Vino la palabra del Señor sobre Jonás: "Levántate y vete a Nínive, la gran ciudad, y predícale el mensaje que te digo." Se levantó Jonás y fue a Nínive, como mandó el Señor. Nínive era una gran ciudad, tres días hacían falta para recorrerla. Comenzó Jonás a entrar por la ciudad y caminó durante un día, proclamando: "¡Dentro de cuarenta días Nínive será destruida!" Creyeron en Dios los ninivitas; proclamaron el ayuno y se vistieron de saco, grandes y pequeños.
Llegó el mensaje al rey de Nínive; se levantó del trono, dejó el manto, se cubrió de saco, se sentó en el polvo y mandó al heraldo a proclamar en su nombre a Nínive: "Hombres y animales, vacas y ovejas, no prueben bocado, no pasten ni beban; vístanse de saco hombres y animales; invoquen fervientemente a Dios, que se convierta cada cual de su mala vida y de la violencia de sus manos; quizá se arrepienta, se compadezca Dios, quizá cese el incendio de su ira, y no pereceremos." Y vio Dios sus obras, su conversión de la mala vida; se compadeció y se arrepintió Dios de la catástrofe con que había amenazado a Nínive, y no la ejecutó.
Palabra de Dios
Salmo 50 " Un corazón quebrantado y humillado, tú, Dios mío, no lo desprecias "
Lucas 11,29-32
En aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de Jesús, y él se puso a decirles: "Esta generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará más signo que el signo de Jonás. Como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para esta generación. Cuando sean juzgados los hombres de esta generación, la reina del Sur se levantará y hará que los condenen; porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón. Cuando sea juzgada esta generación, los hombres de Nínive se alzarán y harán que los condenen; porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás."
Palabra de Dios
Te alabamos Señor
Una de las dificultades que todos los seres humanos tenemos es reconocer que nos equivocamos. Nos duele porque el orgullo se resiste en reconocer sus fallas y por eso preferimos echarle la culpa a los demás como de lugar. Cuando culpamos a los otros nos sentimos inocentes y buenos, sentimos entre comillas paz y tranquilidad. Es de esta manera como alimentamos el orgullo que llevamos en el corazón.
También otra causa para no aceptar nuestros errores son las excusas. Frecuentemente nos equivocamos , no queremos sentir esa culpa por lo que hacemos y nos inclinamos a justificar o excusar nuestros actos. No dejemos que nuestras excusas encubran nuestros actos y nos aparten del verdadero camino a Dios. Reconoce tu problema, tu debilidad, tus errores, y más bien empeza a trabajar en ellos.
La realidad el camino más sencillo para librarse de los errores es reconocerlos. Las grandes compañías lo hacen. Por ejemplo Bill Gates, tiene como estrategia difundir con rapidez y precisión de los errores que aparecen en los productos de Microsoft o en sus métodos de mercadeo.La idea es que cuando algo sale mal todo el mundo en la empresa debe saber que eso salió mal y debe enterarse de por qué salió mal. Sin embargo, el énfasis nunca está en quién fue el "culpable" pues no se trata de un ejercicio de justicia sino de una política de entrenamiento continuo. Es como poner a todo Microsoft a aprender todos los días cómo hacer las cosas mejor por vía de reconocer con honesta sencillez qué salió mal.
Yo personalmente a veces me pongo de ejemplo para otros cuando comparto mis experiencias personales. La razón es porque quiero que las personas se den cuenta cómo cuando te sientes seguro de tener todo bajo control, dicen por ahí : “ que hasta el más inteligente se le van las luces “ , pero a mi como a cada rato se me van, fallo una y otra vez. El problema no es tanto en haber fallado sino como me voy a levantar del error. Será que nos levantamos con humildad, con ganas de volverlo a intentar, de revisar que fue en lo que falle?.
Definitivamente el camino más sano y correcto es cuando reconozco el error porque es allí donde vuelvo a recobrar la paz.
En esta cuaresma hagamos el ejercicio honesto de rectificar nuestros caminos reconociendo nuestros errores. Pidámosle al Espíritu Santo que nos de la humildad para reconocer nuestras fallas, las veces que hemos lastimado a alguien por nuestros errores, y la voluntad de rectificar el error.
En el evangelio el mensaje es contundente, Jesús no viene a demostrar su origen sino mostrar su origen.
En la vida diaria podemos ver ejemplos muy concretos en cuanto a demostrar. Por ejemplo, las personas pueden decir que tienen algún tipo de conocimiento en alguna rama de la ciencia pero a pesar de eso hay que demostrarlo ya sea con un diploma, con una credencial que certifica o acredita ese conocimiento que dice tener. Cuando se trata de demostrar se está tratando de dar tranquilidad a la razón. Pero qué pasa si la persona lo demuestra con sus credencial el conocimiento que tiene pero en el grupo de trabajo algunos de sus compañeros se quedan con la duda? El grupo lo tiene que aceptar porque la persona está demostrando con el diploma, con sus credenciales su conocimiento. Aunque hay una parte del grupo no esté muy seguro quizás porque no hubo empatía.
Por esta razón Jesús no quiso darle una señal a los fariseos. Él hubiera podido demostrar que era el Hijo de Dios fácilmente, pero solo iba a tranquilizar la razón de ellos. Pero qué estaba sucediendo en sus corazones ? sus corazones estaban lejos de aceptarlo. Sus corazones aún iban a seguir distante y frío. Finalmente estos corazones insatisfechos seguirán buscando excusas para desacreditar a esta persona. Eso fue lo que le sucedió a Jesús.
Esa es la razón por la que Jesús no viene a demostrar su origen sino mostrar al Padre. Recordemos las palabras de Jesús en el evangelio de Juan capitulo 12 “ Salí del Padre y vine al mundo “.
Jesús quiere mostrar el amor del Padre, Jesús quiere mostrar el corazón del Padre, para que por fin dejemos a un lado nuestra rebeldía, nuestra indiferencia. El Señor no quiere doblegar tu razón sino conquistar tu corazón. Quien puede lograr esto? La bondad de Cristo. Y cómo puedo experimentar la bondad de Cristo? La única manera de experimentar la bondad de Cristo es cuando experimento mi necesidad. Cuando experimento mi propia indigencia, necesidad, incoherencia, fractura, herida, pecado desde ahí puedo empezar a descubrir a Jesucristo y su origen, descubrir al Dios de amor.
Jesús en este tiempo de cuaresma ayúdame a tomar en serio hacer el ejercicio honesto de rectificar mis caminos reconociendo mis errores. Tu que eres bondad no quieres doblegar mi razón demostrando lo que eres capaz de hacer en mi vida, sino que más bien lo que quieres es conquistar mi corazón y por eso me invitas a mirar hacia el centro de mi ser porque debo de experimentar mi propia indigencia, necesidad, incoherencia, fractura, herida, y pecado. Es allí donde puedo empezar a descubrir a Jesucristo y su origen, como también descubrir al Dios de amor. Amen.
Dios te bendiga
Alabado sea Jesucristo!!!
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† Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
Sandra Yudy Zapata Escudero
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