Hoy la primera lectura nos quiere ensenar cual es la tarea que tiene el Espiritu de Dios en nosotros, es darnos la fortaleza y las ganas de hacer el bien. El Espiritu Santo hace una papel muy importante en nuestras vidas como lo hiso en Pedro y hasta en el mismo Jesus. Recuerden que fue el Espiritu Santo de Dios quien acompano a Jesus en el desierto los 40 dias y no lo dejo caer en tentacion, El mismo Espiritu Santo de Dios le puso las palabras de sabiduria a Pedro para enferntar a los sacerdotes, Ese mismo Espiritu de Dios es quien nos guia y nos ayuda a enfrentar nuestras debilidades, danos el discernimiento para solucionar los problemas y asi poder salir victoriosos. Por eso el mismo Jesus nos dice no temas, no te angusties porque El nos dejo su Espiritu Santo. Pero eres consciente de eso? Reconoces que el Espiritu de Dios vive en ti? Sabes que lo puedes clamar para que te ayude y te de direccion en tu vida? Desea tomar decisiones con sabiduria ? TU ya tienes el Espiritu Santo de Dios dentro de ti lo unico que tienes que hacer es aprendelo a usar, a llamarlo, a tenerlo presente en tu vida, Buscalo dentro de ti y veras como aprendes a vivir conforme al Espiritu Santo de Dios, tu vida cambia!!!
Salmo 117 "La piedra que desecharon los arquitectos en ahora la piedra angular"
Lectura del Evangelio según san Juan 21, 1-14 " los discípulos no lo reconocieron"
En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a sus discípulos junto al lago de Tiberíades. Estaban juntos Simón Pedro, Tomás el Gemelo, Natanael el de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo y otros dos discípulos. En esto dijo Simón Pedro: “Voy a pescar”. Los otros dijeron: “Vamos contigo”. Salieron y juntos subieron a la barca; pero aquella noche no lograron pescar nada. Al clarear el día, se presentó Jesús en la orilla del lago, pero los discípulos no lo reconocieron. Jesús les dijo: “Muchachos, ¿han pescado algo?” Ellos contestaron: “No”. El les dijo: “Echen la red al lado derecho de la barca y encontrarán peces”. Ellos la echaron, y la red se llenó de tal cantidad de peces que no podían moverla. Entonces el discípulo a quien Jesús tanto amaba le dijo a Pedro: “ ¡Es el Señor!”Al oír Simón Pedro que era el Señor, se puso la túnica, pues estaba sin ella, y se lanzó al agua. Los otros discípulos llegaron hasta la orilla en la barca, arrastrando la red llena de peces, pues no era mucha la distancia que los separaba de tierra; tan sólo unos cien metros. Al saltar a tierra, vieron unas brasas, con peces colocados sobre ellas, y pan. Jesús les dijo: “Traigan ahora algunos de los peces que acaban de pescar”. Simón Pedro subió a la barca y bajó a tierra la red llena de peces; en total eran ciento cincuenta y tres peces grandes. Y, a pesar ser tantos, la red no se rompió. Jesús les dijo: “Vengan a comer algo”. Y ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: “¿quién eres?”, porque sabían muy bien que era el Señor. Jesús se acercó, tomó el pan en sus manos y lo repartió; y lo mismo hizo con los peces. Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a sus discípulos, después de haber resucitado de entre los muertos.
En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a sus discípulos junto al lago de Tiberíades. Estaban juntos Simón Pedro, Tomás el Gemelo, Natanael el de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo y otros dos discípulos. En esto dijo Simón Pedro: “Voy a pescar”. Los otros dijeron: “Vamos contigo”. Salieron y juntos subieron a la barca; pero aquella noche no lograron pescar nada. Al clarear el día, se presentó Jesús en la orilla del lago, pero los discípulos no lo reconocieron. Jesús les dijo: “Muchachos, ¿han pescado algo?” Ellos contestaron: “No”. El les dijo: “Echen la red al lado derecho de la barca y encontrarán peces”. Ellos la echaron, y la red se llenó de tal cantidad de peces que no podían moverla. Entonces el discípulo a quien Jesús tanto amaba le dijo a Pedro: “ ¡Es el Señor!”Al oír Simón Pedro que era el Señor, se puso la túnica, pues estaba sin ella, y se lanzó al agua. Los otros discípulos llegaron hasta la orilla en la barca, arrastrando la red llena de peces, pues no era mucha la distancia que los separaba de tierra; tan sólo unos cien metros. Al saltar a tierra, vieron unas brasas, con peces colocados sobre ellas, y pan. Jesús les dijo: “Traigan ahora algunos de los peces que acaban de pescar”. Simón Pedro subió a la barca y bajó a tierra la red llena de peces; en total eran ciento cincuenta y tres peces grandes. Y, a pesar ser tantos, la red no se rompió. Jesús les dijo: “Vengan a comer algo”. Y ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: “¿quién eres?”, porque sabían muy bien que era el Señor. Jesús se acercó, tomó el pan en sus manos y lo repartió; y lo mismo hizo con los peces. Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a sus discípulos, después de haber resucitado de entre los muertos.
Palabra del Señor
Gloria ati Señor Jesus
Las heridas de Jesus nos sanan. Quien de nosotros no ha experimentado el dolor de una herida causada por un accidente ya sea de algun familiar, amigo o hasta uno mismo ? Cual e stu primera impresion? Cual es tu sensacion?
Gloria ati Señor Jesus
Las heridas de Jesus nos sanan. Quien de nosotros no ha experimentado el dolor de una herida causada por un accidente ya sea de algun familiar, amigo o hasta uno mismo ? Cual e stu primera impresion? Cual es tu sensacion?
Quizas tu primera impresion es de dolor y tristeza. En esta semana hemos visto como los evangelios nos hablan que el resucitado se les aparece a varios despues de su muerte, algunos no lo reconocen, otros se asustan, otros se llenan de alegria y otros les es indiferente. Asi como Dios sano las heridas del resucitado, de la misma manera Dios quiere hacer eso contigo y conmigo. Por eso Jesus se les aparece y les muestra sus manos, sus cicatrices, para que se den cuenta que solo el Padre Celestial tiene el poder de sanar desde lo profundo el dolor y el sufrimiento que nos hace perder la paz y la alegria. Es increible saber que las heridas de Jesus son las que nos sanan. Cuantos prefieren seguir ahogandose en su dolor y tristeza, cuantos prefieren apartar su mirada al resucitado porque aun estan obstinados de sus propias opiniones. Hoy Jesus nos invita a que echemos la red nuevamente, a que creamos en su palabra, hay que hacer actos de Fe, como la primera vez en que Pedro en Su Nombre echo las redes. Ahora lo hacían sabiendo que no era momento de peces. Y, cual fue su sorpresa! Porque quien confía en el Senor no puede no recibir más de lo que espera. Es por eso que Juan lo reconoce: "Es el Senor!" Porque han creído al Desconocido y han sido premiados con la fe en El.
Pedro, que pudo seguir el mismo derrotero de Judas se deja llevar por su corazón, un corazón que anoraba al Senor y su misericordia. Se tira al agua y no espera llegar con la barca. Esta ansioso de estar junto al Senor. Ha comprendido en qué consiste ser pecador y dejarse amar por el Senor que lo busca con su perdon. Porque primero ha creído en alguien que no sabía quién era en ese momento. Cuando ve lo que puede su fe, no puede no pedir misericordia del Senor, como la primera vez. Pedro le ofrece los peces. Pero antes ya le ha ofrecido su corazon. Por eso tuvo los peces, porque se dejo pescar del Senor.
Senor, tengo una enorme necesidad de encontrarme con tu amor redentor. Aumenta mi fe para saber reconocerte en la Eucaristía, en la oración, en las demás personas, en mi diario vivir. Mi testimonio es lo que más puede valer en la Nueva Evangelizacion, así que ayúdeme a ser coherente, que no me olvide que nada convence tanto como la caridad auténtica, hecha disponibilidad, servicio y entrega a los demás. Amen
Tarea : Se constante para alcanzar tus metas
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