martes, 19 de noviembre de 2019

Jesús baja hasta las profundidades de nuestra miseria para salvarnos…..


2 Macabeos 6,18-31
En aquellos días, a Eleazar, uno de los principales escribas, hombre de edad avanzada y semblante muy digno, le abrían la boca a la fuerza para que comiera carne de cerdo. Pero él, prefiriendo una muerte honrosa a una vida de infamia, escupió la carne y avanzó voluntariamente al suplicio, como deben hacer los que son constantes en rechazar manjares prohibidos, aun a costa de la vida.
Los que presidían aquel sacrificio ilegal, viejos amigos de Eleazar, lo llevaron aparte y le propusieron que hiciera traer carne permitida, preparada por él mismo, y que la comiera, haciendo como que comía carne del sacrificio ordenado por el rey, para que así se librara de la muerte y, dada su antigua amistad, lo tratasen con consideración. Pero él, adoptando una actitud cortés, digna de sus años, de su noble ancianidad, de sus canas honradas e ilustres, de su conducta intachable desde niño y, sobre todo, digna de la Ley santa dada por Dios, respondió todo seguido: "¡Enviadme al sepulcro! Que no es digno de mi edad ese engaño. Van a creer muchos jóvenes que Eleazar, a los noventa años, ha apostatado, y, si miento por un poco de vida que me queda, se van a extraviar con mi mal ejemplo. Eso sería manchar e infamar mi vejez. Y, aunque de momento me librase del castigo de los hombres, no escaparía de la mano del Omnipotente, ni vivo ni muerto. Si muero ahora como un valiente, me mostraré digno de mis años y legaré a los jóvenes un noble ejemplo, para que aprendan a arrostrar voluntariamente una muerte noble por amor a nuestra santa y venerable Ley."
Dicho esto, se dirigió en seguida al suplicio. Los que lo llevaban, poco antes deferentes con él, se endurecieron, considerando insensatas las palabras que acababa de pronunciar. Él, a punto de morir a fuerza de golpes, dijo entre suspiros: "Bien sabe el Señor, que posee la santa sabiduría, que, pudiendo librarme de la muerte, aguanto en mi cuerpo los crueles dolores de la flagelación, y los sufro con gusto en mi alma por respeto a él." Así terminó su vida, dejando, no sólo a los jóvenes, sino a toda la nación, un ejemplo memorable de heroísmo y de virtud.
Palabra de Dios


Hoy la primera lectura nos trae un personaje como ese Eleazar. Dice que era un hombre de avanzada edad pero noble y su conducta era intachable. Eleazar un hombre coherente con la ley de Dios y fue tal su integridad que prefirió ir al martirio y morir que ser motivo de escándalo para otros. El queria dejarles un legado o un ejemplo noble a los jóvenes como Él bien lo dice en la lectura “  para que aprendan a arrostrar voluntariamente una muerte noble por amor a nuestra santa y venerable Ley “.

Esto que nos trae como enseñanza para nosotros?

El antitestimonio si que daña la fe. Algunos de nosotros podemos decir que en los primeros años de vida por ejemplo en la época de los abuelos, bisabuelos, tatarabuelos vimos el antitestimonio como también el testimonio de una verdadera vida Cristiana. Algunos aprendimos las primeras oraciones por nuestros padres, por una maestra o monja del colegio, pero también con dolor decimos que cuando éramos pequeños vimos como también algunos de la familia daban antitestimonio como por ejemplo siendo chismosos, calumniando a las personas, el odio que guardaban en sus corazones, la avaricia, rezaban y “ Piadosos frente al santísimo y en la eucaristía “ , pero incapaces de acercarse al hermano, carentes para ofrecer el perdón, con actitud vengativa, envidiosos, en fin. Y el problema es que esto sigue pasando. Por eso hay que orar mucho por nuestras familias y por las comunidades a la que pertenecemos para que sea el Espíritu Santo de Dios guiando y no el maligno dividiendo, trayendo duda y pleitos.

Este si es una llamado de atención para todos nosotros, cuantas veces con nuestras actitudes somos el obstaculos para que otros se acerquen a Dios. Tenemos muy buena relación vertical entre Dios y nosotros pero la relación horizontal entre nosotros y el hermano cuesta. Pidámosle al buen Dios  que nos ayude no tanto a no ser motivo de escándalo para otros sino más bien a que entendamos más que con la razón con el corazón lo que Tu nos quieres decir Señor con Tus Palabras. Qué esperas Tú Señor  de cada uno de nosotros, porque si somos extensión de Tu amor entonces danos la capacidad de acoger a los que quieren acercarse a ti como tu mismo los acoges, Amen.

Salmo 3 " El Señor me sostiene"

Lucas 19,1-10
En aquel tiempo, entró Jesús en Jericó y atravesaba la ciudad. Un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de distinguir quién era Jesús, pero la gente se lo impedía, porque era bajo de estatura. Corrió más adelante y se subió en una higuera, para verlo, porque tenía que pasar por allí. Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y dijo: "Zaqueo, baja en seguida, porque hoy tengo que alojarme en tu casa."
Él bajó en seguida y lo recibió muy contento. Al ver esto, todos murmuraban, diciendo: "Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador." Pero Zaqueo se puso en pie, y dijo al Señor: "Mira, la mitad de mis bienes, Señor, se la doy a los pobres; y si de alguno me he aprovechado, le restituiré cuatro veces más." Jesús le contestó: "Hoy ha sido la salvación de esta casa; también éste es hijo de Abrahán. Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido."
Palabra del Señor


El evangelio nos trae la historia de Zaqueo. Recordemos que el era jefe de publicanos y rico, él quería distinguir quién era Jesús pero como era bajo de estatura la gente le impedía verlo. Su curiosidad fue tal que se subió a una higuera para ver a Jesús. Jesús lo vio y le dijo que bajase y le dio una buena noticia “ hoy tengo que alojarme en tu casa.”.  

La curiosidad de Zaqueo hizo posible el encuentro con Jesús. Recuerdo una vez que una amiga me invito la primera vez a un grupo de oración, mi curiosidad me llevó a conocer más cerca a Jesús y a conocerme a profundidad.  El Señor es muy creativo y utiliza una manera, sino le funciona entonces el Señor utiliza otra manera y así sucesivamente hasta que nosotros nos dejemos encontrar por El.

Jesús siempre nos ve y nos tiene en su regazo. El nos cuida, nos ama, nos espera, nos perdona, nos bendice. El se hace el encontradizo para que nos demos cuenta que El nos ve, que El a estado siempre allí.  El problema es que esperamos que El aparezca como en hollywood, y el Señor se hace presente en lo sencillo, en el rostro del hermano, en la creación. A veces nos enfrascamos en los problemas, en el dolor, nos aislamos de los demás,  el centro es nuestro ombligo y al no levantar nuestra mirada entonces no le podemos ver.

Jesús llega a nuestra vida para cambiarla. El sigue entrando en nuestra vida a través de la Eucaristía,  de Su Palabra, a través del servicio y ayuda con los demás porque hay heridas que solo pueden ser sanadas a través del servicio comunitario. El nos busca en las profundidades de nuestra miseria para salvarnos. A El no le importa llegar hasta allí para rescatarnos, así es su gran amor. Jesús no es cómplice y no lo quiere ser cómplice de nuestros pecados, Él ama al pecador pero no el pecado.

Jesús danos la gracia de dar testimonio de Tu amor cada dia. No quiero ser un obstáculo para mis hermanos, quienes quieren acercarse a ti. Así como me esfuerzo de tener una buena relación contigo, ayúdame a tener una buena relación con los demás y más con aquellos que son diferentes a mi. Permite entender Tu mensaje con el corazón, descubrir qué es lo que Tu esperas de mí,  porque si soy extensión de Tu amor entonces dame la capacidad de acoger a los que quieren acercarse a ti como tu mismo los acoges. Jesús tú sigues buscando a Zaqueos y facilmente soy un Zaqueo que necesita ser transformado por tu amor, Amén.

Dios te bendiga,

Alabado sea Jesucristo por siempre sea Alabado!!!


--
Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

Encuentranos en : www.catolicosregina.com
Siguenos en facebook  https://facebook.com/orandoyviviendo/ 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Déjate iluminar para que puedas iluminar a otros con la Luz de Dios.

  Déjate iluminar para que puedas iluminar a otros con la Luz de Dios. Primera lectura Comienzo de la segunda carta del apóstol san Pablo a ...