viernes, 27 de enero de 2017

Si Dios confía en ti, quien eres tu para no confiar en ti mismo?



Hebreos 10,32-39

Hermanos: Recordad aquellos días primeros, cuando, recién iluminados, soportasteis múltiples combates y sufrimientos: ya sea cuando os exponían públicamente a insultos y tormentos, ya cuando os hacíais solidarios de los que así eran tratados. Pues compartisteis el sufrimiento de los encarcelados, aceptasteis con alegría que os confiscaran los bienes, sabiendo que teníais bienes mejores, y permanentes. No renunciéis, pues, a vuestra valentía, que tendrá una gran recompensa. Os falta constancia para cumplir la voluntad de Dios y alcanzar la promesa. Un poquito de tiempo todavía, y el que viene llegará sin retraso; mi justo vivirá de fe, pero, si se arredra, le retiraré mi favor. Pero nosotros no somos gente que se arredra para su perdición, sino hombres de fe para salvar el alma.
Palabra de Dios


Hoy en la primera lectura tenemos dos hermosos mensajes ser valientes y hombres de Fe destinados para la salvación.

Hace días les había explicado el tema de la salvación, pero me gustaría volverlo a retomar. Cristo nos salvó con su muerte en cruz. Pero algunos cristianos no católicos piensan que Cristo una vez nos salvó y siempre salvo, lo cual esa afirmación no es bíblica y además si la miramos con detenimiento esto quiere decir que para que perseverar en Él sabiendo que ya tenemos la salvación ganada. Jesús nos salvó una vez en la cruz y nosotros debemos de perseverar en no perder esa salvación que un día Él nos la dio. Así en el dia de nuestra muerte seremos salvados si realmente nos esforzarnos en vivir en El y por El.  

Por eso esta carta de los Hebreos nos invita a ser valientes y perseverar en Cristo. Algunos podemos tener muy buenas intenciones de hacer cambios en nuestra vida. Pero no vale solo las intenciones hay que tomar la decisión y ser valientes en hacerlo. Otros por ejemplo toman la decisión de darle a su vida trascendencia pero ocurre que se dejan llevar por la condición humana que todos llevamos dentro como es el cansancio, la duda, la mediocridad, la deserción y lo que comenzó como entusiasmo puede fácilmente quedar solo en el querer.

Jesús cuando nos toca nos impulsa a salirnos de donde estamos tan cómodos y a la vez salir de la mediocridad. Recordemos cómo comienza la lectura “ Recordad aquellos días primeros, cuando, recién iluminados, soportasteis múltiples combates y sufrimientos. Unas veces fueron expuestos públicamente a insultos y tormentos; otras, compartiendo los sufrimientos de los hermanos que eran maltratados. Pues se compadecieron de los que estaban en la cárcel y aceptaron con alegría que los despojaran de sus bienes, sabiendo que están en posesión de otros bienes mejores y perdurables." . Con estas palabras el Señor nos pone en aviso que seguirlo a Él nos costará mucho, hasta lagrimas, tristeza, dolor en lo profundo del ser. Pero el futuro que nos ofrece el Señor es maravilloso   " no pierdan la confianza, pues la recompensa es grande. Lo que ahora necesitan es la perseverancia, para cumplir la voluntad de Dios alcanzar lo prometido”.  El Señor te quiere sacar de ese lodo en el que vives, de esa tristeza, de ese desánimo, de esas dudas, de ese vacío que tratas de llenarlo con cosas externas.

Porque el Señor nos dice  “ hombres de Fe destinados para la salvación” o también podemos decir “ El justo vivirá por Fe “.  Porque tenemos que tener esa Fe que mueve montañas, una fe sólida que solo Dios con su poder nos puede rescatar de lo que estamos viviendo. Me pongo a pensar aquellos cristianos que son perseguidos, encarcelados y en algunos casos asesinados como estaba la fe de ellos? Yo estoy que segurisima que su fe era sólida porque ni siquiera esas dificultades por las que tuvieron o tienen que pasar los hizo retroceder o negar de la fe. Así como el señor les habló a estos hombres convertidos al cristianismo y por causa de esto fueron rechazados, algunos veían como sus amigos, parientes y hasta socios les daban la espalda por haberse convertido al cristianismo, El Señor nos invita a la perseverancia y nos dice “  Un poquito de tiempo todavía “, en otras palabras nos dice “ falta poquito”.

Que las palabras del Señor nos invite a ser valientes y permanecer en Él aunque esto signifique volver a empezar de nuevo tu vida. No tengas miedo, que Dios tiene el poder de ponerte en ti semillas que producirán abundantes frutos. Solo es cuestion de Fe. !!! 

Salmo 36 “ El Señor es quien salva a los justos “

Marcos 4,26-34

En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: "El reino de Dios se parece a un hombre que echa simiente en la tierra. Él duerme de noche y se levanta de mañana; la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo. La tierra va produciendo la cosecha ella sola: primero los tallos, luego la espiga, después el grano. Cuando el grano está a punto, se mete la hoz, porque ha llegado la siega."

Dijo también: "¿Con qué podemos comparar el reino de Dios? ¿Qué parábola usaremos? Con un grano de mostaza: al sembrarlo en la tierra es la semilla más pequeña, pero después brota, se hace más alta que las demás hortalizas y echa ramas tan grandes que los pájaros pueden cobijarse y anidar en ellas." Con muchas parábolas parecidas les exponía la palabra, acomodándose a su entender. Todo se lo exponía con parábolas, pero a sus discípulos se lo explicaba todo en privado.
Palabra de Dios
Gloria a ti Senor Jesus
Hoy el Señor nos quiere exhortar a no fijarnos en las apariencias o quizá más aún: a desconfiar de lo que aparece y buscar el estilo y el plan de Dios en aquello que no aparece, en lo que no se impone por sí mismo ni se hace propaganda a sí mismo.

El Señor es capaz de hacer cosas mucho mejores que nosotros mismos. A veces nos creemos listos, sagaces, brillantes, inteligentes, sabios, pero cuando nos miramos hacia adentro y con una pequeña luz de sabiduría de Dios nos damos cuenta que no somos lo que pensamos y solo vivíamos en un engaño tratando de aparentar a los demás.

Quieres crecer y ser alguien fuerte, entonces acércate al Señor. El obra de una manera que ni te das cuenta, poco a poco su mensaje va calando en nuestro corazón, en nuestro pensamiento, en nuestro ser. He visto cómo algunas personas después de perseverar en Cristo, en creerle, en confiar y en esperar en El, cómo han crecido y se han vuelto fuertes. Uno se da cuenta cuando una persona está llena de fe y tiene madurez espiritual y es cuando llegan los momento difíciles tienen raíces profundas que solo eso lo da Cristo. Además demuestran en su manera de pensar, de actuar, de hablar y de sentir que están inundados del amor de Cristo y su fe la viven en cada momento de su vida.   

Señor hoy me invitas a ser valiente para reconocer que debo de hacer un cambio en mi vida. Este es el primer paso que debo de dar, reconocer lo que soy. Además me invitas a acogerte desde la Fe. Perdóname porque a veces dudo, porque quiero seguir viviendo en mi mediocridad, en la comodidad que trae el mundo. Dame la fuerza para levantarme porque a veces me siento cansado o por mas que lucho veo que estoy en el mismo lugar que comencé.  Quitame esta actitud derrotista que a veces llega a mi mente, que me inmoviliza y me desanima buscar una nueva vida en ti y para ti. Te pido que cuando me llegue la tristeza que pueda escuchar tus palabras que dicen “  no pierdas tu confianza en mí, pues la recompensa es grande. Lo que ahora necesitan es ser más perseverante, para cumplir la voluntad de Dios y alcanzar lo prometido”. Yo quiero recibir la recompensa que tu me ofreces como es el amor, la paz y la esperanza. Estas tres virtudes teologales que necesito para vivir. Ayúdame a crecer en la fe y tener raíces profundas para que cuando lleguen los momentos de dolor, de desengaño, de ingratitud, de enfermedad, de soledad, no pierda el amor, ni la paz en mi corazón y mucho menos la Fe, porque yo se en donde he puesto mi vida, en las manos de un Dios que todo lo puede, Amen, Amen, Amen.   

Dios te bendiga,

Alabado sea Jesucristo!!!

Tarea : Confiar en ustedes porque Dios confía en ustedes



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Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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