lunes, 15 de abril de 2019

La cruz de Cristo revela quién es verdadero discípulo, lo que cada uno busca, lo que le interesa, lo que se lleva en el corazón.


Isaías 42, 1-7
Mirad a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido, a quien prefiero. Sobre él he puesto mi espíritu, para que traiga el derecho a las naciones. No gritará, no clamara, no voceará por las calles.
La caña cascada no la quebrará., el pabilo vacilante no lo apagará, hasta implantar el derecho en la tierra, y sus leyes que esperan las islas.
Así dice el Señor Dios, que creo y desplegó los cielos, consolidó la tierra con su vegetación, dio el respiro al pueblo que lo habita y el aliento a los que se mueven en ella.
Yo, el Señor, te he llamado con justicia, te he cogido de la mano, te he formado, y te he hecho alianza de un pueblo, luz de las naciones. Para que abras los ojos de los ciegos, saques a los cautivos de la prisión, y de la mazmorra a los que habitan las tinieblas.
Palabra de Dios


En estos días de Lunes, Martes y Miércoles Santo la primera lectura de la Misa son tomados del profeta Isaías.  Sin duda son bellos pasajes y con una profundidad que toca el alma creyente. Podemos decir que son los cánticos del siervo.

Nos estamos preparando a la Pascua y vemos como las promesas del Antiguo Testamento se cumplen en el Nuevo Testamento con la llegada de Cristo. Lo que Dios prometió a su pueblo sufriente y fiel se cumple con el verbo encarnado en la persona de Cristo. A través del profeta Isaías nos muestra un Mesías que asume el dolor de la humanidad y a la vez la fidelidad a Dios. Esto lo vemos en la Cruz. 

El Siervo de Dios es el "elegido", es Aquel destinado a realizar el designio salvador de Dios con firmeza y constancia, hasta los confines mismos de la tierra. Es este el pasaje famoso en que se llama a Jesucristo "Luz de las Naciones", nombre que dio su título a una de las Constituciones del Concilio Vaticano II, la que trata sobre la Iglesia.

Contemplemos la liturgia de estos días y dejémonos guiar por el Espíritu Santo, reconociendo el amor de Cristo en la cruz y su amor al extremo por cada uno de nosotros, como también la Victoria de Cristo sobre el poder de las tinieblas.

Salmo 26 " El señor me ha coronado, sobre la columna me ha exaltado "

Juan 12, 1-11
Seis días antes de la Pascua, fue Jesús a Betania, donde vivía Lázaro, a quien había resucitado de entre los muertos. Allí le ofrecieron una cena: Marta servía y Lázaro era uno de los que estaban con él en la mesa.
María tomó una libra de perfume de nardo, auténtico y costoso, le ungió a Jesús los pies y se los enjugó con su cabellera. Y la casa se llenó de la fragancia del perfume.
Judas Iscariote, uno de sus discípulos, el que lo iba a entregar, dice: ¿Por qué no se ha vendido este perfume por trescientos denarios para dárselos a los pobres? (Esto lo dijo no porque le importasen los pobres, sino porque era un ladrón; y como tenía la bolsa llevaba lo que iban echando)
Entonces Jesús dijo: Déjala: lo tenía guardado para el día de mi sepultura; porque a los pobres los tenéis con vosotros, pero a mi no siempre me tenéis.
Una muchedumbre de Judíos se enteró de que estaba allí y fueron no sólo por Jesús, sino también para ver a Lázaro, al que había resucitado de entre los muertos. Los sumos sacerdotes decidieron matar también a Lázaro, porque muchos judíos, por su causa, se les iban y creían en Jesús.
Palabra de Dios


El evangelio vemos una gran enseñanza y es como ante una situación se desenmascara la verdad que hay en nuestro corazón, eso lo vemos en María y con Judas.

Dice la lectura que Jesús fue a Betania, Betania significa casa de pobreza. Jesús estaba siendo perseguido por la policia, lo quieren matar. Pero aún sabiendo que la policía estaba detrás de Jesús, María, Marta y Lázaro reciben a Jesús en casa y le ofrecen comida. Acoger a una persona perseguida y ofrecerle comida era peligroso. Pero el amor hace superar el miedo. Dice la lectura que María unge los pies a Jesús con una libra de perfume de nardo puro . Era un perfume caro, muy caro, de trescientos denarios. Inmediatamente, seca los pies a Jesús con sus cabellos. La casa entera se llena de perfume. María no habla, sólo actúa. Este gesto significa que María se convierte en servidora. Jesús repetirá ese mismo gesto en la última cena. Maria actúa desde el amor y no le importa gastar el perfume costoso enjugándole los pies a Jesús.

Cual es la reacción de Judas? Judas critica el gesto de María. Afirma que es un desperdicio. ¡De hecho, trescientos denarios era el salario de trescientos días! ¡Así que el salario de casi un entero año fue gastado de una sola vez! Judas piensa que el dinero habría que darlo a los pobres. El evangelista comenta que Judas no tenía ninguna preocupación por los pobres, sino que era un ladrón. Tenía la bolsa común y robaba dinero. Judas es movido por la ambición, en su corazón estaba lleno de codicia. Judas es un hipócrita que usa a los pobres para promoverse y enriquecerse. Según sus intereses egoístas, Judas piensa sólo en el dinero. Por esto no percibe lo que estaba pasando en el corazón de María. Jesús conoce el corazón y defiende a María.

Mientras Judas mira el gasto y crítica a la mujer. Jesús mira el gesto y defiende a la mujer: "¡Déjala! Que lo guarde para el día de mi sepultura." Y Jesús añade después: "Porque pobres siempre tendréis entre vosotros." ¿Quién de los dos vivía más cerca de Jesús: Judas o María? Como discípulo, Judas convivía con Jesús desde hacía casi tres años, veinticuatro horas al día. Formaba parte del grupo. María se encontraba con él sólo una o dos veces al año, en ocasión de las fiestas, cuando Jesús iba a Jerusalén y la visitaba. Pero la convivencia sin amor no nos hace conocer. Impide ver. Judas era ciego. Mucha gente convive con Jesús y hasta lo alaba con el canto, pero no le conoce de verdad, ni le revela.

Recordemos lo que dice la lectura “ Y la casa se llenó de la fragancia del perfume.”. La casa es el alma humana, osea toda nuestra vida debe de tener aroma de Cristo, nuestros afectos, amistades, proyectos, sueños, amores, posesiones materiales. También la casa es la Eucaristía, la casa es la iglesia de Cristo, todo debe tener el aroma de Cristo. Tener aroma de Cristo es la bondad, el amor, el respeto, la paciencia, la paz, la alegría, la fe, la esperanza, la misericordia, el servicio.

Hoy hagámonos dos preguntas….
Que olor estas dejando a tu paso?
Cual es la raíz de tus motivaciones? Recuerda la actitud de María y Judas. Maria esta motivada por el amor a nuestro Señor y Judas es motivado por la codicia en su Corazon.

Señor Jesús hoy me quieres enseñar que tu cruz me hace revelar lo que realmente soy, que es lo que busco, que es lo que me interesa, que es lo que hay en mi corazón. Dame la gracia Señor de descubrir cuales son mis verdaderas motivaciones al seguirte, ayúdame a tener un corazón como el de María quien te dio hasta lo que más tenía valor . Ayudame Señor a que mis palabras, mis abrazos, mis pensamientos, mis afectos, mis amistades, mis proyectos, que toda mi vida tenga Tu aroma,. Que mi alma este inundada con tu perfume para conquistar más corazones para ti, Amen, Amen, Amen.

Dios te bendiga,

Alabados sea Jesucristo

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Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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