Hebreos 4,1-5.11
Hermanos: Temamos, no sea que, estando aún en vigor la promesa de entrar en su descanso, alguno de vosotros crea que ha perdido la oportunidad. También nosotros hemos recibido la buena noticia, igual que ellos; pero el mensaje que oyeron de nada les sirvió, porque no se adhirieron por la fe a los que lo habían escuchado. En efecto, entramos en el descanso los creyentes, de acuerdo con lo dicho: "He jurado en mi cólera que no entrarán en mi descanso", y eso que sus obras estaban terminadas desde la creación del mundo. Acerca del día séptimo se dijo: "Y descansó Dios el día séptimo de todo el trabajo que había hecho." En nuestro pasaje añade: "No entrarán en mi descanso." Empeñémonos, por tanto, en entrar en aquel descanso, para que nadie caiga, siguiendo aquel ejemplo de rebeldía.
Palabra de Dios
Hoy la primera lectura nos trae dos mensajes que debemos resaltar, La fe y el descanso. Si tengo Fe en Dios no debo de fatigarme porque Dios me da su descanso. Que quiero decir con esto? Que la Fe que depositamos en Dios es la certeza que no solo El nos escucha sino que además nos dará lo que mejor nos convenga. Muchos dicen tener fe pero cuando llega la dificultad tambalean en la Fe porque se angustian, pierden la alegría y la paz que nos da Dios. Por eso Dios nos dice También nosotros hemos recibido la buena noticia, igual que ellos; pero el mensaje que oyeron de nada les sirvió, porque no se adhirieron por la fe a los que lo habían escuchado. Por eso la Fe nos lleva a gozar del descanso del Señor si somos creyentes. Si creemos en lo que Dios nos dice.
Pero también esta lectura pareciera tener una contradicción porque primero nos invita a descansar, luego nos dice "He jurado en mi cólera que no entrarán en mi descanso". Hay que entender el contexto en que está escrito este libro y es que muchos de aquellos que se habían supuestamente convertido al cristianismo por tener una Fe tan tibia, nunca pudieron entrar en el descanso de Dios, ya que la situación que estaban viviendo los confrontaba en su fe. No es que Dios no quisiera que ellos disfrutaran la paz y la serenidad que Él nos da al estar con Él, No!. Ellos por causa de su actitud dudosa, insegura, e incrédula están destinados a no gozar de la paz de Dios. Así pues, no nos desanimemos frente a las dificultades, no dudemos del amor y la misericordia de Dios, no seamos incrédulos frente a las promesas de Dios.
Pero también la lectura nos dice que Dios descanso…. el descanso puede ser signo de muchas cosas como es desocupación, inactividad, a veces tenemos que descansar porque estamos fatigados o cansados. Pero si leemos de corrido esto Dios descanso pareciera como que Dios se cansara, lo cual no es verdad porque en el mismo Isaías 40, 28 nos dice "¿Acaso no lo sabes? ¿Es que no lo has oído? El Dios eterno, el Señor, el creador de los confines de la tierra no se fatiga ni se cansa" .
Por último recordemos que en Génesis nos dice que Dios descanso el septimo dia, para los Judíos es el Sábado pero para nosotros es el dia Domingo porque es cuando el Señor resucita. Porque es importante dedicar ese día para descansar. El Señor nos invita a descansar de nuestros trabajos para dedicarnos a "santificar" el día para el Señor, para dedicar tiempo a la Familia, para interiorizar y meditar lo que hemos hecho y lo que hemos dejado de hacer. El hombre debe aprender a no vivir para lo que vale menos que él sino a orientarse hacia quien vale más que todo y que todos. En el sábado, así entendido, el hombre reencuentra su dignidad, su vocación, su destino eterno, lo más íntimo y a la vez lo más alto de su mente, lo más puro y lo más bello de su corazón.
Salmo 77 “ No olvidéis las acciones de Dios “
Marcos 2,1-12
Cuando a los pocos días volvió Jesús a Cafarnaún, se supo que estaba en casa. Acudieron tantos que no quedaba sitio ni a la puerta. Él les preponía la palabra. Llegaron cuatro llevando un paralítico y, como no podían meterlo, por el gentío, levantaron unas tejas encima de donde estaba Jesús, abrieron un boquete y descolgaron la camilla con el paralítico. Viendo Jesús la fe que tenían, le dijo al paralítico: "Hijo, tus pecados quedan perdonados."
Unos escribas, que estaban allí sentados, pensaban para sus adentros: "¿Por qué habla éste así? Blasfema. ¿Quién puede perdonar pecados, fuera de Dios?" Jesús se dio cuenta de lo que pensaban y les dijo: "¿Por qué pensáis eso? ¿Qué es más fácil: decirle al paralítico "tus pecados quedan perdonados" o decirle "levántate, coge la camilla y echa a andar"? Pues, para que veáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados..." Entonces le dijo al paralítico: "Contigo hablo: Levántate, coge tu camilla y vete a tu casa." Se levantó inmediatamente, cogió la camilla y salió a la vista de todos. Se quedaron atónitos y daban gloria a Dios, diciendo: "Nunca hemos visto una cosa igual."
Palabra de Dios
Gloria a ti Senor Jesus
Hoy el evangelio como la primera lectura nos vuelven a que miremos como esta nuestra Fe. Tanto como de aquellos quienes ayudaron al Paralítico a acercarse a Jesús como a los presentes. Pero Jesús quiere sanar aquello que va más allá de la necesidad aparente, lo que humanamente ni siquiera podemos ver con nuestros propios ojos. Por eso la admiración y escándalo de los que estaban presentes frente a la actitud de Jesús. Por qué habla éste así? Blasfema. ¿Quién puede perdonar pecados, fuera de Dios?
Para Jesús la obra grande y primera es el perdón de los pecados. Recordemos que Juan Bautista decía “ Él es el cordero de Dios que quita los pecados del mundo “. Eso fue lo que Jesús primero hizo, perdonar los pecados del paralítico, que según parece sufría también de parálisis en su alma.
A veces nos enfocamos en pedirle al Señor milagros, esas sanaciones que son aparentes y visibles, sabiendo que la más importante es la sanación de nuestra alma. La condición humana a veces prefiere la salud para hacer la propia voluntad, antes que el perdón que establece en la voluntad del Creador. Pero Jesús que es compasivo y entiende nuestra situación nos sana primero de adentro hacia afuera. Osea nos sana de lo invisible que es el pecado para así podernos liberar de nuestras parálisis que son las visibles.
Jesús tú nos quieres ver de pie. Por eso hoy me dices “ levántate!, Yo tu Dios te he creado para que estés de pie, con tu mirada en alto porque Yo he he vuelto Tu dignidad como hijo de Dios. Quizás vas a caerte muchas veces, pero recuerda que en el arte de subir, lo importante no es no caer, sino no permanecer caído. Tu tienes mi mano que te sostiene siempre, no te sueltes de ella, porque debes tener el valor de levantarte y dejarte de levantar por mi las veces que sea necesario. Esta mano que te levanta muchas veces viene a través de la mano de un amigo, de la mano de los padres, de la mano de aquellos que te acompañan en la vida. Yo quiero que estés de pie siempre y recuerda que no importa lo que hagas o dejes de hacer siempre estare contigo donde vayas, Amen, Amen, Amen.
Dios te bendiga,
Alabado sea Jesucristo!!!Hoy el evangelio como la primera lectura nos vuelven a que miremos como esta nuestra Fe. Tanto como de aquellos quienes ayudaron al Paralítico a acercarse a Jesús como a los presentes. Pero Jesús quiere sanar aquello que va más allá de la necesidad aparente, lo que humanamente ni siquiera podemos ver con nuestros propios ojos. Por eso la admiración y escándalo de los que estaban presentes frente a la actitud de Jesús. Por qué habla éste así? Blasfema. ¿Quién puede perdonar pecados, fuera de Dios?
Para Jesús la obra grande y primera es el perdón de los pecados. Recordemos que Juan Bautista decía “ Él es el cordero de Dios que quita los pecados del mundo “. Eso fue lo que Jesús primero hizo, perdonar los pecados del paralítico, que según parece sufría también de parálisis en su alma.
A veces nos enfocamos en pedirle al Señor milagros, esas sanaciones que son aparentes y visibles, sabiendo que la más importante es la sanación de nuestra alma. La condición humana a veces prefiere la salud para hacer la propia voluntad, antes que el perdón que establece en la voluntad del Creador. Pero Jesús que es compasivo y entiende nuestra situación nos sana primero de adentro hacia afuera. Osea nos sana de lo invisible que es el pecado para así podernos liberar de nuestras parálisis que son las visibles.
Jesús tú nos quieres ver de pie. Por eso hoy me dices “ levántate!, Yo tu Dios te he creado para que estés de pie, con tu mirada en alto porque Yo he he vuelto Tu dignidad como hijo de Dios. Quizás vas a caerte muchas veces, pero recuerda que en el arte de subir, lo importante no es no caer, sino no permanecer caído. Tu tienes mi mano que te sostiene siempre, no te sueltes de ella, porque debes tener el valor de levantarte y dejarte de levantar por mi las veces que sea necesario. Esta mano que te levanta muchas veces viene a través de la mano de un amigo, de la mano de los padres, de la mano de aquellos que te acompañan en la vida. Yo quiero que estés de pie siempre y recuerda que no importa lo que hagas o dejes de hacer siempre estare contigo donde vayas, Amen, Amen, Amen.
Dios te bendiga,
Tarea : Ser Buenos amigos y no complices
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† Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
Sandra Yudy Zapata Escudero
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