Hebreos 10,1-10
Hermanos: La Ley, que presenta sólo una sombra de los bienes definitivos y no la imagen auténtica de la realidad, siempre, con los mismos sacrificios, año tras año, no puede nunca hacer perfectos a los que se acercan a ofrecerlos. Si no fuera así, habrían dejado de ofrecerse, porque los ministros del culto, purificados una vez, no tendrían ya ningún pecado sobre su conciencia. Pero en estos mismos sacrificios se recuerdan los pecados año tras año. Porque es imposible que la sangre de los toros y de los machos cabríos quite los pecados.
Por eso, cuando Cristo entró en el mundo dijo: "Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, pero me has preparado un cuerpo; no aceptas holocaustos ni víctimas expiatorias. Entonces yo dije lo que está escrito en el libro: "Aquí estoy, oh Dios, para hacer tu voluntad."" Primero dice: "No quieres ni aceptas sacrificios ni ofrendas, holocaustos ni víctimas expiatorias", que se ofrecen según la ley. Después añade: "Aquí estoy yo para hacer tu voluntad." Niega lo primero, para afirmar lo segundo. Y conforme a esa voluntad todos quedamos santificados por la oblación del cuerpo de Jesucristo, hecha una vez para siempre.
Palabra de Dios
En días pasados decíamos que el mal de hombre que lo ha acompañado toda su vida es la desobediencia. Por eso en el calvario cuando Jesús está en la cruz no solo nos ensena su amor sino que también nos la obediencia a su padre, un sacrificio interior de su voluntad. Ese amor de Jesús por nosotros va más allá y en el fondo nos quiere llegar a la obediencia desde el amor.
Pero porque nosotros se nos dificulta obedecer ? porque nos encanta hacer lo que se nos venga en gana, porque pretendemos ser dioses y creemos que todo lo sabemos. Cuántas veces nos disgusta que las personas nos aconsejen, porque en el fondo es el ego que se hincha y nos dice “ Pero tu sabes mas que ese, porque le tienes que hacer caso “, “ Tu no necesitas de la aprobación de los demás “, “ Tú siempre has tenido todo y lo has logrado “.
Pero también algunos piensan que ser obedientes significa seguir las costumbres o tradiciones al pie de la letra y creen que están agradando a Dios pero se desentienden del dolor del hermano y la relación se convierte entre Dios y tu y entre tu y Dios.
Recordemos las Palabras del Señor “ Yo no quiero sacrificios “. Estos sacrificios era externos y miremos que el sacrificio de Jesús fue interno porque fue el sacrificio interior de su voluntad. Ese es el sacrificio que Dios quiere que hagamos, hacer la voluntad de Él. Por eso esta carta de los Hebreos muestra en dónde podemos buscar una religión no según nuestras simples costumbres o tradiciones sino según el agrado de Dios.
Salmo 39 “ Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad “
Marcos 3,31-35
En aquel tiempo, llegaron la madre y los hermanos de Jesús y desde fuera lo mandaron llamar. La gente que tenía sentada alrededor le dijo: "Mira, tu madre y tus hermanos están fuera y te buscan." Les contestó: "¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?" Y, paseando la mirada por el corro, dijo: "Éstos son mi madre y mis hermanos. El que cumple la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre."
Palabra de Dios
En días pasados decíamos que el mal de hombre que lo ha acompañado toda su vida es la desobediencia. Por eso en el calvario cuando Jesús está en la cruz no solo nos ensena su amor sino que también nos la obediencia a su padre, un sacrificio interior de su voluntad. Ese amor de Jesús por nosotros va más allá y en el fondo nos quiere llegar a la obediencia desde el amor.
Pero porque nosotros se nos dificulta obedecer ? porque nos encanta hacer lo que se nos venga en gana, porque pretendemos ser dioses y creemos que todo lo sabemos. Cuántas veces nos disgusta que las personas nos aconsejen, porque en el fondo es el ego que se hincha y nos dice “ Pero tu sabes mas que ese, porque le tienes que hacer caso “, “ Tu no necesitas de la aprobación de los demás “, “ Tú siempre has tenido todo y lo has logrado “.
Pero también algunos piensan que ser obedientes significa seguir las costumbres o tradiciones al pie de la letra y creen que están agradando a Dios pero se desentienden del dolor del hermano y la relación se convierte entre Dios y tu y entre tu y Dios.
Recordemos las Palabras del Señor “ Yo no quiero sacrificios “. Estos sacrificios era externos y miremos que el sacrificio de Jesús fue interno porque fue el sacrificio interior de su voluntad. Ese es el sacrificio que Dios quiere que hagamos, hacer la voluntad de Él. Por eso esta carta de los Hebreos muestra en dónde podemos buscar una religión no según nuestras simples costumbres o tradiciones sino según el agrado de Dios.
Salmo 39 “ Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad “
Marcos 3,31-35
En aquel tiempo, llegaron la madre y los hermanos de Jesús y desde fuera lo mandaron llamar. La gente que tenía sentada alrededor le dijo: "Mira, tu madre y tus hermanos están fuera y te buscan." Les contestó: "¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?" Y, paseando la mirada por el corro, dijo: "Éstos son mi madre y mis hermanos. El que cumple la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre."
Palabra de Dios
Te alabamos Senor
Hoy la primera lectura, el salmo y el evangelio están estrechamente relacionados dándonos el mismo mensaje “ La obediencia “. Cada vez que contemplamos un momento, un misterio de la vida de Cristo, por ejemplo en la sabiduría de sus Palabras al decirnos “ Éstos son mi madre y mis hermanos. El que cumple la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre “ estamos invitados a comprender de qué modo Dios entra en nuestra vida. El Señor aprovecha cualquier situación ya sea de dolor, de tristeza, de gozo para hacernos sentir su presencia. Luego nuestra tarea es reconocerlo, conocerlo, acogerlo y seguirlo. Reconocer a Jesús es ser consciente lo que hizo por cada uno de nosotros y lo que aún hace en nuestra vida. Pero además cómo está El presente en el necesitado, en el sufriente, en el desvalido, en el excluido. Conocer a Jesús es aprender a sentir como El, pensar como El, abrazar como Él desde el amor, el perdón, y la misericordia. Conocer a Jesús es reconocer quien soy yo y aceptarme tal cual soy y pedirle a Él que me ayude a ser como Él para ser un verdadero hi@ de Dios. Acoger a Jesús, es aprender sus enseñanzas y a la vez practicarlas con lo demás. Es dejar que la Palabra de Dios nos exhorte y nos corrija. Es dejar guiarnos por Su Santo Espíritu de Dios para poder llegar a dar frutos. Por último seguir a Jesús es hacer lo que Él hizo en el calvario, es negarse a uno mismo, sacrificar el interior de mi voluntad para agradar a Dios. Esta última parte es la más difícil. Porque hay días que somos como ángeles y seguimos al Señor, lo glorificamos con nuestros pensamientos y acciones, pero hay otros días que nuestras acciones dejan mucho que decir.
Descubramos que por la obediencia a la voluntad del Padre Cristo es Cristo, por esa obediencia nosotros somos cristianos. Cristianos que no solo sea el título de llamarnos así sino por nuestra coherencia de ser cristianos reconocimos a Cristo, llegamos a conocerlo, lo acogimos y porque por amor tomamos la decisión de seguirlo.
La base de nuestra felicidad es ser obedientes a ti mi Señor. Por eso te pido que me ayudes a seguirte con el corazón lleno de amor por ti. Que mi religiosidad no sea el cumplimiento de normas sino que siempre sea para agradarte y hacer siempre tu voluntad. Que si celebro la eucaristia es porque quiero encontrarme contigo y además deseo de alimentarme tanto de Tu Palabra como del Pan bajado del cielo que es la Hostia sagrada. Dame la gracia de tener un vida coherente como cristiano reconociendote como el señor de mi vida, aprendiendo de tus enseñanzas, acogiendote a través de los necesitados y dame el valor de tomar la decisión de seguirte. Amen, Amen, Amen.
Dios te bendiga,
Alabado sea Jesucristo!!
Tarea : No perder la esperanza y seguir luchando
Hoy la primera lectura, el salmo y el evangelio están estrechamente relacionados dándonos el mismo mensaje “ La obediencia “. Cada vez que contemplamos un momento, un misterio de la vida de Cristo, por ejemplo en la sabiduría de sus Palabras al decirnos “ Éstos son mi madre y mis hermanos. El que cumple la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre “ estamos invitados a comprender de qué modo Dios entra en nuestra vida. El Señor aprovecha cualquier situación ya sea de dolor, de tristeza, de gozo para hacernos sentir su presencia. Luego nuestra tarea es reconocerlo, conocerlo, acogerlo y seguirlo. Reconocer a Jesús es ser consciente lo que hizo por cada uno de nosotros y lo que aún hace en nuestra vida. Pero además cómo está El presente en el necesitado, en el sufriente, en el desvalido, en el excluido. Conocer a Jesús es aprender a sentir como El, pensar como El, abrazar como Él desde el amor, el perdón, y la misericordia. Conocer a Jesús es reconocer quien soy yo y aceptarme tal cual soy y pedirle a Él que me ayude a ser como Él para ser un verdadero hi@ de Dios. Acoger a Jesús, es aprender sus enseñanzas y a la vez practicarlas con lo demás. Es dejar que la Palabra de Dios nos exhorte y nos corrija. Es dejar guiarnos por Su Santo Espíritu de Dios para poder llegar a dar frutos. Por último seguir a Jesús es hacer lo que Él hizo en el calvario, es negarse a uno mismo, sacrificar el interior de mi voluntad para agradar a Dios. Esta última parte es la más difícil. Porque hay días que somos como ángeles y seguimos al Señor, lo glorificamos con nuestros pensamientos y acciones, pero hay otros días que nuestras acciones dejan mucho que decir.
Descubramos que por la obediencia a la voluntad del Padre Cristo es Cristo, por esa obediencia nosotros somos cristianos. Cristianos que no solo sea el título de llamarnos así sino por nuestra coherencia de ser cristianos reconocimos a Cristo, llegamos a conocerlo, lo acogimos y porque por amor tomamos la decisión de seguirlo.
La base de nuestra felicidad es ser obedientes a ti mi Señor. Por eso te pido que me ayudes a seguirte con el corazón lleno de amor por ti. Que mi religiosidad no sea el cumplimiento de normas sino que siempre sea para agradarte y hacer siempre tu voluntad. Que si celebro la eucaristia es porque quiero encontrarme contigo y además deseo de alimentarme tanto de Tu Palabra como del Pan bajado del cielo que es la Hostia sagrada. Dame la gracia de tener un vida coherente como cristiano reconociendote como el señor de mi vida, aprendiendo de tus enseñanzas, acogiendote a través de los necesitados y dame el valor de tomar la decisión de seguirte. Amen, Amen, Amen.
Dios te bendiga,
Alabado sea Jesucristo!!
Tarea : No perder la esperanza y seguir luchando
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† Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
Sandra Yudy Zapata Escudero
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