martes, 6 de febrero de 2024

El mal no viene de afuera sino de adentro.

 


El mal no viene de afuera sino de adentro.


Lectura del primer libro de los Reyes 8, 22-23. 27-30
" Escucha tú, desde el lugar de tu morada, desde el cielo, escucha y perdona "

Sal 83, 3. 4. 5 y 10. 11 R/. ¡Qué deseables son tus moradas, Señor del universo!

Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Marcos 7, 1-13
" Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. El culto que me dan está vacío, porque la doctrina que enseñan son preceptos humanos". Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres".


Señor hoy nuevamente me acerco a ti con un corazón contrito y humillado al reconocer las faltas que he cometido contra ti y contra los demás. Tu que escuchas mis súplicas, te pido perdón por las veces que te honro con los labios pero no con el corazón. Mis labios dicen algo pero mi corazón está lejos del perdón, la misericordia, la fraternidad, el amor y la obediencia. Perdona por querer ocupar tu puesto, por pretender ser Dios, por no confiar en ti, por querer ajustar las cuentas desde mis fuerzas y por no saber esperar. Perdoname por ser impaciente, por mi poca fe y confianza.

Sé que eres un Dios justo y bueno. Justo porque caminas en la verdad y bueno porque eres misericordioso. A pesar de saber esta verdad, siempre caigo en el error de dudar, de perder la esperanza, de manipularte o justificar lo que hago o dejo de hacer.  Como me falta encarnar esta palabra de la Virgen María " Hágase en mí según tu voluntad" . Tú estás vivo, real, presente en cada historia humana y solo me pides que te permita que mores o habites en mi corazón para que purifiques todo lo que no te pertenece.

Necesito una coherencia de vida, el mandato en el amor a Dios y al prójimo. Amar a Dios es amar a través de mis hermanos. Es no cometer ninguna acción en contra de mis hermanos con los que comparto la vida. Es decir, que si he anidado el mandato del amor de Dios en mi corazón, no tendré necesidad de hacer acciones deshonestas en el día a día. Viviré en la coherencia de vida, en la fidelidad, en la fraternidad, en la paz que conlleva el sentirse hermano el uno del otro. No quiero poner más cargas sobre los demás, esto es que no por causa de mis comentarios irresponsables los demás cambien la mirada hacia ellos, perdiendo el respeto y la dignidad. No quiero causar tanto dolor por mi imprudencia y por la falta de caridad. No quiero que por mi imprudencia cambie a mal la vida de una persona.  

Quiero apostarle al interior de mi ser, sanar las heridas que aún tengo en mi corazón, a perdonar y a no guardar rencor, aunque esto signifique no volver a ciertos lugares y a estar con ciertas personas.No permitas que me crea limpio y bueno, porque estoy cometiendo un grave error y es que no estoy permitiendo que entres en mi vida. Deseo cultivar una vida desde la libertad, que el mandato de mi vida sea Tu amor porque traes vida, luz y belleza a un alma que está sedienta de Dios. Amen.

Dios te bendiga,

¡Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!

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Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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