martes, 13 de diciembre de 2016

La arrogancia y la altivez nos lleva a la hipocresia , en cambio la humildad nos lleva a la sincera conversion....


Sofonías 3,1-2.9-13 " arrancaré de tu interior tus soberbias "

Así dice el Señor: "¡Ay de la ciudad rebelde, manchada y opresora! No obedeció ni escarmentó, no aceptaba la instrucción, no confiaba en el Señor, no se acercaba a su Dios. Entonces daré a los pueblos labios puros, para que invoquen todos el nombre del Señor, para que le sirvan unánimes. Desde más allá de los ríos de Etiopía, mis fieles dispersos me traerán ofrendas. Aquel día no te avergonzarás de las obras con que me ofendiste, porque arrancaré de tu interior tus soberbias bravatas, y no volverás a gloriarte sobre mi monte santo. Dejaré en medio de ti un pueblo pobre y humilde, que confiará en el nombre del Señor. El resto de Israel no cometerá maldades, ni dirá mentiras, ni se hallará en su boca una lengua embustera; pastarán y se tenderán sin sobresaltos."

Sofonías denuncia la infidelidad de un pueblo pecador. Pero el pecado no hace diferencia entre unos y otros. Todos somos pecadores y necesitamos de la gracia de Dios para ser perdonados, levantados y liberados de este mal que nos oprime. Dios no es para unos pocos, El no llega para una minoría o un grupo selectivo, El llega y se abre para todos, somos nosotros quienes nos cerramos a su gracia ya sea porque nos sentimos muy buenos, o porque pensamos que nuestras faltas son tan grandes que es imposible que Dios nos perdone o porque algunos piensan que no hay necesidad de confesarse con el Padre de la parroquia porque es humano como nosotros. He escuchado personas que me dicen:  “ y porque YO  me tengo que confesar con El”. Que ironías de la vida, los que dicen eso son los primeros que le cuentan a todos sus amigos los problemas, hasta lo publican en redes sociales. Tus amigos por mas que te quieran y te acepten, ellos no pueden darte la absolución de tu pecado en el Nombre de la Santísima Trinidad.  En el fondo hay una soberbia disfrazada que no te permite ver la realidad. 

Con este profeta Sofonías deja claro que siempre el ser humano ha sufrido de grandeza, es rebelde, no acepta instrucción, no confía en el Señor, no se acerca a Dios y si lo hace es porque tiene algo entre manos, osea piensan que la fe es como un negocio. Te rezo, voy a misa,  te visito en el santísimo, doy el diezmo pero Dios ahora si vengo por lo mio.

Por otra parte dice el Señor a través de este profeta estas palabras, Entonces daré a los pueblos labios puros, para que invoquen todos el nombre del Señor, para que le sirvan unánimes. Desde más allá de los ríos de Etiopía, mis fieles dispersos me traerán ofrendas… El Señor poco a poco va uniendo su pueblo, nos va llamando uno a uno por nuestro nombre. El mismo Cristo es quien desde la humildad y deseando vivir entre los pobres nos busca una y otra vez, toca la puerta de tu corazón, se hace el encontradizo y El es Fiel quien verdaderamente lo buscan .  

Salmo 33 " Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha "

Mateo 21,28-32

En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: "¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al primero y le dijo: "Hijo, ve hoy a trabajar en la viña." Él le contestó: "No quiero." Pero después recapacitó y fue. Se acercó al segundo y le dijo lo mismo. Él le contestó: "Voy, señor." Pero no fue. ¿Quién de los dos hizo lo que quería el padre?" Contestaron: "El primero." Jesús les dijo: "Os aseguro que los publicanos y las prostitutas os llevan la delantera en el camino del reino de Dios. Porque vino Juan a vosotros enseñándoos el camino de la justicia, y no le creísteis; en cambio, los publicanos y prostitutas le creyeron. Y, aun después de ver esto, vosotros no recapacitasteis ni le creísteis."
Palabra de Dios
Gloria a ti Senor Jesus

Hoy el evangelio Jesús nos quiere enseñar unido a la primera lectura que en este tiempo de adviento debemos reconocer que mientras la arrogancia genera hipocresía la humildad conduce a la conversión. Por eso Jesús afirma Os aseguro que los publicanos y las prostitutas os llevan la delantera en el camino del reino de Dios….. estas personas que eran mal vistos por los sacerdotes y escribas, estos pecadores publicanos y prostitutas reconocen más fácilmente su falta y desde la humildad llegan a una conversión profunda en cambio estos llamados “ buenos “ como los sacerdotes y escribas que se tienen en muy alta estima a sí mismos porque conocen muy bien lo que Dios quiere y hacen alarde de cumplirlo pero no lo hacen.

Jesús explica muy bien el porqué dice esto “ Os aseguro que los publicanos y las prostitutas os llevan la delantera en el camino del reino de Dios…..no es por los pecados no es importante o no cuenta. Por el contrario el pecado es tan grave de los publicanos y las prostitutas pero ellos movidos por la gravedad de sus culpas fueron los primeros en acoger el llamado al arrepentimiento que venía por la predicación de Juan el Bautista. Ellos fueron los primeros en tener un corazón humilde y dispuesto para recibir la palabra de consuelo, de salvación y de un compromiso sincero a la conversión. Por eso solo podremos acoger a Cristo cuando desde nuestra humildad reconocemos nuestros pecados y que esto nos lleve a una conversión profunda. 

En conclusión hay que dar espacio a nuestro corazón a la humildad y desechar de nuestra vida la soberbia y la altanería que nos hace sentirnos seguros de nosotros mismos y a la vez nos lleva a la muerte. En este tiempo de adviento es bueno que le pidamos al Señor que nos muestre cuáles son las cosas que debemos de dejar y dar el primer lugar a quien se lo merece, a nuestro salvador, Jesús.

Señor gracias por escuchar mis oraciones y por quererme llevar a Tu puerto que es seguro. Necesito que arranques de mi la soberbia, el sentirme buen@ porque hago prácticas religiosas, perdoname por sufrir de grandeza y confiar en mis habilidades que Tú mismo me has dado. Dame la gracia de la humildad porque es el único camino para llegar a Ti. Quiero recibirte con un corazón contrito y humilde para poder tener una conversión profunda al reconocer la gravedad de mi pecado. Quita de mi los ojos altaneros, mis actitudes de soberbia para encontrate en la sencillez y en la humildad y que no solo nazcas en el pesebre sino que nazcas en mi corazón, Amen, Amen, Amen

Dios te bendiga,

Alabado sea Jesucristo!!!

Tarea : Recapacita y cambia tus malas actitudes

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Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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