Isaías 50, 4-9
En aquellos días dijo Isaías: Mi Señor me ha dado una lengua de iniciado, para saber decir al abatido una palabra de aliento. Cada mañana me espabila el oído, para que escuche como los iniciados.
El Señor Dios me ha abierto el oído y yo no me he rebelado ni me he echado atrás. Ofrecí la espalda a los que golpeaban, la mejilla a los que mesaban mi barba. No oculté el rostro a insultos y salivazos.
Mi Señor me ayudaba, por eso no me quedaba confundido, por eso ofrecí el rostro como pedernal, y sé que no quedaré avergonzado. Tengo cerca a mi abogado, ¿quién pleiteará contra mí? Vamos a enfrentarnos: ¿Quién es mi rival? Que se acerque. Mirad, mi Señor me ayuda: ¿quién probará que soy culpable?
Palabra de Dios
La primera lectura es preciosa porque con el profeta Isaías deja claro que el siervo de Dios está formado por el mismo Dios. Dios nos ama y nos llama para ser sus servidores. Dios nos llama desde su amor y como en otra parte de Isaías dice “ Dios me va llamado con correas de amor hacia El “. Después de descubrir y reconocer su amor, nos instruye para que le demos palabras de aliento a los que están abatidos, a liberar a los esclavos, sanar a los enfermos y liberar a los que están poseídos por el demonio. Un servidor de Dios aprende a ser humilde, a callar, a ser prudente, hablar cuando es momento de hablar, es paciente, tranquilo, es valiente y perseverante, no se acobarda. Un verdadero siervo del Señor sabe quién es su Señor porque sabe de quién es siervo.
Si realmente quieres ser servidor de Dios, entonces prepárate para oír cómo oye el Siervo del Señor; hablar como él habla, padecer y resistir como él lo hace, triunfar, en fin, como él triunfa con la gracia y el poder divino.
Salmo 68 " Señor, que tu bondad me escuche en el día de tu favor "
Mateo 26, 14-25
En aquel tiempo, uno de los doce, llamado Judas Iscariote, fue a los sumos sacerdotes y les propuso: ¿Qué estáis dispuestos a darme si os lo entrego? Ellos se ajustaron con él en treinta monedas. Y desde entonces andaba buscando ocasión propicia para entregarlo.
El primer día de los ázimos se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron: ¿Dónde quieres que te preparemos la cena de Pascua? El contesto: Id a casa de Fulano y decidle: "El Maestro dice: mi momento está cerca; deseo celebrar la Pascua en tu casa con mis discípulos".
Los discípulos cumplieron las instrucciones de Jesús y prepararon la Pascua. Al atardecer se puso a la mesa con los doce. Mientras comían, dijo: Os aseguro que uno de vosotros me va a entregar. Ellos consternados se pusieron a preguntarle uno tras otro: ¿Soy yo acaso, Señor? El respondió: El que ha mojado en la misma fuente que yo, ése me va a entregar. El Hijo el Hombre se va como está escrito de él; pero ¡ay del que va a entregar al Hijo del Hombre!, más le valdría no haber nacido. Entonces preguntó Judas, el que lo iba a entregar: ¡Soy yo acaso, Maestro? El respondió: Así es.
Palabra de Dios
Te alabamos Señor
Ayer nos preguntamos porque le fallamos al Señor y decíamos que habian tres razones, una cuando somos idólatras, cuando hay una desconexión de su amor crucificado y cuando nos fiamos de nuestras fuerzas.
Pero si volvieramos a revisar cuidadosamente el porqué Judas traiciona a Jesús descubrimos más verdades en este hombre. Judas fue amado y llamado por Jesús. Recordemos que Jesús oró toda una noche antes de seleccionar a los doce discípulos. Judas fue producto de la oración de Jesús. Jesús decide escoger a Judas para que haga parte de sus discípulos.
Decíamos que Dios nos ama y nos demuestra su amor, luego nos instruye y nos enseña para luego enviarnos a misión. Judas experimento el amor de Dios, degusto el amor celestial. Seguramente así como los otros doce discípulos ellos pudieron sanar, liberar, expulsar demonios en el Nombre de Cristo. Recordemos las palabras de Jesús en el evangelio de Marcos 16, 15-18 “ ld al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación. El que crea y se bautice se salvará; el que se resista a creer será condenado. A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos.”.
Entonces que paso con Judas ? Judas tenía el corazón agrietado. Cómo es posible tener un corazón agrietado sabiendo que estaba cerca de Jesús nos preguntaremos? Antes de hablar acerca de la grieta y cuál era la grieta de Judas, vamos a explicar de como trabaja el mal y es verdad que existe el mal.
Lo peor es negar la existencia del mal o del demonio en el mundo. El mismo Jesús nos pide y nos dice estar vigilantes “el demonio está como león rugiente buscando aquien devorar”. Hay que cuidar nuestra casa, la casa es el corazón. El demonio le da rabia que vayamos hacia Jesús, él no quiere que Jesús reine en nuestra vida, el no quiere que el plan divino se realice y llegue a plenitud en cada uno de nosotros. El demonio los analiza, nos estudia, sabe cuales son nuestras debilidades, y es por ahí que nos ataca. No te gusta la soledad, te sientes deprimido, eres persona que vive de las apariencias, te gusta ser el centro de atracción, eres celoso, egoísta, envidioso, codicioso, te gusta que los demás hagan lo que tu digas. El primer enemigo que tienes que combatir eres tu mismo. Por eso es muy importante conocerse a sí mismo.
Así como reconocemos que existe el demonio también debemos reconocer que la vida cristiana es un tesoro y como es un tesoro hay que cuidarlo. Hay que ser conscientes que ese tesoro está peligro y nosotros somos las vasijas de barro que llevamos el tesoro.
Volviendo al tema de la grieta de Judas. Entonces cuál era su grieta? ayer decíamos que Judas se desilusionó de Jesús. Pero porque Judas se desilusiona de Jesús sabiendo que estaba viendo y experimentando las maravillas del amor divino? La grieta de Judas era que tenía su propio proyecto, su proyecto era sus intereses personales. Por eso cuando Judas vio que el proyecto de Dios y el de él no coinciden, entonces se separa, se aparta, y se crea una grieta sacando al Señor de su proyecto, de su vida. Judas se aprovecho de estar cerca de Jesús y en vez de acercarse a Dios para servirle terminó acercándose a Dios para servirse de Dios, para sacar provecho, ventaja. Esa grieta que es la codicia y ser oportunista el maligno la aprovecha y es por ahí donde Judas fue atacado por el maligno.
Por último Judas tiene oídos para el maligno. Judas se deja convencer y llevado por su avaricia vende a Jesús por unas monedas. Pregúntate… escuchas la voz de Dios o dejas que la voz del mal mas bien te hable? No le perdones, para que le vas a dar otra oportunidad, deja de hablarle, tú nunca vas a cambiar, para que le crees sabiendo que siempre cae en lo mismo, tu no necesitas de nadie, nadie se va a dar cuenta, nadie necesita saber, no eres nada.
En conclusión tenemos que vigilar el corazón, cuáles son los sentimientos y pensamientos que moran allí. Dios nos llama para ser sus siervos y nuestro proyecto es buscar la Gloria de Dios, debemos configurarlos al plan de Dios, que su plan sea el único y el más importante y no poner nuestros planes por encima de los de Él, en otras palabras que El reine en nuestra vida. No dar cabida para escuchar al enemigo, él tiene un solo propósito acabar con nosotros y con la obra de Dios.
Señor Jesús, tú me has llamado desde el vientre de mi madre para servirte. Haz ido preparando el camino para la misión que me has dado. La misión que es el amor. Ayúdame a ser un servidor fiel que oye Tu voz, trabaja en mi voluntad para ser obediente y acoger los deseos de Dios, dame la gracia de hablar, padecer y resistir como tu lo hiciste. Estar atento y vigilante a los sentimientos del corazón, no permitas que la codicia, la envidia, el enojo, o el orgullo se arraigue en mi corazón y dame la sagacidad y el discernimiento para descubrir quien realmente soy y desenmascarar las estrategias del mal para no exponerme a la tentación. Te lo pido por Nuestro Señor Jesucristo que vive y Reina por los siglos , Amén.
Dios te bendiga
Alabado sea Jesucristo!!!!
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† Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
Sandra Yudy Zapata Escudero
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