miércoles, 17 de junio de 2015

Dios nos da los buenos deseos de hacer buenas obras, eres consciente de eso? o mas bien dejas de hacer el bien que debes hacer?

Lectura de la segunda carta de san Pablo a los Corintios 9, 6-11 " el que siembra con miseria, miseria cosecha; el que siembra generosamente, generosamente cosecha."

Pablo en la primera lectura nos da una sentencia muy importante sobre estos actos que aprovechamos para nuestra vanagloria: "Que cada uno dé conforme a lo que ha resuelto en su corazón, no de mala gana o por la fuerza, porque Dios ama al que da con alegría". Has experimentado la alegria de darle a alguien ya sea un bien material, una abrazo, una sonrisa, tu compania, tu tiempo? Muchas veces pensamos.... es que no tengo tiempo, estoy cansado, tengo muchas cosas por hacer, tuve un duro rabajo y no quiero hablar con nadie.... Cuantas excusas sacamos para no escuchar ni atender a los demas, pero eso si cuando nosotros somos quienes necesitamos el abrazo, ser escuchados, tiene que ser de inmediato. Recuerdo el evangelio del pasado domingo, Jesus aunque iba en camino a la casa de la hija de Jairo porque estaba enferma, cuando la hemorroiza se le acerco, El no le dijo,  "disculpe Senora pero no la puedo atender porque tengo otra cita ", por el contrario se detuvo y la atendio de buena gana. Jesus siempre acogia aquellos que lo buscaban y se daba generosamente sin importar el cansancio y la fatiga de cada dia. Cuantos por ejemplo en su profesion como sicologos, medicos, profesores, consejeros atienden a sus pacientes o clientes por no dejar, por ganarse unos pesos, porque les toca, perdieron la pasion por el trabajo, por lo que hacen. Hay que ser agradecidos por lo que hacemos y por lo que tenemos,  por los dones y habilidades que tenemos, si lo damos con generosidad, este don o habilidad se multiplicara abundantemente.

Salmo 111 "Dichoso quien teme al Señor."

Lectura del santo evangelio según san Mateo 6, 1-6.16-18

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: «Cuidado con practicar las buenas obras para ser vistos por la gente, porque su Padre del cielo no los recompensará. Por eso, cuando des limosna, no vayas pregonándolo, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para que los alaben los hombres. Les aseguro que ya han recibido su recompensa. Tú, cuando des limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha. Así tu limosna quedará en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. Cuando recen, no sean como los hipócritas, a quienes les gusta rezar de pie en la sinagogas y en las esquinas de las plazas para que los vea la gente. Les aseguro que ya han recibido su recompensa. Tú, cuando reces, entra en tu cuarto, cierra la puerta y reza a tu Padre, que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. Cuando ayunen, no anden tristes como los hipócritas, que desfiguran su rostro para que la gente vea que ayunan. Les aseguro que ya han recibido su recompensa. Tú, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, de modo que nadie note tu ayuno, sino tu Padre, que está en lo escondido. Y tu Padre, que ve hasta lo más escondido, te recompensará». 
Palabra del Señor.
Gloria a ti Señor Jesus
Hoy el evangelio Jesus nos quiere volver a recordar las tres obras de piedad : La limosna, La oracion y el ayuno. Ademas nos distingue el hecho externos del hecho interno. Muchas veces se hacen estas obras de piedad solamente para ser vistos, podemos actuar de una manera muy hipocrita.  Como Jesus sabe que facilmente podemos caer en esa tentacion por eso nos repite tres veces lo siguiente "Cuiden de no practicar su justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos… Cuando hagas limosna, no vayas tocando la trompeta por delante como hacen los hipócritas… Cuando recen, no sean como los hipócritas a quienes les gusta rezar de pie para que los vea la gente… Y cuando ayunen, no pongan cara triste, como los hipócritas". Sepan, hermanos, que los hipócritas no saben llorar, se han olvidado de cómo se llora, no piden el don de lágrimas. El ser humano cuando hace algo bueno, instintivamente quiere ser reconocido, restimado, admirado por algunos por esta buena accion, en el fondo es alimentar nuestra vanidad y orgullo. Es una pequena satisfaccion personal que uno quiere recibir. Jesus hoy nos invita hacer estar obras de piedad sin esperar nada a cambio, unicamente con la confianza que recibiremos la recompensa del Padre " que ve en lo secreto ". Dios conoce nuestras verdaderas intenciones, esta verdadera intencion exige sinceridad de vida, exige pureza de intencion. Como nosotros podemos hacer que esto se haga realidad en nosotros? pidiendole a Dios que nos ayude que nuestra intencion sea pura y sincera. Por medio de la oracion se consigue la intimidad con el Padre. Dios nos pone las buenas intenciones en el corazon, por eso no podemos ser omisos a su voluntad, a las buenas intenciones que a veces queremos hacer, si hay buenas intenciones en nuestro corazon no es por fruto de nosotros, es por la gracia de Dios. Por eso el objetivo es siempre glorificar a Dios. Nuestra vida la debemos vivir delante de Dios, esforzandonos agradar a Dios y no a los demas.

Senor hoy me invitas hacer actos de piedad, cuantas veces las he hecho solo por vanidad, para buscar reconocimiento, alimentando mi orgullo y la miseria que aun llevo en mi alma. Te pido que limpies y purifiques mis intenciones del corazon. Solo quiero agradarte con mis actos, que cada dia que tu me regales sea una ofrenda agradable para tus ojos, perdoname porque es muy facil caer en la vanidad y en el orgullo, quiero esforzarme para ser mejor hij@ tuyo. La recompensa no la voy a recibir cuando parta al encuentro definitivo hacia ti, la recompensa yo ya la estoy recibiendo aqui y ahora, porque vivo en tu paz, en tu gozo, con tu esperanza, en tu libertad y con tu amor. Senor gracias por los buenos deseos que pones en mi corazon, gracias porque es la mejor manera para santificarme y hacer tu santa voluntad, Amen.

Tarea : No ser orgullosos, evitar que el orgullo dane tus relaciones interpersonales

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