lunes, 5 de febrero de 2024

Bendice, Dios, mi ambiente, para que se respire tu presencia.

 


Bendice, Dios, mi ambiente, para que se respire tu presencia.

Lectura del primer libro de los Reyes 8, 1-7. 9-13
" ... la gloria del Señor llenaba el templo del Señor."

Sal 131 R/. ¡Levántate, Señor, ven a tu mansión!

Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Marcos 6, 53-56

En aquel tiempo, terminada la travesía, Jesús y sus discípulos llegaron a Genesaret y atracaron.
Apenas desembarcados, lo reconocieron y se pusieron a recorrer toda la comarca; cuando se enteraba la gente dónde estaba Jesús, le llevaba los enfermos en camillas. En los pueblos, ciudades o aldeas donde llegaba colocaban a los enfermos en la plaza y le rogaban que les dejase tocar al menos la orla de su manto; y los que lo tocaban se curaban.
Palabra del Señor

Señor en este día que comienza te pido que habites en todo momento en la morada de mi corazón, porque la mejor morada para que Tu habites no está en los templos construidos con las manos humanas, sino en lo sencillo y humilde del corazón humano. Tu deseas habitar en medio de nosotros, y fue por eso que decidiste encarnarte como uno de nosotros , ser 100 por ciento humano, para que desde tu humanidad nosotros podamos reconocer que nos comprendes. El ser humano todo lo tiene para ser feliz, alcanzar la paz y vivir una vida próspera en ti, pero somos nosotros quienes no lo permitimos, porque caemos en el error de llenar de muchas cosas el vacío de nuestro ser, lo que no permite que sea llenado por ti. Así como tu quieres ocupar mi vida, lo quieres hacer en el corazón de cada persona que está cerca a mi. Hoy especialmente te pido Señor que habites en mi vida para siempre, porque sin ti nada soy y nada tengo. Yo soy la obra que aún no has terminado, purifica mis intenciones y mi corazón para que podamos ser con respeto y pureza presencia tuya y que nuestra cercanía a ti podamos ser embajadores de tu amor.

Dame la gracia Señor que mis actos sean el reflejo de tu amor y misericordia, que donde vaya deje el aroma Divino, donde sea guiado por tu Palabra, que mi vida sea Tu Palabra encarnada, que la alegría y el gozo reflejen quien habita en mí y que el amor sea Tu sello. Amen.

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 Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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