En aquellos días, Azarías se detuvo a orar y, abriendo los labios en medio del fuego, dijo: "Por el honor de tu nombre, no nos desampares para siempre, no rompas tu alianza, no apartes de nosotros tu misericordia. Por Abrahán, tu amigo; por Isaac, tu siervo; por Israel, tu consagrado; a quienes prometiste multiplicar su descendencia como las estrellas del cielo, como la arena de las playas marinas. Pero ahora, Señor, somos el más pequeño de todos los pueblos; hoy estamos humillados por toda la tierra a causa de nuestros pecados. En este momento no tenemos príncipes, ni profetas, ni jefes; ni holocausto, ni sacrificios, ni ofrendas, ni incienso; ni un sitio donde ofrecerte primicias, para alcanzar misericordia.
Por eso, acepta nuestro corazón contrito y nuestro espíritu humilde, como un holocausto de carneros y toros o una multitud de corderos cebados. Que éste sea hoy nuestro sacrificio, y que sea agradable en tu presencia: porque los que en ti confían no quedan defraudados. Ahora te seguimos de todo corazón, te respetamos y buscamos tu rostro, no nos defraudes, Señor. Trátanos según tu piedad, según tu gran misericordia. Líbranos con tu poder maravilloso y da gloria a tu nombre, Señor."
Palabra de Dios
Hoy la primera lectura nos habla el profeta Daniel a través de los labios de Azarías, quien reconoce que por causa de la desobediencia ellos están sometidos a la humillación. Solo cuando el ser humano reconoce su indigencia, su límite, como ha ofendido a Dios y como a lastimado a los demás, en ese momento podríamos decir que su corazón está arrepentido porque reconoce su error y además este error le causa un profundo dolor en su corazón. Un corazón arrepentido permite que la luz de Cristo brille sobre él y le muestre la verdad que habita en el corazón arrepentido como también le muestra la verdad del corazón de Dios.
Cuando el corazón se abre a la verdad de Dios es como que se desnudara, la soberbia es vencida por la humildad, la mentira es vencida por la verdad, nos damos cuenta que nuestra máscara de falsedades cae frente a la sinceridad y honestidad, nos damos cuenta que no somos ni tan buenos, ni tan justos, ni tan agradables como creíamos. En un corazón arrepentido brota la sangre de la verdad, si brota sangre porque lo que realmente duele es tener que romper con tantas mentiras.
El mal siempre ha querido desfigurar el rostro de nuestro creador, el mal siempre quiere parecer bueno e indefenso, solo cuando te acercas a la luz de Dios, te das cuenta cuántos años viviste engañado por el mal, fuiste tu títere, fuiste esclavizado por sus deseos. Solo cuando nuestras lágrimas corren por nuestras mejillas al reconocer cuánto hemos hecho de daño y como hemos vivido a espaldas a Dios, ellas mismas limpian nuestros ojos para ver el rostro amoroso y perdonador del Dios Eterno.
Salmo 24 “ Señor, recuerda tu misericordia “
Mateo 18,21-35
En aquel tiempo, se adelantó Pedro y preguntó a Jesús: "Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces?"
Jesús le contesta: "No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Y a propósito de esto, el reino de los cielos se parece a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus empleados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así. El empleado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo: "Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré todo." El señor tuvo lástima de aquel empleado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda.
Pero, al salir, el empleado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, agarrándolo, lo estrangulaba, diciendo: "Págame lo que me debes." El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba, diciendo: "Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré." Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía. Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo: "¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo pediste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?" Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda. Lo mismo hará con vosotros mi Padre del cielo, si cada cual no perdona de corazón a su hermano."
Palabra de Dios
Te alabamos Señor
Así como el buen Dios es misericordioso con cada uno de nosotros, nuestra tarea es hacer lo mismo que Él hace porque con Su ejemplo nos enseña que Él espera de nosotros sus hijos, Dios nos enseña con palabras y además nos da testimonio de vida.
Detente un momento y reflexiona acerca de esto : Dios es quien primero te mira, Dios es quien primero te llama, Dios es quien primero te ama, Dios es quien primero te perdona. Solo quien siente se siente buscado y llamado por Dios, siente la necesidad de buscar a los que estan distraidos en el mundo para llevarlos a los pies de Cristo, solo quien ha recibido y se ha sentido amado por Dios, será capaz de amar desde el amor de Cristo, desde la libertad, sin temor, y sin esperar nada a cambio. Solo quien se siente perdonado por Dios es capaz de ofrecer el regalo del perdón a otros, sin importar quién ganó o perdió, Solo quien puede ofrecer misericordia es aquel quien ha reconocido en el fondo de su corazón que Dios es misericordia y así como Dios la tuvo con él ofrecerá misericordia a los demás.
Alguien decia por ahi “ Muchas veces las personas juzgan a otros de una manera muy facilista a los demás, esto es porque ellos no se conocen así mismos “, no se conocen a profundidad, Cuando te conoces tu propio barro eres más compasivo con los otros, y sobre ese barro aprendemos a construir una nueva y mejor historia. Pero algunos aún no han podido entender esto. Esto porque sucede? Porque aún no eres capaz de reconocer o no eres consciente que es lo que estás haciendo con su vida y lo peor es que no te has decidido en construir una nueva y mejor historia de tu vidas.
El perdón más difícil es perdonarse a uno mismo, pero lo que hiciste y dejaste de hacer, ya no hay vuelta atrás, perdonate por las veces que no te valoraste, que utilizaste palabras autodestructivas, por las veces que eres débil frente a la tentación y no tuviste la suficiente templanza, por las veces que pudiendo hacer el bien no lo hiciste, por las veces que podías haber sido prudente y no lo hiciste porque mas fue tu orgullo, por las veces que hice que otros volvieran a caer en las adicciones, por los apegos afectivos y materiales, por las veces que te da pereza orarle a Dios, cuando vas a misa solo por cumplir y para que te vean, o solo busco a Dios para que apague los incendios de tu vida, por las veces que haz ofendido al buen Dios con blasfemias, falsos juramentos o usando su nombre en vano. Sera que tengo que pedirle perdón a Dios por mi soberbia y vanidad, sera que me acepto como soy o prefiero vivir en un mundo de mentiras para ser aprobado y querido por los hombres, soy esclavo de mis complejos, malgasto los dones que Dios me ha dado y además no aprovecho bien el tiempo, será que he caído en pensamientos impuros, con deseos o acciones impuras, he acabado con la honra de alguien, será que abuso de aquellos quienes son débiles usándolos para mis fines, será que guardó rencor y deseo de venganza en mi corazon, sera que solo vivo para mi mismo y no comparto los bienes materiales y espirituales que Dios me ha dado, he procurado o inducido al aborto, Soy envidioso, chismoso y charlatán, he violado secretos, soy mentiroso, he hecho algún daño físico o moral a otros, he sido violento, he sido deshonesto en el trabajo, he usado rectamente de la creación o he abusado de ella con fines egoístas, he robado,he participado en el negocio o consumo de drogas, he caído en la estafa o el fraude, he recibido dinero ilícito…revisa muy en el fondo del corazón, camino hacia dentro de tu corazón y que la luz del Espíritu Santo te muestre el barro de tu vida, no te desanimes, pero debes de ser consciente de tus actos y reconocer que necesitas el perdón de Dios, el perdón a ti mismo y el perdón de los demás.
Señor gracias por darme este día para acercarme a ti y pedirte perdón, gracias por darme la gracia de enmendarme, soy débil y te necesito y después de este examen de conciencia reconozco que no soy tan bueno como pienso. Que en esta cuaresma pueda tener una conversión profunda y personal de tu perdón y de tu misericordia. Más fácil me canso yo en pedirte perdon que Tu negarme tu perdón. Se que aunque tu me perdones no significa negarme de las cosas que sucedieron o borrarlas de mi mente, porque nadie puede luchar para siempre con la verdad del recuerdo que le hiere. Perdonar es crear una relación nueva, es ayudar a alguien a ser nuevo. Por eso Señor te pido que creas en mí un corazón nuevo para estar unida a ti y pertenecer solo a ti. El perdón es un regalo que tú mismo nos das y por eso quiero acoger este regalo, el perdón es infinito, porque no depende del perdonado sino del perdonador, y como el perdonador es inagotable en su amor y en su poder, no hay límite para el perdón. Gracias Señor por tu perdon, Amen, Amen, Amen.
Dios te bendiga,
Alabado sea Jesucristo!!!
Tarea : Haz un examen de conciencia y pidele a Dios Su perdón y sientate perdonado!!!
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† Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
Sandra Yudy Zapata Escudero
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