hacia la gloria del cielo.

Jesus estamos aún celebrando Tu resurrección y reconozco que aún hay áreas de mi vida que no han resucitado contigo.  Hoy a través de Tu Palabra me dices que si se hace posible la vida nueva; con y sólo contigo Jesús. Tu que eres el amor del Padre en las sangre derramada en la cruz, como también las llagas de tu cuerpo, dame la gracia de acoger el lenguaje del amor que nos trae tu resurrección para experimentar tu abundante amor, y el deseo de hacer el bien, el deseo de hacer mejor la vida de mis hermanos. Amen.

Dios te bendiga,

Alabado sea Jesucristo!!!

--
Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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Santa Misa de hoy


Lectio Divina

SACRAMENTO DE UNIDAD Y DE CARIDAD
 
La edificación espiritual del cuerpo de Cristo, que se realiza en la caridad (según la
expresión del bienaventurado Pedro, las piedras vivas entran en la construcción del templo
del Espíritu, formando un sacerdocio sagrado; para ofrecer sacrificios espirituales que Dios
acepta por Jesucristo), esta edificación espiritual, repito, nunca se pide más
oportunamente que cuando el cuerpo de Cristo, que es la Iglesia; ofrece el mismo cuerpo
y la misma sangre de Cristo en el sacramento del pan y del cáliz: El cáliz que bebemos es
comunión con la sangre de Cristo, y el pan que partimos es comunión con el cuerpo de
Cristo; el pan es uno, y así nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo,
porque comemos todos del mismo pan.

Y lo que en consecuencia pedimos es que con la misma gracia con la que la Iglesia se
construyó en cuerpo de Cristo, todos los miembros, unidos en la caridad, perseveren en la
unidad del mismo cuerpo, sin que su unión se rompa.
Esto es lo que pedimos que se realice en nosotros por gracia del Espíritu, que es el
mismo Espíritu del Padre y del Hijo; porque la Santa Trinidad, en la unidad de naturaleza,
igualdad y caridad, es el único, solo y verdadero Dios, que santifica en la unidad a los que
adopta.

Por lo cual dice la Escritura: El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones
con el Espíritu Santo que se nos ha dado.
Pues el Espíritu Santo, que es el mismo Espíritu del Padre y del Hijo, en aquellos a
quienes concede la gracia de la adopción divina, realiza lo mismo que llevó a cabo en
aquellos de quienes se dice, en el libro de los Hechos de los apóstoles, que habían
recibido este mismo Espíritu. De ellos se dice, en efecto: En el grupo de los creyentes
todos pensaban y sentían lo mismo; pues el Espíritu único del Padre y del Hijo, que, con el
Padre y el Hijo es el único Dios, había creado un solo corazón y una sola alma en la
muchedumbre de los creyentes.

Por lo que el Apóstol dice que esta unidad del Espíritu con el vínculo de la paz ha de
ser guardada con toda solicitud, y aconseja así a los Efesios: Yo, el prisionero por el Señor,
os ruego que andéis, como pide la vocación a la que habéis sido convocados. Sed siempre
humildes y amables; sed comprensivos, sobrellevaos mutuamente con amor; esforzaos en
mantener la unidad del Espíritu, con el vínculo de la paz.
Dios acepta y recibe con agrado a la Iglesia como sacrificio cuando la Iglesia conserva
la caridad que derramó en ella el Espíritu Santo: así, si la Iglesia conserva la caridad del
Espíritu, puede presentarse ante el Señor como una hostia viva, santa y agradable a Dios.

Responsorio Jn 17, 20. 21. 22. 18

R. Yo te ruego por todos los que han de creer en mí, para que todos sean uno, así como
tú, Padre, estás en mí y yo en ti. Yo les he dado la gloria que tú me diste; * para que sean
uno, como nosotros somos uno. Aleluya.
V. Como tú me enviaste al mundo, así también yo los he enviado al mundo.
R. Para que sean uno, como nosotros somos uno. Aleluya.

Oración

Oremos:
Te pedimos, Señor, que nos hagas capaces de anunciar la victoria de Cristo resucitado, y
pues en ella nos has dado la prenda de los dones futuros, haz que un día los poseamos en
plenitud. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén.

lunes, 29 de abril de 2019

Cómo llegar al verdadero amor y servicio a Dios?




Hechos 4,23-31
En aquellos días, puestos en libertad, Pedro y Juan volvieron al grupo de los suyos y les contaron lo que les habían dicho los sumos sacerdotes y los ancianos. Al oírlo, todos juntos invocaron a Dios en voz alta: "Señor, tú hiciste el cielo, la tierra, el mar y todo lo que contienen; tú inspiraste a tu siervo, nuestro padre David, para que dijera: "¿Por qué se amotinan las naciones, y los pueblos planean un fracaso? Se alían los reyes de la tierra, los príncipes conspiran contra el Señor y contra su Mesías." Así fue: en esta ciudad se aliaron Herodes y Poncio Pilato con los gentiles y el pueblo de Israel contra tu santo siervo Jesús, tu Ungido, para realizar cuanto tu poder y tu voluntad habían determinado. Ahora, Señor, mira cómo nos amenazan, y da a tus siervos valentía para anunciar tu palabra; mientras tu brazo realiza curaciones, signos y prodigios, por el nombre de tu santo siervo Jesús."
Al terminar la oración, tembló el lugar donde estaban reunidos, los llenó a todos el Espíritu Santo, y anunciaban con valentía la palabra de Dios.
Palabra de Dios


Esta primera lectura nos muestra las alianzas que algunos hacen y esto nos hace preguntar. Cual  la alianza que tu buscas?

Comienza la lectura diciéndonos que cuando Pedro y Juan quedaron en libertad volvieron al grupo de los suyos y les contaron lo que les había sucedido con los sumos sacerdotes y los ancianos.

Todos se unieron en una oración y en voz alta invocaron a Dios diciendo : "Señor, tú hiciste el cielo, la tierra, el mar y todo lo que contienen; tú inspiraste a tu siervo, nuestro padre David, para que dijera: "¿Por qué se amotinan las naciones, y los pueblos planean un fracaso? Se alían los reyes de la tierra, los príncipes conspiran contra el Señor y contra su Mesías." Así fue: en esta ciudad se aliaron Herodes y Poncio Pilato con los gentiles y el pueblo de Israel contra tu santo siervo Jesús, tu Ungido, para realizar cuanto tu poder y tu voluntad habían determinado. Si lo volvemos a leer esto significa que se alían reyes de la tierra y los príncipes conspiran contra el Señor y contra el Mesías.  Quienes conspiran contra el Señor? los que se aliaron con Herodes, Poncio Pilato y con los gentiles y el pueblo de Israel le dieron la espalda a Jesús. Detengámonos aquí por un momento.

Aun existen estas alianzas y les dire porque. Hay grupos que no toleran que se les hable acerca de Cristo, del hijo de Dios. Otros que aun siendo católicos no son coherentes con lo que dice el credo, porque en el credo que profesamos estamos confirmando nuestra fe.  Esto es que algunos católicos no creen en la resurrección de los muertos sino en la reencarnación, no creen en las almas que están en el purgatorio, no creen en los santos y a la virgen Maria la dejan a un lado. Otros por ejemplo están con el Señor siempre y cuando todo salga bien en su vida. Pero cuando llegan las dificultades, pierden la fe y llegan  hacer alianzas con los curanderos, los yerbateros para que les ayuden a que salgan de la mala racha o los cuiden.

Realmente eres fiel al Señor? Sera que solo lo buscas cuando te conviene? sera que eres de los tibios que te ajustas a las situaciones para ser aceptado y querido por algunos? actuas de una manera indiferente ante la injusticia? prefieres no opinar y quedarte callado ante la aborto, la eutanasia y temas como la homosexualidad?

El Señor espera que seamos misericordiosos si, pero esto no es lo mismo que ser alcahuete. Cuando hay que corregir hay que hacerlo y hacerle ver al hermano lo equivocado que está, ayer lo veíamos cuando Jesús se le acerca a Thomas.

PIdámosle al buen Dios que nos ayude a ser valientes para llevar su evangelio  en Su Nombre y que llenos de su Espíritu Santo conquistemos más corazones para El. 

Salmo 2" Dichosos los que se refugian en ti, Señor. "

Juan 3,1-8
Había un fariseo llamado Nicodemo, jefe judío. Éste fue a ver a Jesús de noche y le dijo: "Rabí, sabemos que has venido de parte de Dios, como maestro; porque nadie puede hacer los signos que tú haces si Dios no está con él." Jesús le contestó: "Te lo aseguro, el que no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios." Nicodemo le pregunta: "¿Cómo puede nacer un hombre, siendo viejo? ¿Acaso puede por segunda vez entrar en el vientre de su madre y nacer?" Jesús le contestó: "Te lo aseguro, el que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el reino de Dios. Lo que nace de la carne es carne, lo que nace del Espíritu es espíritu. No te extrañes de que te haya dicho: "Tenéis que nacer de nuevo"; el viento sopla donde quiere y oyes su ruido, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo el que ha nacido del Espíritu."
Palabra de Dios


El evangelio nos muestra la conversación que tuvo Jesús con el jefe judío, Nicodemo. Comienza Nicodemo diciendo  "Rabí, sabemos que has venido de parte de Dios, como maestro; porque nadie puede hacer los signos que tú haces si Dios no está con él." . Jesús sabía que aún no había entendido y es por eso que le dice "Te lo aseguro, el que no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios."

Los fariseos conocedores de la ley habían perdido el conjunto por ver lo detalles. Me explico hay personas que por estar viendo los árboles grandes del bosque no ven las maravillas que el bosque tiene, como es la vegetación, los animales, entre otras cosas más. Hay personas por ejemplo que son muy meticulosas en que todo salga a la perfección, por ejemplo su matrimonio. Se esfuerzan por el pastel, la comida, los pasabocas, la música, el sacerdote, los adornos de la iglesia, el tapete en fin y se les olvida lo más importante que ese día usted se compromete con la otra persona que va ser su compañero o compañera para el resto de su vida y que es el mismo Dios quien los va a bendecir en ese momento.

De la misma manera algunos piensan que solo necesitan ciertas reparaciones su corazón, mejorar algunos pecados, servir de vez en cuando a la comunidad y listo, ya pase el examen con el Señor.

Yo personalmente me doy cuenta que cada vez necesito mejorar muchas cosas, si antes solo me veia 5 pecados ahora me veo diez veces más de pecados. Soy de las personas que me cuestiono mucho lo que hago, como lo hago y que me esta faltando por hacer.  A veces no es tanto el hacer sino como estoy haciéndolo. Esto es…si le pongo dosis de amor a cada cosa que hago? el otro si ve el rostro de Cristo en mi? Cada persona que viene hacia mi se va más enamorada de Cristo?

No podemos vernos tan superficialmente, como dice Jesús “ hay que remar mar adentro”. Ósea hay que conocernos más a profundidad. Los que nos imposibilita amar a Jesús no son los obstáculos de superficie sino los obstáculos profundos. La rebeldía profunda no sale con buenos propósitos o con prácticas superficiales. Por eso que Jesús le dice a Nicodemo   "Te lo aseguro, el que no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios." . Esto es que cada vez cuando nos acercamos a Jesús  desde la humildad, su Luz nos va mostrando lo que realmente somos. Al ver lo que realmente somos, entonces reconocemos el cambio que necesitamos para poder llegar al verdadero amor y servicio a Dios.

También Jesús al decir "Tenéis que nacer de nuevo”. Mi necesidad profunda no puede ser llenada por mi misma, o producto de mi esfuerzo o méritos, sino que el mismo Dios nos la regala.  El regalo de la vida nueva viene de Dios, porque Él es la vida. Si no la tenemos  entonces hay que pedirsela a Dios para vivir en gracia.

Jesús hoy me recuerdas que la mejor alianza que debo hacer es contigo y tu alianza es de amor. Tu que moriste en la cruz para salvarnos y restablecer la comunión con nuestro Padre dame la gracia de ser agradecido y corresponder a tu amor. Ayúdame a ser dócil a Tu Espíritu Santo para aceptar las rebeldías profundas que aún viven en mi corazón y que tus mismas llagas y sangre quiten los obstáculos que yo mismo pongo, como es mi voluntad.  Ayúdame a llegar a un verdadero amor y servicio a Dios para vivir en gracia para Dios y para mis hermanos, Amén.

Dios te bendiga,

Alabado sea Jesucristo!!!




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     Sandra Yudy Zapata Escudero

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Santa MIsa de hoy


Lectio Divina

LA PASCUA ESPIRITUAL
 
La Pascua que celebramos es el origen de la salvación de todos los hombres,
empezando por el primero de ellos, Adán, que pervive aún en todos los hombres y en
nosotros recobra ahora la vida.
Aquellas instituciones temporales que existían al principio para prefigurar la realidad
presente eran sólo imagen y prefiguración parcial e imperfecta de lo que ahora aparece;
pero una vez presente la realidad, conviene que su imagen se eclipse; del mismo modo
que, cuando llega el rey, a nadie se le ocurre venerar su imagen, sin hacer caso de su
persona.
En nuestro caso es evidente hasta qué punto la imagen supera la realidad, puesto que
aquélla conmemoraba la momentánea preservación de la vida de los primogénitos judíos,
mientras que ésta, la realidad, celebra la vida eterna de todos los hombres.
No es gran cosa, en efecto, escapar de la muerte por un cierto tiempo, si poco después
hay que morir; sí lo es, en cambio, poderse librar definitivamente de la muerte; y éste es
nuestro caso una vez que Cristo, nuestra Pascua, se inmoló por nosotros.
El nombre mismo de esta fiesta indica ya algo muy grande si lo explicamos de acuerdo
con su verdadero sentido. Pues Pascua significa paso, ya que el exterminador aquel que
hería a los primogénitos de los egipcios pasaba de largo ante las casas de los hebreos. Y
entre nosotros vuelve a pasar de largo el exterminador, porque pasa sin tocarnos, una vez
que Cristo nos ha resucitado a la vida eterna.
Y, ¿qué significa, en orden a la realidad, el hecho de que la Pascua y la salvación de los
primogénitos tuvieron lugar en el comienzo del año? Es sin duda porque también para
nosotros el sacrificio de la verdadera Pascua es el comienzo de la vida eterna.
Pues el año viene a ser como un símbolo de la eternidad, por cuanto con sus
estaciones que se repiten sin cesar, va describiendo un círculo que nunca finaliza. Y Cristo,
el padre del siglo futuro, la víctima inmolada por nosotros, es quien abolió toda nuestra
vida pasada y por el bautismo nos dio una vida nueva, realizando en nosotros como una
imagen de su muerte y de su resurrección.
Así, pues, todo aquel que sabe que la Pascua ha sido inmolada por él, sepa también
que para él la vida empezó en el momento en que Cristo se inmoló para salvarle. Y Cristo
se inmoló por nosotros si confesamos la gracia recibida y reconocemos que la vida nos ha
sido devuelta por este sacrificio.
Y quien llegue al conocimiento de esto debe esforzarse en vivir de esta vida nueva y no
pensar ya en volver otra vez a la antigua, puesto que la vida antigua ha llegado a su fin.
Por ello dice la Escritura: Nosotros, que hemos muerto al pecado, ¿cómo vamos a vivir
más en pecado?

Responsorio 1 Co 5, 7-8; Rm 4, 25

R. Tirad fuera la levadura vieja para que seáis una masa nueva, pues Cristo, nuestro
cordero pascual, ha sido inmolado. * Así, pues, celebremos nuestra fiesta con el cuerpo
del Señor. Aleluya.
V. Fue entregado a la muerte por nuestros pecados, y resucitado para nuestra
justificación.
R. Así, pues, celebremos nuestra fiesta con el cuerpo del Señor. Aleluya.

Oración

Oremos:
Dios todopoderoso y eterno, a quien podemos llamar Padre, aumenta en nuestros
corazones el espíritu filial, para que merezcamos alcanzar la herencia prometida. Por
nuestro Señor Jesucristo.
Amén.

viernes, 26 de abril de 2019

Jesús revela el amor con que el Padre nos ama.


Hechos 4,1-12
En aquellos días, mientras hablaban al pueblo Pedro y Juan, se les presentaron los sacerdotes, el comisario del templo y los saduceos, indignados de que enseñaran al pueblo y anunciaran la resurrección de los muertos por el poder de Jesús. Les echaron mano y, como ya era tarde, los metieron en la cárcel hasta el día siguiente. Muchos de los que habían oído el discurso, unos cinco mil hombres, abrazaron la fe.
Al día siguiente, se reunieron en Jerusalén los jefes del pueblo, los ancianos y los escribas; entre ellos el sumo sacerdote Anás, Caifás y Alejandro, y los demás que eran familia de sumos sacerdotes. Hicieron comparecer a Pedro y a Juan y los interrogaron: "¿Con qué poder o en nombre de quién habéis hecho eso?" Pedro, lleno de Espíritu Santo, respondió: "Jefes del pueblo y ancianos: Porque le hemos hecho un favor a un enfermo, nos interrogáis hoy para averiguar qué poder ha curado a ese hombre; pues, quede bien claro a todos vosotros y a todo Israel que ha sido el nombre de Jesucristo Nazareno, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de entre los muertos; por su nombre, se presenta éste sano ante vosotros. Jesús es la piedra que desechasteis vosotros, los arquitectos, y que se ha convertido en piedra angular; ningún otro puede salvar; bajo el cielo, no se nos ha dado otro nombre que pueda salvarnos."
Palabra de Dios


Hoy la primera lectura nos muestra que a pesar de las situaciones tan difíciles que pasaron los discípulos de Jesús, en este caso Pedro y Juan quienes fueron metidos a la cárcel ellos se llenan de valor para permanecer firmes al decir “ quien ha sanado a ese lisiado es Jesús de Nazaret” . Y eso no es todo, Pedro les recuerda que ellos mismos, los sacerdotes y los saduceos lo habían crucificado,  y que además Dios lo resucitó de entre los muertos; por su nombre, se presenta éste sano ante vosotros. De dónde viene esa fuerza , ese valor para decir esto? Ellos mismos lo dicen en la lectura “ Del Poder del Espíritu Santo “.

Jesús sabe que sus discípulos tiene temor, que no puede creer de sus apariciones, que aunque ellos ven las heridas de sus manos, de sus pies y de su costado, les parece algo imposible que pueda suceder esto. Por eso Jesús después les dirá, “solo necesitan mi Espíritu Santo”. Porque Jesús nos dice esto? cual es la función o misión del Espíritu Santo? El Espíritu Santo es quien nos abre el entendimiento y nos da el valor para seguir en este peregrinar, que no es fácil.

En conclusión de esta primera lectura podemos decir  Jesús se les aparece a sus discípulos para darles ánimo, para darles consejo, los alimenta con su Palabra y además les deja el Fuego de Su Espíritu Santo para enfrentar las contradicciones y dificultades.

Pregúntate... hoy sientes que Jesus si te da ánimo en los momentos difíciles de tu vida? Si escuchas su voz, sus consejos? que impide para no escucharlo? tomas tiempo para leer la Palabra de Dios? Crees que Jesús está la Eucaristía? Como dejas obrar el Espíritu de Dios que habita en ti? Sabías que el Espíritu Santo es quien trabaja en tu voluntad?

Salmo 117 " La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular"

Juan 21,1-14
En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberíades. Y se apareció de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás apodado el Mellizo, Natanael el de Caná de Galilea, los Zebedeos y otros dos discípulos suyos. Simón Pedro les dice: "Me voy a pescar." Ellos contestan: "Vamos también nosotros contigo." Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús.
Jesús les dice: "Muchachos, ¿tenéis pescado?" Ellos contestaron: "No." Él les dice: "Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis." La echaron, y no tenían fuerzas para sacarla, por la multitud de peces. Y aquel discípulo que Jesús tanto quería le dice a Pedro: "Es el Señor." Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua. Los demás discípulos se acercaron en la barca, porque no distaban de tierra más que unos cien metros, remolcando la red con los peces.
Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan. Jesús les dice: "Traed de los peces que acabáis de coger." Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y aunque eran tantos, no se rompió la red. Jesús les dice: "Vamos, almorzad." Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor. Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado. Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos, después de resucitar de entre los muertos.
Palabra de Dios


Hoy el evangelio nos muestra Jesús se les aparece a un grupo de sus discípulos. Después de la muerte de Jesús Pedro retoma el pasado y dice: "¡Voy a pescar!" Los otros dijeron "¡Nos vamos contigo!" Así, Tomás, Natanael, Juan y Santiago junto con Pedro tomaron el barco y fueron a pescar. Retomaron la vida del pasado como si nada hubiese acontecido. Era una noche frustrante porque no habían pescado nada. Volvieron a la playa cansados . Dice la lectura que nuevamente Jesús se les aparece pero ellos no lo reconocen.  Jesús pregunta: "Muchachos, ¿no tenéis nada que comer?" Respondieron: "¡No!" En la respuesta negativa reconocieron que la noche había sido frustrante y que no pescaron nada. Ellos se les había olvidado la misión que Jesús les había dado, ellos habían sido llamados a ser pescadores de hombres (Mc 1,17; Lc 5,10), y volvieron a ser pescadores de peces.

Jesús los anima a echar nuevamente la red, y ellos aceptan ese consejo quizás a regañadientes, dudando, y hasta seguros que iba a suceder lo mismo, no coger nada de peces. La lectura dice que la red se llenó de peces , como era esto posible?

Jesus hace el milagro cuando nosotros nos rendimos ante Él, porque el amor nos hace descubrir que sin Él no somos nada. Jesús necesita que descubramos dentro de nosotros mismos aquello que no permite que El se acerque, me explico, cuando no reconocemos lo que realmente hay en nuestro corazón como es el enojo, la envidia, el orgullo, la falta de amor y de misericordia por los demás.

Otra clave para que Jesús pueda hacer un milagro en ti es cuando recuerdas lo que Él ha hecho el Señor en tu vida, y eres agradecido. No podemos tener tan mala memoria, recuerda lo que Dios ha hecho en tu vida y veras como El ha bordado cada cosa en ti.

Por último cuando clamas a Él y le pides ayuda para que te de un corazón nuevo. El Señor hará el milagro en ti y en mi, y todo lo demas se dara por añadidura.

Retomando la lectura, recordemos que Pedro se tira al agua para llegar más deprisa cerca de Jesús. Los otros discípulos fueron detrás con el barco arrastrando la red llena de peces. Jesús ya había encendido unas brasas y estaba asando pan y peces. Pidió que trajesen unos peces más. En este gesto vemos como Jesús alimenta y revela algo del amor con que el Padre nos ama. "Quién me ve a mí, ve al Padre.".  (Jn 14,9). Jesús es la obra perfecta del amor del Padre y la eucaristía es el lugar privilegiado para el encuentro con Jesús resucitado.

Jesús gracias por las veces que nos animas para que sigamos Tu camino que es de bendicion, gracias por tus consejos que me llegan de diferentes maneras para que tome decisiones desde la sabiduría divina,  gracias Jesús por el alimento que me das con tu Palabra y con la eucaristía ya que me da vigor y propósito para la vida presente, y gracias por dejarme el Fuego de Tu Espíritu Santo que me da la voluntad de amar las cosas de Dios y de cumplir los deseos de Dios. Amen.

Dios te bendiga,

Alabado sea Jesucristo!!!!

Santa Misa


Lectio Divina

LA UNCIÓN DEL ESPÍRITU SANTO
 
Bautizados en Cristo y revestidos de Cristo, habéis sido hechos semejantes al Hijo de
Dios. Porque Dios nos predestinó para la adopción, nos hizo conformes al cuerpo glorioso
de Cristo. Hechos, por tanto, partícipes de Cristo, (que significa Ungido), con toda razón
os llamáis ungidos y Dios mismo dijo de vosotros: No toquéis a mis ungidos.
Fuisteis convertidos en Cristo al recibir el signo del Espíritu Santo: pues con relación a
vosotros todo se realizó en símbolo e imagen; en definitiva, sois imagen de Cristo.
Por cierto que él, cuando fue bautizado en el río Jordán comunicó a las aguas el
fragante perfume de su divinidad y, al salir de ellas, el Espíritu Santo descendió
substancialmente sobre él como un igual sobre su igual.
Igualmente vosotros, después que subisteis de la piscina, recibisteis el crisma, signo de
aquel mismo Espíritu Santo con el que Cristo fue ungido. De este Espíritu decía el profeta
Isaías en una profecía relativa a sí mismo pero en cuanto que representaba al Señor: El
Espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha ungido; me ha enviado para dar
la buena noticia a los que sufren.

Cristo, en efecto, no fue ungido por los hombres, su unción no se hizo con óleo o
ungüento material, sino que fue el Padre quien lo ungió al constituirlo Salvador del mundo,
y su unción fue el Espíritu Santo tal como dice san Pedro: Jesús de Nazaret, ungido por
Dios con la fuerza del Espíritu Santo, y anuncia también el profeta David: Tu trono, oh
Dios, permanece para siempre; cetro de rectitud es tu cetro real. Has amado la justicia y
odiado la impiedad: por eso el Señor, tu Dios, te ha ungido con aceite de júbilo entre
todos tus compañeros.
Cristo fue ungido con el aceite espiritual de júbilo, es decir, con el Espíritu Santo, que
se llama aceite de júbilo, porque es el autor y la fuente de toda alegría espiritual, pero
vosotros, al ser ungidos con ungüento material, habéis sido hechos partícipes y consortes
del mismo Cristo.

Por lo demás no se te ocurra pensar que se trata de un simple y común ungüento.
Pues, de la misma manera que, después de la invocación del Espíritu Santo, el pan de la
Eucaristía no es ya un simple pan, sino el cuerpo de Cristo, así aquel sagrado aceite,
después de que ha sido invocado el Espíritu en la oración consecratoria, no es ya un
simple aceite ni un ungüento común, sino el don de Cristo y del Espíritu Santo, ya que
realiza, por la presencia de la divinidad, aquello que significa. Por eso, este ungüento se
aplica simbólicamente sobre la frente y los demás sentidos, para que mientras se unge el
cuerpo con un aceite visible, el alma quede santificada por el santo y vivificante Espíritu.

Responsorio Ef 1, 13b-14; 2 Co 1, 21b-22

R. Al abrazar la fe, habéis sido sellados con el sello del Espíritu Santo prometido, prenda
de nuestra herencia, * para la redención del pueblo que Dios adquirió para sí. Aleluya.
V. Dios nos ha ungido, él nos ha sellado, y ha puesto en nuestros corazones, como prenda
suya, el Espíritu.
R. Para la redención del pueblo que Dios adquirió para sí. Aleluya.

Oremos:
Dios todopoderoso y eterno, que por el misterio pascual has restablecido tu alianza con los
hombres, concédenos realizar en la vida cuanto celebramos en la fe. Por nuestro Señor
Jesucristo.
Amén

jueves, 25 de abril de 2019

El amor nos hace discípulos; el amor nos hace comunidad; el amor nos hace misioneros.




Hechos 3,11-26
En aquellos días, mientras el paralítico curado seguía aún con Pedro y Juan, la gente, asombrada, acudió corriendo al pórtico de Salomón, donde ellos estaban. Pedro, al ver a la gente, les dirigió la palabra: "Israelitas, ¿por qué os extrañáis de esto? ¿Por qué nos miráis como si hubiéramos hecho andar a éste con nuestro propio poder o virtud? El Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su siervo Jesús, al que vosotros entregasteis y rechazasteis ante Pilato, cuando había decidido soltarlo. Rechazasteis al santo, al justo, y pedisteis el indulto de un asesino; matasteis al autor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos, y nosotros somos testigos. Como éste que veis aquí y que conocéis ha creído en su nombre, su nombre le ha dado vigor; su fe le ha restituido completamente la salud, a vista de todos vosotros.

Sin embargo, hermanos, sé que lo hicisteis por ignorancia, y vuestras autoridades lo mismo; pero Dios cumplió de esta manera lo que había predicho por los profetas, que su Mesías tenía que padecer. Por tanto, arrepentíos y convertíos, para que se borren vuestros pecados; a ver si el Señor manda tiempos de consuelo, y envía a Jesús, el Mesías que os estaba destinado. Aunque tiene que quedarse en el cielo hasta la restauración universal que Dios anunció por boca de los santos profetas antiguos.

Moisés dijo: "El Señor Dios sacará de entre vosotros un profeta como yo: escucharéis todo lo que os diga; y quien no escuche al profeta será excluido del pueblo." Y, desde Samuel, todos los profetas anunciaron también estos días. Vosotros sois los hijos de los profetas, los hijos de la alianza que hizo Dios con vuestros padres, cuando le dijo a Abrahán: "Tu descendencia será la bendición de todas las razas de la tierra." Dios resucitó a su siervo y os lo envía en primer lugar a vosotros, para que os traiga la bendición, si os apartáis de vuestros pecados."


Salmo 8 " Señor, dueño nuestro, ¡qué admirable es tu nombre en toda la tierra"

Lucas 24,35-48
En aquel tiempo, contaban los discípulos lo que les había pasado por el camino y cómo habían reconocido a Jesús al partir el pan. Estaban hablando de estas cosas, cuando se presenta Jesús en medio de ellos y les dice: "Paz a vosotros." Llenos de miedo por la sorpresa, creían ver un fantasma. Él les dijo: "¿Por qué os alarmáis?, ¿por qué surgen dudas en vuestro interior? Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona. Palpadme y daos cuenta de que un fantasma no tiene carne y huesos, como veis que yo tengo."

Dicho esto, les mostró las manos y los pies. Y como no acababan de creer por la alegría, y seguían atónitos, les dijo: "¿Tenéis ahí algo de comer?" Ellos le ofrecieron un trozo de pez asado. Él lo tomó y comió delante de ellos. Y les dijo: "Esto es lo que os decía mientras estaba con vosotros: que todo lo escrito en la ley de Moisés y en los profetas y salmos acerca de mí tenía que cumplirse." Entonces les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras. Y añadió: "Así estaba escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día y en su nombre se predicará la conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de esto."
Palabra de Dios


Hoy la primera lectura Pedro nos explica el juicio y condena a muerte a Jesús como fruto de la ignorancia. Es algo semejante a lo que oró Cristo en la Cruz, intercediendo por sus verdugos: "perdónalos, porque no saben lo que hacen" (Lc 23,34).

Algunos de nosotros por estar enceguecidos por el orgullo, el dolor, la frustración actuamos por ignorancia. Estamos convencidos que obramos bien y tiene que pasarnos ciertas cosas para darnos cuenta en el error y en el engaño en que vivimos.  Cuando dejamos que el mismo Dios nos quite las vendas de los ojos ahí es donde nos damos cuenta que actuabamos desde la ignorancia, desde el ego, desde el resentimiento. Pablo en 1 Cor 2,8 también nos lo dice: si hubieran conocido la sabiduría de Dios "nunca hubieran crucificado al Señor de la gloria". Esto trae a mi memoria las veces que a veces juzgamos, marginamos, tratamos mal a alguien porque suponemos cosas.

El príncipe de la mentira siempre nos hará ver que nuestras acciones están bien y justificadas. Ejemplo el tramposo dirá, “ el vivo vive del bobo “, “ yo soy agresivo porque ustedes me incitan actuar de esta manera “, “ Yo no soy imponente sino que los demás no tienen buenas ideas y no tiene carácter “,  “ Si mi cónyuge me es infiel porque yo no voy a serlo “, “ Yo soy dueña de mi cuerpo y yo soy quien decido que hacer con él “, “ Si la persona está tan enferma y sufre en la cama, entonces es mejor la eutanasia “ . Es por eso que es tan importante evangelizar la Palabra de Dios porque ella nos da luces para nuestra vida. Pero cuidado, hay que buscar siempre la sana doctrina. El mismo Cristo nos dijo “ Hay muchos falsos  profetas que vendran en mi nombre “. No podemos ajustar el mensaje de Jesús para ser aceptados por un pequeño grupo o para tener seguidores.

La Iglesia Catolica es muy cuidadosa y eso está bien porque no toda persona debe predicar la Palabra de Dios, hay que cuidar la sana doctrina. Por tal motivo las diferentes Arquidiócesis ofrecen programas, cursos y seminarios para formar a sus servidores y cuidar la Iglesia de Cristo que Él mismo fundó hace más de dos mil años. Si miramos con detenimiento el sucesor de Jesús fue Pedro porque el mismo Jesús le dejo ese encargo. Los primeros doce discípulos conocieron a Jesús, caminaron con Jesús, aprendieron con Jesús, vivieron la muerte de Jesús como también vivieron y experimentaron la resurrección de Cristo.  Desde Pedro hay una continuación hasta ahora con el Papa Francisco.

Espero no ofender con lo que voy a decir, pero la ignorancia de los protestantes personas que acomodaron el mensaje de Cristo a su gusto, no saben cuanto daño han hecho a la Iglesia católica comenzando en no reconocer a Cristo en la Eucaristía,  negar a la Virgen María, la Madre de Dios y reconocer el sacramento de la confesión.

La aparición de Jesús narrada en el evangelio de hoy nos muestra las deudas de los discípulos y la misión de anunciar y perdonar recibida de Jesús. Porque las deudas de los discípulos se preguntaran?  Jesús los reprende porque era incrédulos. Cuando reconocen a Jesús? cuando la comunidad reunida reconocen a Jesús en la fracción del Pan. La comunidad reunida y al compartir su experiencia que tuvieron en el encuentro con Jesús. Fue un compartir mutuo de la experiencia de resurrección, como hasta hoy acontece cuando las comunidades se reúnen para compartir y celebrar su fe, su esperanza y su amor.

Recordemos que al presentarse Jesús en medio de ellos él les dice “ La Paz esté con vosotros!" . Los discípulos quedan con miedo. Ellos se espantan y no reconocen a Jesús. Delante de ellos está el Jesús real, pero ellos se imaginan que están viendo un espíritu, un fantasma. Les sucedió como a María Magdalena, ellos se quedaron con la imagen de Cristo en la cruz, eso en el pasado. Jesús los ayuda a superar el miedo y la incredulidad. Jesús hace dos cosas para ayudar a los discípulos a superar el espanto y la incredulidad. Les muestra las manos y los pies, diciendo: "¡Soy yo!", y manda palpar el cuerpo, diciendo: "Porque un espíritu no tiene carne y huesos como veis que yo tengo." Jesús muestra las manos y los pies, porque en ellos están las marcas de los clavos. Cristo resucitado es Jesús de Nazaret, el mismo que fue muerto en la Cruz, y no un Cristo fantasma como imaginaban los discípulos viéndolo. El mandó palpar el cuerpo, porque la resurrección es resurrección de la persona toda, cuerpo y alma.

Pero además para ayudarlos a superar la incredulidad les pide que le den algo de comer. Jesús resucitado, vivo en medio de ellos, se vuelve la llave para abrir el sentido total de la Sagrada Escritura. Al ser ellos los primeros testigos de su resurrección les da ese ánimo que ellos necesitan para anunciar la buena Nueva. Cuál es la Buena Noticia?   Ellos al ser testigos de la resurrección queda el manifiesto el amor de Dios que nos acoge y nos perdona, y que quiere que vivamos en comunidad como hijos e hijas suyos, hermanos y hermanas unos de otros.

Jesús qué alegría al saber que estás vivo y en medio de nosotros en la eucaristía.  Por amor nos haces tus discípulos y quieres que ese amor se viva en la comunidad como lo hiciste tu con tus primeros discípulos. Danos la gracia de crecer más en la fe y acoger la esperanza que estas conmigo para anunciar con amor el evangelio en cada obra que haga en el dia de hoy en Tu Nombre, Amen.

Dios te bendiga,

Alabado sea Jesucristo!!!!


--
Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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Santa MIsa


Lectio Divina

EL BAUTISMO, FIGURA DE LA PASIÓN DE CRISTO

Fuisteis conducidos a la santa piscina del divino bautismo, como Cristo desde la cruz fue llevado al sepulcro. Y se os preguntó a cada uno si creíais en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Después de haber confesado esta fe salvadora, se os sumergió por tres veces en el agua y otras tantas fuisteis sacados de la misma: con ello significasteis, en imagen y símbolo, los tres días de la sepultura de Cristo. Pues, así como nuestro Salvador pasó en el seno de la tierra tres días y tres noches, de la misma manera vosotros habéis imitado con vuestra primera emersión el primer día que Cristo estuvo en la tierra, y, con vuestra inmersión, la primera noche. Porque, así como de noche no vemos nada y, en cambio, de día lo percibimos todo, del mismo modo en vuestra inmersión, como si fuera de noche, no pudisteis ver nada; en cambio, al emergeros pareció encontraros en pleno día; y en un mismo momento os encontrasteis nuevos y nacidos, y aquella agua salvadora os sirvió a la vez de sepulcro y de madre.

Por eso os cuadra admirablemente lo que dijo Salomón, a propósito de otras cosas: Tiempo de nacer, tiempo de morir; pero a vosotros os pasó esto en orden inverso: tuvisteis un tiempo de morir y un tiempo de nacer, aunque en realidad un mismo instante os dio ambas cosas, y vuestro nacimiento se realizó junto con vuestra muerte.

¡Oh maravilla nueva e inaudita! No hemos muerto ni hemos sido sepultados, ni hemos resucitado después de crucificados en el sentido material de estas expresiones, pero, al imitar estas realidades en imagen hemos obtenido así la salvación verdadera.
Cristo sí que fue realmente crucificado y su cuerpo fue realmente sepultado y realmente resucitó; a nosotros, en cambio, nos ha sido dado, por gracia, que, imitando lo que él padeció con la realidad de estas acciones, alcancemos de verdad la salvación.
¡Oh exuberante amor para con los hombres! Cristo fue el que recibió los clavos en sus inmaculadas manos y pies, sufriendo grandes dolores, y a mí, sin experimentar ningún dolor ni ninguna angustia, se me dio la salvación por la comunión de sus dolores.

No piense nadie, pues, que el bautismo fue dado solamente por el perdón de los pecados y para alcanzar la gracia de la adopción, como en el caso del bautismo de Juan, que confería sólo el perdón de los pecados; nuestro bautismo, como bien sabemos, además de limpiarnos del pecado y darnos el don del Espíritu es también tipo y expresión de la pasión de Cristo. Por eso Pablo decía: ¿Es que no sabéis que los que por el bautismo nos incorporamos a Cristo Jesús fuimos incorporados a su muerte? Por el bautismo fuimos sepultados con él en la muerte.

RESPONSORIO Cf. Ap 7, 9
V. Éstos son los corderos nuevos que han dado testimonio. Aleluya.
R. Han venido ya a la fuente del agua y están llenos de luz. Aleluya.
V. Están delante del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos.
R. Y están llenos de luz. Aleluya.

ORACIÓN
Oh Dios, que has reunido pueblos diversos en la confesión de tu nombre, concede a los que han renacido en la fuente bautismal una misma fe en su espíritu y una misma caridad en su vida. Por nuestro Señor Jesucristo.

miércoles, 24 de abril de 2019

Cual es la dificultad para creerle al Señor?



Hechos 3,1-10  

En aquellos días, subían al templo Pedro y Juan, a la oración de media tarde, cuando vieron traer a cuestas a un lisiado de nacimiento. Solían colocarlo todos los días en la puerta del templo llamada "Hermosa", para que pidiera limosna a los que entraban. Al ver entrar en el templo a Pedro y a Juan, les pidió limosna. Pedro, con Juan a su lado, se le quedó mirando y le dijo: "Míranos." Clavó los ojos en ellos, esperando que le darían algo. Pedro le dijo: "No tengo plata ni oro, te doy lo que tengo: en nombre de Jesucristo Nazareno, echa a andar."

Agarrándolo de la mano derecha lo incorporó. Al instante se le fortalecieron los pies y los tobillos, se puso en pie de un salto, echó a andar y entró con ellos en el templo por su pie, dando brincos y alabando a Dios. La gente lo vio andar alabando a Dios; al caer en la cuenta de que era el mismo que pedía limosna sentado en la puerta Hermosa, quedaron estupefactos ante lo sucedido.
Palabra de Dios

Salmo 104 " Que se alegren los que buscan al Señor"

Lucas 24,13-35  
Dos discípulos de Jesús iban andando aquel mismo día, el primero de la semana, a una aldea llamada Emaús, distante unas dos leguas de Jerusalén; iban comentando todo lo que había sucedido. Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos. Pero sus ojos no eran capaces de reconocerlo.
Él les dijo: "¿Qué conversación es esa que traéis mientras vais de camino?" Ellos se detuvieron preocupados. Y uno de ellos, que se llamaba Cleofás, le replicó: "¿Eres tú el único forastero en Jerusalén, que no sabes lo que ha pasado allí estos días?" Él les preguntó: "¿Qué?" Ellos le contestaron: "Lo de Jesús el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y palabras, ante Dios y ante todo el pueblo; como lo entregaron los sumos sacerdotes y nuestros jefes para que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que él fuera el futuro liberador de Israel. Y ya ves: hace ya dos días que sucedió esto. Es verdad que algunas mujeres de nuestro grupo nos han sobresaltado: pues fueron muy de mañana al sepulcro, no encontraron su cuerpo, e incluso vinieron diciendo que habían visto una aparición de ángeles, que les habían dicho que estaba vivo. Algunos de los nuestros fueron también al sepulcro y lo encontraron como habían dicho las mujeres; pero a él no lo vieron."
Entonces Jesús les dijo: "¡Qué necios y torpes sois para creer lo que anunciaron los profetas! ¿No era necesario que el Mesías padeciera esto para entrar en su gloria?" Y, comenzando por Moisés y siguiendo por los profetas, les explicó lo que se refería a él en toda la Escritura. Ya cerca de la aldea donde iban, él hizo ademán de seguir adelante; pero ellos le apremiaron, diciendo: "Quédate con nosotros, porque atardece y el día va de caída." Y entró para quedarse con ellos. Sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio. A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron. Pero él desapareció.
Ellos comentaron: "¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?" Y, levantándose al momento, se volvieron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once con sus compañeros, que estaban diciendo: "Era verdad, ha resucitado el Señor y se ha aparecido a Simón." Y ellos contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.
Palabra de Dios

Hoy en la primera lectura vemos como un lisiado de nacimiento le pide a Pedro y a Juan limosna. Nos dice la lectura que Pedro se queda mirándolo y le dice "No tengo plata ni oro, te doy lo que tengo: en nombre de Jesucristo Nazareno, echa a andar.". Aquí hay dos cosas, Pedro reconoció la limitación física que lo tenía postrado de nacimiento. Por eso Pedro prefiere sanarlo en el Nombre de Jesús para que recuperara su movilidad porque de lo contrario se quedará siempre pidiendo limosna. Pedro miró más allá, miró con ojos de misericordia a este hombre.
El otro mensaje de este texto es lo que Pedro dice “ No tengo plata ni oro, te doy lo que tengo: en nombre de Jesucristo Nazareno, echa a andar “, Pedro está lleno de Cristo, esto es tener pensamientos, sentimientos y acciones del mismo Cristo.

El evangelio de hoy nos trae el episodio tan conocido de Jesús con los discípulos de Emaús. Para comprender el texto debemos de ubicarnos que estaba sucediendo en esa época.  Lucas escribe en los años 80 para las comunidades de Grecia que en su mayoría eran paganos convertidos. Los años 60 y 70 habían sido muy difíciles. Hubo la gran persecución de Nerón, en el 64. Seis años después, en el 70, Jerusalén fue totalmente destruida por los romanos. En el 72, en Massada, en el desierto de Judá, fue la masacre de los últimos judíos revoltosos. En esos años, todos los apóstoles, testigos de la resurrección, fueron desapareciendo. El cansancio se va imponiendo a lo largo del camino. ¿Dónde encontrar la fuerza y el valor para no desanimarse? ¿Cómo descubrir la presencia de Jesús en esta situación tan difícil? La narración de Jesús a los discípulos de Emaús trata de ser una respuesta a estas preguntas angustiantes.
Ayer leíamos la lectura donde María Magdalena no reconoce al Señor porque sigue aferrada al Jesús del pasado lo que le impide ver el Jesús resucitado. Recordemos que decíamos también que a veces a nosotros nos puede suceder lo mismo, por consentir nuestras tristezas y dolores nos quedamos viendo solo la cruz y sin Cristo.   

Hoy con los discípulos de Emaús nos trae una bella enseñanza y nos hace reflexionar en dos cosas, la dificultad que se nos hace creerle a Jesús y descubrir la presencia de Jesús en nuestra vida.  
Porque se nos dificulta creer preguntémonos? Fácilmente porque somos inmediatistas, rezamos ya y queremos que las cosas se nos den ya. También puede ser porque pensamos que no merecemos las bendiciones de Dios, no nos sentimos coherederos de Cristo. Otra causa es porque pensamos que Dios no nos escucha, o que necesitamos una oración especial para que Dios escuche nuestra súplica. Otra causa es porque cuando leemos la Biblia no nos apropiamos de lo que dice en ella sino que pensamos que fueron cosas que pasaron hace muchos años, como una historia por allá lejos, y otra causa puede ser es porque carecemos de fe o no tenemos fe.    

Porque se nos dificulta descubrir la presencia de Jesús en nuestras vidas? Porque estamos tan absorbidos de este mundo, el ruido, los afanes, los compromisos y no tenemos tiempo ni siquiera para hablarle al Señor.

Jesús quien conoce estos estados de ánimo hace camino con nosotros. Primero Jesús es un extraño para los discípulos de Emaús. Jesús se acerca para sentir sus problemas, escuchar su realidad. Jesús les habla y es capaz de plantear preguntas que les ayuden a las personas a mirar la realidad con una mirada más crítica.
En nuestro tiempo como Jesús se nos acerca? a través de un buen amigo, del necesitado,  de su Palabra, a través de los sacramentos como son el bautismo, confesión, confirmación, eucaristía,  orden sacerdotal y la del matrimonio. En cada Sacramento es el mismo Jesucristo quien lo hace, Jesús es quien bautiza, confiesa, Jesús es quien te da su cuerpo y sangre en la eucaristía. Jesús está presente en un buen amigo que te ayuda y corrige. Jesús está presente en el necesitado, es el rostro de Cristo sufriente en la cruz. Jesús está en la Biblia, porque ella nos ilumina la vida. Jesús usa la Biblia no como un doctor que ya sabe todo, sino como un compañero que va a ayudar a los amigos para que recuerden lo que habían olvidado. Las escrituras nos ayudan a descubrir la sabiduría que ya existe dentro de las mismas, y transformar la cruz, señal de la muerte, en señal vida y de esperanza.
Hasta cuándo leer la Biblia se preguntaran? hasta que arda nuestro corazón, osea hasta que esa Palabra de Dios se haga vida en nuestra vida. Hay que leerla a solas y en comunidad. El Espíritu Santo es quien nos habla y quizás lo que tu compartes en el grupo de oración, eso era lo que otra persona necesitaba escuchar.
Pero recordemos lo que dice la lectura “ ellos lo reconocieron cuando Jesús partió el pan “.
La Biblia, de por sí, no abre los ojos. Apenas hace arder el corazón. Lo que abre los ojos y hace ver, es la fracción del pan, el gesto comunitario del compartir, rezar juntos, la celebración de la Cena. En el momento en que los dos reconocen a Jesús, ellos renacen y Jesús desaparece. Jesús no se adueña de la caminada de los amigos. No es paternalista. Resucitados, los discípulos son capaces de caminar con sus propios pies. Jesús quiere crear un ambiente de fe y de fraternidad, de celebración y de compartir, donde pueda actuar el Espíritu Santo. Es él quien nos hace descubrir y experimentar la Palabra de Dios en la vida y nos lleva a entender el sentido de las palabras de Jesús.

Termina la lectura diciendo que los dos recobran valor y vuelven a Jerusalén, donde continuaban activas las mismas fuerzas de muerte que habían matado a Jesús y que habían matado en ellos la esperanza. Pero ahora ha cambiado todo. Si Jesús está vivo, entonces en él y con él hay un poder más fuerte que el poder que le mató. Esta experiencia los hace resucitar! Realmente todo mudó! valor, en vez de miedo! retorno, en vez de ida! Fe, en vez de falta de fe! Esperanza, en vez de desesperación ya hay conciencia crítica, en vez de fatalismo frente al poder! Libertad, en vez de la mala noticia de la muerte de Jesús, la Buena Nueva de su Resurrección!. Los dos experimentarán la vida, y vida en abundancia!. Señal del Espíritu de Jesús actuando en ellos!

Jesús hoy me preguntas…. Que te dificulta creerme?  Porque se te dificulta sentirme presente en tu vida?
Hoy me dices que ante esas crisis en que vivo tu haces camino conmigo porque soy importante para ti. Ayudame a enamorarme mas de Tu Palabra que da vida y que ella arda en mi corazón porque así experimentare tu cercanía y el cumplimiento de tus promesas para los que creen en ti. Quiero resucitar contigo Señor, adiós al temor, la amargura, la tristeza, la desesperación, la desesperanza, la Buena Noticia es Tu resurrección. Dame la gracia de experimentar la vida del resucitado, señal del Espíritu de Jesús está actuando en mi. Amen.

Dios te bendiga,

Alabado sea Jesucristo!!!  

Santa Misa


Lectio Divina

CRISTO, AUTOR DE LA RESURRECCIÓN Y DE LA VIDA
San Pablo, para celebrar la dicha de la salvación recuperada, dice: Lo mismo que por Adán entró la muerte en el mundo, de la misma forma, por Cristo la salvación fue establecida en el mundo; y en otro lugar: El primer hombre, hecho de tierra, era terreno; el segundo hombre es del cielo. Y añade: Nosotros, que somos imagen del hombre terreno, o sea, del hombre viejo y de su pecado, seremos también imagen del hombre celestial, esto es, del perdonado, redimido, restaurado; y, en Cristo, alcanzaremos la salvación del hombre renovado, como dice el mismo apóstol: Primero, Cristo, es decir, el autor de la resurrección y de la vida; después los de Cristo, o sea, los que, por haber vivido imitando su santidad, tienen la firme esperanza de la resurrección futura y de poseer, con Cristo, el reino prometido, como dice el mismo Señor en el evangelio: Quien me siga no perecerá, sino que pasará de la muerte a la vida. Por ello podemos decir que la pasión del Salvador es la salvación de la vida de los hombres. Para esto quiso el Señor morir por nosotros, para que, creyendo en él, llegáramos a vivir eternamente. Quiso ser, por un tiempo, lo que somos nosotros, para que nosotros, participando de la eternidad prometida, viviéramos con él eternamente. Ésta es la gracia de estos sagrados misterios, éste el don de la Pascua, éste el contenido de la fiesta anhelada durante todo el año, éste el comienzo de los bienes futuros. Ante nuestros ojos tenemos a los que acaban de nacer en el agua de la vida de la madre Iglesia: reengendrados en la sencillez de los niños, nos recrean con los balbuceos de su conciencia inocente. Presentes están también los padres y madres cristianos que acompañan a su numerosa prole, renovada por el sacramento de la fe.

Destellan aquí, cual adornos de la profesión de fe que hemos escuchado, las llamas fulgurantes de los cirios de los recién bautizados, quienes, santificados por el sacramento del agua, reciben el alimento espiritual de la eucaristía. Aquí, cual hermanos de una única familia que se nutre en el seno de una madre común, la santa Iglesia, los neófitos adoran la divinidad y las maravillosas obras del Dios único en tres personas y, con el profeta, cantan el salmo de la solemnidad pascual: Éste es el día en que actuó el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo. Pero, ¿de qué día se trata? Sin duda de aquél que es el origen de la vida, el principio de la luz, el autor de toda claridad, es decir, el mismo Señor Jesucristo; quien afirmó de sí mismo: Yo soy el día: si uno camina de día, no tropieza, es decir, quien sigue en todo a Cristo, caminando siempre tras sus huellas, llegará hasta aquel solio donde brilla la luz eterna; tal como el mismo Cristo, cuando vivía aún en su cuerpo mortal, oró por nosotros al Padre, diciendo: Padre, éste es mi deseo: que los que creyeron en mí estén conmigo donde yo estoy, como tú estás en mí y yo en ti: que también ellos estén en nosotros.

RESPONSORIO 1 Co 15, 47. 49. 48
V. El primer hombre, hecho de tierra, era terreno; el segundo es del cielo.
R. Nosotros, que somos imagen del hombre terreno, seremos también imagen del hombre celestial. Aleluya.
V. Pues igual que el terreno son los hombres terrenos; igual que el celestial son los hombres celestiales.
R. Nosotros, que somos imagen del hombre terreno, seremos también imagen del hombre celestial. Aleluya.
ORACIÓN 
Oh Dios, que todos los años nos alegras con la solemnidad de la resurrección del Señor; concédenos, a través de la celebración de estas fiestas, llegar un día a la alegría eterna. Por nuestro Señor Jesucristo.

martes, 23 de abril de 2019

Resucitamos con Cristo o nos quedamos en el viernes Santo….


Hechos 2,36-41
El día de Pentecostés, decía Pedro a los judíos: "Todo Israel esté cierto de que al mismo Jesús, a quien vosotros crucificasteis, Dios lo ha constituido Señor y Mesías." Estas palabras les traspasaron el corazón, y preguntaron a Pedro y a los demás apóstoles: "¿Qué tenemos que hacer, hermanos?" Pedro les contestó: "Convertíos y bautizaos todos en nombre de Jesucristo para que se os perdonen los pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque la promesa vale para vosotros y para vuestros hijos y, además, para todos los que llame el Señor, Dios nuestro, aunque estén lejos."
Con estas y otras muchas razones les urgía, y los exhortaba diciendo: "Escapad de esta generación perversa." Los que aceptaron sus palabras se bautizaron, y aquel día se les agregaron unos tres mil.
Palabra de Dios


Salmo 32 " La misericordia del Señor llena la tierra"

Juan 20,11-18
En aquel tiempo, fuera, junto al sepulcro, estaba María, llorando. Mientras lloraba, se asomó al sepulcro y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados, uno a la cabecera y otro a los pies, donde había estado el cuerpo de Jesús. Ellos le preguntan: "Mujer, ¿por qué lloras?" Ella les contesta: "Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto." Dicho esto, da media vuelta y ve a Jesús, de pie, pero no sabia que era Jesús. Jesús le dice: "Mujer, ¿por qué lloras?, ¿a quién buscas?" Ella, tomándolo por el hortelano, le contesta: "Señor, si tú te lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo lo recogeré." Jesús le dice: "¡María!" Ella se vuelve y le dice: "¡Rabboni!", que significa: "¡Maestro!" Jesús le dice: "Suéltame, que todavía no he subido al Padre. Anda, ve a mis hermanos y diles: "Subo al Padre mío y Padre vuestro, al Dios mío y Dios vuestro."" María Magdalena fue y anunció a los discípulos: "He visto al Señor y ha dicho esto."
Palabra de Dios


El evangelio de hoy describe la aparición de Jesús a María Magdalena. La muerte de su gran amigo lleva a María a perder el sentido de la vida. Pero ella sigue buscando. Se va al sepulcro para encontrar a aquel que la muerte le había robado. Hay momentos en la vida en los que todo se desmorona. Parece que todo se ha terminado. ¡Muerte, desastre, enfermedad, decepción, traición! Jesús que sabe como es el corazón humano de repente aparece dándonos en ese reencuentro una esperanza, descubrimos que el amor es más fuerte que la muerte. Maria Magdalena se siente triste, abatida porque aquel quien le había dado sentido a su vida ya no está. Y no es para menos, porque el centro de su vida es Jesús. Por eso el centro de nuestro ser debe ser Cristo. Cristo no decepciona,  Cristo ama de verdad, Cristo desea lo mejor para cada uno de nosotros. Como dice una santa Teresa de Jesús  “ Quien a Dios tiene. Nada le falta “.

En este pasaje Jesús nos quiere mostrar los momentos que María Magdalena tuvo que pasar, desde la búsqueda dolorosa hasta el reencuentro de la Pascua. Estas son también las etapas por las que pasamos todos nosotros, a lo largo de la vida, en nuestro camino hacia Dios y en la vivencia del Evangelio. María Magdalena llora, pero busca. Había un amor muy grande entre Jesús y María Magdalena. Ella fue una de las pocas personas que tuvieron el valor de quedarse con Jesús, hasta la hora de su muerte en la cruz. Ella además vuelve al sepulcro para estar en el lugar donde había encontrado al Amado por última vez. Pero, vio con sorpresa ¡que el sepulcro estaba vacío! Los ángeles le preguntan: "¿Por que lloras ahora?" Respuesta: "Se llevaron a mi señor y nadie sabe donde lo pusieron." María Magdalena buscaba a Jesús, aquel mismo Jesús que ella había conocido y con quien había convivido durante tres años.

Aunque María conversa con Jesús ella no lo reconoce porque ella sigue buscando al Jesús del pasado, el mismo de los tres días antes. Es la imagen de Jesús del pasado la que le impide reconocer al Jesús vivo, presente ante ella. A nosotros nos puede suceder que por consentir nuestros dolores terminamos haciendo el monumento al dolor, y nos quedamos viendo solo la cruz y sin Cristo. No olvidemos que el crucificado es el mismo resucitado.

Si solo vemos la cruz entonces consentimos nuestro dolor y si solo veo el resucitado, entonces Jesús se convierte en una energía , un fin cosmico. Es por eso que hay que mirar ambos, la imagen del crucificado y la del resucitado. La cruz me lleva a reconocer las consecuencias de los errores, de mis faltas, de mis pecados y a la vez la misericordia que tiene Dios con nosotros al resucitarnos. Cristo vino a esta tierra para restablecer nuestra comunión con el Padre es esa identidad entre el crucificado y el resucitado que debemos identificar. La cruz me lleva a llevarle las fallas y el pecado que habita en mí y la resurrección de Cristo me lleva a creer y confiar que Él es el experto en las cosas imposibles, la resurrección es acoger la misericordia que Dios nos ofrece con su perdón y dejar que El transforme nuestra vida.

María Magdalena reconoce a Jesús . Jesús pronuncia el nombre: "¡María!" Fue la señal de reconocimiento: la misma voz, la misma manera de pronunciar el nombre. Ella responde: "¡Maestro!" Jesús había vuelto, el mismo que había muerto en la cruz. La primera impresión es que la muerte había sido apenas un momento doloroso a lo largo del recorrido, pero que ahora todo había vuelto a ser como antes. María abraza a Jesús con fuerza. Era el mismo que ella había conocido y amado. Se realiza lo que decía la parábola del Buen Pastor: "El las llama por su nombre y ellas le reconocen". - "Yo conozco a mis ovejas y mis ovejas me conocen" . Jesús nos llama por nuestro nombre porque nos conoce y además porque nos va a dar una misión.  La misión que el encarga Jesus a Maria Magdalena es de anunciar la resurrección a los apóstoles. De hecho, es el mismo Jesús, pero la manera de estar junto a él no es la misma. Jesús le dice: "Deja de tocarme, que todavía no he subido al Padre." El va junto al Padre. María Magdalena debe soltar a Jesús y asumir su misión: anunciar a los hermanos que él, Jesús, subió para el Padre. Jesús abrió el camino para nosotros y hace que Dios se quede de nuevo cerca de nosotros en la eucaristía.

Realmente resucitamos con Cristo o aún estamos consintiendo nuestros dolores y tristezas? Que tengo en el centro de mi vida? Reconozco la voz del Señor o cuales son las voces que estoy escuchando? Estoy comprometid@ con la misión de Cristo?

Señor Jesús, Tú eres el mismo que moriste en la cruz y además resucitaste al tercer dia. Ayúdanos a que no se me olvide que el mismo crucificado es el mismo resucitado, porque la cruz es el reflejo de la maldad del pecado que destrozó tu santo cuerpo. Dame la gracia de reconocer las consecuencias de mis fallas para acogerme a tu misericordia, porque la resurrección es eso, dejar que tu transformes mi  vida, porque Tu eres experto en los casos imposibles. Amen.

Dios te bendiga,

Alabado sea Jesucristo!!!


--
Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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Santa Misa


Lectio Divina

ERA NECESARIO QUE EL MESÍAS PADECIERA PARA ENTRAR EN SU GLORIA

Después que Cristo se había mostrado, a través de sus palabras y sus obras, como Dios verdadero y Señor del universo, decía a sus discípulos, a punto ya de subir a Jerusalén: Mirad, estamos subiendo a Jerusalén y el Hijo del hombre va a ser entregado a los gentiles y a los sumos sacerdotes y a los escribas, para que lo azoten, se burlen de él y lo crucifiquen. Esto que decía estaba de acuerdo con las predicciones de los profetas, que habían anunciado de antemano el final que debía tener en Jerusalén. Las sagradas Escrituras habían profetizado desde el principio la muerte de Cristo y todo lo que sufriría antes de su muerte; como también lo que había de suceder con su cuerpo, después de muerto; con ello predecían que este Dios, al que tales cosas acontecieron, era impasible e inmortal; y no podríamos tenerlo por Dios, si, al contemplar la realidad de su encarnación, no descubriésemos en ella el motivo justo y verdadero para profesar nuestra fe en ambos extremos; a saber, en su pasión y en su impasibilidad; como también el motivo por el cual el Verbo de Dios, por lo demás impasible, quiso sufrir la pasión: porque era el único modo como podía ser salvado el hombre. Cosas, todas éstas, que sólo las conoce él y aquellos a quienes él las revela; él, en efecto, conoce todo lo que atañe al Padre, de la misma manera que el Espíritu sondea la profundidad de los misterios divinos. El Mesías, pues, tenía que padecer, y su pasión era totalmente necesaria, como él mismo lo afirmó cuando calificó de hombres sin inteligencia y cortos de entendimiento a aquellos discípulos que ignoraban que el Mesías tenía que padecer para entrar en su gloria. Porque él, en verdad, vino para salvar a su pueblo, dejando aquella gloria que tenía junto al Padre antes que el mundo existiese; y esta salvación es aquella perfección que había de obtenerse por medio de la pasión, y que había de ser atribuida al guía de nuestra salvación, como nos enseña la carta a los Hebreos, cuando dice que él es el guía de nuestra salvación, perfeccionado y consagrado con sufrimientos. Y vemos, en cierto modo, cómo aquella gloria que poseía como Unigénito, y a la que por nosotros había renunciado por un breve tiempo, le es restituida a través de la cruz en la misma carne que había asumido; dice, en efecto, san Juan, en su evangelio, al explicar en qué consiste aquella agua que dijo el Salvador que manaría como un torrente de las entrañas del que crea en él. Decía esto refiriéndose al Espíritu, que habían de recibir los que creyeran en él. Todavía no se había dado el Espíritu, porque Jesús no había sido glorificado; aquí el evangelista identifica la gloria con la muerte en la cruz. Por eso el Señor, en la oración que dirige al Padre antes de su pasión, le pide que lo glorifique con aquella gloria que tenía junto a él, antes que el mundo existiese.

RESPONSORIO Hb 2, 10; Ap 1, 6; Lc 24, 26

V. Como quisiese Dios, por quien y para quien son todas las cosas, llevar un gran número de hijos a la gloria, convenía ciertamente que perfeccionase por medio del sufrimiento al que iba a guiarlos a la salvación.
R. A él la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Aleluya.
V. El Mesías tenía que padecer, para así entrar en su gloria.
R. A él la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Aleluya.

ORACIÓN 
Tú, Señor, que nos has salvado por el misterio pascual, continúa favoreciendo con dones celestes a tu pueblo, para que alcance la libertad verdadera y pueda gozar de la alegría del cielo que ya ha empezado a gustar en la tierra. Por nuestro Señor Jesucristo.

lunes, 22 de abril de 2019

Ante la tumba vacía…..



Hechos 2,14.22-33  

El día de Pentecostés, Pedro, de pie con los Once, pidió atención y les dirigió la palabra: "Judíos y vecinos todos de Jerusalén, escuchad mis palabras y enteraos bien de lo que pasa. Escuchadme, israelitas: Os hablo de Jesús Nazareno, el hombre que Dios acreditó ante vosotros realizando por su medio los milagros, signos y prodigios que conocéis. Conforme al designio previsto y sancionado por Dios, os lo entregaron, y vosotros, por mano de paganos, lo matasteis en una cruz. Pero Dios lo resucitó, rompiendo las ataduras de la muerte; no era posible que la muerte lo retuviera bajo su dominio, pues David dice, refiriéndose a él: "Tengo siempre presente al Señor, con él a mi derecha no vacilaré. Por eso se me alegra el corazón, exulta mi lengua, y mi carne descansa esperanzada. Porque no me entregarás a la muerte ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción. Me has enseñado el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia."
Hermanos, permitidme hablaros con franqueza: El patriarca David murió y lo enterraron, y conservamos su sepulcro hasta el día de hoy. Pero era profeta y sabía que Dios le había prometido con juramento sentar en su trono a un descendiente suyo; cuando dijo que "no lo entregaría a la muerte y que su carne no conocería la corrupción", hablaba previendo la resurrección del Mesías. Pues bien, Dios resucitó a este Jesús, de lo cual todos nosotros somos testigos. Ahora, exaltado por la diestra de Dios, ha recibido del Padre el Espíritu Santo que estaba prometido, y lo ha derramado. Esto es lo que estáis viendo y oyendo."Palabra de Dios
Mientras las mujeres iban de camino, algunos de la guardia fueron a la ciudad y comunicaron a los sumos sacerdotes todo lo ocurrido. Ellos, reunidos con los ancianos, llegaron a un acuerdo y dieron a los soldados una fuerte suma, encargándoles: "Decid que sus discípulos fueron de noche y robaron el cuerpo mientras vosotros dormíais. Y si esto llega a oídos del gobernador, nosotros nos lo ganaremos y os sacaremos de apuros." Ellos tomaron el dinero y obraron conforme a las instrucciones. Y esta historia se ha ido difundiendo entre los judíos hasta hoy.
Palabra de Dios
Jesús, hoy quieres que contemplemos la tumba vacía y recordar las palabras del ángel “no tengan miedo… ha resucitado”. Frente a la tumba vacía siento que ella trae a mi corazón desánimo, tristeza, me moviliza y me cuestiona,  pero a la vez tu quieres que mire más allá porque la tumba vacía me quiere animar a creer y a confiar que Dios “acontece” en cualquier situación, en cualquier persona, y que su luz puede llegar a los rincones menos esperados y más cerrados de la existencia.  Jesús, Tú ha resucitado, y quieres renovar nuestra fe, resucitar nuestra esperanza y creatividad para enfrentar los problemas presentes, porque sabemos que no vamos solos, Tu está en medio de nosotros, Amen.
 Dios te bendiga,


Salmo 15 " Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti"

Mateo 28,8-15  
En aquel tiempo, las mujeres se marcharon a toda prisa del sepulcro; impresionadas y llenas de alegría, corrieron a anunciarlo a los discípulos. De pronto, Jesús les salió al encuentro y les dijo: "Alegraos." Ellas se acercaron, se postraron ante él y le abrazaron los pies. Jesús les dijo: "No tengáis miedo: id a comunicar a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán."

 Seguimos con la celebración de la Pascua y esto se extiende hasta el próximo Domingo que es la fiesta de la Divina Misericordia. La Pascua es una fiesta de alegría, de gozo y de esperanza para las almas creyentes. Por eso en esta semana Octava de Pascua unámonos al regocijo universal contemplemos  y mejor amar a nuestro Divino redentor. Si tanto nos estremeció el corazón verle así destrozado en la Cruz, "que ni siquiera parecía humano" (Is 52,14), ahora, por razón de justicia, nos corresponde abrir el alma y reconocer su gran amor y aceptarlo a nuestro Adorable Dueño y Señor. Tal es el sentido de este Domingo de ocho días, de este Domingo inmenso, de este Domingo santo, solemne y grande, que se llama "Octava de Pascua".

 La primera lectura de hoy nos transporta del principio al final del tiempo llamado "pascual". Este tiempo litúrgico empieza con la Solemnidad misma de la Pascua y se prolonga hasta Pentecostés. Pues bien, precisamente desde el día de Pentecostés nos alcanza la palabra del apóstol Pedro: "A Jesús de Nazareth, que conforme a los planes y propósitos de Dios, fue entregado, ustedes lo mataron, crucificándolo por medio de hombres malvados. Pero Dios lo resucitó, liberándolo de los dolores de la muerte, porque la muerte no podía tenerlo dominado". Sin Pascua no hay Pentecostés, porque Cristo dijo: "si no me voy, el Paráclito no vendrá para estar con ustedes" (Jn 16,7). Pero sin Pentecostés no es posible recibir ni entender el misterio de la Pascua, pues dijo Cristo también: "Cuando venga el Espíritu de la verdad, él los guiará a la verdad completa... El Paráclito mostrará mi gloria, porque recibirá de lo que es mío y se lo dará a conocer a ustedes" (Jn 16,13.14).  Así entendemos el vínculo íntimo entre el ascenso de Cristo desde el seno de la tierra, que se celebra en Pascua y el descenso del Espíritu desde el seno del Padre, que se celebra en Pentecostés. Cristo envía al Espíritu, y el Espíritu trae a nosotros el misterio, la presencia y la gracia de Cristo.

 Hoy el evangelio nos dice que las mujeres  impresionadas y llenas de alegría, corrieron a anunciarlo a los discípulos. Estas mujeres primero se impresionaron pero la alegría de la resurrección hace que venzan el miedo. Recordemos que el ángel es quien se les aparece como un relámpago pero el mismo ángel las anima anunciando la victoria de Jesús sobre la muerte y enviándolas a que reuniera a los discípulos de Jesús en Galilea. Y en Galilea ellas podrán verle de nuevo. La alegría de la resurrección comienza a vencer el miedo. Se inicia el anuncio de la vida y de la resurrección.

Recordemos las palabras del resucitado " Alégrese ", " No tengan miedo " , " id a comunicad ", " vayan ", " allí me verán ".

Jesús se les aparece a las mujeres, nos podría sorprender esto y hasta preguntarnos porque Jesús no se le aparece primero a sus discípulos ? Recordemos que los discípulos estaban llenos de miedo y se dispersaron. Estas mujeres aunque tenían temor es más grande su amor y llenas de fe van hacia la tumba a visitar el cuerpo de Jesús. Cuando Jesús se les aparece ellas tienen miedo y además alegria. Jesús mismo va a su encuentro y dice: “¡Alégrense!”. Ellas se postran y adoran. Es la postura de quien cree y acoge la presencia de Dios, aunque sorprende y supera la capacidad humana de comprensión. Ahora Jesús mismo da la orden de reunir a los hermanos en Galilea: "No temáis. Id, avisad a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán.”

Estas mujeres no solo se quedan para mismas la Buena Noticia, sino que obedecen a Jesús, ellas van y comunican a los demás y la misión que Jesús les encomiendan ellas lo hacen " vayan a Galilea; que allí lo verán ".

Este evangelio que nos trae como enseñanza para nosotros. Primero recordemos que estas mujeres iban hacia el sepulcro pero como Él no estaba allí entonces nos lanza a nuevas direcciones. Cual es la nueva dirección que Él nos quiere llevar? la nueva dirección es a evangelizar, a compartir la buena nueva de la salvación. Jesús utiliza a estas tres mujeres para que nosotros aprendamos que es lo que se necesita para evangelizar. Jesús quiere que tengamos presente en la evangelización tres momentos que Él mismo tuvo con estas mujeres, encuentro, alegría y prisa. No podemos evangelizar si no tenemos estas tres encuentro, alegría y prisa.

Para evangelizar tu y yo necesitamos un encuentro personal con Cristo. Como vamos hablar de Cristo si no sentimos o hemos experimentado su amor, su misericordia, su perdón, su paz, el gozo que Él mismo nos da. No puedes hablar de alguien que tu no conoces.

Para evangelizar tu y yo necesitamos también alegria. Recordemos que estas mujeres llevaban alegría cuando salieron del sepulcro y cuando Jesús se encuentra con ellas vuelve y les dice “ alégrense”. No podemos enfocarnos más en los problemas que está viviendo nuestra iglesia, los abusos, la caída de vocaciones, el alejamiento de los jóvenes, los divorcios, los abortos, la eutanasia, el irrespeto por la vida, todo esto está pasando si, pero nosotros como evangelizadores debemos llevar la Buena Noticia a ese mundo que vive en desesperanza, la Buena Noticia es Alegría.  Alegría porque no estamos solos, que por más desolación, tristeza, y olor a muerte tengamos a nuestro alrededor, estamos alegres porque Cristo está en medio de nosotros.

Para evangelizar tu y yo necesitamos prisa. El mismo Papa Francisco nos invita a llegar primero, a salir de nuestras periferias, hay que llegar pronto porque no sabemos si aquella persona que está sufriendo depresión alcancemos a detenerlo, porque si la depresión llega primero que yo a esa persona fácilmente la depresión se adueña de la persona y termina en algo fatal. Si a esa persona le llega una ideología de un ateo, fácilmente vamos a tener otro ateo.

Jesús, hoy quieres que contemplemos la tumba vacía y recordar las palabras del ángel “no tengan miedo… ha resucitado”. Frente a la tumba vacía siento que ella trae a mi corazón desánimo, tristeza, me moviliza y me cuestiona,  pero a la vez tu quieres que mire más allá porque la tumba vacía me quiere animar a creer y a confiar que Dios “acontece” en cualquier situación, en cualquier persona, y que su luz puede llegar a los rincones menos esperados y más cerrados de la existencia.  Jesús, Tú ha resucitado, y quieres renovar nuestra fe, resucitar nuestra esperanza y creatividad para enfrentar los problemas presentes, porque sabemos que no vamos solos, Tu está en medio de nosotros, Amen.

 Dios te bendiga,
 


 Alabado sea Jesucristo!!!




-- Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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