miércoles, 20 de noviembre de 2019

Cuando Dios nos pide algo es la expresión de su amor que está lleno de sabiduría.


2 Macabeos 7, 1.20-31
En aquellos días, arrestaron a siete hermanos con su madre. El rey los hizo azotar con látigos y nervios para forzarlos a comer carne de cerdo, prohibida por la ley. Pero ninguno más admirable y digno de recuerdo que la madre. Viendo morir a sus siete hijos en el espacio de un día, lo soportó con entereza, esperando en el Señor. Con noble actitud, uniendo un temple viril a la ternura femenina, fue animando a cada uno, y les decía en su lengua: "Yo no sé cómo aparecisteis en mi seno; yo no os di el aliento ni la vida, ni ordené los elementos vuestro organismo. Fue el creador del universo, el que modela la raza humana y determina el origen de todo. Él, con su misericordia, os devolverá el aliento y la vida, si ahora os sacrificáis por la ley."
Antíoco creyó que la mujer lo despreciaba, y sospechó que lo estaba insultando. Todavía quedaba el más pequeño, y el rey intentaba persuadirlo, no sólo con palabras, sino que le juraba que si renegaba de sus tradiciones lo haría rico y feliz, lo tendría por amigo y le daría algún cargo. Pero como el muchacho no hacía ningún caso, el rey llamó a la madre y le rogaba que aconsejase al chiquillo para su bien. Tanto le insistió, que la madre accedió a persuadir al hijo; se inclinó hacia él y, riéndose del cruel tirano, habló así en su idioma: "Hijo mío, ten piedad de mí, que te llevé nueve meses en el seno, te amamanté y crié tres años y te he alimentado hasta que te has hecho un joven. Hijo mío, te lo suplico, mira el cielo y la tierra, fíjate en todo lo que contiene y verás que Dios lo creó todo de la nada, y el mismo origen tiene el hombre. No temas a ese verdugo, no desmerezcas de tus hermanos y acepta la muerte. Así, por la misericordia de Dios, te recobraré junto con ellos."
Estaba todavía hablando, cuando el muchacho dijo: "¿Qué esperáis? No me someto al decreto real. Yo obedezco los preceptos de la ley dada a nuestros antepasados por medio de Moisés. Pero tú, que has tramado toda clase de crímenes contra los hebreos, no escaparás de las manos de Dios."
Palabra de Dios


Salmo 16 " Al despertar, Señor, me saciaré de tu semblante."

Lucas 19,11-28
En aquel tiempo, dijo Jesús una parábola; el motivo era que estaba cerca de Jerusalén, y se pensaban que el reino de Dios iba a despuntar de un momento a otro. Dijo, pues: "Un hombre noble se marchó a un país lejano para conseguirse el título de rey, y volver después. Llamó a diez empleados suyos y les repartió diez onzas de oro, diciéndoles: "Negociad mientras vuelvo."
Sus conciudadanos, que le aborrecían, enviaron tras él una embajada para informar: "No queremos que él sea nuestro rey." Cuando volvió con el título real, mandó llamar a los empleados a quienes había dado el dinero, para enterarse de lo que había ganado cada uno. El primero se presentó y dijo: "Señor, tu onza ha producido diez." Él le contestó: "Muy bien, eres un empleado cumplidor; como has sido fiel en una minucia, tendrás autoridad sobre diez ciudades." El segundo llegó y dijo: "Tu onza, señor, ha producido cinco." A ése le dijo también: "Pues toma tú el mando de cinco ciudades." El otro llegó y dijo: "Señor, aquí está tu onza; la he tenido guardada en el pañuelo; te tenía miedo, porque eres un hombre exigente, que reclamas lo que no prestas y siegas lo que no siembras." Él le contestó: "Por tu boca te condeno, empleado holgazán. ¿Conque sabías que soy exigente, que reclamo lo que no presto y siego lo que no siembro? Pues, ¿por qué no pusiste mi dinero en el banco? Al volver yo, lo habría cobrado con los intereses."
Entonces dijo a los presentes: "Quitadle a éste la onza y dádsela al que tiene diez." Le replicaron: "Señor, si ya tiene diez onzas." "Os digo: 'Al que tiene se le dará, pero al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene.' Y a esos enemigos míos, que no me querían por rey, traedlos acá y degolladlos en mi presencia."" Dicho esto, echó a andar delante de ellos, subiendo hacia Jerusalén.
Palabra del Señor


El dia de ayer también leíamos la historia de Eleazar y hoy una mujer y sus 7 hijos que mueren por causa de su fe. En ambos casos cabe resaltar que ambos tenían una profunda convicción en su fe y que ante la prueba máxima como la muerte se mantuvieron firmes.  Eleazar estaba motivado por dos cosas una era darles buen ejemplo y lo segundo para que aprendieran los jóvenes lo que cuesta ser cristiano. Hoy la lectura nos enseña cómo estos 7 hijos tuvieron una creyente fiel y firme como fue su propia madre quien les ayudó a permanecer fieles a Dios. 

Cuántas veces el mal te quiere intimidar con pensamientos como “ te voy a destruir, vas a sufrir, no vas a ser capaz, eres muy poco, estás luchando contra la corriente, se van a burlar de ti… “. Cuando una persona pone su confianza en Cristo, es capaz de llegar hasta el límite esto lo podemos ver con los santos y santas que han muerto como mártires. Pidámosle al buen Dios que nos ayude a cuidar la fe recibida y hacerla que se fortalezca cada vez más teniendo un relación continua con El  para que en medio de las dificultades sea la misma Fe impulsandonos a permanecer fieles a Dios. Porque la lucha es constante y consiste en no defraudar a Dios movidos por Su amor.

El evangelio trae muchas enseñanzas pero solo hoy voy a tomar la primera parte de la lectura que nos dice "Un hombre noble se marchó a un país lejano para conseguirse el título de rey, y volver después. Llamó a diez empleados suyos y les repartió diez onzas de oro, diciéndoles: "Negociad mientras vuelvo.".

Inicialmente podemos deducir con lo que dice la primera parte de la lectura es que hombre noble le da a diez de sus empleados una tarea y les da a cada uno de ellos 1 onza. Parece que este hombre espera recibir ganancias cuando regresara, porque la lectura lo dice explícitamente  "Negociad mientras vuelvo.". Hasta aquí podemos pensar que estos diez empleados están trabajando para el hombre noble pero realmente no es así.

Continúa diciéndonos la lectura que el primero se presentó y dijo: "Señor, tu onza ha producido diez." Él le contestó: "Muy bien, eres un empleado cumplidor; como has sido fiel en una minucia, tendrás autoridad sobre diez ciudades." El segundo llegó y dijo: "Tu onza, señor, ha producido cinco." A ése le dijo también: "Pues toma tú el mando de cinco ciudades." . Date cuenta que el hombre noble no se quedó con la ganancia que cada uno de sus empleados le trajo sino que solo tomo lo que él les había dado que era una onza. Aquí con claridad nos damos cuenta que estos empleados no estaban trabajando para él sino para ellos mismos. Lo que esto significa que nuestro esfuerzo en realidad es para nuestro beneficio. Además esto no lo es todo. El hombre noble les dice “ tendrás autoridad sobre diez ciudades y al otro de 5." . Y es que cuando somos fieles y servidores del Señor también reinaremos con Él. Recordemos lo que nos dice en 2 Timoteo 2:12 “si perseveramos, también reinaremos con Él; si le negamos, Él también nos negará...” . La primera enseñanza es que no trabajamos para Dios, Él no necesita que trabajemos para El .

Por otra parte, Dios no va dejar de ser Dios porque lo amemos o lo dejemos de amar, Dios no va ser mas grande porque lo que hagamos o dejemos de hacer. Dios nos dejo sus mandamientos, sus consejos para nuestro bien. Si El no pide fidelidad, dar amor, ofrecer el perdón, servir, es para nuestro bien. Cada cosa que Dios nos pide es la expresión de su amor que está lleno de Su sabiduría. Segunda enseñanza los primeros beneficiados somos nosotros.

Mi amado Jesús, Tú pedagogía está llena de Tu sabiduría, cada tarea que me pides hacer es la expresión de tu amor porque el primer beneficiario soy yo. Si me pides fidelidad es para disfrutar tu paz, si me pides amor Tu me has amado primero, si me pides perdonar es porque mi corazón tendrá el gozo de la misericordia, si me pides servir es porque a través del servicio me vas a sanar, cada cosa que me pides es para mi bien. Dame la gracia de permanecer fieles a ti a pesar de las dificultades que se me presentan en el camino.Esta lucha es constante y no quiero defraudarte. Que tu amor me ayude a serte fiel hasta cuando llegue el encuentro definitivo contigo, Amen.

Dios te bendiga,

Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!!!

Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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