viernes, 29 de marzo de 2019

Somos preciosos ante los ojos de Dios.




Oseas 14,2-10
Así dice el Señor: "Israel, conviértete al Señor Dios tuyo, porque tropezaste por tu pecado. Preparad vuestro discurso, volved al Señor y decidle: "Perdona del todo la iniquidad, recibe benévolo el sacrificio de nuestros labios. No nos salvará Asiria, no montaremos a caballo, no volveremos a llamar Dios a la obra de nuestras manos. En ti encuentra piedad el huérfano."
Yo curaré sus extravíos, los amaré sin que lo merezcan, mi cólera se apartará de ellos. Seré para Israel como rocío, florecerá como azucena, arraigará como el Líbano. Brotarán sus vástagos, será su esplendor como un olivo, su aroma como el Líbano. Vuelven a descansar a su sombra; harán brotar el trigo, florecerán como la viña; será su fama como la del vino del Líbano. Efraín, ¿qué te importan los ídolos? Yo le respondo y le miro: yo soy como un ciprés frondoso: de mí proceden tus frutos. ¿Quién es el sabio que lo comprenda, el prudente que lo entienda? Rectos son los caminos del Señor: los justos andan por ellos, los pecadores tropiezan en ellos."
Palabra de Dios


Salmo 80 " Yo soy el Señor, Dios tuyo: escucha mi voz"

Marcos 12,28b-34
En aquel tiempo, un escriba se acercó a Jesús y le preguntó: "¿Qué mandamiento es el primero de todos?" Respondió Jesús: "El primero es: "Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser." El segundo es éste: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo." No hay mandamiento mayor que éstos."
El escriba replicó: "Muy bien, Maestro, tienes razón cuando dices que el Señor es uno solo y no hay otro fuera de él; y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios." Jesús, viendo que había respondido sensatamente, le dijo: "No estás lejos del reino de Dios." Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.
Palabra de Dios


La primera lectura nos insiste “ Volver al Señor “. Te has puesto a pensar porque vivimos a veces mal? porque a veces nuestras tristezas, celos, envidias, rencores, miedos y angustias? por eso! porque nos apartamos del Señor.

San Ignacio de Loyola en sus ejercicios espirituales nos da unas pautas para saber si estamos cerca del Señor o si estamos alejados del Señor. Es importante saber esto, porque algunos pueden decir “ yo estoy con el Señor y reconozco al Señor “ pero no olvidemos lo que también dice en un pasaje de la Biblia “ Señor Señor , siempre estuve contigo “, pero el Señor te dirá “ Con tus labios pronunciabas mi nombre pero estabas lejos de mi “.

Ahora bien, cuáles son esas señales que nos indican que estamos cerca o alejados de Dios. Cuando vivimos desde la desesperanza, la tristeza, la angustia, los celos, la rabia, la envidia, el desánimo, la pereza, la soledad, estas son algunas de las señales que nos indican que estamos alejándonos del Dios. He escuchado que algunos se preguntan con tristeza y desánimo “ Cómo es posible que rezo, voy a la Eucaristía,  hago oraciones y leo la Palabra de Dios y a pesar de todo eso sigo sintiendo la misma tristeza. Cada dia me llegan más problemas y es como si mi vida fuera una tragedia”.

Les diré y les comparto mi experiencia personal. No es la manera del cómo oras, No son las cosas que hagas o dejes de hacer. Es la voluntad y docilidad que tienes para dejar que Dios entre en tu vida y la transforme, que El Tome tu voluntad.  Para eso el nos dio la inteligencia y la inteligencia es buscar la verdad de Dios con la ayuda del Espíritu Santo y El mismo Dios que nos dio la inteligencia nos dio la voluntad para ser obediente a Él.

Te has preguntado como nosotros que somos materia nos podemos relacionar con Dios que no es materia? No es algo imaginario y no es algo producto de la mente. Hay que partir de la realidad y es que el ser humano tiene cuerpo y alma y Dios es alma. Entonces el alma de Dios se comunica con nosotros a través de nuestra alma. Hasta ahí todo bien. Ahora como dos almas se comunican? las almas se comunican a través de la inteligencia. La inteligencia que nos ayuda? a conocer, aprender, a buscar la verdad. La inteligencia nos ayuda a buscar la verdad de Dios porque cómo vas a creer y confiar en Dios si no lo conoces? es imposible. Cuando tu conoces a Dios entonces entiendes sus mandatos, ves sus promesas que siempre las cumple y  te das cuenta que El desea lo mejor para cada uno de nosotros. Al conocerlo y confiar en Él entonces es allí donde comienza a trabajar nuestra voluntad. La voluntad de agradar y hacer la voluntad de Dios.

Entonces qué es convertirse ? Es comparar tu vida con los deseos de Dios. Es reconocer nuestros errores, nuestras equivocaciones, nuestra vida de falsedad. Antes de que halla o se de la conversión necesitamos el arrepentimiento.

Sabiendo que somos tan imperfectos entonces por dónde comenzar?
Hay que comenzar por el amor. Comenzar por el amor es como nos lo dijo hoy el Papa Francisco “ Somos preciosos para Dios, asi como Jesus no acuso a la mujer adultera, El no nos condena. El Señor desde su amor y su misericordia nos deja el Sacramento de la confesión porque la confesión es una paso de la miseria humana a la misericordia de Dios “.

Porque es importante la confesión? porque es el mismo Cristo perdonando nuestros pecados y nuestra vida cambia a través de la conversión. No olvidemos y esto es muy importante la conversión debe tener como centro el amor y el amor empieza en el amor a Dios.

Porque el amor de Dios trae orden a mi vida?
Si antes explicaba de los señales que es alejarme de Dios ahora vamos a ver cuales son las señales que me indican que estoy cerca de Él. Estos son algunos de los signos: la alegría, la paz, el gozo, el amor, el servicio, la ganas de conocer y aprender mas de Dios, el gusto por las cosas de Dios, la serenidad, la felicidad desbordante. Todos en el fondo buscamos ser felices. Ser felices siempre, no por un ratico, sino una felicidad que dura, profunda e interior. Después de tanto dar vueltas y buscar la felicidad en lugares equivocados al final nos damos cuenta que la vida humana cobra sentido donde encontramos la fuente de nuestro ser, donde está toda la sabiduría, de donde viene todo poder y ese es Dios. Por eso cuando digo que hay que comenzar por el amor es recuperando nuestro centro porque la meta última de todos nuestros propósitos y esfuerzos para encontrar la felicidad, la paz y el amor nos lleva finalmente al Senor.

Pidámosle al Señor que nos ayude a volver a nuestra esencia que es la fuente del amor que es El porque volver al amor de Dios es recuperar nuestra verdadera ruta.

Señor Jesús, gracias por este itinerario cuaresmal para prepararnos para la Pascua. Hoy me pides que vuelva hacia ti y es volver al centro de mi ser y es allí donde te encuentro. Ayúdame a reconocer que necesito arrepentirme, a darme cuenta como ha sido la relación contigo, la relación con los demás y la relación conmigo mismo para hacer una buena confesión. Gracias por no acusarme y verme precioso ante tus ojos, y por dejar el Sacramento de la confesión que es el paso de la miseria humana a la misericordia de Dios. Volver a tomar el camino hacia Dios es recuperar también el verdadero sentido a mi vida.

Dios te bendiga,

Alabado sea Jesucristo!!!!



--
Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

Encuentranos en : www.catolicosregina.com
Siguenos en facebook  https://facebook.com/orandoyviviendo/ 

Santa Misa


Lectio Divina

LA CELEBRACIÓN DE LA PASCUA JUNTA EN UNA MISMA FE A LOS QUE SE ENCUENTRAN CORPORALMENTE SEPARADOS

Vemos, hermanos míos, cómo vamos pasando de una fiesta a otra, de una celebración a otra, de una solemnidad a otra. Ahora ha llegado aquel tiempo en que todo vuelve a comenzar, a saber, el anuncio de la Pascua venerable, en la que el Señor fue inmolado. Nosotros nos alimentamos, como de un manjar de vida, y deleitamos siempre nuestra alma con la sangre preciosa de Cristo, como de una fuente; y, con todo, siempre estamos sedientos de esa sangre, siempre sentimos un ardiente deseo de recibirla. Pero nuestro Salvador está siempre a disposición de los sedientos y, por su benignidad, atrae a la celebración del gran día a los que tienen sus entrañas sedientas, según aquellas palabras suyas: El que tenga sed, que venga a mí y que beba.

No sólo podemos siempre acercarnos a saciar nuestra sed, sino que además, siempre que lo pedimos, se nos concede acceso al Salvador. El fruto espiritual de esta fiesta no queda limitado a un tiempo determinado, ni conoce el ocaso su radiante esplendor, sino que está siempre a punto para iluminar las mentes que así lo desean. Goza de una virtualidad ininterrumpida para con aquellos cuya mente está iluminada y que día y noche están atentos al libro sagrado, como aquel hombre a quien el salmo proclama dichoso, cuando dice: Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos, ni entra por la senda de los pecadores, ni se sienta en la reunión de los cínicos; sino que su gozo es la ley del Señor, y medita su ley día y noche. Ahora bien, el mismo Dios, amados hermanos, que al principio instituyó para nosotros esta fiesta, nos ha concedido poderla celebrar cada año; y el que entregó a su Hijo a la muerte por nuestra salvación nos otorga, por el mismo motivo, la celebración anual de esta santa solemnidad. Esta fiesta nos sostiene en medio de las miserias de este mundo; y ahora es cuando Dios nos comunica la alegría de la salvación, que irradia de esta fiesta, ya que en todas partes nos reúne espiritualmente a todos en una sola asamblea, haciendo que podamos orar y dar gracias todos juntos, como es de ley en esta fiesta. Este es el prodigio de su bondad: que él reúne para celebrarla a los que están lejos y junta en una misma fe a los que se encuentran corporalmente separados.

RESPONSORIO So 3, 8. 9; Jn 12, 32

V. Esperadme el día en que me levantaré como testigo —dice el Señor—;
R. Entonces daré a los pueblos labios puros, para que invoquen todos el nombre del Señor, para que le sirvan unánimes.
V. Yo, cuando sea levantado en alto sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí.
R. Entonces daré a los pueblos labios puros, para que invoquen todos el nombre del Señor, para que le sirvan unánimes.

ORACIÓN 
Infunde, Señor, tu gracia en nuestros corazones para que sepamos dominar nuestro egoísmo mundano y secundar las inspiraciones que nos vienen del cielo. Por nuestro Señor Jesucristo.

jueves, 28 de marzo de 2019

La terquedad rebelde del hombre y la terquedad de la misericordia de Dios!!!


Jeremías 7,23-28
Así dice el Señor: "Ésta fue la orden que di a vuestros padres: "Escuchad mi voz. Yo seré vuestro Dios, y vosotros seréis mi pueblo; caminad por el camino que os mando, para que os vaya bien." Pero no escucharon ni prestaron oído, caminaban según sus ideas, según la maldad de su corazón obstinado, me daban la espalda y no la frente. Desde que salieron vuestros padres de Egipto hasta hoy les envié a mis siervos, los profetas, un día y otro día; pero no me escucharon ni prestaron oído: endurecieron la cerviz, fueron peores que sus padres. Ya puedes repetirles este discurso, que no te escucharán; ya puedes gritarles, que no te responderán. Les dirás: "Aquí está la gente que no escuchó la voz del Señor, su Dios, y no quiso escarmentar. La sinceridad se ha perdido, se la han arrancado de la boca.""
Palabra de Dios


Salmo 94" Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: "No endurezcáis vuestro corazón."  

Lucas 11,14-23
En aquel tiempo, Jesús estaba echando un demonio que era mudo y, apenas salió el demonio, habló el mudo. La multitud se quedó admirada, pero algunos de ellos dijeron: "Si echa los demonios es por arte de Belzebú, el príncipe de los demonios."
Otros, para ponerlo a prueba, le pedían un signo en el cielo. Él, leyendo sus pensamientos, les dijo: "Todo reino en guerra civil va a la ruina y se derrumba casa tras casa. Si también Satanás está en guerra civil, ¿cómo mantendrá su reino? Vosotros decís que yo echo los demonios con el poder de Belzebú; y, si yo echo los demonios con el poder de Belzebú, vuestros hijos, ¿por arte de quién los echan? Por eso, ellos mismos serán vuestros jueces. Pero, si yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces es que el reino de Dios ha llegado a vosotros. Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros. Pero, si otro más fuerte lo asalta y lo vence, le quita las armas de que se fiaba y reparte el botín. El que no está conmigo está contra mí; el que no recoge conmigo desparrama."
Palabra de Dios


Hoy la primera lectura Jeremías nos muestra las causas para que nuestro corazón se endurezca: cuando no escuchamos la voz de los profetas, cuando escuchamos sólo nuestra propia voz y cuando no hay sinceridad en nuestros labios porque aprendimos a mentir.

Recordemos la lectura lo que dice “Así dice el Señor: "Ésta fue la orden que di a vuestros padres:  Escuchad mi voz. Yo seré vuestro Dios, y vosotros seréis mi pueblo; caminad por el camino que os mando, para que os vaya bien.". Ayer decíamos que Dios desde su misericordia nos deja a la mano las claves para vivir bien en este mundo, esto es obediencia a sus preceptos. Es respetar y seguir a los enviados de Cristo en esta tierra y orar para que sus siervos sean santos y santas.

Ayer hablábamos de la obediencia y hoy Jeremías nos recuerda cómo es la terquedad rebelde del hombre. Le lectura sigue diciéndonos “ Pero no escucharon ni prestaron oído, caminaban según sus ideas, según la maldad de su corazón obstinado, me daban la espalda y no la frente “. Así como hay una terquedad rebelde del hombre también hay una terquedad de la misericordia de Dios.

Porque somos tan tercos y obstinados a nuestros caprichos? Cuando creemos que somos unas biblias, que nuestra idea es mejor que la de los demás, cuando pensamos que los demás están equivocados y nosotros solo tenemos la razón, cuando con ligereza señalo, juzgo, crítico y hasta pienso que tengo todo el derecho de hacerlo es por una sencilla razón, estas padeciendo de la enfermedad que se llama orgullo. 
Una de las afirmaciones que hasta personalmente me da risa porque yo también he caído es en ese error que cuando decimos de dientes para afuera “ Yo nos soy orgullosa “, realmente estoy afirmando que si somos orgullosos. Todos de grado menor o mayor tenemos algo de orgullo y eso nos hace a ser tercos y rebeldes.

Cuando las personas tienen algún tipo de apego por ejemplo emocional, el orgullo no los deja reconocer que esa debilidad los domina. Se Justifica de una u otra manera ese apego porque somos incapaces de reconocer que tenemos un apego que nos domina. Es por eso que la lectura termina diciendo “ La sinceridad se ha perdido “. Ya hasta hemos aprendido a mentir.
Nosotros somos expertos en buscar algún tipo de justificación para quedar como “buenos”. Esas justificaciones se convierten en “ armas”, para cuidar y alimentar el ego. Esas armas que utilizamos nos hace fuertes y hasta nos sentimos invencibles.

Jesús que hace. Cuando nosotros dejamos que El entre a nuestro corazón?
Él llega y toca nuestra debilidad y nos muestra que no somos tan fuertes. El utiliza nuestras armas que algun dia nos hicieron fuertes y nos desarma. Como nos desarma Jesus? Mostrándonos que detrás toda esa máscara hay miedo, orgullo, rencor, envidia. Nos muestra realmente que es lo que hay en nuestro corazón. Jesús entra por la puerta de nuestra ridiculez y nos hace ver lo que realmente somos.   Porque lo hace? para humillarnos? para castigarnos? para hacernos sentir mal? Para nada. Jesús lo hace porque Él quiere que no nos arrastremos, que no mendigamos más amor, que no vivamos con apegos que solo nos hacen sufrir, que nos salgamos de esa carcaza del orgullo, que escuchemos Su Palabra y que no mintamos más!..

Jesús toma esa debilidad, eso que nos dominaba y muestra Su poder para liberarnos.  El mal tiene poder, claro que si, pero Jesús tiene más poder porque El agarra al hombre fuerte y libera a las personas que estaban en el poder del mal. Por esto Lucas dice que la expulsión del demonio es una señal evidente de que el Reino de Dios ha llegado.

Por último qué significa "El que no está conmigo, está contra mí. El que no recoge conmigo, desparrama". Mucha gente que no es cristiana práctica el amor, la bondad, la justicia, muchas veces hasta mejor que los cristianos. No podemos excluirlos. Son hermanos y obreros en la construcción del Reino. Nosotros los cristianos no somos dueños de Jesús. Es lo contrario; ¡Jesús es nuestro dueño!

Jesús, en este tiempo de cuaresma me vuelves a llevar hacia el camino profundo de mi corazón y me adviertes que hay tres peligros que hacen que mi corazón se endurezca: no escuchar a los profetas, solo escuchar mi propia voz y cuando no hay sinceridad en mi corazón. Dame la Gracia de reconocer la rebeldía por causa de mi orgullo y ayúdame a dejarte entrar por la puerta de mi debilidad para que Tu me muestres la miseria en mi actuar, en mi sentir y en mi pensar. Toma todas esas debilidades y transformarlas con Tu poder para darle la Gloria y el Honor al Dios de los cielos. Amen.

Dios te bendiga,

Alabado sea Jesucristo!!!!

--
Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

Encuentranos en : www.catolicosregina.com
Siguenos en facebook  https://facebook.com/orandoyviviendo/ 

Santa Misa de hoy


Lectio Divina

CONTEMPLACIÓN DE LA PASIÓN DEL SEÑOR

El verdadero venerador de la pasión del Señor tiene que contemplar de tal manera, con la mirada del corazón, a Jesús crucificado, que reconozca en él su propia carne.
Toda la tierra ha de estremecerse ante el suplicio del Redentor: las mentes infieles, duras como la piedra, han de romperse, y los que están en los sepulcros, quebradas las losas que los encierran, han de salir de sus moradas mortuorias. Que se aparezcan también ahora en la ciudad santa, esto es, en la Iglesia de Dios, como un anuncio de la resurrección futura, y lo que un día ha de realizarse en los cuerpos efectúese ya ahora en los corazones.

A ninguno de los pecadores se le niega su parte en la cruz, ni existe nadie a quien no auxilie la oración de Cristo. Si ayudó incluso a sus verdugos, ¿cómo no va a beneficiar a los que se convierten a él?
Se eliminó la ignorancia, se suavizaron las dificultades, y la sangre de Cristo suprimió aquella espada de fuego que impedía la entrada en el paraíso de la vida. La oscuridad de la vieja noche cedió ante la luz verdadera.
Se invita a todo el pueblo cristiano a disfrutar de las riquezas del paraíso, y a todos los bautizados se les abre la posibilidad de regresar a la patria perdida, a no ser que alguien se cierre a sí mismo aquel camino que quedó abierto, incluso, ante la fe del ladrón arrepentido.

No dejemos, por tanto, que las preocupaciones y la soberbia de la vida presente se apoderen de nosotros, de modo que renunciemos al empeño de conformamos a nuestro Redentor, a través de sus ejemplos, con todo el impulso de nuestro corazón. Porque no dejó de hacer ni sufrir nada que fuera útil para nuestra salvación, para que la virtud que residía en la cabeza residiera también en el cuerpo.
Y, en primer lugar, el hecho de que Dios acogiera nuestra condición humana, cuando la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros, ¿a quién excluyó de su misericordia, sino al infiel? ¿Y quién no tiene una naturaleza común con Cristo, con tal de que acoja al que a su vez lo ha asumido a él, puesto que fue regenerado por el mismo Espíritu por el que él fue concebido? Y además, ¿quién no reconocerá en él sus propias debilidades? ¿Quién dejará de advertir que el hecho de tomar alimento, buscar el descanso y el sueño, experimentar la solicitud de la tristeza y las lágrimas de la compasión es fruto de la condición humana del Señor?

Y como, desde antiguo, la condición humana esperaba ser sanada de sus heridas y purificada de sus pecados, el que era unigénito Hijo de Dios quiso hacerse también hijo de hombre, para que no le faltara ni la realidad de la naturaleza humana ni la plenitud de la naturaleza divina.
Nuestro es lo que, por tres días, yació exánime en el sepulcro y, al tercer día, resucitó; lo que ascendió sobre todas las alturas de los cielos hasta la diestra de la majestad paterna: para que también nosotros, si caminamos tras sus mandatos y no nos avergonzamos de reconocer lo que, en la humildad del cuerpo, tiene que ver con nuestra salvación, seamos llevados hasta la compañía de su gloria; puesto que habrá de cumplirse lo que manifiestamente proclamó: Si uno se pone de mi parte ante los hombres, yo también me pondré de su parte ante mi Padre del cielo.

RESPONSORIO 1 Co 1, 18. 23

V. El mensaje de la cruz es necedad para los que están en vías de perdición;
R. Pero para los que están en vías de salvación, para nosotros, es fuerza de Dios.
V. Nosotros predicamos a Cristo crucificado: escándalo para los judíos, necedad para los gentiles.
R. Pero para los que están en vías de salvación, para nosotros, es fuerza de Dios.

ORACIÓN
Te pedimos humildemente, Señor, que, a medida que se acerca la fiesta de nuestra salvación, vaya creciendo en intensidad nuestra entrega para celebrar dignamente el misterio pascual. Por nuestro Señor Jesucristo.

miércoles, 27 de marzo de 2019

Que hay que hacer para que una persona obedezca?



Deuteronomio 4,1.5-9
Moisés habló al pueblo, diciendo: "Ahora, Israel, escucha los mandatos y decretos que yo os mando cumplir. Así viviréis y entraréis a tomar posesión de la tierra que el Señor, Dios de vuestros padres, os va a dar. Mirad, yo os enseño los mandatos y decretos que me mandó el Señor, mi Dios, para que los cumpláis en la tierra donde vais a entrar para tomar posesión de ella. Ponedlos por obra, que ellos son vuestra sabiduría y vuestra inteligencia a los ojos de los pueblos que, cuando tengan noticia de todos ellos, dirán: "Cierto que esta gran nación es un pueblo sabio e inteligente."

Y, en efecto, ¿hay alguna nación tan grande que tenga los dioses tan cerca como lo está el Señor Dios de nosotros, siempre que lo invocamos? Y, ¿cuál es la gran nación, cuyos mandatos y decretos sean tan justos como toda esta ley que hoy os doy? Pero, cuidado, guárdate muy bien de olvidar los sucesos que vieron tus ojos, que no se aparten de tu memoria mientras vivas; cuéntaselos a tus hijos y nietos."
Palabra de Dios


Salmo 147 " Glorifica al Señor, Jerusalén"

Mateo 5,17-19
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "No creáis que he venido a abolir la Ley y los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud. Os aseguro que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la Ley. El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos. Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos."
Palabra de Dios
Te alabamos Señor


Hoy la primera lectura nos da unas claves para alcanzar la obediencia. Pero lo primero que nos viene a la mente es como hacer para que una persona obedezca, como aprender a obedecer y cómo enseñar la obediencia.

Pero qué es la obediencia desde la parte Bíblica? La obediencia es acercarnos a la voluntad de Dios. Es por eso que la realización de la voluntad de Dios en nuestra vida hace que alcancemos la santidad.

En la primera lectura nos trae las claves para ser obedientes. Hay que partir de la realidad que obedecer implica un sacrificio. Escuchar palabra sacrificio nos escandaliza porque es sentirnos aprisionados, es algo que incomoda, que molesta. Por eso en vez de resaltar la palabra de sacrificio más bien hagamos fuerza o pongamos el acento en lo que es “ tener clara la meta”. Cuando tenemos clara la meta hay una motivación de lo que se va a conseguir cuando sacrificamos algo.
Para que quede claro este ejemplo voy a traer un pasaje de la Biblia Mateo 19:27. Vemos como Pedro está desmotivado y de alguna manera le hace esta pregunta a Jesús “ Hemos dejado todo por seguirte, entonces que recibiremos? “. Jesús le afirma “ cualquiera que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o esposa, o hijos, o tierras por mi nombre, recibirá cien tantos, y heredará la vida eterna. ... “. Jesús lo motiva desde lo que va a conseguir, Pedro si es fiel al señor va recibir cien tantos y además heredará la vida eterna.
Algunos que somos padres de familia tenemos el reto con nuestros hijos para que sean niños y niñas obedientes. En vez de reforzar el castigo que van a recibir por no ser obedientes, más bien afirma o hazle más fuerza en los beneficios que ellos van a conseguir si son obedientes y además motivarlos para que logren la meta.

Otra clave para enseñar a ser obedientes es “enseñarles los mandatos de Dios “. Es imposible seguir las reglas sin no son claras, si no se entienden. Hay que enseñar que los mandatos o las leyes de Dios no son porque Él quería amargarnos la vida. Hay que entender que los mandatos de Dios nos lo pone a la mano para que entendamos que esas leyes o mandamientos son nuestra sabiduría e inteligencia.  Por eso la lectura dice “ Mirad, yo os enseño los mandatos y decretos que me mandó el Señor, mi Dios, para que los cumpláis en la tierra donde vais a entrar para tomar posesión de ella. Ponedlos por obra, que ellos son vuestra sabiduría y vuestra inteligencia a los ojos de los pueblos que, cuando tengan noticia de todos ellos, dirán: "Cierto que esta gran nación es un pueblo sabio e inteligente.".
Cuando digo saborear los mandamientos es entrar a la inteligencia de lo mandado que es hacernos preguntas profundas como el porque? y el para qué?.  Seguramente cuando comprendes y tienes claro el porqué y el para que sera mucho mas facil para cumplir las leyes de Dios porque eres más consciente que si Dios nos lo mando es para nuestro bien. Hay que utilizar la inteligencia para descubrir el amor de Dios.

La tercera clave para ser obedientes es “ No olvidar lo que vieron tus ojos...". Recordemos lo que dice la lectura “ Pero, cuidado, guárdate muy bien de olvidar los sucesos que vieron tus ojos, que no se aparten de tu memoria mientras vivas; cuéntaselos a tus hijos y nietos."
Así como el pecado tiene memoria, las bondades de Dios no se nos pueden olvidar. Personalmente una de las motivaciones que tengo en evangelizar y servir al Señor, es porque El desde su misericordia me invitó a servirle, Él me llamó, me hizo la invitación y la motivación para decirle “Si” fue al ver todo lo que ha hecho y sigue haciendo en mi. Las veces que me ha perdonado y me sigue perdonando, cómo me sano, como me libero, como me cambio mi lamento en baile.
Entonces que no se nos puede olvidar? todas las bendiciones que ha hecho el Señor en nuestra vida, reconocer su amor, su misericordia, su grandeza, su poder.

San Agustín, y después de él santa Catalina de Siena, hablaron de la memoria como de una de las "potencias" o "facultades" del alma. La memoria tiene poder porque somos en buena parte lo que recordamos ser. Es la memoria, en efecto, esa potencia que unifica nuestro ser a lo largo de la línea del tiempo, de modo tal que sin ella no tendríamos más que instantes inconexos, carentes de sentido y de vigor. Gracias a la memoria no tenemos que reinventar cada día lo que significa "vivir". ( Explicación de Fray Nelson Medina)

En Jesús la ley se cumple a plenitud, porque Él fue el santo de la obediencia. Recordemos lo que les decía anteriormente acerca de la obediencia. La obediencia nos acerca a la voluntad de Dios y la realización de la voluntad de Dios en nuestra vida hace que alcancemos la santidad.

Mi amado Jesús, tú que eres el Santo por obediencia te pido que me ayudes a ser obediente como tu aplicando estas tres claves que nos das a través de Tu Palabra.  Dame la gracia de aceptar con paz que la obediencia implica sacrificio. Que el mayor regalo que tengo si soy obediente a tus mandatos es encontrar la verdadera paz y alegría que tanto mi alma lo necesita. Regalame tu sabiduría para comprender el porqué y el para qué debo ser obediente a tus leyes, porque si tu me los pusiste al alcance de mi mano es para nuestro bien. Por último que no se me olvide todas las bendiciones que he recibido de parte tuya, todo lo que  haz hecho en mi vida, poder reconocer tu amor, tu misericordia, tu grandeza, tu poder. Amen, Amen, Amen.

Dios te bendiga,

Alabado sea Jesucristo!!!

--
Que la  paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en  el mio...
      Sandra Yudy Zapata Escudero

Encuentranos en : www.catolicosregina.com
Siguenos en facebook  https://facebook.com/orandoyviviendo/ 
 


Santa Misa


Lectio Divina

DICHOSOS LOS LIMPIOS DE CORAZÓN, PORQUE ELLOS VERÁN A DIOS

Si tú me dices: «Muéstrame a tu Dios», yo te diré a mi vez: «Muéstrame tú al hombre que hay en ti», y yo te mostraré a mi Dios. Muéstrame, por tanto, si los ojos de tu mente ven, y si oyen los oídos de tu corazón. Pues de la misma manera que los que ven con los ojos del cuerpo perciben con ellos las realidades de esta vida terrena y advierten las diferencias que se dan entre ellas —por ejemplo, entre la luz y las tinieblas, lo blanco y lo negro, lo deforme y lo bello, lo proporcionado y lo desproporcionado, lo que está bien formado y lo que no lo está, lo que es superfluo y lo que es deficiente en las cosas—, y lo mismo se diga de lo que cae bajo el dominio del oído —sonidos agudos, graves o agradables—, eso mismo hay que decir de los oídos del corazón y de los ojos de la mente, en cuanto a su poder para captar a Dios.

En efecto, ven a Dios los que son capaces de mirarlo, porque tienen abiertos los ojos del espíritu. Porque todo el mundo tiene ojos, pero algunos los tienen oscurecidos y no ven la luz del sol. Y no porque los ciegos no vean ha de decirse que el sol ha dejado de lucir, sino que esto hay que atribuírselo a sí mismos y a sus propios ojos. De la misma manera, tienes tú los ojos de tu alma oscurecidos a causa de tus pecados y malas acciones. El alma del hombre tiene que ser pura, como un espejo brillante. Cuando en el espejo se produce el orín, no se puede ver el rostro de una persona; de la misma manera, cuando el pecado está en el hombre, el hombre ya no puede contemplar a Dios. Pero puedes sanar, si quieres. Ponte en manos del médico, y él punzará los ojos de tu alma y de tu corazón. ¿Qué médico es éste? Dios, que sana y vivifica mediante su Palabra y su sabiduría. Pues por medio de la Palabra y de la sabiduría se hizo todo. Efectivamente, la Palabra del Señor hizo el cielo, el aliento de su boca, sus ejércitos. Su sabiduría está por encima de todo: Dios, con su sabiduría, puso el fundamento de la tierra; con su inteligencia, preparó los cielos; con su voluntad, rasgó los abismos, y las nubes derramaron su rocío. Si entiendes todo esto y vives pura, santa y justamente, podrás ver a Dios; pero la fe y el temor de Dios han de tener la absoluta preferencia de tu corazón, y entonces entenderás todo esto. Cuando te despojes de lo mortal y te revistas de la inmortalidad, entonces verás a Dios de manera digna. Dios hará que tu carne sea inmortal junto con el alma, y entonces, convertido en inmortal, verás al que es inmortal, con tal de que ahora creas en él.

RESPONSORIO Cf. 2 Co 6, 2. 4. S. 7

V. Ahora es el tiempo propicio, ahora es el día de salvación: acreditémonos ante Dios.
R. Por nuestra constancia en las tribulaciones, por nuestros ayunos, por nuestra sed de ser justos.
V. Acreditémonos siempre en todo como verdaderos servidores de Dios.
R. Por nuestra constancia en las tribulaciones, por nuestros ayunos, por nuestra sed de ser justos.

ORACIÓN
Penetrados del sentido cristiano de la Cuaresma y alimentados con tu palabra, te pedimos, Señor, que te sirvamos fielmente con nuestras penitencias y perseveremos unidos en la plegaria. Por nuestro Señor Jesucristo.

martes, 26 de marzo de 2019

Tu llevas cuentas para perdonar? porque llevar cuentas eso no deja sanar nuestro corazón.



Daniel 3,25.34-43
En aquellos días, Azarías se detuvo a orar y, abriendo los labios en medio del fuego, dijo: "Por el honor de tu nombre, no nos desampares para siempre, no rompas tu alianza, no apartes de nosotros tu misericordia. Por Abrahán, tu amigo; por Isaac, tu siervo; por Israel, tu consagrado; a quienes prometiste multiplicar su descendencia como las estrellas del cielo, como la arena de las playas marinas. Pero ahora, Señor, somos el más pequeño de todos los pueblos; hoy estamos humillados por toda la tierra a causa de nuestros pecados. En este momento no tenemos príncipes, ni profetas, ni jefes; ni holocausto, ni sacrificios, ni ofrendas, ni incienso; ni un sitio donde ofrecerte primicias, para alcanzar misericordia.
Por eso, acepta nuestro corazón contrito y nuestro espíritu humilde, como un holocausto de carneros y toros o una multitud de corderos cebados. Que éste sea hoy nuestro sacrificio, y que sea agradable en tu presencia: porque los que en ti confían no quedan defraudados. Ahora te seguimos de todo corazón, te respetamos y buscamos tu rostro, no nos defraudes, Señor. Trátanos según tu piedad, según tu gran misericordia. Líbranos con tu poder maravilloso y da gloria a tu nombre, Señor."
Palabra de Dios


Salmo 24 " Señor, recuerda tu misericordia"

Mateo 18,21-35

En aquel tiempo, se adelantó Pedro y preguntó a Jesús: "Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces?"
Jesús le contesta: "No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Y a propósito de esto, el reino de los cielos se parece a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus empleados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así. El empleado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo: "Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré todo." El señor tuvo lástima de aquel empleado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda.
Pero, al salir, el empleado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, agarrándolo, lo estrangulaba, diciendo: "Págame lo que me debes." El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba, diciendo: "Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré." Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía. Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo: "¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo pediste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?" Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda. Lo mismo hará con vosotros mi Padre del cielo, si cada cual no perdona de corazón a su hermano."
Palabra de Dios


La cuaresma nos invita a volver nuestra mirada a Dios y aceptar su amor. Ese amor que nos hace hasta llegar hacer locuras como el mismo Cristo lo hizo. Su locura de amor por nosotros no se bajó de la cruz y nosotros por el pecado lo llevamos a que El muriera en la cruz.

Cuaresma también es tiempo para el arrepentimiento. Un corazón arrepentido es aquel que reconoce su límite y admite que ha pecado. Como esto es posible? Cuando dejamos que la verdad del corazón de Dios ilumine toda la verdad de nuestro corazón. Tal como nos lo dice en esta primera lectura de hoy: una preciosa joya que muestra el genuino arrepentimiento.

El orgullo alimenta en el corazón la mentira. Nos enceguecemos de tal manera que solo nos oímos a nosotros mismos o solo estamos cerca de aquellas personas que nos dicen lo que nos gusta escuchar. De repente nos estrellamos con la realidad, descubrimos que todo era falso, que nuestra imagen era sólo fachada, que nuestro orgullo tenía bases engañosas, que no éramos tan buenos ni tan justos ni tan agradables como creíamos. Entonces brota como borbotones de sangre la verdad, de la que se ha dicho que duele. Pero lo que duele no es la verdad sino tener que romper con tantas mentiras.

Pero como nos damos cuenta que hay un sincero arrepentimiento?
Hay que reconocer el error y las fallas como también hacer acciones concretas de reparar el daño que hemos causado a otros. Solo habrá una sincero arrepentimiento cuando se siente un dolor santo de haber pecado, porque estamos frente a la verdad del corazón de Dios. Ante esta hermosa verdad no queda más que lanzarnos hacia los brazos de Papá Dios y con las lágrimas de contrición que limpian nuestros ojos podemos ver el rostro amoroso y perdonador del Dios Eterno.

Me gusta repetir esta frase de una Padre que dice “ El perdón es la expresión más elevada del amor “ y por eso cuando las personas dicen que el perdón se les acabó fue porque nunca existió el perdón. Porque el perdón es inagotable. Pero porque decimos que el perdón es inagotable? Algunos han entendido que perdonar es olvidar y hasta en ciertos casos recordar sin que duela. Perdonar no es hacer de cuenta que algo no existió, porque nadie puede luchar para siempre con la verdad del recuerdo que le hiere.

Miremos la relación del Perdón que Dios nos ofrece y el perdón que debemos de ofrecer a nuestros hermanos. Dios perdona una y otra vez y cada vez que lo hace nos hace una creación nueva. Así pues que cuando nosotros ofrecemos el perdón debemos ayudar a alguien a ser nuevo. Se parece mucho a crear. Y el que tiene poder para hacer algo nuevo se llama Dios, y la fuerza con que puede crear pertenece sólo a Él. Por eso el perdón es infinito, porque no depende del perdonado sino del perdonador, y como el perdonador es inagotable en su amor y en su poder, no hay límite para el perdón.

Claro algunos dirán “ Dios perdona siempre porque es Dios pero yo no soy Dios”.  Hoy en el  evangelio vemos la pregunta de Pedro a Jesús: “ Cuántas veces tengo que perdonar “. Fácilmente Pedro perdonó muchas veces a sus compañeros.  Es  allí donde Pedro pregunta el número de veces que hay que ofrecer el perdón. Porque lo hace? porque Pedro está llevando las cuentas. Seguramente también nos ha sucedido lo mismo. Uno a veces da estas afirmaciones “ Otra vez me va tocar perdonarlo! “, “ Hasta cuando te tendré que perdonar!”.

La raíz de nuestra dificultad para perdonar está en que llevamos "cuentas" y el único modo de superar ese mal hábito sucede cuando somos inundados por el amor y el poder de Dios.

Entonces si somos de los que llevamos las cuentas para ofrecer el perdón… Como dejar de hacerlo? Además qué significa ser inundados por el amor de Dios?
Recordemos en la 1 carta a los Corintios capítulo 13 que dice “ El amor no lleva cuentas “. Si tú has conocido y experimentado el verdadero amor de Dios no llevas cuentas. Si las cuentas desaparecen entonces nuestra capacidad de perdón aumenta, nuestra capacidad de entender la miseria humana aumenta, nuestra capacidad de comprender aumenta de la persona que cae, que vuelve a caer y sigue cayendo, nuestra capacidad también aumenta.

Voy a poner un ejemplo y es cuando una persona tiene que tomar las mediciones de la cantidad de lluvia que cae, y digamos que las mediciones son en centímetros. Ellos cada dia, o por semana van llevando su registro. Que pasa si en temporadas de lluvias se desborda el río e inunda las calles, y el agua se entra a las casas. El agua sube de tal manera que algunos tienen que utilizar los techos para conservar su vida. Crees que las medidas que esta persona llevaba le sirve para algo? esas medidas ya no tiene sentido porque el agua subió demasiado porque es una inundación.

Hoy Jesús nos da el verdadero secreto del perdón. El secreto del perdón es un corazón que se siente inundado,  poseído, transformado por el amor de Dios. Solo ese corazón es capaz de dejar llevar cuentas y cuando dejamos llevar cuentas somos capaces de perdonar incluso hasta lo que parecía que era imposible.

Señor hoy quiero y deseo que la verdad de Tu corazón ilumine toda la verdad de mi corazón. Reconozco que aun me falta reconocer que necesito de tu perdón, perdonar a los demás y perdonarme a mí mismo. Hoy me dices que  “ El amor no lleva cuentas “. Ayúdame a conocer y experimentar el verdadero amor que viene de ti para que yo aprenda a no llevar las cuentas de las ofensas, para que en mi  aumente la capacidad de perdón, y ayúdame a entender el barro que todos somos. Solo Quiero ser inundado de tu amor, ser poseído por ti y ser transformado por tu amor para ofrecer el regalo del perdón que es la expresión más elevada del amor.

Dios te bendiga,

Alabado sea Jesucristo!!!
--
Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

Encuentranos en : www.catolicosregina.com
Siguenos en facebook  https://facebook.com/orandoyviviendo/ 

Santa Misa de Hoy


Lectio Divina

LA ORACIÓN LLAMA, EL AYUNO INTERCEDE, LA MISERICORDIA RECIBE

Tres son, hermanos, los resortes que hacen que la fe se mantenga firme, la devoción sea constante, y la virtud permanente. Estos tres resortes son: la oración, el ayuno y la misericordia. Porque la oración llama, el ayuno intercede, la misericordia recibe. Oración, misericordia y ayuno constituyen una sola y única cosa, y se vitalizan recíprocamente. El ayuno, en efecto, es el alma de la oración, y la misericordia es la vida del ayuno. Que nadie trate de dividirlos, pues no pueden separarse. Quien posee uno solo de los tres, si al mismo tiempo no posee los otros, no posee ninguno. Por tanto, quien ora, que ayune; quien ayuna, que se compadezca; que preste oídos a quien le suplica aquel que, al suplicar, desea que se le oiga, pues Dios presta oído a quien no cierra los suyos al que le suplica. Que el que ayuna entienda bien lo que es el ayuno; que preste atención al hambriento quien quiere que Dios preste atención a su hambre; que se compadezca quien espera misericordia; que tenga piedad quien la busca; que responda quien desea que Dios le responda a él. Es un indigno suplicante quien pide para sí lo que niega a otro. Díctate a ti mismo la norma de la misericordia, de acuerdo con la manera, la cantidad y la rapidez con que quieres que tengan misericordia contigo. Compadécete tan pronto como quisieras que los otros se compadezcan de ti.

En consecuencia, la oración, la misericordia y el ayuno deben ser como un único intercesor en favor nuestro ante Dios, una única llamada, una única y triple petición. Recobremos con ayunos lo que perdimos por el desprecio; inmolemos nuestras almas con ayunos, porque no hay nada mejor que podamos ofrecer a Dios, de acuerdo con lo que el profeta dice: Mi sacrificio es un espíritu quebrantado: un corazón quebrantado y humillado tú no lo desprecias. Hombre, ofrece a Dios tu alma, y ofrece la oblación del ayuno, para que sea una hostia pura, un sacrificio santo, una víctima viviente, provechosa para ti y acepta a Dios. Quien no dé esto a Dios no tendrá excusa, porque no hay nadie que no se posea a sí mismo para darse. Mas, para que estas ofrendas sean aceptadas, tiene que venir después la misericordia; el ayuno no germina si la misericordia no lo riega, el ayuno se torna infructuoso si la misericordia no lo fecundiza: lo que es la lluvia para la tierra, eso mismo es la misericordia para el ayuno. Por más que perfeccione su corazón, purifique su carne, desarraigue los vicios y siembre las virtudes, como no produzca caudales de misericordia, el que ayuna no cosechará fruto alguno. Tú que ayunas, piensa que tu campo queda en ayunas si ayuna tu misericordia; lo que siembras en misericordia, eso mismo rebosará en tu granero. Para que no pierdas a fuerza de guardar, recoge a fuerza de repartir; al dar al pobre, te haces limosna a ti mismo: porque lo que dejes de dar a otro no lo tendrás tampoco para ti.

RESPONSORIO Tb 12, 8. 9

V. Buena es la oración con el ayuno y la limosna.
R. Pues purifica de todo pecado.
V. Ella hace alcanzar misericordia y obtiene la vida eterna.
R. Pues purifica de todo pecado.

ORACIÓN
Señor, que tu gracia no nos abandone, para que, entregados plenamente a tu servicio, sintamos sobre nosotros tu protección continua. Por nuestro Señor Jesucristo

lunes, 25 de marzo de 2019

Seis Palabras claves del evangelio en la anunciación del Señor y cual es la aplicacion para nuestra vida?



Isaías 7,10-14;8,10
En aquel tiempo, el Señor habló a Acaz: "Pide una señal al Señor, tu Dios: en lo hondo del abismo o en lo alto del cielo." Respondió Acaz: "No la pido, no quiero tentar al Señor." Entonces dijo Dios: "Escucha, casa de David: ¿No os basta cansar a los hombres, que cansáis incluso a mi Dios? Pues el Señor, por su cuenta, os dará una señal: Mirad: la virgen está encinta y da a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa "Dios-con-nosotros"."
Palabra de Dios


Salmo 39 " Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad"

Hebreos 10,4-10
Hermanos: Es imposible que la sangre de los toros y de los machos cabríos quite los pecados. Por eso, cuando Cristo entró en el mundo dijo: "Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, pero me has preparado un cuerpo; no aceptas holocaustos ni víctimas expiatorias. Entonces yo dije lo que está escrito en el libro: "Aquí estoy, oh Dios, para hacer tu voluntad."" Primero dice: "No quieres ni aceptas sacrificios ni ofrendas, holocaustos ni víctimas expiatorias", que se ofrecen según la Ley. Después añade: "Aquí estoy yo para hacer tu voluntad." Niega lo primero, para afirmar lo segundo. Y conforme a esa voluntad todos quedamos santificados por la oblación del cuerpo de Jesucristo, hecha una vez para siempre.
Palabra de Dios


Lucas 1,26-38
A los seis meses, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: "Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo." Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél. El ángel le dijo: "No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin." Y María dijo al ángel: "¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?" El ángel le contestó: "El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible." María contestó: "Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra." Y la dejó el ángel.
Palabra de Dios


Hoy nuestra iglesia celebra la Solemnidad de la Anunciación del Señor.  

Comienza la lectura diciéndonos “ El ángel, entrando en su presencia… “, osea nos conduce al encuentro personal con Dios desde la intimidad de nuestro corazón, al profundo de nuestro ser, de nuestra historia, allí donde Dios nos puede llegar y tocar.

Hoy en la lectura encontramos 6 palabras claves, ellas son:

- Alégrate!
En varios textos de la Biblia hemos escuchado que algunos profetas utiliza esta palabra “ Alégrate”.  Por ejemplo en Joel : "No temas, tierra, sino goza y alégrate, porque el Señor ha hecho cosas grandes…."(2,21-23); en Sofonías: "Gózate, hija de Sion, exulta, Israel, y alégrate con todo el corazón, hija de Jerusalén! El Señor ha revocado tu condena" (3,4); en Zacarías: "Gózate, exulta hija de Sion porque, he aquí, que yo vengo a morar en medio de ti, oráculo del Señor" (2,14).
En nuestro tiempo también debemos estar alegres porque debemos descubrir cómo el Señor ha hecho grandes cosas en nosotros, cuántas veces nos ha liberado de algún peligro, las bendiciones que siempre nos regala, el regalo de su perdón, vivir la experiencia de su amor y su presencia entre nosotros.

- El Señor está contigo
Que Palabras tan sencillas, luminosas y poderosas dichas por el Ángel a María. El Señor me levanta todas las veces que fallo, El esta conmigo siempre, Él me sostiene la vida. EStas palabras me dan confianza para seguir en esta vida.   Si yo existo, es porque Él está conmigo. Así como El esta conmigo y contigo que dicha fuera que nosotros también lo dejamos brillar en cada cosa que hagamos. Manifestar su amor, sus deseos, afectos, gustos, acciones y ternura con los que lo necesitan. Que los otros sientan y descubran el Cristo que vive en nosotros. 

- No temas
No recuerdo cuantas veces aparece en la Biblia la frase “ No temas “. El no quiere que se os olvide que Él está con nosotros, que Él no nos abandona, no nos olvida, no nos deja en poder del enemigo.  María sabe escuchar profundamente esta palabra y se la cree con fe plena, con absoluto abandono; Ella escucha y cree, acoge y vive también para nosotros. Ella es la mujer fuerte y animosa que se abre a la llegada del Señor, dejando caer todos los miedos, las incredulidades, las negativas. Ella repite este anuncio de Dios dentro de nuestra vida y nos invita a creer con Ella.

- Has encontrado gracia
"Señor, si he encontrado gracia a tus ojos…". Esta es la plegaria que sale más veces del corazón de hombres y mujeres que buscan refugio en el Señor; de ellos habla la Escritura, los encontramos en las encrucijadas de nuestras calles, cuando no sabemos bien a donde ir, cuando nos sentimos golpeados por la soledad o la tentación, cuando vivimos los abandonos, las traiciones, las desconfianzas que pesan sobre nuestra existencia. Cuando no tenemos a nadie y no logramos ni siquiera encontrarnos a nosotros mismos, entonces también nosotros, como ellos, nos ponemos a rezar repitiendo aquellas palabras: "Señor, si he encontrado gracias a tus ojos…". ¡Cuantas veces quizás las hemos repetido, también solo, en silencio!..
Dios desde su misericordia nos llena de su gracia y ya hemos encontrado todo aquello que estábamos siempre buscando y mucho más. Hemos recibido gratuitamente su gracia, su regalo, hemos sido colmados y ahora rebozamos.

- Para Dios nada hay imposible
Esta frase “ Para Dios nada es imposible “, me sacude en lo más profundo de mi ser. Mi fe está puesta a prueba, el Señor me prueba, me sondea, pone a prueba mi corazón. Desde lo pequeño y pobre que soy, Dios me hace partícipe de esta inmensidad de gracia; se me dice que también en mi vida lo imposible se convierte en posible. Sólo debo creer, sólo dar mi consentimiento. Pero esto significa dejarse sacudir por la potencia de Dios; entregarme a Él: que me cambia, me libera, me renueva. Nada de esto es imposible. Así es, hoy el Señor nos invita a renacer por la gracia a través de su palabra que me ha hablado, que me ha alcanzado hasta el punto más profundo del corazón.

- Heme aquí
Y ahora no puedo huir, Él toca la puerta, Él nos habla al corazón, El está esperando nuestra respuesta.  La cita del amor, de la alianza entre Él y yo se había señalado precisamente en esta palabra. Dios se ha acercado primero para invitarnos y hacer parte de su plan. El espera de nosotros esa respuesta para sellar la alianza de caminar con El, de Vivir con y para El.
En el versículo donde María dice “ Heme aquí “, ella se abre , se ofrece a Dios y es allí donde se realiza el encuentro, la unión para siempre.  Dios entra en el hombre y el hombre se convierte en lugar de Dios.
Este llamado de Dios a la puerta del corazón de María, ella responde generosamente con un sí por la gracia de Dios y solo Dios necesita nuestro sí para poder obrar todo. Dios desde su amor y ternura revela el cómo se podrá lograr a cabo su misión pero sin violar, sin exigir, sin violentar, sin invader.

Que significa el “ Sí “ de María? podemos decir que es disposición, obediencia, fe y confianza. Ella sabe que para Dios nada es imposible, no tiene dudas, no endurece su corazón ni su mente, no hace cálculos; ella solamente quiere disponerse, abrirse, dejarse alcanzar del amor de Dios para que toque lo que humanamente es posible.  Ella desde su pobreza como criatura se entrega absolutamente, una fe actuante porque es abandono total.

Padre mío, tu has bajado hasta mí, me has tocado el corazón, me has hablado, prometiéndome gozo, presencia, salvación. En la gracia del Espíritu Santo, que me ha cubierto con su sombra, también yo junto a María, he podido decirte mi sí, el "Heme aquí" de mi vida por ti. Ahora no me queda nada más que la fuerza de tu promesa, tu verdad: "Concebirás y darás a la luz Jesús". Señor, aquí tienes el seno abierto de mi vida, de mi ser, de todo lo que soy. Pongo todo en tu corazón. Tú, entra, ven, desciende te ruego a fecundarme, hazme generadora de Cristo en este mundo. El amor que yo recibo de ti, en medida desbordante, encuentre su plenitud y su verdad cuando alcance a los hermanos y hermanas que tú pones en mi camino. Nuestro encuentro, oh Padre, sea abierto, sea don para todos; sea Jesús, el Salvador. Amén.

Dios te bendiga,

Alabado sea Jesucristo!!!

--
Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

Encuentranos en : www.catolicosregina.com
Siguenos en facebook  https://facebook.com/orandoyviviendo/ 

Santa Misa de Hoy


Lectio Divina

EL MISTERIO DE NUESTRA RECONCILIACIÓN

La majestad asume la humildad, el poder la debilidad, la eternidad la mortalidad; y, para saldar la deuda contraída por nuestra condición pecadora, la naturaleza invulnerable se une a la naturaleza pasible; de este modo, tal como convenía para nuestro remedio, el único y mismo mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús, hombre también él, pudo ser a la vez mortal e inmortal, por la conjunción en él de esta doble condición.

El que es Dios verdadero nace como hombre verdadero, sin que falte nada a la integridad de su naturaleza humana, conservando la totalidad de la esencia que le es propia y asumiendo la totalidad de nuestra esencia humana. Y, al decir nuestra esencia humana, nos referimos a la que fue plasmada en nosotros por el Creador, y que él asume para restaurarla.

Esta naturaleza nuestra quedó viciada cuando el hombre se dejó engañar por el maligno, pero ningún vestigio de este vicio original hallamos en la naturaleza asumida por el Salvador. Él, en efecto, aunque hizo suya nuestra misma debilidad, no por esto se hizo partícipe de nuestros pecados.
Tomó la condición de esclavo, pero libre de la sordidez del pecado, ennobleciendo nuestra humanidad sin mermar su divinidad, porque aquel anonadamiento suyo —por el cual, él, que era invisible, se hizo visible, y él, que es el Creador y Señor de todas las cosas, quiso ser uno más entre los mortales— fue una dignación de su misericordia, no una falta de poder. Por tanto, el mismo que, permaneciendo en su condición divina, hizo al hombre es el mismo que se hace él mismo hombre, tomando la condición de esclavo.

Y, así, el Hijo de Dios hace su entrada en la bajeza de este mundo, bajando desde el trono celestial, sin dejar la gloria que tiene junto al Padre, siendo engendrado en un nuevo orden de cosas.
En un nuevo orden de cosas, porque el que era invisible por su naturaleza se hace visible en la nuestra, el que era inaccesible a nuestra mente quiso hacerse accesible, el que existía antes del tiempo empezó a existir en el tiempo, el Señor de todo el universo, velando la inmensidad de su majestad, asume la condición de esclavo, el Dios impasible e inmortal se digna hacerse hombre pasible y sujeto a las leyes de la muerte.

El mismo que es Dios verdadero es también hombre verdadero, y en él, con toda verdad, se unen la pequeñez del hombre y la grandeza de Dios.
Ni Dios sufre cambio alguno con esta dignación de su piedad, ni el hombre queda destruido al ser elevado a esta dignidad. Cada una de las dos naturalezas realiza sus actos propios en comunión con la otra, a saber, la Palabra realiza lo que es propio de la Palabra, y la carne lo que es propio de la carne.
En cuanto que es la Palabra, brilla por sus milagros; en cuanto que es carne, sucumbe a las injurias. Y así como la Palabra retiene su gloria igual al Padre, así también su carne conserva la naturaleza propia de nuestra raza.

La misma y única persona, no nos cansaremos de repetirlo, es verdaderamente Hijo de Dios y verdaderamente hijo del hombre. Es Dios, porque en el principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios; es hombre, porque la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros.

RESPONSORIO Cf. Lc 1, 31. 42

V. Recibe la palabra, Virgen María, que el Señor te anuncia por medio del ángel: concebirás y darás a luz al Dios hecho hombre.
R. Para que te llamen bendita entre las mujeres.
V. Darás a luz un hijo sin perder tu virginidad, concebirás en tu seno y serás madre siempre intacta.
R. Para que te llamen bendita entre las mujeres.

ORACIÓN
Señor, tú has querido que la Palabra se encarnase en el seno de la Virgen María; concédenos, en tu bondad, que a cuantos confesamos a nuestro Redentor, como Dios y como hombre verdadero, lleguemos a hacernos semejantes a él en su naturaleza divina. Por nuestro Señor Jesucristo.

viernes, 22 de marzo de 2019

La raíz de la envidia es el temor. La única manera de vencer la envidia es de dos maneras reconocer que Dios es generoso y con la oración. 


Qué hay detrás de la envidia? la raíz de la envidia es el miedo.


Génesis 37,3-28
José era el preferido de Israel, porque le había nacido en la vejez, y le hizo una túnica con mangas. Al ver sus hermanos que su padre lo prefería a los demás, empezaron a odiarlo y le negaban el saludo. Sus hermanos trashumaron a Siquém con los rebaños de su padre. Israel dijo a José: "Tus hermanos deben estar con los rebaños en Siquém; ven, que te voy a mandar donde están ellos."
José fue tras sus hermanos y los encontró en Dotán. Ellos lo vieron desde lejos. Antes de que se acercara, maquinaron su muerte. Se decían unos a otros: "Ahí viene el de los sueños. Vamos a matarlo y a echarlo en un aljibe; luego diremos que una fiera lo ha devorado; veremos en qué paran sus sueños." Oyó esto Rubén, e intentando salvarlo de sus manos, dijo: "No le quitemos la vida." Y añadió: "No derraméis sangre; echadlo en este aljibe, aquí en la estepa; pero no pongáis las manos en él." Lo decía para librarlo de sus manos y devolverlo a su padre. Cuando llegó José al lugar donde estaban sus hermanos, lo sujetaron, le quitaron la túnica con mangas, lo cogieron y lo echaron en un pozo vacío, sin agua. Y se sentaron a comer. Levantando la vista, vieron una caravana de ismaelitas que transportaban en camellos goma, bálsamo y resina de Galaad a Egipto. Judá propuso a sus hermanos: "¿Qué sacaremos con matar a nuestro hermano y con tapar su sangre? Vamos a venderlo a los ismaelitas y no pondremos nuestras manos en él, que al fin es hermano nuestro y carne nuestra." Los hermanos aceptaron. Al pasar unos comerciantes madianitas, tiraron de su hermano, lo sacaron del pozo y se lo vendieron a los ismaelitas por veinte monedas. Éstos se llevaron a José a Egipto.
Palabra de Dios


Salmo 104 " Recordad las maravillas que hizo el Señor"

Mateo 21,33-43.45-46

En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: "Escuchad otra parábola: Había un propietario que plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó en ella un lagar, construyó la casa del guarda, la arrendó a unos labradores y se marchó de viaje. Llegado el tiempo de la vendimia, envió sus criados a los labradores, para percibir los frutos que le correspondían. Pero los labradores, agarrando a los criados, apalearon a uno, mataron a otro, y a otro lo apedrearon. Envió de nuevo otros criados, más que la primera vez, e hicieron con ellos lo mismo. Por último les mandó a su hijo, diciéndose: "Tendrán respeto a mi hijo." Pero los labradores, al ver al hijo, se dijeron: "Éste es el heredero: venid, lo matamos y nos quedamos con su herencia." Y, agarrándolo, lo empujaron fuera de la viña y lo mataron. Y ahora, cuando vuelva el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?"
Le contestaron: "Hará morir de mala muerte a esos malvados y arrendará la viña a otros labradores, que le entreguen los frutos a sus tiempos." Y Jesús les dice: "¿No habéis leído nunca en la Escritura: "La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente"? Por eso os digo que se os quitará a vosotros el reino de Dios y se dará a un pueblo que produzca sus frutos." Los sumos sacerdotes y los fariseos, al oír sus parábolas, comprendieron que hablaba de ellos. Y, aunque buscaban echarle mano, temieron a la gente, que lo tenía por profeta.
Palabra de Dios
Te alabamos Señor


Hoy la primera lectura y el evangelio nos muestra un mal que a todos nos hace mucho daño y es la envidia.

Pero detrás de la envidia realmente que hay? Si vemos con detenimiento ambas lecturas ellas tienen algo en común, miedo. Miedo a que? a perder algo.

En la primera lectura comienza diciéndonos que José era el preferido de su Padre  y sus hermanos al ver esto lo empezaron a odiar y a negarle el saludo. Estas actitudes nos muestran que los hermanos pensaban que esta preferencia del padre hacia José les iba a quitar o robar el amor hacia ellos. En resumen, los hermanos de José juzgan al Padre y piensan que el Padre le va dejar todo, osea afecto, y posesiones a su hijo preferido Jose. Ese temor termina en casi acabar su vida, pero Dios de alguna manera no lo permite porque todos sabemos como termina esta historia. Esta envidia termina que José es vendido como un esclavo de los egipcios. Pero Dios responde a la raíz del miedo de los hermanos de José. Cómo responde Dios? con una bendición!

Recordemos que José termina siendo el gran administrador de Egipto y cuando llega la hambruna, sus hermanos van a Egipto y es el mismo José quien les da alimento no solo a ellos sino que además les perdona lo que hicieron con El. 

En el evangelio nos narra el dueño de la viña quien arrienda a unos labradores y cada vez que envía a sus criados para recibir los frutos, algunos de ellos fueron golpeados, otros  apedreados y hasta uno asesinado.  Cual era la razón de tanto enojo? La envidia. Ellos no han entendido que si el dueño de la viña le va bien en la cosecha ellos aun van a tener trabajo. Los labradores no solo son desagradecidos con el dueño de la Viña sino que además la envidia de querer más los enceguece. 

Que es la envidia? es ver mal, es ver con malos ojos y hasta desear lo malo. Es pretender dañar la felicidad y la alegría del otro. La envidia es como un cáncer que va creciendo y si miramos en la Biblia vemos que por envidia Jesus término en la cruz y por envidia José fue vendido por sus propios hermanos como esclavo.

En el fondo de la envidia lo que esconde es un miedo, un miedo que nos hace juzgar, juzgar que asi como yo actúo el otro actúa. Por ejemplo, si yo soy egoísta entonces pienso que el otro es egoísta y va actuar de la misma manera que yo. Si yo soy deshonesto, entonces pienso que el otro va actuar de la misma manera  que yo, entonces juzgo al otro que va actuar deshonestamente.

Hay dos maneras de combatir la envidia. Una manera es estar convencidos que somos coherederos con Cristo, osea asi como tenemos unos deberes como hijos de Dios tenemos también unos derechos y la segunda manera de combatir la envidia es la oración.

Que significa que somos coherederos?
El significado de la real academia nos dice que un coheredero se dice de una persona que sucede por medio de una herencia que por ley o testamento se recibe juntamente con otras personas bajo del mismo documento y así del otorgamiento de los bienes de manera conjunta.
Según la bIblia en Romanos 8: 16-17, dice” El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con Él, para que juntamente con Él seamos glorificados.”. Lo que significa que no debemos de acabar con la imagen de Cristo que vive en nosotros y es por eso que debemos esforzarnos de pensar y actuar con amor como lo hizo Cristo.

Para que nos quede más claro lo explicare con un ejemplo: es el caso cuando nos damos cuenta de una infidelidad de nuestro cónyuge.

En este caso cuando una persona está pasando por una decepción amorosa al darse cuenta que su cónyuge tiene otra persona tiene varias opciones. Una es separarse inmediatamente, otra opción es hacerle la vida imposible al cónyuge, la otra opción es agredir a la tercera persona y en algunos casos hasta maquinan su muerte y la otra es orar por el cónyuge, el que tiene la crisis. La más sana es esta última, orar por el cónyuge y también por la tercera persona, esa persona que se metió en la relación. Orar por el cónyuge es porque tiene una crisis y tener paciencia, mucha paciencia que Dios te lo hará de recompensar. También debemos orar por la tercera persona, para que Dios desde su sabiduría le de o l@ llene de lo que le hace falta. Eso es pensar con amor y actuar con amor como Cristo.

Por eso la segunda manera de combatir la envidia es la oración. Orar por nuestros enemigos, el mismo Cristo nos lo dijo. 

Hoy el Señor nos invita a cada uno de nosotros a reconocer lo necesitados que estamos de Él y tanto daño que nos hace la envidia. Pidámosle al Señor que nos ayude a descubrir las palabras fundamentales del evangelio,  perdón, gracia, compasión, amor, alegría.

Señor Jesús, hoy me recuerdas el daño que hace alimentar la envidia en mi corazón. Con tu Palabra me exhortas y me pides que combata la envidia de dos maneras aceptando que soy coheredero con Cristo lo que significa que debo de dejar brillar la bondad, el amor, la paz, la misericordia, la alegría en mi corazon y mas a mis enemigos. Lo segundo hoy me pides que ore por ellos para que el Buen Dios desde su bondad y sabiduría los llene de aquellas cosas que ellos necesitan. Porque Dios tiene el poder de convertir el temor en bendición tanto para el que sufre como para el que lo padece. Amen,Amen, Amen. 

Dios te bendiga,

Alabado sea Jesucristo!!!


--
Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

Encuentranos en : www.catolicosregina.com
Siguenos en facebook  https://facebook.com/orandoyviviendo/ 

Santa Misa


Lectio Divina

LA ALIANZA DEL SEÑOR

Moisés dice al pueblo en el Deuteronomio: El Señor, nuestro Dios, hizo alianza con nosotros en el Horeb; no hizo esa alianza con nuestros padres, sino con nosotros. ¿Por qué razón no la hizo con nuestros padres? Porque la ley no ha sido instituida para el justo; y los padres eran justos, tenían la eficacia del decálogo inscrita en sus corazones y en sus almas, amaban a Dios, que los había creado, y se abstenían de la injusticia con respecto al prójimo: razón por la cual no había sido necesario amonestarlos con un texto de corrección, ya que llevaban la justicia de la ley dentro de ellos. Pero cuando esta justicia y este amor hacia Dios cayeron en olvido y se extinguieron en Egipto, Dios, a causa de su mucha misericordia hacia los hombres, tuvo que manifestarse a sí mismo mediante la palabra. Con su poder, sacó de Egipto al pueblo para que el hombre volviese a seguir a Dios; y afligía con prohibiciones a sus oyentes, para que nadie despreciara a su Creador. Y lo alimentó con el maná, para que recibiera un alimento espiritual, como dice también Moisés en el Deuteronomio: Te alimentó con el maná, que tus padres no conocieron, para enseñarte que no sólo vive el hombre de pan, sino de todo cuanto sale de la boca de Dios. Exigía también el amor hacia Dios e insinuaba la justicia que se debe al prójimo, para que el hombre no fuera injusto ni indigno para con Dios, preparando de antemano al hombre, mediante el decálogo, para su amistad y la concordia que debe mantener con su prójimo; cosas todas provechosas para el hombre, ya que Dios no necesita nada de él. Efectivamente, todo esto glorificaba al hombre, completando lo que le faltaba, esto es, la amistad de Dios; pero a Dios no le era de ninguna utilidad, pues Dios no necesitaba del amor del hombre. En cambio, al hombre le faltaba la gloria de Dios, y era absolutamente imposible que la alcanzara, a no ser por su empeño en agradarle. Por eso, dijo también Moisés al pueblo: Elige la vida, y viviréis tú y tu descendencia, amando al Señor, tu Dios, escuchando su voz, pegándote a él, pues él es tu vida y tus muchos años en la tierra. A fin de preparar al hombre para semejante vida, el Señor dio, por sí mismo y para todos los hombres, las palabras del decálogo: por ello, estas palabras continúan válidas también para nosotros, y la venida en carne de nuestro Señor no las abrogó, antes al contrario les dio plenitud y universalidad. En cambio, aquellas otras palabras que contenían sólo un significado de servidumbre, aptas para la erudición y el castigo del pueblo de Israel, las dio separadamente, por medio de Moisés, y sólo para aquel pueblo, tal como dice el mismo Moisés: Yo os enseño los mandatos y decretos que me mandó el Señor. Aquellos preceptos, pues, que fueron dados como signo de servidumbre a Israel han sido abrogados por la nueva alianza de libertad; en cambio, aquellos otros que forman parte del mismo derecho natural y son origen de libertad para todos los hombres, quiso Dios que encontraran mayor plenitud y universalidad, concediendo con largueza sin límites que todos los hombres pudieran conocerlo como padre adoptivo, pudieran amarlo y pudieran seguir, sin dificultad, a aquel que es su Palabra.

RESPONSORIO 
V. Moisés, siervo de Dios, ayunó cuarenta días y cuarenta noches.
R. Para prepararse a recibir la ley del Señor.
V. Subió Moisés hacia el Señor en el monte Sinaí, y ahí permaneció durante cuarenta días y cuarenta noches.
R. Para prepararse a recibir la ley del Señor.

ORACIÓN 
Concédenos, Dios todopoderoso, que, purificados por la penitencia cuaresmal, lleguemos a las fiestas de Pascua limpios de pecado. Por Jesucristo nuestro Señor.

jueves, 21 de marzo de 2019

Si quieres encontrar lo que es sólido, lo que es verdadero y lo que permanece para siempre búscalo en el Señor.



Jeremías 17,5-10
Así dice el Señor: "Maldito quien confía en el hombre, y en la carne busca su fuerza, apartando su corazón del Señor. Será como un cardo en la estepa, no verá llegar el bien; habitará la aridez del desierto, tierra salobre e inhóspita. Bendito quien confía en el Señor y pone en el Señor su confianza. Será un árbol plantado junto al agua, que junto a la corriente echa raíces; cuando llegue el estío no lo sentirá, su hoja estará verde; en año de sequía no se inquieta, no deja de dar fruto. Nada más falso y enfermo que el corazón: ¿quién lo entenderá? Yo, el Señor, penetro el corazón, sondeo las entrañas, para dar al hombre según su conducta, según el fruto de sus acciones."
Palabra de Dios


Hoy la primera lectura nos advierte que no debemos de poner nuestra confianza en otro ser humano. La razón es porque los seres humanos somos cambiantes, hoy te puedo decir que eres la razon de mi vida y mañana de pronto ese sentimiento cambia por varias razones. Piensa por un momento como pensabas cuando tenías 15 años, cual eran tus anhelos, tus gustos, tus relaciones personales. Ahora mira cinco o diez años después y que ves en tu vida. Para aquellos que estamos más entrados en edad  mira cómo eran tus prioridades hace 15 años atrás y ahora, han cambiado o son las mismas?....

Es por eso que la lectura es muy realista y nos pide que no confiemos en otro ser humano,  nuestra confianza tiene que estar solo en el Señor.

Todos podemos decir que hemos tenido desengaños y casi siempre el desengaño viene de aquella persona que estaba tan cerca de nosotros y que confiamos tanto. Para algunos el mejor amigo, un familiar ha llegado a la casa, sus hijos, su cónyuge, un compañero de trabajo.

El Señor hoy nos invita a sólo confiar en Él, y su promesa es que seremos como una árbol plantado junto al agua que junto a la corriente echa raíces; cuando llegue el estío no lo sentirá, su hoja estará verde; en año de sequía no se inquieta, no deja de dar fruto. Todo el que confía en el Señor no se desespera por más árido este el tiempo, siempre da fruto porque se alimenta del manantial que el Dios y su corriente de agua viva alimenta toda sus entrañas.

El profeta Jeremías muestra el realismo del ser humano, “ Nada más falso y enfermo que el corazón: ¿quién lo entenderá? Yo, el Señor, penetro el corazón, sondeo las entrañas, para dar al hombre según su conducta, según el fruto de sus acciones.". Solo el Señor conoce a profundidad lo que hay en nuestro corazón. Es por eso que el salmista proclama " Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor".

Salmo 1 " Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor"

Lucas 16,19-31
En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos: "Había un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino y banqueteaba espléndidamente cada día. Y un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal, cubierto de llagas, y con ganas de saciarse de lo que tiraban de la mesa del rico. Y hasta los perros se le acercaban a lamerle las llagas.

Sucedió que se murió el mendigo, y los ángeles lo llevaron al seno de Abrahán. Se murió también el rico, y lo enterraron. Y, estando en el infierno, en medio de los tormentos, levantando los ojos, vio de lejos a Abrahán, y a Lázaro en su seno, y gritó: "Padre Abrahán, ten piedad de mí y manda a Lázaro que moje en agua la punta del dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas llamas." Pero Abrahán le contestó: "Hijo, recuerda que recibiste tus bienes en vida, y Lázaro, a su vez, males: por eso encuentra aquí consuelo, mientras que tú padeces. Y además, entre nosotros y vosotros se abre un abismo inmenso, para que no puedan cruzar, aunque quieran, desde aquí hacia vosotros, ni puedan pasar de ahí hasta nosotros." El rico insistió: "Te ruego, entonces, padre, que mandes a Lázaro a casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que, con su testimonio, evites que vengan también ellos a este lugar de tormento." Abrahán le dice: "Tienen a Moisés y a los profetas; que los escuchen." El rico contestó: "No, padre Abrahán. Pero si un muerto va a verlos, se arrepentirán." Abrahán le dijo: "Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no harán caso ni aunque resucite un muerto.""
Palabra de Dios
Te alabamos Señor


Jesús para comunicar la buena noticia crea una historia y cuenta una parábola. Hoy a través de esta reflexión sobre una realidad visible nos lleva a descubrir los llamados invisibles de Dios, presentes en la vida.

Cuales son los detalles que nos trae la parábola del evangelio: El Pobre Lázaro, el rico sin nombre y el Padre Abrahan. Lázaro representa el grito callado de los pobres del tiempo de Jesús y de todos los tiempos. El rico sin nombre representa la ideología dominante de la época. Abrahan representa el pensamiento de Dios.

Hoy nos muestra dos extremos de la sociedad, por un lado la riqueza que se muestra en todo su esplendor de una manera agresiva y por el otro lado, el pobre sin recursos, sin derechos, que nadie lo acoge, a no ser los cachorros que lamen sus heridas. Lo único que los separa a los dos es la puerta cerrada de la casa del rico. Mientras el pobre está a la puerta del rico, de parte del rico no hay acogida ni piedad hacia los problemas del pobre. Mientras el rico estaba vestido de púrpura y de lino, Lázaro estaba cubierto de llagas y los perros le lamían sus llagas. Mientras el rico estaba saciado, Lázaro quería saciarse.  El pobre tiene su nombre inscrito en el libro de la vida, el rico no. El pobre se llama Lázaro. Significa Dios ayuda. A través del pobre Dios ayuda al rico y el rico podrá tener su nombre en el libro de la vida. Pero el rico no acepta ser ayudado por el pobre, pues guarda cerrada su puerta. Este inicio de la parábola que describe la situación es un espejo fiel de lo que estaba ocurriendo no solo en el tiempo de Jesús sino también lo que acontece hoy en el mundo!. Reflexionemos cuales son las cosas que me hacen ciego y no permite que vea a mis hermanos. Hay todo tipo de riquezas y el problema no es la riqueza en sí, sino cuando esas riquezas crean comodidad y nos llevan solo a satisfacer nuestros necesidades, caprichos y placeres y terminamos siendo indiferentes ante aquellos quienes sufren.

Otra enseñanza que nos trae este pasaje es que Dios desde su misericordia nos ayuda a que nos santifiquemos y podamos practicar las obras de misericordia con nuestros hermanos necesitados.  El Señor así como nos pide y espera mucho de nosotros El mismo también nos ayuda hacer la tarea, nos da las herramientas. Por eso mientras el pobre está en la puerta, todavía hay salvación para los ricos.  Pero después de que el pobre muere, muere también el único instrumento de salvación para los ricos. Ahora, el pobre está en el seno de Abrahán. El seno de Abrahán es la fuente de vida, y este hombre que fue invisible para los de este mundo si es visto por lo ojos de Dios.

Otra enseñanza que nos trae el evangelio es la conversación de Abrahan y el hombre rico. Jesús con esta parábola nos abre una ventana sobre el otro lado de la vida, el lado de Dios. No se trata del cielo. Se trata del lado verdadero de la vida que sólo la fe abre y que el rico sin fe no percibe. Porque el hombre rico sin nombre no lo percibe ? porque permitió que las cosas del mundo nublaran su vista y no pudiera ver y reconocer a los invisibles que estaban cerca de El. Por eso para este hombre rico todo lo que tenia se le derrumba ante la realidad de la muerte.

Esto lo podemos confirmar cuando este hombre rico le suplica Abrahan mandar a Lázaro para que advierta a sus 5 hermanos. Ahora si este hombre se preocupa por los demás, el no quiere que sus hermanos lleguen al mismo lugar de tormento. El rico reconoce que esté equivocado, pues habla de arrepentimiento, cosa que durante la vida no sintió nunca. El quiere un milagro, ¡una resurrección! Pero este tipo de resurrección no existe. La única resurrección es la de Jesús. Jesús resucitado viene hasta nosotros en la persona del pobre, de los que no tienen derechos, de los sin tierra, de los hambrientos, de los sin techo, de los que no tienen salud. En su respuesta final, Abrahán es breve y contundente: "Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se convencerán aunque un muerto resucite." Fin de la conversación “.

Señor hoy me das la clave para alcanzar la paz en esta tierra y un lugar en la eternidad que es el cielo. Me recuerdas que tu vienes en la persona del pobre, del sufriente, del que está sentado a la puerta de mi corazón.  Dame la gracia de poderlos reconocer porque por estar viviendo para mí mismo y preocupado, ocupado o por los afanes de la vida los demás se vuelven invisibles. Gracias por tu amor porque a través de ellos me ofreces tu misericordia para alcanzar la santidad y la salvación para la vida eterna, Amen, Amen, Amen.

Dios te bendiga,

Alabado sea Jesucristo!!!  

--
Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

Encuentranos en : www.catolicosregina.com
Siguenos en facebook  https://facebook.com/orandoyviviendo/ 

Santa MIsa de Hoy


Lectio Divina

DEL VERDADERO TEMOR DEL SEÑOR

¡Dichoso el que teme al Señor, y sigue sus caminos! Siempre que en las Escrituras se habla del temor del Señor, hay que tener en cuenta que nunca se habla sólo de él, como si el temor fuera suficiente para conducir la fe hasta su consumación, sino que se le añaden o se le anteponen muchas otras cosas por las que pueda comprenderse la razón de ser y la perfección del temor del Señor; como podemos deducir de lo dicho por Salomón en los Proverbios: Si invocas a la inteligencia y llamas a la prudencia, si la procuras como el dinero y la buscas como un tesoro, entonces comprenderás el temor del Señor. Vemos, en efecto, a través de cuántos grados se llega al temor del Señor. Ante todo, hay que invocar a la inteligencia y dedicarse a toda suerte de menesteres intelectuales, así como buscarla y tratar de dar con ella; entonces podrá comprenderse el temor del Señor. Pues, por lo que se refiere a la manera común del pensar humano, no es así como se acostumbra a entender el temor. El temor, en efecto, se define como el estremecimiento de la debilidad humana que rechaza la idea de tener que soportar lo que no quiere que acontezca. Existe y se conmueve dentro de nosotros a causa de la conciencia de la culpa, del derecho del más fuerte, del ataque del más valiente, ante la enfermedad, ante la acometida de una fiera o el padecimiento de cualquier mal. Nadie nos enseña este temor, sino que nuestra frágil naturaleza nos lo pone delante. Tampoco aprendemos lo que hemos de temer; sino que son los mismos objetos del temor los que lo suscitan en nosotros. En cambio, del temor del Señor, así está escrito: Venid, hijos, escuchadme: os instruiré en el temor del Señor. De manera que el temor de Dios tiene que ser aprendido puesto que se enseña. No se lo encuentra en el miedo sino en el razonamiento doctrinal; no brota de un estremecimiento natural, sino que es el resultado de la observancia de los mandamientos, de las obras de una vida inocente y del conocimiento de la verdad. Pues, para nosotros, el temor de Dios reside todo él en el amor, y su contenido es el ejercicio de la perfecta caridad: obedecer los consejos de Dios, atenerse a sus mandatos y confiar en sus promesas. Oigamos, pues, a la Escritura que dice: Ahora, Israel, ¿qué es lo que te exige el Señor, tu Dios? Que temas al Señor, tu Dios, que sigas sus caminos y lo ames, que guardes sus preceptos con todo el corazón y con toda el alma, para tu bien. Muchos son, en efecto, los caminos del Señor, siendo así que él mismo es el camino. Pero, cuando habla de sí mismo, se denomina a sí mismo «camino», y muestra la razón de llamarse así, cuando dice: Nadie va al Padre, sino por mí.
Hay que interesarse, por tanto, e insistir en muchos caminos, para poder encontrar el único que es bueno ya que, a través de la doctrina de muchos, hemos de hallar un solo camino de vida eterna. Pues hay caminos en la ley, en los profetas, en los evangelios, en los apóstoles, en las diversas obras de los mandamientos, y son bienaventurados los que andan por ellos, en el temor de Dios.

RESPONSORIO Sir 2, 19; Lc 1, 50
V. Los que temen ofender al Señor buscan lo que es de su agrado.
R. Los que lo aman cumplen su ley.
V. Su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.
R. Los que lo aman cumplen su ley.

ORACIÓN 
Señor, tú que amas la inocencia y la devuelves a quienes la han perdido, atrae hacia ti nuestros corazones y abrásalos en el fuego de tu Espíritu, para que permanezcamos firmes en la fe y eficaces en el bien obrar. Por Jesucristo nuestro Señor.

Déjate iluminar para que puedas iluminar a otros con la Luz de Dios.

  Déjate iluminar para que puedas iluminar a otros con la Luz de Dios. Primera lectura Comienzo de la segunda carta del apóstol san Pablo a ...