viernes, 31 de mayo de 2019

Santa Misa


Lectio Divina

LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR AUMENTA NUESTRA FE
 
Así como en la solemnidad de Pascua la resurrección del Señor fue para nosotros causa de alegría, así también ahora su ascensión al cielo nos es un nuevo motivo de gozo, al recordar y celebrar litúrgicamente el día en que la pequeñez de nuestra naturaleza fue elevada, en Cristo, por encima de todos los ejércitos celestiales, de todas las categorías de ángeles, de toda la sublimidad de las potestades, hasta compartir el trono de Dios Padre.
Hemos sido establecidos y edificados por este modo de obrar divino, para que la gracia de Dios se manifestara más admirablemente, y así, a pesar de haber sido apartada de la vista de los hombres la presencia visible del Señor, por la cual se alimentaba el respeto de ellos hacia él, la fe se mantuviera firme, la esperanza inconmovible y el amor encendido.
En esto consiste, en efecto, el vigor de los espíritus verdaderamente grandes, esto es lo que realiza la luz de la fe en las almas verdaderamente fieles: creer sin vacilación lo que no ven nuestros ojos, tener fijo el deseo en lo que no puede alcanzar nuestra mirada.
¿Cómo podría nacer esta piedad en nuestros corazones, o cómo podríamos ser justificados por la fe, si nuestra salvación consistiera tan solo en lo que nos es dado ver?
Así, todas las cosas referentes a nuestro Redentor, que antes eran visibles, han pasado a ser ritos sacramentales; y, para que nuestra fe fuese más firme y valiosa, la visión ha sido sustituida por la instrucción, de modo que, en adelante, nuestros corazones, iluminados por la luz celestial, deben apoyarse en esta instrucción.
Esta fe, aumentada por la ascensión del Señor y fortalecida con el don del Espíritu Santo, ya no se amilana por las cadenas, la cárcel, el destierro, el hambre, el fuego, las fieras ni los refinados tormentos de los crueles perseguidores. Hombres y mujeres, niños y frágiles doncellas han luchado, en todo el mundo, por esta fe, hasta derramar su sangre.
Esta fe ahuyenta a los demonios, aleja las enfermedades, resucita a los muertos.
Por esto los mismos apóstoles, que, a pesar de los milagros que habían contemplado y de las enseñanzas que habían recibido, se acobardaron ante las atrocidades de la passion del Señor y se mostraron reacios en admitir el hecho de su resurrección, recibieron un progreso espiritual tan grande de la ascensión del Señor, que todo lo que antes les era motivo de temor se les convirtió en motivo de gozo. Es que su espíritu estaba ahora totalmente elevado por la contemplación de la divinidad, sentada a la derecha del Padre; y al no ver el cuerpo del Señor podían comprender con mayor claridad que aquel no había dejado al Padre, al bajar a la tierra, ni había abandonado a sus discípulos, al subir al cielo.
Entonces, amadísimos hermanos, el Hijo del hombre se mostró, de un modo más excelente y sagrado, como Hijo de Dios, al ser recibido en la gloria de la majestad del Padre, y, al alejarse de nosotros por su humanidad, comenzó a estar presente entre nosotros de un modo nuevo e inefable por su divinidad.
Entonces nuestra fe comenzó a adquirir un mayor y progresivo conocimiento de la igualdad del Hijo con el Padre, y a no necesitar de la presencia palpable de la substancia corpórea de Cristo, según la cual es inferior al Padre; pues, subsistiendo la naturaleza del cuerpo glorificado de Cristo, la fe de los creyentes es llamada allí donde podrá tocar al Hijo único, igual al Padre, no ya con la mano, sino mediante el conocimiento espiritual.

Responsorio Hb 8, 1; 10, 22. 23

R. Tenemos un sumo sacerdote que está sentado a la diestra del trono de la Majestad en los cielos. * Acerquémonos con sinceridad de corazón, con plenitud de fe, purificados los corazones de toda mancha de que tengamos conciencia. Aleluya.
V. Mantengamos firmemente la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es Dios que nos hizo las promesas.
R. Acerquémonos con sinceridad de corazón, con plenitud de fe, purificados los corazones de toda mancha de que tengamos conciencia. Aleluya.

Oración

Oremos:
Escucha, Señor, nuestras plegarias, y, ya que confesamos que Cristo, el Salvador de los hombres, vive junto a ti en la gloria, haz que le sintamos presente también entre nosotros hasta el fin de los tiempos como él mismo nos lo prometió. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén.

jueves, 30 de mayo de 2019

Jesús hoy nos dice que estemos tristes cuando no lo vemos y que estemos alegres cuando lo volvemos a ver.


Hechos 18,1-8
En aquellos días, Pablo dejó Atenas y se fue a Corinto. Allí encontró a un tal Aquila, judío natural del Ponto, y a su mujer Priscila; habían llegado hacía poco de Italia, porque Claudio había decretado que todos los judíos abandonasen Roma. Se juntó con ellos y, como ejercía el mismo oficio, se quedó a trabajar en su casa; eran tejedores de lona. Todos los sábados discutía en la sinagoga, esforzándose por convencer a judíos y griegos. Cuando Silas y Timoteo bajaron de Macedonia, Pablo se dedicó enteramente a predicar, sosteniendo ante los judíos que Jesús es el Mesías.
Como ellos se oponían y respondían con insultos, Pablo se sacudió la ropa y les dijo: "Vosotros sois responsables de lo que os ocurra, yo no tengo culpa. En adelante me voy con los gentiles." Se marcho de allí y se fue a casa de Ticio Justo, hombre temeroso de Dios, que vivía al lado de la sinagoga. Crispo, el jefe de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su familia; también otros muchos corintios que escuchaban creían y se bautizaban.
Palabra de Dios


Qué es lo que hace que una persona escuche una predicación y se convenza, mientras que su vecino de puesto, su amigo de toda la vida, su esposo o esposa, o su compañero de estudio o de trabajo no llegan a convencerse por igual? ¿Qué es eso de convencerse? ¿Cómo es que uno llega a creer en algo o en alguien? La primera lectura de hoy es ocasión preciosa para que lo preguntemos.

El aspecto negativo de estas preguntas es que, como no llegamos a respuestas, entonces podemos desencantarnos de los resultados de la predicación. O podemos enredarnos en nosotros mismos, como si todo lo malo fuera culpa nuestra. O podemos llenarnos de resentimiento contra la Iglesia y envolvernos en acusaciones como “la evangelización no camina porque estamos con el Plan Pastoral equivocado”, o también: “falta profetismo en los sacerdotes”; “ya no hay espiritualidad en los pastores”; “la liturgia de antes sí tenía la belleza y la solemnidad que el alma pide”; “esos ritos viejos y muertos ya no sirven para el mundo de hoy”.

Muchos piensan que hay una receta o fórmula especial que cambiara todo y que solucionara todo. Realmente no hay ninguna receta. En el pasaje de hoy vemos como Pablo predicaba siempre lo mejor que podía, pero sus argumentos a veces llegaban y a veces no convencían. En una misma sinagoga vemos que algunos insultan sin parar mientras que el jefe de la misma sinagoga se convierte al Evangelio de Cristo. Pero no es una ley segura porque en otras partes es el jefe el que más se opone. Esto puede desconcertar bastante y desanimar mucho.

Cuántos de nosotros podemos a veces desanimarnos cuando oramos al Señor y nuestras súplicas no se dan, o cuanto más servimos al Señor nuestra relación familiar se complica o a veces terminamos enredados en chismes y calumnias.  O cuantas veces oramos por la sanación de una persona y en vez de mejorar empeora. O por más buenos consejos y amor que les demos a nuestros hijos vemos como ellos en vez de mejorar se van yendo cada vez más a lo hondo.
No dejemos que la decepción o la frustración empañen el gozo del Evangelio. No entendemos del todo, o no entendemos mucho de por qué unos aceptan y creen mientras que otros se oponen y dan la espalda. Pero eso no es tan grave. Entendamos lo que podamos y dejemos al amor divino que haga su obra a su manera, a su hora y con sus instrumentos, de modo tal que cuando algo no suceda como queríamos, no perdamos la paz, y cuando en cambio las conversiones se den, nuestros ojos estén atentos para fascinarse contemplándolo, y nuestra boca atenta para cantarlo a plena voz.

Salmo 97 " El Señor revela a las naciones su Victoria "

Juan 16,16-20
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Dentro de poco ya no me veréis, pero poco más tarde me volveréis a ver." Comentaron entonces algunos discípulos: "¿Qué significa eso de "dentro de poco ya no me veréis, pero poco más tarde me volveréis a ver", y eso de "me voy con el Padre"?" Y se preguntaban: "¿Qué significa ese "poco"? No entendemos lo que dice." Comprendió Jesús que querían preguntarle y les dijo: "¿Estáis discutiendo de eso que os he dicho: "Dentro de poco ya no me veréis, pero poco más tarde me volveréis a ver"? Pues sí, os aseguro que lloraréis y os lamentaréis vosotros, mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría."
Palabra de Dios


Hoy el evangelio es precioso porque Jesús nos dice que nuestra tristeza se convertirá en alegría “. El gran mensaje que Jesús nos quiere dar es que estemos tristes cuando no lo vemos y estemos alegres cuando lo volvemos a ver.

Hace un par de días mi esposo viajo para Colombia solo por una semana y desde lo humano puedo decir que me hacía mucha falta sentir su presencia. La casa se sentía  vacía, en silencio, no era nada agradable. Aunque hablábamos por teléfono y nos veíamos me hacia mucha falta. En vísperas de que el volviera, mi hija y yo empezamos a sentir alegría y esa ansiedad de volverlo a ver y tenerlo cerca. De la misma manera nos debería de suceder con Jesús.

Un discípulo es el que extraña a Jesús cuando se le pierde, podemos decir que esta es una señal del amor. Como nos duele que se aparten de nosotros las personas que amamos y cómo nos sentimos tristes cuando se van. Cuando volvemos a encontrarnos con ellos renace en nosotros la alegría. Ahora hazte esta dos preguntas…. Te da tristeza no ver a Jesús? nos da alegría volverlo a encontrar?

Para algunas personas no extrañan a Dios porque entre comillas se sienten muy bien porque están  amañados en su vida de pecado, en las amistades que consiguen, en las ganancias que logran, en los lujos y entretenimientos que tienen por eso no extrañan a Dios. Por eso antes de pedir la conversión por alguien lo que debemos pedir es que la persona sienta su ausencia, osea que lo extrañe. Porque solo aquel quien siente hambre busca de comer.

Retomando la primera lectura de la misión de Pablo nos damos cuenta que solo quien ha experimentado el amor de Dios y ha entrado a la melodía de Jesús no le queda otra manera sino de difundir y expresar el amor de Dios a los demás porque el amor se difunde.
Que hace un misionero? es el que busca a un Jesús que está perdido. Fácilmente en alguna parte de nuestra vida se nos perdió Jesus. Un misionero es quien con su palabra, con sus obras de misericordia, su penitencia, su paciencia  y su testimonio de vida intenta que aquel que lo escucha pueda redescubrir a Jesús, pueda darse cuenta que le hace falta Jesus. Cuando un corazón siente el hambre por Jesús y se hace esta pregunta … Que debo de hacer?  Es la señal que nos indica que la persona desea salir de esa comodidad en la que está y siente que le hace falta Jesus. Ahí la persona se pone en camino hacia Jesús. Aleluya!

Pidámosle al Espíritu Santo que nos ayude a sentir ese hambre de Dios que nunca se sacia, que siempre estemos necesitando de Jesús, que nos fascinemos por las cosas de Jesús, para que así podamos estar siempre en movimiento hacia Dios. Como decía la Santa Rosa de Lima “ Me has herido de amor , pero no cures esta herida solo tu presencia la sana, prefiero que siempre me hagas falta, porque extrañarte es el motor que me mueve una y otra vez hacia ti ….”. Danos la gracia de enamorarnos mas de ti encontrándote en la Palabra y en la Eucaristía y luego en la Gloria del cielo, Amén.

Dios te bendiga,

Alabado Sea Jesucristo!!!


--
Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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Santa Misa de hoy


Lectio Divina

NADIE HA SUBIDO AL CIELO, SINO EL QUE BAJÓ DEL CIELO
 
Nuestro Señor Jesucristo ascendió al cielo tal día como hoy; que nuestro corazón ascienda también con él.
Escuchemos al Apóstol: Ya que habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde está Cristo, sentado a la derecha de Dios; aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra. Y así como él ascendió sin alejarse de nosotros, nosotros estamos ya allícon Él, aun cuando todavía no se haya realizado en nuestro cuerpo lo que nos ha sido prometido.
Él fue ya exaltado sobre los cielos; pero sigue padeciendo en la tierra todos los trabajos que nosotros, que somos sus miembros, experimentamos. De lo que dio testimonio cuando exclamó: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Así como: Tuve hambre, y me disteis de comer.
¿Por qué no vamos a esforzarnos sobre la tierra, de modo que gracias a la fe, la esperanza y la caridad, con las que nos unimos con él, descansemos ya con él en los cielos? Mientras él está allí, sigue estando con nosotros; y nosotros, mientras estamosaquí, podemos estar ya con Él allí. Él está con nosotros por su divinidad, su poder y suamor; nosotros, en cambio, aunque no podemos llevarlo a cabo como Él por la divinidad, si que podemos por el amor hacia él.
No se alejó del cielo, cuando descendió hasta nosotros; ni de nosotros, cuando regresó hasta él. Él mismo es quien asegura que estaba allí mientras estaba aquí: Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre que está en el cielo.

Esto lo dice en razón de la unidad que existe entre Él, nuestra cabeza, y nosotros, sucuerpo. Y nadie, excepto Él, podría decirlo, ya que nosotros estamos identificados con Él, en virtud de que Él, por nuestra causa, se hizo Hijo del hombre, y nosotros, por Él, hemos sido hechos hijos de Dios.
En este sentido dice el Apóstol: Lo mismo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, a pesar de ser muchos, son un solo cuerpo, así es también Cristo. No dice: «Así es Cristo», sino: Así es también Cristo. Por tanto, Cristo es un solo cuerpo formado por muchos miembros.
Bajó, pues, del cielo, por su misericordia, pero ya no subió Él solo, puesto que nosotrossubimos también en Él por la gracia. Así, pues, Cristo descendió él solo, pero ya no ascendió Él solo; no es que queramos confundir la dignidad de la cabeza con la del cuerpo, pero sí afirmamos que la unidad de todo el cuerpo pide que éste no sea separado de su cabeza.

Responsorio Hch 1, 3. 9. 4

R. Cristo se les apareció después de su pasión a lo largo de cuarenta días, y les fue instruyendo acerca del reino de Dios; * y se elevó en presencia de ellos, y una nube lo ocultó a su vista. Aleluya.
V. Estando una vez comiendo con ellos a la mesa, les mandó que no saliesen de Jerusalén, sino que esperasen ahí la promesa del Padre.
R. Y se elevó en presencia de ellos, y una nube lo ocultó a su vista. Aleluya. HIMNO A ti, oh Dios, te alabamos.

miércoles, 29 de mayo de 2019

El Espíritu Santo de Dios es un regalo que fue pagado con la sangre de Cristo.


Hechos 17, 15.22-18,1
En aquellos días, los que conducían a Pablo lo llevaron hasta Atenas, y se volvieron con encargo de que Silas y Timoteo se reuniesen con Pablo cuanto antes.
Pablo, de pie en medio del Areópago, dijo: "Atenienses, veo que sois casi nimios en lo que toca a religión. Porque, paseándome por ahí y fijándome en vuestros monumentos sagrados, me encontré un altar con esta inscripción: "Al Dios desconocido." Pues eso que veneráis sin conocerlo, os lo anuncio yo. El Dios que hizo el mundo y lo que contiene, él es Señor de cielo y tierra y no habita en templos construidos por hombres, ni lo sirven manos humanas; como si necesitara de alguien, él que a todos da la vida y el aliento, y todo. De un solo hombre sacó todo el género humano para que habitara la tierra entera, determinando las épocas de su historia y las fronteras de sus territorios. Quería que lo buscasen a él, a ver si, al menos a tientas, lo encontraban; aunque no está lejos de ninguno de nosotros, pues en él vivimos, nos movemos y existimos; así lo dicen incluso algunos de vuestros poetas: "Somos estirpe suya." Por tanto, si somos estirpe de Dios, no podemos pensar que la divinidad se parezca a imágenes de oro o de plata o de piedra, esculpidas por la destreza y la fantasía de un hombre. Dios pasa por alto aquellos tiempos de ignorancia, pero ahora manda a todos los hombres en todas partes que se conviertan. Porque tiene señalado un día en que juzgará el universo con justicia, por medio del hombre designado por él; y ha dado a todos la prueba de esto, resucitándolo de entre los muertos."
Al oír "resurrección de muertos", unos lo tomaban a broma, otros dijeron: "De esto te oiremos hablar en otra ocasión." Pablo se marchó del grupo. Algunos se le juntaron y creyeron, entre ellos Dionisio el areopagita, una mujer llamada Dámaris y algunos más. Después de esto, dejó Atenas y se fue a Corinto.
Palabra de Dios


Hoy la primera lectura nos habla del dolor que siente Pablo ante el espectáculo deprimente de la multitud de ídolos de las calles de Atenas. Es una imagen triste, porque retrata esa otra tristeza, la del corazón que finalmente no encuentra sosiego a su ansiedad ni agua de vida para su sed. El que saca a Dios en su vida termina adorando lo que sea.
Dice San Agustín, el vacío del hombre solo se llenará con Dios. Nosotros hemos sido creados para el infinito porque salimos de un Dios que es infinito. Por eso las palabras de San Agustín tienen toda la razon, porque solo quedaremos saciados completamente cuando volvamos a donde salimos, Dios.  
Es triste uno ver cómo el ser humano se arrastra delante con los dioses muertos de este mundo. He visto como personas que cada vez se van hundiendo en los antivalores del mundo, de dejan absorber de tal manera que pierden su rumbo. Luego algunos de ellos cuando llegan a la ancianidad reconocen como desgastaron su vida y sus dones en cosas tan efímeras que solo les dejo vacio de amor y soledad, lleno de mentiras y sediento de la verdad que anhela y teme a la vez.

Así como Pablo se compadeció y empezó a predicar, qué nos corresponde a nosotros, cuál es nuestro deber?

Salmo 148 " Llenos están el cielo y la tierra de tu Gloria"

Juan 16,12-15
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues lo que hable no será suyo: hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir. Él me glorificará, porque recibirá de mí lo que os irá comunicando. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que toma de lo mío y os lo anunciará."
Palabra de Dios


Hoy el evangelio Jesús nos afirma que no podemos cargar con todo lo que Él nos dice y es por eso que nos promete que nos enviará su Espíritu Santo quien nos guiará hacia la verdad.

Recuerdo las palabras de mi director espiritual Rodrigo que decía “ A Jesús hay que conocerlo, amarlo y seguirlo “. A Jesus lo conocieron sus discípulos y los que vivieron en tiempo de Jesús de manera personal mirándolo, vivieron con Él, escucharon su voz, algunos hasta lo tocaron. A Dios se conoce por medio de su Hijo Jesucristo, pero entonces cómo se puede conocer al Espiritu Santo?

Al Espíritu Santo se conoce por las obras que Él hace. El mismo Jesús nos lo dice “ os guiará hasta la verdad plena, os comunicará lo que está por venir y Él me glorificará”.
El Espíritu Santo es un regalo que fue pagado por la sangre de Cristo. Pero cómo uno puede valorar un regalo de estos sino se lo cuentan? Jesus nos mostro con su propia vida la acción del Espíritu Santo y Jesús lo  que nos quiere enseñar es que valoremos este regalo, por eso nos dice que es el Espíritu Santo. El Espíritu Santo nos encaminara a la verdad plena, nos dará a conocer lo que está por venir y nos va ayudara a glorificar  a Jesús.

Primero miremos que significa que el Espíritu Santos nos guiará hasta la verdad plena. Voy a dar un ejemplo para que les quede más fácil de entender, el sacerdote dice “ Jesús está vivo “. Si lo escuchamos y hasta lo podemos repetir con nuestros labios. Pero cuando estamos en una dificultad necesitamos que el susurro de Dios nos recuerde lo que escuchamos del Padre “ Jesús está vivo “. El susurro de Dios nos recuerda esta verdad y nos convence que es verdad. Otro ejemplo es la confesión. Todos sabemos que necesitamos de la confesión para ser liberados del pecado.  El Espíritu Santo nos ayuda a que tengamos voluntad para acercarnos al padre y confesar nuestros pecados como también por convicción reconocer que hemos sido perdonados por Cristo.

Que significa que el Espíritu Santo nos da a conocer lo que está por venir. Como vivimos momentos de mucha incertidumbre a veces no sabemos si vale la pena esforzarse. Muchos jóvenes se preguntan...vale la pena estudiar? para qué, vale la pena de ser honrado? para qué, vale la pena casarse? para qué, vale la pena de seguir a Cristo? para que.  El que tiene el Espíritu Santo no trabaja a media máquina, acomplejado, pesimista, melancólico, dudoso. El Espíritu Santo ayuda a vencer esa nube de incertidumbre confirmándonos que si vale la pena amar, servir, buscar la verdad y practicar la caridad.
El que tenga el Espíritu Santo adentro no es que pueda adivinar todo el futuro pero recibe la luz necesaria para caminar con gozo, para caminar con empuje, y para comunicar a otros fuerza, ánimo y vida.  

El Espíritu Santo nos lleva a glorificar a Jesús. Esto es estar fascinado por Jesús, tener pasion por Jesus. Un corazón que está fascinado por Jesús es un corazón que no se deja engañar.  Glorificar a Jesús es liberar el alma. Porque el demonio para conseguir que nosotros pequemos siempre nos tiene que ofrecer algo. Un Corazón que está enamorado de Jesus es difícil que el mal lo pueda engañar porque un corazón enamorado de Jesus quiere hacer el bien en todo momento. Por ejemplo un hombre que está casado y se siente aburrido en su matrimonio, maltratado, incomprendido. Si este hombre se encuentra la sonrisa amable de una dama y encuentra una conversación agradable y un cariñito aquí y allá, fácilmente este hombre está tentado de caer en adulterio.
Si por el contrario hay un hombre que se siente feliz con su esposa y esta seguro de haber encontrado la mujer de su vida, su alegría y su mejor compañía.  Si este hombre se encuentra con esa misma mujer amable y una conversación agradable y un cariñito aquí y allá  ya no se deja convencer tan fácil porque se siente feliz con lo que tiene y no se deja seducir con lo que le ofrecen. El que está feliz con lo que tiene no está en venta. El Espíritu Santo hace algo así en nosotros. Hace que nos sintamos felices alabando a Jesús, bendiciendo a Jesús, conociendo a Jesús, amando a Jesús. Al nosotros estar felices con Jesús los pecados son fáciles de vencer y las tentaciones no tienen casi poder.

El Espíritu Santo nos ayuda a enamorarnos de Cristo, fascinarnos de Cristo, estar encantado de Cristo. La palabra encantado viene de Canto, estar encantado es estar metido en el canto de otro, en la música de otro. La Música de Jesús es el Espíritu, el Espíritu nos mete en la música de Jesús y aunque venga el demonio con sus ladridos y sus seducciones y le damos una patadita y se larga porque nosotros somos de Dios. 

Mi amado Jesús, qué gran regalo que nos has dado como es dejarnos Tu Espíritu que viva en nosotros. Este regalo tu nos lo diste con tu propia sangre. Danos la gracia de valorar este hermoso regalo tan precioso porque este regalo es el que tiene el poder de transformar nuestra vida. Tu Espíritu Santo es quien nos lleva a la verdad plena porque es el susurro de Dios que nos recuerda la verdad Divina. Es también el que nos da a conocer lo que está por venir confirmándonos que si vale la pena amar, servir, buscar la verdad y practicar la caridad. Por último es quien nos lleva a glorificar al Padre que está en los cielos al estar fascinado por ti. Que grande es tu amor por mi y que pequeño soy ante ti, Amen.  

Dios te bendiga,

Alabado sea Jesucristo!!!

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Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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Santa Misa de hoy


Lectio Divina

LOS DÍAS QUE TRANSCURRIERON ENTRE LA RESURRECCIÓN DEL SEÑOR Y SU ASCENSIÓN
 
Aquellos días, queridos hermanos, que transcurrieron entre la resurrección del Señor y su ascensión no se perdieron ociosamente, sino que durante ellos se confirmaron grandes sacramentos, se revelaron grandes misterios.
En aquellos días se abolió el temor de la horrible muerte, y no sólo se declaró la inmortalidad del alma, sino también la de la carne. Durante estos días, gracias al soplo del Señor, se infundió en todos los apóstoles el Espíritu Santo, y se le confió a san Pedro, después de las llaves del reino, el cuidado del redil del Señor, con autoridad sobre los demás.
Durante estos días, el Señor se juntó, como uno más, a los dos discípulos que iban de camino y los reprendió por su resistencia en creer, a ellos, que estaban temerosos y turbados, para disipar en nosotros toda tiniebla de duda. Sus corazones, por Él iluminados, recibieron la llama de la fe y se convirtieron de tibios en ardientes, al abrirles el Señor el sentido de las Escrituras. En la fracción del pan, cuando estaban sentados conÉl a la mesa, se abrieron también sus ojos, con lo cual tuvieron la dicha inmensa de poder contemplar su naturaleza glorificada.
Por tanto, amadísimos hermanos, durante todo este tiempo que media entre la resurrección del Señor y su ascensión, la providencia de Dios se ocupó en demostrar, insinuándose en los ojos y en el corazón de los suyos, que la resurrección del Señor Jesucristo era tan real como su nacimiento, pasión y muerte.
Por esto, los apóstoles y todos los discípulos, que estaban turbados por su muerte en la cruz y dudaban de su resurrección, fueron fortalecidos de tal modo por la evidencia de la verdad que, cuando el Señor subió al cielo, no sólo no experimentaron tristeza alguna, sino que se llenaron de gran gozo.
Y es que en realidad fue motivo de una inmensa e inefable alegría el hecho de que la naturaleza humana, en presencia de una santa multitud, ascendiera por encima de la dignidad de todas las criaturas celestiales, para ser elevada mas allá de todos los ángeles, por encima de los mismos arcángeles, sin que ningún grado de elevación pudiera dar la medida de su exaltación, hasta ser recibida junto al Padre, entronizada y asociada a la gloria de aquel con cuya naturaleza divina se había unido en la persona del Hijo.

Responsorio Jn 14, 2. 3. 16. 18

R. Voy a prepararos un lugar, pero volveré otra vez, * para tomaros y llevaros conmigo, para que donde yo esté estéis también vosotros. Aleluya.
V. Yo rogaré al Padre y él os dará otro Abogado que esté con vosotros para siempre; no os dejaré huérfanos, volveré a vosotros.
R. Para tomaros y llevaros conmigo, para que donde yo esté estéis también vosotros.
Aleluya.

Oración

Oremos:
Escucha, Señor, nuestra oración y concédenos que así como celebramos en la fe la gloriosa resurrección de Jesucristo, así también, cuando él vuelva con todos los santos, podamos alegrarnos con su victoria. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén.

martes, 28 de mayo de 2019

El temblor que trae Cristo da orden a nuestra vida.


Hechos 16,22-34
En aquellos días, la plebe de Filipos se amotinó contra Pablo y Silas, y los magistrados dieron orden de que los desnudaran y los apalearan; después de molerlos a palos, los metieron en la cárcel, encargando al carcelero que los vigilara bien; según la orden recibida, los metió en la mazmorra y les sujetó los pies en el cepo.
A eso de media noche, Pablo y Silas oraban cantando himnos a Dios. Los otros presos escuchaban. De repente, vino una sacudida tan violenta que temblaron los cimientos de la cárcel. Las puertas se abrieron de golpe, y a todos se les soltaron las cadenas. El carcelero se despertó y, al ver las puertas de la cárcel de par en par, sacó la espada para suicidarse, imaginando que los presos se habían fugado. Pablo lo llamó a gritos: "No te hagas nada, que estamos todos aquí." El carcelero pidió una lámpara, saltó dentro, y se echó temblando a los pies de Pablo y Silas; los sacó y les preguntó: "Señores, ¿qué tengo que hacer para salvarme?" Le contestaron: "Cree en el Señor Jesús y te salvarás tú y tu familia." Y le explicaron la palabra del Señor, a él y a todos los de su casa. El carcelero se los llevó a aquellas horas de la noche, les lavó las heridas, y se bautizó en seguida con todos los suyos, los subió a su casa, les preparó la mesa, y celebraron una fiesta de familia por haber creído en Dios.
Palabra de Dios


Salmo 137 " Señor, tu derecha me salva"

Juan 16,5-11
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Ahora me voy al que me envió, y ninguno de vosotros me pregunta: "¿Adónde vas?" Sino que, por haberos dicho esto, la tristeza os ha llenado el corazón. Sin embargo, lo que os digo es la verdad: os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Defensor. En cambio, si me voy, os lo enviaré. Y cuando venga, dejará convicto al mundo con la prueba de un pecado, de una justicia, de una condena. De un pecado, porque no creen en mí; de una justicia, porque me voy al Padre, y no me veréis; de una condena, porque el Príncipe de este mundo está condenado."
Palabra de Dios

Hoy la primera lectura trae una enseñanza un poco particular, unos prisioneros que son capaces de darle libertad a su propio carcelero.

Pablo en más de una ocasión escribió que la Palabra de Dios no estaba encadenada y hoy en esta primera lectura nos lo muestra claramente. En efecto, la libertad de Pablo y Silas, también llamado Silvano, no empieza en el momento en que aquel terremoto los libera rompiendo sus cadenas.
Estos dos hombres a pesar de que físicamente estaban encarcelados, su corazón no estaba encarcelado. La oscuridad del calabozo no destruye la luz de sus almas. Dice la lectura que Pablo y Silas oraban cantando himnos a Dios. Los otros presos escuchaban. De repente, vino una sacudida tan violenta que temblaron los cimientos de la cárcel. Las puertas se abrieron de golpe, y a todos se les soltaron las cadenas.

Alguna vez te has puesto a pensar porque en el momento de la muerte de Cristo la tierra tembló, y en los comienzos de la predicación de los apóstoles también se dio un caso de un temblor. Cuando ellos terminaron de orar tembló y todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y en este pasaje volvemos a ver que hay un temblor? que significa en el lenguaje bíblico el temblor?  Este temblor es un anticipo de la última llegada de Cristo cuando juzgue cielo y tierra.
Todos sabemos que los terremotos causan caos, pánico,y destrucción. En algunas partes de la Biblia encontramos por ejemplo que en al segunda llegada de Cristo va haber temblor. Pero el temblor que viene o que trae Cristo es muy diferente al que comúnmente entendemos como temblor. El temblor de Cristo trae orden. Si retomamos la lectura nos damos cuenta lo que nos dice “ De repente, vino una sacudida tan violenta que temblaron los cimientos de la cárcel. Las puertas se abrieron de golpe, y a todos se les soltaron las cadenas “ . Jesús liberó a estos hombres porque ese era el deseo de Dios y lo hizo a través de un temblor haciendo que todo volviera a estar en orden. Estos hombres eran inocentes ellos estaban haciendo el bien y ante esta injusticia Dios los libera. Era un terrible desorden que ellos estuvieran encarcelados entonces Dios envía un terremoto para que volviera todo el orden.

Pero como un terremoto es capaz de abrir los cerrojos de las cadenas?
Pablo nos dice que la creación fue sometida al desorden. El pecado trae un desorden en la voluntad humana, y luego en las cosas que manejamos los hombres. Por ejemplo el dinero no es malo, pero si con el dinero hago mal uso por ejemplo pagarle a alguien para que asesine a otra persona,  estoy usando el dinero en contra de la voluntad de Dios y por eso trae desorden a la naturaleza. El pecado trae desorden que no solo se queda en el corazón sino que se convierte en desorden y en esclavitud para el cuerpo y los elementos de la naturaleza. Es por eso que Dios a través del temblor pone en orden todos los elementos de la naturaleza quitando el mal sobre todas las criaturas. Es por eso que los cerrojos y las cadenas se rompen con la fuerza y el poder de Dios. 

Sabías que en la misa también ocurre un terremoto silencioso y escondido?
En la eucaristía se toman elementos de la creación como es el pan y el vino y cuando se invoca el Espíritu Santo de Dios, el mismo que invocaron los primeros cristianos. A través de la transustanciación este pan se convierte en el cuerpo de Cristo y el vino en la sangre del Señor, esta transustanciación es un terremoto de amor.
He tenido la gracia de experimentar ese gozo y alegría cuando el Padre está haciendo la consagración del cuerpo y la sangre de Cristo. Algunas veces hasta corren lágrimas por mis mejillas y mi corazón pareciera salirse de mi cuando recibo a Cristo en la eucaristía. Es ahí donde puedo decir y afirmar que al comulgar tenemos un terremoto de amor para ser transformados, transfigurados, para poder llegar a ser distintos según el querer de Dios, según el designio original de Dios. Porque los dones eucarísticos nos los comemos y nos convertimos en aquel quien nos comemos.

 Por último nos dice la lectura que el carcelero les pregunta a Pablo y Silas qué debe hacer para salvarse . Esta misma pregunta se hace el joven rico en Marcos 10,17.
Hoy podemos dejar que esa pregunta, la pregunta honda que vive en el fondo del corazón humano, salga a flote y nos conmueva. Porque la falta de preguntas hondas deja sin fondo nuestras decisiones y sin perspectiva nuestros deseos.

Jesús, hoy reconozco que por más que diga “ soy libre “, realmente me doy cuenta que aun tengo cadenas que no han sido liberadas por ti, no porque tu no quieras hacerlo sino porque no quiero soltarlas. Ayudame con la fuerza y el poder del Espíritu Santo que produzca dentro de mi un terremoto de amor cada vez que recibo la eucaristia. Quiero alcanzar el orden que mi vida necesita,  ser transformado, transfigurado, llegar a ser distinto según el querer de Dios, según el designio original de Dios. Que al recibir los dones eucarísticos dame la gracia de convertirme en aquel quien me como, tu mi amado Jesus. El mayor bien es tener adentro de mí la gracia, la vida y la fuerza que vemos brillar en Ti. Tener Tu vida en nosotros es todavía mejor que tenerte a ti mismo vivo junto a nosotros, Amén.

Dios te bendiga,

Alabado sea Jesucristo!!!


--
Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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Santa Misa de hoy


Lectio Divina

CRISTO ES EL VÍNCULO DE LA UNIDAD
 
Todos los que participamos de la sangre sagrada de Cristo alcanzamos la union corporal con Él, como atestigua san Pablo, cuando dice refiriéndose al misterio del amor misericordioso del Señor: No había sido manifestado a los hombres en otros tiempos, como ha sido revelado ahora por el Espíritu a sus santos apóstoles y profetas: que también los gentiles son coherederos, miembros del mismo cuerpo y participes de la promesa en Jesucristo.
Si, pues, todos nosotros formamos un mismo cuerpo en Cristo, y no sólo unos con otros, sino también en relación con aquel que se halla en nosotros gracias a su carne, ¿cómo no mostramos abiertamente todos nosotros esa unidad entre nosotros y en Cristo? Pues Cristo, que es Dios y hombre a la vez, es el vínculo de la unidad.
Y, si seguimos por el camino de la unión espiritual, habremos de decir que todos nosotros, una vez recibido el único y mismo Espíritu, a saber, el Espíritu Santo, nos fundimos entre nosotros y con Dios. Pues aunque seamos muchos por separado, y Cristo haga que el Espíritu del Padre y suyo habite en cada uno de nosotros, ese Espíritu, único e indivisible, reduce por sí mismo a la unidad a quienes son distintos entre sí en cuanto subsisten en su respectiva singularidad, y hace que todos aparezcan como una sola cosa en sí mismo.
Y así como la virtud de la santa humanidad de Cristo hace que formen un mismo cuerpo todos aquellos en quienes ella se encuentra, pienso que de la misma manera el Espíritu de Dios que habita en todos, único e indivisible, los reduce a todos a la unidad espiritual.
Por esto nos exhorta también san Pablo: Sobrellevaos mutuamente con amor; esforzaos en mantener la unidad del Espíritu, con el vínculo de la paz. Un solo cuerpo y un solo espíritu, como una sola es la esperanza de la vocación a la que habéis sido convocados. Un Señor, una fe, un bautismo. Un Dios, Padre de todo, que lo trasciende todo, y lo penetra todo, y lo invade todo. Pues siendo uno solo el Espíritu que habita en nosotros, Dios será en nosotros el único Padre de todos por medio de su Hijo, con lo que reducirá a una unidad mutua y consigo a cuantos participan del Espíritu.
Ya desde ahora se manifiesta de alguna manera el hecho de que estemos unidos por participación al Espíritu Santo. Pues si abandonamos la vida puramente natural y nos atenemos a las leyes espirituales, ¿no es evidente que hemos abandonado en cierta manera nuestra vida anterior, que hemos adquirido una configuración celestial y en cierto modo nos hemos transformado en otra naturaleza mediante la unión del Espíritu Santo con nosotros, y que ya no nos tenemos simplemente por hombres, sino como hijos de Dios y hombres celestiales, puesto que hemos llegado a ser participantes de la naturaleza divina?
De manera que todos nosotros ya no somos más que una sola cosa en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo: una sola cosa por identidad de condición, por la asimilación que obra el amor, por comunión de la santa humanidad de Cristo y por participación del único y santo Espíritu.

Responsorio 1 Co 10, 17; Sal 67, 11. 7

R. Puesto que es un solo pan, somos todos un solo cuerpo; * ya que todos participamos de ese único pan y de ese único cáliz. Aleluya.
V. Tu bondad, ¡oh Dios!, preparó casa para los pobres y desvalidos.
R. Ya que todos participamos de ese único pan y de ese único cáliz. Aleluya.

Oración

Oremos:
Que tu pueblo, Señor, exulte siempre al verse renovado y rejuvenecido en el espíritu, y que la alegría de haber recobrado la adopción filial afiance su esperanza de resucitar gloriosamente. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén.

lunes, 27 de mayo de 2019

El Espíritu Santo busca llegar a lo profundo de nuestros corazones, iluminar nuestra inteligencia y mover nuestra voluntad de forma amorosa y potente hacia Cristo.



Hechos 16,11-15
En aquellos días, zarpamos de Troas rumbo a Samotracia; al día siguiente salimos para Neápolis y de allí para Filipos, colonia romana, capital del distrito de Macedonia. Allí nos detuvimos unos días. El sábado salimos de la ciudad y fuimos por la orilla del río a un sitio donde pensábamos que se reunían para orar; nos sentamos y trabamos conversación con las mujeres que habían acudido. Una de ellas, que se llamaba Lidia, natural de Tiatira, vendedora de púrpura, que adoraba al verdadero Dios, estaba escuchando; y el Señor le abrió el corazón para que aceptara lo que decía Pablo. Se bautizó con toda su familia y nos invitó: "Si estáis convencidos de que creo en el Señor, venid a hospedaros en mi casa." Y nos obligó a aceptar.
Palabra de Dios


Hoy la primera lectura nos habla acerca de una mujer discreta, Lidia quien abrió la puerta de la fe para Filipos en Europa. Dice la lectura que ella recibió en su casa a los predicadores del Evangelio, ella los hospedó con alegría y de alguna manera esta mujer hizo posible el nacimiento de esa comunidad cristiana  que trajo tanto consuelo y soporte a Pablo: los filipenses.
Las mujeres cumplen un papel muy importante en la evangelización y Jesús fue quien les dio primero la gracia de recibir la Buena Noticia como también las primeras en transmitir su gozo y su testimonio a los Apóstoles.

Pidámosle al buen Dios que nos conceda aprender de esta mujer sencilla, abierta, humilde, franca y audaz; que nosotros, a ejemplo de ella, sepamos abrir nuestros hogares a la predicación, nuestros corazones al Evangelio, y nuestra voz a la proclamación de la fe que salva. Amén.

Salmo 149 " El Señor ama a su pueblo"

Juan 15,26-16,4a
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Cuando venga el Defensor, que os enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí; y también vosotros daréis testimonio, porque desde el principio estáis conmigo. Os he hablado de esto, para que no tambaleéis. Os excomulgarán de la sinagoga; más aún, llegará incluso una hora cuando el que os dé muerte pensará que da culto a Dios. Y esto lo harán porque no han conocido ni al Padre ni a mí. Os he hablado de esto para que, cuando llegue la hora, os acordéis de que yo os lo había dicho."
Palabra de Dios


Ya estamos a solo dos semanas para celebrar Pentecostés y encontramos en el evangelio de hoy una escena preciosa de Jesús porque nos asegura que nos enviara su Espíritu Santo. Pero porqué es tan importante que el Espíritu Santo venga hacia nosotros? Cual es la mision del Espiritu Santo en nosotros?

Jesús nos dice que el Espíritu Santo dará testimonio de Jesús: "El dará testimonio de mí". El Espíritu no es un ser espiritual sin definición. No! El es el Espíritu de la verdad que viene del Padre, y que será enviado por el mismo y nos introducirá en la verdad plena (Jn 16,13). La verdad plena es Jesús mismo: "¡Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida!" (Jn 14,6).

Traduciendo esto a un lenguaje más claro significa que al introducirnos en la verdad plena que es Jesús mismo, el Espíritu santo es quien nos dará el gusto por las cosas de Dios, esto es tener amor de leer la Palabra de Dios, porque recuerda que el que desconoce las escrituras desconoce a Cristo. El Espíritu Santo es quien trabaja desde nuestra voluntad para que saquemos tiempo para las cosas de Dios como es rezar, ir a misa, escuchar una predica, asistir a grupos de oración, frecuentar los sacramentos.

Porqué es tan importante que el Espíritu Santo venga hacia nosotros?
Desde el bautismo cada uno de nosotros recibimos el Espíritu Santo y nosotros debemos ser la prolongación de Jesus. Al ser la prolongación de Jesús entonces tenemos que dar testimonio quien es el que vive en nuestro corazón.
También la importancia de poner a trabajar el Espíritu Santo en nosotros es porque no perderemos el rumbo de nuestra vida hacia Cristo. Si somos movidos y guiados por el Espíritu Santo entonces Él nos dará el consejo que necesitamos en los momentos de dificultad, la voluntad para hacer el bien, reconocer y distinguir qué cosas vienen de Dios y que no,  Él nos ayudará a alcanzar la estatura de Cristo para ser otros Cristos en esta tierra. Nuestra vida siempre es de tomas de decisiones, pero siempre la mejor decision sera que viene de la Voluntad Divina. Por eso se necesita oración y discernimiento para reconocer la voz de Dios entre las voces del mundo.

Cual es la mision del Espiritu Santo en nosotros?
La mision del Espiritu Santo es trabajar en nuestra voluntad. Muchos de nosotros podemos tener muy buenas intenciones de cambiar y ser mejores, pero no solo es el deseo o las ganas de cambiar, muchas veces sino es que todas las veces necesitamos la fuerza de lo alto para que nos cambie nuestra manera de pensar, de hablar y de actuar. Es el Espíritu Santo quien nos transforma consolándonos, educándonos, cambiando nuestra voluntad hacia el Bien y el Amor, es decir, para expresarlo de un modo corto: divinizándonos.

Hoy Jesús nos enseña que el Espíritu “da testimonio” de él. El Espíritu es el “Gran Testigo” cuyo testimonio se apodera de nuestro entendimiento induciéndolo de modo suavísimo y firmísimo a la vez al perfecto asentimiento a la palabra predicada. Guiados por el susurro de este testimonio interior que nos convence y fortalece, llegamos a proclamar la fe, con lo cual este Testigo nos hace testigos. ¡Ven, ven Espíritu de Dios, ven Espíritu Santo!

Amado Jesus, ayudanos para que cada dia te recibamos con alegría y con fervor en nuestra casa que es el corazón mismo. Transforma mi corazón para que desde la sencillez y humildad te reconozcamos a través de las situaciones de nuestra vida, que estemos siempre abiertos y alegres para recibir y acoger tu Palabra que me regalas porque tu siempre quieres lo mejor para nosotros, danos la gracia de tu fortaleza con Tu Espíritu para que de una manera franca y audaz prediquemos Tu mensaje de salvación empezando con los de mi propia familia.  Gracias Jesús por dejarnos Tu Espíritu Santo que nos da el consuelo en los momentos de soledad, quien nos educa para entrarnos y conocer los misterios del Reino de Dios, como también nos transforma la voluntad hacia el Bien y el Amor, solo así podremos alcanzar la divinidad que tanto esperas de nosotros. Te pedimos, Señor de misericordia que los dones recibidos en esta Pascua den fruto abundante en toda nuestra vida. Por nuestro Señor que vive y Reina por todos los siglos de los siglos. Amen.

Dios te bendiga,

Alabado sea Jesucristo!!!

Tarea : ¿Cómo vivo la acción del Espíritu en mi vida?
Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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Santa Misa


Lectio Divina

EL ESPÍRITU SANTO NOS RENUEVA EN EL BAUTISMO
 
En el bautismo nos renueva el Espíritu Santo como Dios que es, a una con el Padre y el Hijo, y nos devuelve desde el informe estado en que nos hallamos a la primitiva belleza, así como nos llena con su gracia de forma que ya no podemos ir tras cosa alguna que no sea deseable; nos libera del pecado y de la muerte; de terrenos, es decir, de hechos de tierra y polvo, nos convierte en espirituales, participes de la gloria divina, hijos y herederos de Dios Padre, configurados de acuerdo con la imagen de su Hijo, herederos con él, hermanos suyos, que habrán de ser glorificados con él y reinaran con él; en lugar de la tierra nos da el cielo y nos concede liberalmente el paraíso; nos honra más que a los ángeles; y con las aguas divinas de la piscina bautismal apaga la inmensa llama inextinguible del infierno.
En efecto, los hombres son concebidos dos veces, una corporalmente, la otra por el Espíritu divino. De ambas escribieron acertadamente los evangelistas, y yo estoy dispuesto a citar el nombre y la doctrina de cada uno.
Juan: A cuantos lo recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su nombre. Estos no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios. Todos aquellos, dice, que creyeron en Cristo recibieron el poder de hacerse hijos de Dios, esto es, del Espíritu Santo, para que llegaran a ser de la misma naturaleza de Dios.
Y, para poner de relieve que aquel Dios que engendra es el Espíritu Santo, añadió con palabras de Cristo: Te lo aseguro, el que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el reino de Dios.
Así, pues, de una manera visible, la pila bautismal da a luz a nuestro cuerpo mediante el ministerio de los sacerdotes; de una manera espiritual, el Espíritu de Dios, invisible para cualquier inteligencia, bautiza en sí mismo y regenera al mismo tiempo cuerpo y alma, con el ministerio de los ángeles.
Por lo que el Bautista, históricamente y de acuerdo con esta expresión de agua y deEspíritu, dijo a propósito de Cristo: Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego. Pues el vaso humano, como frágil que es, necesita primero purificarse con el agua y luego fortalecerse y perfeccionarse con el fuego espiritual (Dios es, en efecto, un fuego devorador): y por esto necesitamos del Espíritu Santo, que es quien nos perfecciona y renueva: este fuego espiritual puede, efectivamente, regar, y esta agua espiritual es capaz de fundir como el fuego.

Responsorio Is 44, 3. 4; Jn 4, 14

R. Derramaré agua abundante sobre el suelo sediento, y torrentes en la tierra seca. * Derramaré mí Espíritu y crecerán como álamos junto a las corrientes de agua. Aleluya.
V. El agua que yo le dé se convertirá en manantial, cuyas aguas brotan para comunicar vida eterna.
R. Derramaré mi Espíritu y crecerán como álamos junto a las corrientes de agua. Aleluya.

Oración

Oremos:
Te pedimos, Señor de misericordia, que los dones recibidos en esta Pascua den fruto abundante en toda nuestra vida. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén.

sábado, 25 de mayo de 2019

Santa Mosa


Lectio Divina

EL ALELUYA PASCUAL
Toda nuestra vida presente debe discurrir en la alabanza de Dios, porque en ella
consistirá la alegría sempiterna de la vida futura; y nadie puede hacerse idóneo de la vida
futura, si no se ejercita ahora en esta alabanza. Ahora, alabamos a Dios, pero también le
rogamos. Nuestra alabanza incluye la alegría, la oración, el gemido. Es que se nos ha
prometido algo que todavía no poseemos; y, porque es veraz el que lo ha prometido, nos
alegramos por la esperanza; mas, porque todavía no lo poseemos, gemimos por el deseo.
Es cosa buena perseverar en este deseo, hasta que llegue lo prometido; entonces cesará
el gemido y subsistirá únicamente la alabanza.
Por razón de estos dos tiempos —uno, el presente, que se desarrolla en medio de las
pruebas y tribulaciones de esta vida, y el otro, el futuro, en el que gozaremos de la
seguridad y alegría perpetuas—, se ha instituido la celebración de un doble tiempo, el de
antes y el de después de Pascua. El que precede a la Pascua significa las tribulaciones que
en esta vida pasamos; el que celebramos ahora, después de Pascua, significa la felicidad

que luego poseeremos. Por tanto, antes de Pascua celebramos lo mismo que ahora
vivimos; después de Pascua celebramos y significamos lo que aún no poseemos. Por esto,
en aquel primer tiempo nos ejercitamos en ayunos y oraciones; en el segundo, el que
ahora celebramos, descansamos de los ayunos y lo empleamos todo en la alabanza. Esto
significa el Aleluya que cantamos.
En aquel que es nuestra cabeza, hallamos figurado y demostrado este doble tiempo. La
pasión del Señor nos muestra la penuria de la vida presente, en la que tenemos que
padecer la fatiga y la tribulación, y finalmente la muerte; en cambio, la resurrección y
glorificación del Señor es una muestra de la vida que se nos dará.
Ahora, pues, hermanos, os exhortamos a la alabanza de Dios; y esta alabanza es la
que nos expresamos mutuamente cuando decimos: Aleluya. «Alabad al Señor», nos
decimos unos a otros; y, así, todos hacen aquello a lo que se exhortan mutuamente. Pero
procurad alabarlo con toda vuestra persona, esto es, no sólo vuestra lengua y vuestra voz
deben alabar a Dios, sino también vuestro interior, vuestra vida, vuestras acciones.
En efecto, lo alabamos ahora, cuando nos reunimos en la iglesia; y, cuando volvemos a
casa, parece que cesamos de alabarlo. Pero, si no cesamos en nuestra buena conducta,
alabaremos continuamente a Dios. Dejas de alabar a Dios cuando te apartas de la justicia
y de lo que a él le place. Si nunca te desvías del buen camino, aunque calle tu lengua,
habla tu conducta; y los oídos de Dios atienden a tu corazón. Pues, del mismo modo que
nuestros oídos escuchan nuestra voz, así los oídos de Dios escuchan nuestros
pensamientos.

Responsorio Jn 16, 20

R. Vuestra tristeza se convertirá en gozo. Aleluya.
V. El mundo se alegrará, mientras vosotros estaréis tristes.
R. Pero vuestra tristeza se convertirá en gozo. Aleluya.

Oración

Oremos:
Señor, Dios todopoderoso, que por las aguas del bautismo nos has engendrado a la vida
eterna, ya que has querido hacernos capaces de la vida inmortal, no nos niegues ahora tu
ayuda para conseguir los bienes eternos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén.

viernes, 24 de mayo de 2019

Santa Misa


Lectio Divina

PRIMOGÉNITO DE MUCHOS HERMANOS
Del mismo modo que, en el hombre, cabeza y cuerpo forman un solo hombre, así el
Hijo de la Virgen y sus miembros constituyen también un solo hombre y un solo Hijo del
hombre. El Cristo íntegro y total, como se desprende de la Escritura, lo forman la cabeza y
el cuerpo. En efecto, todos los miembros juntos forman aquel único cuerpo que, unido a
su cabeza, es el único Hijo del hombre, quien, al ser también Hijo de Dios, es el único Hijo
de Dios y forma con Dios el Dios único.
Por ello el cuerpo íntegro con su cabeza es Hijo del hombre, Hijo de Dios y Dios. Por
eso se dice también: Padre, éste es mi deseo: que sean uno, como tú, Padre, en mí y yo
en ti.
Así, pues, de acuerdo con el significado de esta conocida afirmación de la Escritura,
no hay cuerpo sin cabeza, ni cabeza sin cuerpo, ni Cristo total, cabeza y cuerpo, sin Dios.
Por tanto, todo ello con Dios forma un solo Dios. Pero el Hijo de Dios es Dios por
naturaleza, y él Hijo del hombre está unido a Dios personalmente; en cambio, los
miembros del cuerpo de su Hijo están unidos con él sólo místicamente. Por esto los
miembros fieles y espirituales de Cristo se pueden llamar de verdad lo que es él mismo, es
decir, Hijo de Dios y Dios. Pero lo que él es por naturaleza, éstos lo son por comunicación,
y lo que él es en plenitud, éstos lo son por participación; finalmente, él es Hijo de Dios por
generación y sus miembros lo son por adopción, como está escrito: Habéis recibido un
Espíritu de hijos adoptivos, que nos hace gritar: «¡Abba !» (Padre).
Y por este mismo Espíritu les da poder para ser hijos de Dios, para que, instruidos por
aquel que es el primogénito de muchos hermanos, puedan decir: Padre nuestro, que estás
en los cielos. Y en otro lugar afirma: Subo al Padre mío y Padre vuestro, al Dios mío y Dios
vuestro.
Nosotros renacemos de la fuente bautismal como hijos de Dios y cuerpo suyo en
virtud de aquel mismo Espíritu del que nació el Hijo del hombre, como cabeza nuestra, del
seno de la Virgen. Y así como él nació sin pecado, del mismo modo nosotros renacemos
para remisión de todos los pecados.
Pues, así como cargó en su cuerpo de carne con todos los pecados del cuerpo entero,
y con ellos subió a la cruz, así también, mediante la gracia de la regeneración, hizo que a
su cuerpo místico no se le imputase pecado alguno, como está escrito: Dichoso el hombre
a quien el Señor no le apunta el delito: Este hombre, que es Cristo, es realmente dichoso,
ya que, como Cristo—cabeza y Dios, perdona el pecado, como Cristo—cabeza y hombre
no necesita ni recibe perdón alguno y, como cabeza de muchos, logra que no se nos
apunte el delito.
Justo en sí mismo, se justifica a sí mismo. Único Salvador y único salvado, sufrió en
su cuerpo físico sobre el madero lo que limpia de su cuerpo místico por el agua. Y
continúa salvando de nuevo por el madero y el agua, como Cordero de Dios que quita,
que carga sobre sí, el pecado del mundo; sacerdote, sacrificio y Dios, que, ofreciendo su

propia persona a sí mismo, por sí mismo se reconcilió consigo mismo, con el Padre y con
el Espíritu Santo.

Responsorio Rm 12, 5; Col 2, 9-10; 1, 18

R. Siendo muchos, somos un solo cuerpo en Cristo, e individualmente somos miembros
unos de otros. * En su cuerpo glorificado habita toda la plenitud de la divinidad; e,
incorporados a él, alcanzáis también vosotros esa plenitud en él. Aleluya.
V. Él es la cabeza del cuerpo de la Iglesia; él es el principio, el primogénito de entre los
muertos, y así es el primero en todo.
R. En su cuerpo glorificado habita toda la plenitud de la divinidad; e, incorporados a él,
alcanzáis también vosotros esa plenitud en él. Aleluya.

Oración

Oremos:
Danos, Señor, una plena vivencia del misterio pascual, para que la alegría que
experimentamos en estas fiestas sea siempre nuestra fuerza y nuestra salvación. Por
nuestro Señor Jesucristo.
Amén.

jueves, 23 de mayo de 2019

Solo permanece el que verdaderamente ama


Hechos 15,7-21
En aquellos días, después de una fuerte discusión, se levantó Pedro y dijo a los apóstoles y a los presbíteros: "Hermanos, desde los primeros días, como sabéis, Dios me escogió entre vosotros para que los gentiles oyeran de mi boca el mensaje del Evangelio, y creyeran. Y Dios, que penetra los corazones, mostró su aprobación dándoles el Espíritu Santo igual que a nosotros. No hizo distinción entre ellos y nosotros, pues ha purificado sus corazones con la fe. ¿Por qué provocáis a Dios ahora, imponiendo a esos discípulos una carga que ni nosotros ni nuestros padres hemos podido soportar? No; creemos que lo mismo ellos que nosotros nos salvamos por la gracia del Señor Jesús."
Toda la asamblea hizo silencio para escuchar a Bernabé y Pablo, que les contaron los signos y prodigios que Dios había hecho por medio de ellos entre los gentiles. Cuando terminaron, Santiago resumió la discusión, diciendo: "Escuchadme, hermanos: Simón ha contado la primera intervención de Dios para escogerse un pueblo entre los gentiles. Esto responde a lo que dijeron los profetas: "Después volveré para levantar de nuevo la choza caída de David; levantaré sus ruinas y la pondré en pie, para que los demás hombres busquen al Señor, y todos los gentiles que llevarán mi nombre: lo dice el Señor, que lo anunció desde antiguo." Por eso, a mi parecer, no hay que molestar a los gentiles que se convierten a Dios; basta escribirles que no se contaminen con la idolatría ni con la fornicación y que no coman sangre ni animales estrangulados. Porque durante muchas generaciones, en la sinagoga de cada ciudad, han leído a Moisés todos los sábados y lo han explicado."
Palabra de Dios


La primera lectura nos puede dejar un poco asombrados con esta parte que dice “ Por eso, a mi parecer, no hay que molestar a los gentiles que se convierten a Dios “.

Hay dos tipos de Cristianos, el que apenas está creciendo en la fe y el otro cristiano es aquel que es maduro en su fe. Pero antes de explicar las dos clases de cristianos vamos hablar de lo que caracteriza el pecador.

El pecador por su parte actúa como un embudo, donde la parte ancha es para él y para los demás lo estrecho. El pecador quiere vivir desde la comodidad y el facilismo pero que el otro sufra, que pase dificultades. Cuántas personas dicen “ Él o ella me conocio asi y yo no voy a cambiar “, “ mi cónyuge sabe quién soy yo “. Cuánto sufrimos por consecuencia del pecado del otro. El pecador no tienen ningún interés de revaluar y mejorar sus actitudes, siempre tienen la disculpa que el otro es el que está equivocado, que la otra persona es la que tiene que cambiar, que si la relacion no esta funcionando bien es por causa del otro.

El cristiano que apenas se está formando pide que que hay que ser duros y exigentes con todos y hasta con el mismo. Por ejemplo si el vivo humillaciones, rechazo, sufrimientos, entonces que todos vivan de la misma manera lo que él vivió. Es normal esta actitud cuando no se ha alcanzado cierta madurez espiritual.

El cristiano maduro es el que sabe ser duro consigo mismo y amplio con los demás. Es aquel que piensa que si él tuvo que vivir  dificultades no quiere que los demás pasen por lo que el mismo paso. El mejor ejemplo fue Cristo y esto lo vemos en su pasión y muerte. Otro ejemplo también los vemos en los santos de nuestra Iglesia, ell@s  que por dejar brillar el rostro de Dios en sus vidas y en sus obras fueron duros consigo mismos al negarse así mismos hasta permitir dejar reinar a Cristo en su vida.

Todos somos pecadores claro está… Ahora pregúntate…. somos de los pecadores que llegamos a ser cínicos? o somos los pecadores que estamos haciendo camino con Cristo? o somos aquello que anhelamos y nos esforzamos para alcanzar la santidad?

Salmo 95 " Contad las maravillas del Señor a todas las naciones"

Juan 15,9-11
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud."
Palabra de Dios

Hoy nuevamente la lectura nos invita a que permanezcamos en el Señor y es que en el evangelio de Juan se resalta la palabra permanecer. Solo permanece el que verdaderamente ama al Señor.

Algunos piensan que permanecer es sinónimo de rutina, por tradición, porque no tengo más opción, lo cual nada de esto tiene que ver con la palabra de permanecer. Algunos por ejemplo en el trabajo se sienten aburridos y se quedan allí porque no tienen más opción, otros por ejemplo con caras largas dicen que permanecen casados con la misma pareja porque es mejor malo conocido que bueno por conocer, otros dicen que siguen en la religion catolica porque por tradición esa es la religión de su familia, y hasta podríamos traer más de un ejemplos.

Permanecer pierde su significado cuando lo vemos  de esta manera, recordemos lo que en días pasados dijimos “ Las actitudes pierden su verdadero significado cuando se aparta del querer divino “. Por eso permanecer desde la voluntad Divina realmente encuentra su verdadero significado cuando nos damos cuenta que el verdadero permanecer Cristiano es el Amor. Jesús nos lo enseño. El fue fiel a la misión del Padre y su perseverancia llegó a dar fruto. Permanecer es tener la convicción que nuestras súplicas van a ser escuchadas por Dios a través de la oración, porque es en el tiempo de Dios que se hacen las cosas. Permanecer en la fidelidad matrimonial es decir todos los días “ Si decido seguir amando a mi cónyuge todos los días de mi vida “, porque es el amor que nos une, permanecer en nuestras convicciones cristianas es que gracias al amor que le tengo a Cristo debo de ser coherente con lo que profeso con mis labios. Permanecer también es dejar y darle tiempo para que Dios haga la obra en nosotros, porque cuando permanecemos con el Señor El mismo no mostrará el porqué de las cosas.

Recordemos una vez más las palabras de Jesús “Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor… “ la clave de permanecer en Dios Padre y Dios Hijo es el amor. Por último Jesús nos dice “ Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud.". Para explicar a lo que se refiere a la alegría recordemos en San Lucas 10 donde nos habla de la misión de los discípulos y Jesús en esta expresion “  Jesús se regocijó en el Espíritu, y dijo: Yo te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y entendidos, y las has revelado a los niños. Sí, Padre, porque así te agradó “.

La alegría que se refiere Jesús es que se vea el plan de Dios realizado en ti y en mi, que las personas se conviertan gracias a la fuerza del evangelio, y que las personas que más conocen a Dios le dan la Gloria solo a Él.

Jesús hoy te pido que me ayudes a ir creciendo en mi vida espiritual para poder alcanzar la madurez que tanto necesito, que deje brillar tu rostro en cada cosa que haga. Ayúdame a permanecer contigo a través del amor para poder experimentar la alegría que tu me quieres ofrecer. La alegría de ver el plan de Dios se está realizando en mi y en mis hermanos, como también ver la fuerza del evangelio convierte a tantos corazones, y que cada persona que conocen más a Dios, le dan la Gloria con sus vidas, te lo pedimos por nuestro Señor Jesucristo que vive y reina por los siglos, amén.

Dios te bendiga,

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Santa Misa


Lectio Divina

LA EUCARISTÍA, PASCUA DEL SEÑOR
Uno solo murió por todos; y este mismo es quien ahora por todas las iglesias, en el
misterio del pan y del vino, inmolado, nos alimenta; creído, nos vivifica; consagrado,
santifica a los que lo consagran.
Ésta es la carne del Cordero, ésta la sangre. El pan mismo que descendió del cielo
dice: El pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo. También su sangre está bien
significada bajo la especie del vino, porque, al declarar él en el Evangelio: Yo soy la
verdadera vid, nos da a entender a las claras que el vino que se ofrece en el sacramento
de la pasión es su sangre; por eso, ya el patriarca Jacob había profetizado de Cristo,

diciendo: Lava su ropa en vino y su túnica en sangre de uvas. Porque habrá de purificar
en su propia sangre nuestro cuerpo, que es como la vestidura que ha tomado sobre sí.
El mismo Creador y Señor de la naturaleza, que hace que la tierra produzca pan, hace
también del pan su propio cuerpo (porque así lo prometió y tiene poder para hacerlo), y el
que convirtió el agua en vino hace del vino su sangre.
Es la Pascua del Señor, dice la Escritura, es decir, su paso, para que no se te ocurra
pensar que continúe siendo terreno aquello por lo que pasó el Señor cuando hizo de ello
su cuerpo y su sangre.
Lo que recibes es el cuerpo de aquel pan celestial y la sangre de aquella sagrada vid.
Porque, al entregar a sus discípulos el pan y el vino consagrados, les dijo: Esto es mi
cuerpo; esto es mi sangre. Creamos, pues, os pido, en quien pusimos nuestra fe. La
verdad no sabe mentir.
Por eso, cuando habló a las turbas estupefactas sobre la obligación de comer su
cuerpo y beber su sangre, y la gente empezó a murmurar, diciendo: Este modo de hablar
es duro, ¿quién puede hacerle caso?, para purificar con fuego del cielo aquellos
pensamientos que, como dije antes, deben evitarse, añadió: El espíritu es quien da vida;
la carne no sirve de nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y son vida.

Responsorio Jn 6, 58; Lc 22, 19

R. Como me envió el Padre que posee la vida y yo vivo por el Padre, de la misma manera
* quien me come vivirá por mí. Aleluya.
V. Esto es mi cuerpo que va a ser entregado por vosotros.
R. Quien me come vivirá por mí. Aleluya.

Oración

Oremos:
Señor Dios todopoderoso, que, sin mérito alguno de nuestra parte, nos haces pasar de la
muerte a la vida y de la tristeza al gozo, no pongas fin a tus dones, ni ceses de realizar tus
maravillas en nosotros, y concede a quienes ya hemos sido justificados por la fe la fuerza
necesaria para perseverar siempre en ella. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén.

miércoles, 22 de mayo de 2019

La vida es un cansancio cuando estás alejado de Dios.



Hechos 15,1-6
En aquellos días, unos que bajaron de Judea se pusieron a enseñar a los hermanos que, si no se circuncidaban conforme a la tradición de Moisés, no podían salvarse. Esto provocó un altercado y una violenta discusión con Pablo y Bernabé; y se decidió que Pablo, Bernabé y algunos más subieran a Jerusalén a consultar a los apóstoles y presbíteros sobre la controversia. La Iglesia los proveyó para el viaje; atravesaron Fenicia y Samaría, contando a los hermanos cómo se convertían los gentiles y alegrándolos mucho con la noticia. Al llegar a Jerusalén, la Iglesia, los apóstoles y los presbíteros los recibieron muy bien; ellos contaron lo que Dios había hecho con ellos.
Pero algunos de la secta de los fariseos, que habían abrazado la fe, intervinieron, diciendo: "Hay que circuncidarlos y exigirles que guarden la ley de Moisés." Los apóstoles y los presbíteros se reunieron a examinar el asunto.
Palabra de Dios


Hoy la primera lectura nos muestra las dificultades que tuvieron los primeros cristianos. Nos dice la lectura “ se decidió que Pablo, Bernabé y algunos más subieran a Jerusalén a consultar a los apóstoles y presbíteros sobre la controversia “.

Siempre habrá dificultades cuando se vive en comunidad, pero no podemos desanimarnos, como dice la lectura Pablo y Bernabé y algunos otros subieron a Jerusalén a consultar a los apóstoles y presbíteros.  Pablo y Bernabé no se quedaron encerrados en el problema sino que más bien buscaron una solución y es por eso que se ponen en camino a Jerusalén.  Igualmente a nosotros nos sucede en la vida, cuando tenemos dificultades a donde recurrimos?  realmente vamos a donde una persona que tiene crecimiento espiritual como un director espiritual o donde un sacerdote. Algunos prefieren buscar otras personas porque saben muy bien que no les va a gustar lo que le diga una persona que está llena de Dios. Por eso en las dificultades y en momentos de tensión, tomemos el camino de la oración, Dios que es lleno de misericordia nos habla a través de nuestra oración guiados Su Espíritu Santo de Dios. A través de los años hemos visto cómo nuestra Iglesia es guiada por el Espíritu Santo, el mismo le a dado la ruta a lo largo de las dificultades que se nos presenta en los distintos siglos.

No se nos puede olvidar que también Dios utiliza personas concretas para decirte cual es la mejor decisión que debes de tomar en cada situación tensa y difícil,  haz un buen examen de conciencia y discierne muy bien cada decisión que viene a tu corazón, porque no todas vienen de Dios. recuerda que la mejor decisión es la que viene de lo Divino y ella te va dar unos signos que estas en lo correcto. Estos signos son Paz y Alegría.

Salmo 121 “ Vamos alegres a la casa del Señor”

Juan 15,1-8
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento mío que no da fruto lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto. Vosotros ya estáis limpios por las palabras que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará. Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos."
Palabra de Dios


Hoy el evangelio nos trae tres grandes mensajes, y el primero es el fruto de la nueva alianza. Recordemos que en el antiguo testamento el Señor nos decía “ ustedes son mi pueblo y yo seré su Dios “. Cuando llega Cristo le da plenitud a las promesas de Dios y es por eso que en nuevo testamento Cristo nos dice “  Permaneced en mí, “. Osea el verbo es permanecer.
En este caminar con Cristo he visto cómo personas han comenzado este peregrinar en la fe pero no permanecen. Porque les sucede esto? quizás porque son inmediatistas, otros porque su fe es muy poca, otros porque se dejan llevar por las modas del mundo. Cristo hoy nos invita a permanecer y el sustantivo de permanecer es tener comunión con Dios, osea es la unión de mi vida con Cristo, es la unión de voluntades con el querer de Dios.

El segundo mensaje es del evangelio es la Oración, pidan y se les dará. La oración no es la manera para lograr que se haga mi voluntad, por ejemplo, ganarme la loteria. Solo Dios sabe si me conviene ganarmela o no, de pronto es mejor que no me la gane porque esto me puede traer muchos problemas.

La oración tampoco es tener la convicción que las cosas se van a dar, o tener autosugestión, o programar la memoria. La oración es la comunión que tengo con Dios que en otras palabras es permanecer en Cristo, aceptar sus palabras y que ellas permanezcan siempre en nosotros. Que tengamos la actitud de María, que ella acogió la Palabra de Dios y la llevaba al corazón. Por eso el producto de esta unión con el Padre Dios se cumplira lo que dice en la lectura “ Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará “.

El tercer y último mensaje es que el sentido de nuestra vida es dar fruto. Esto lo vemos en este versículo " Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos.". Cuando encuentro jóvenes que se sienten aburridos y cansados de la vida, lo primero que los invito es a compartir los dones que Dios te dio para la obra de Dios y es la mejor medicina para el aburrimiento. La esterilidad hace que la vida se vuelva aburrida, cuando te cierra a sí mismo o cuando entregas tu fuerzas a los ídolos del mundo te das cuenta que tu cansancio es en vano. Cuando donas cada dia desde la voluntad de Dios al terminar el dia claro que te sientes cansado pero con la satisfacción que aportaste algo para que el Reino de Dios crezca y además eres consciente que falta mucho por hacer.
Personalmente lo vivi, hace muchos años atrás solo vivía para mi trabajo, para alcanzar los logros profesionales y personales y llegue a experimentar el aburrimiento de mi vida. Queriendo salir de esta situación pensé que la mejor manera era tomar ciertas decisiones que luego no solo me perjudicaron a mi sino a toda mi familia. Termine envuelta en problemas y ahi si encontre el hastío y el tedio de la vida. Cuando te tomas en serio las palabras de Cristo “ dar fruto “, tu vida cobra sentido y lo más maravilloso es que el mismo Cristo te ayuda para que se logre tus deseos y así  poder transformar otras vidas para la Gloria de Dios.

Señor gracias por este mensaje que traes a mi vida. Hoy me regalas tres perlas del evangelio, como es permanecer, oración y dar fruto. Dame la gracia de permanecer fiel a ti siempre porque la unión de mi vida y la unión de mi voluntad con el querer de Dios a través de la oración todo lo que pida se realizará conforme a tu Santa Voluntad. Ayúdame a dar frutos abundantes  porque eso es lo que le da el sentido a mi vida. Que tus deseos y planes sean los mismo míos, para que así podamos transformar vidas para la Gloria de Dios y conquistar más corazones para ti, Amen.

Dios te bendiga

Alabado sea Jesucristo!!!


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Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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Santa Misa


Lectio Divina

LOS CRISTIANOS EN EL MUNDO
Los cristianos no se distinguen de los demás hombres, ni por el lugar en que viven, ni por su lenguaje, ni por su modo de vida. Ellos, en efecto, no tienen ciudades propias, ni utilizan un hablar insólito, ni llevan un género de vida distinto. Su sistema doctrinal no ha sido inventado gracias al talento y especulación de hombres estudiosos, ni profesan, como otros, una enseñanza basada en autoridad de hombres.

Viven en ciudades griegas y bárbaras, según les cupo en suerte, siguen las costumbres de los habitantes del país, tanto en el vestir como en todo su estilo de vida y, sin embargo, dan muestras de un tenor de vida admirable y, a juicio de todos, increíble. Habitan en su propia patria, pero como forasteros; toman parte en todo como ciudadanos, pero lo soportan todo como extranjeros; toda tierra extraña es patria para ellos, pero están en toda patria como en tierra extraña. Igual que todos, se casan y engendran hijos, pero no se deshacen de los hijos que conciben. Tienen la mesa en común, pero no el lecho.
Viven en la carne, pero no según la carne. Viven en la tierra, pero su ciudadanía está en el cielo. Obedecen las leyes establecidas, y con su modo de vivir superan estas leyes. Aman a todos, y todos los persiguen. Se los condena sin conocerlos. Se les da muerte, y con ello reciben la vida. Son pobres, y enriquecen a muchos; carecen de todo, y abundan en todo. Sufren la deshonra, y ello les sirve de gloria; sufren detrimento en su fama, y ello atestigua su justicia. Son maldecidos, y bendicen; son tratados con ignominia, y ellos, a cambio, devuelven honor: Hacen el bien, y son castigados como malhechores; y, al ser castigados a muerte, se alegran como si se les diera la vida. Los judíos los combaten como a extraños, y los gentiles los persiguen, y, sin embargo, los mismos que los aborrecen no saben explicar el motivo de su enemistad.
Para decirlo en pocas palabras: los cristianos son en el mundo lo que el alma es en el cuerpo. El alma, en efecto, se halla esparcida por todos los miembros del cuerpo; así también los cristianos se encuentran dispersos por todas las ciudades del mundo. El alma habita en el cuerpo, pero no procede del cuerpo; los cristianos viven en el mundo, pero no son del mundo. El alma invisible está encerrada en la cárcel del cuerpo visible; los cristianos viven visiblemente en el mundo, pero su religión es invisible. La carne aborrece y combate al alma, sin haber recibido de ella agravio alguno, sólo porque le impide disfrutar de los placeres; también el mundo aborrece a los cristianos, sin haber recibido
agravio de ellos, porque se oponen a sus placeres.
El alma ama al cuerpo y a sus miembros, a pesar de que éste la aborrece; también los cristianos aman a los que los odian. El alma está encerrada en el cuerpo, pero es ella la que mantiene unido el cuerpo; también los cristianos se hallan retenidos en el mundo como en una cárcel, pero ellos son los que mantienen la trabazón del mundo. El alma inmortal habita en una tienda mortal; también los cristianos viven como peregrinos en moradas corruptibles, mientras esperan la incorrupción celestial. El alma se perfecciona con la mortificación en el comer y beber; también los cristianos, constantemente mortificados, se multiplican más y más. Tan importante es el puesto que Dios les ha
asignado, del que no les es lícito desertar.

Responsorio Jn 8, 12; Sir 24, 25

R. Yo soy la luz del mundo; * el que me sigue no camina en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. Aleluya.
V. En mí está toda gracia de camino y de verdad, en mí toda esperanza de vida y de fuerza.
R. El que me sigue no camina en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. Aleluya.

Oración

Oremos:
Oh Dios, que amas la inocencia y la devuelves a quienes la han perdido, atrae hacia ti el corazón de tus fieles, para que siempre vivan a la luz de tu verdad los que han sido liberados de las tinieblas del error. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén.

martes, 21 de mayo de 2019

Las palabras humanas se desgastan y pierden su significado por nuestras incoherencias, pero Cristo redefine su significado.



Hechos 14,19-28
En aquellos días, llegaron unos judíos de Antioquía y de Iconio y se ganaron a la gente; apedrearon a Pablo y lo arrastraron fuera de la ciudad, dejándolo por muerto. Entonces lo rodearon los discípulos; él se levantó y volvió a la ciudad. Al día siguiente, salió con Bernabé para Derbe; después de predicar el Evangelio en aquella ciudad y de ganar bastantes discípulos, volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía, animando a los discípulos y exhortándolos a perseverar en la fe, diciéndoles que hay que pasar mucho para entrar en el reino de Dios.
En cada Iglesia designaban presbíteros, oraban, ayunaban y los encomendaban al Señor, en quien habían creído. Atravesaron Pisidia y llegaron a Panfilia. Predicaron en Perge, bajaron a Atalía y allí se embarcaron para Antioquía, de donde los habían enviado, con la gracia de Dios, a la misión que acababan de cumplir. Al llegar, reunieron a la Iglesia, les contaron lo que Dios había hecho por medio de ellos y cómo había abierto a los gentiles la puerta de la fe. Se quedaron allí bastante tiempo con los discípulos.
Palabra de Dios


Hoy la primera lectura nos deja un amargo mensaje, “ Tenemos que pasar muchos sufrimientos...”

En este mundo del facilismo queremos que las cosas se hagan rápido, fácil y sin el mínimo esfuerzo. Es por eso que ahora encontramos internet con mucho más velocidad, comidas precocidas, servicio a domicilio, puedes estudiar de manera virtual, puedes trabajar desde tu casa, ya no necesitas ir al banco para ciertas transacciones porque ahora lo puedes hacer desde tu celular, si estas aburrido en tu trabajo, entonces cambia a otro trabajo fácilmente, aclaro que esto solo aplica al país en que vivo, Canada.

En la vida espiritual algunos viven su fe de una manera light. Piensan que por ir cada ocho días a misa, o porque a veces se reúne en un grupo de oración es suficiente, o porque de alguna u otra manera dan limosnas, o porque hace parte de un voluntariado es suficiente.  Cada vez que uno se va conociendo y va entrando en el universo del mismo ser se da cuenta que es mucho lo que nos hace falta por hacer. Bien lo dice el Padre Pio “ Comencemos hoy hermanos a hacer el bien, que hasta ahora no hemos hecho nada “. Batallarse a uno mismo no es fácil, batallar la pereza, el desánimo, el cansancio, la comodidad no es fácil. Como dicen por ahí “ El que vence a los otros es fuerte, pero el que se vence a sí mismo es poderoso “.

Cuando tomamos la decisión de vivir a la manera de Cristo, nos damos cuenta que somos una cajita de sorpresas, cada vez que nos conocemos nos damos cuenta de todo lo que nos falta para llegar a tener la estatura de Cristo. Llegar a ser como Cristo implica sufrimientos, sufrimientos como reconocer que no somos los gigantes que creemos ser, que tenemos limitaciones, que no somos perfectos, que por mas que luchemos para ser mejores nos equivocamos y lastimamos a las personas que más amamos.

Por eso en esta primera lectura nos recuerda que por seguir a Cristo pasaremos por sufrimientos. Hay sufrimientos que son causados por otros, y hay otros dolores que vienen desde adentro. Ambos dolores nos hacen sufrir, los dolores externos son como la pérdida de un ser querido, la infidelidad, el desamor, el rechazo, la soledad, la calumnia, una enfermedad terminal entre otros. Los dolores internos podemos decir que son las enfermedades espirituales entre esa es la incapacidad de reconocer nuestros propios errores por el orgullo como también el dolor de las ofensas que le hemos causado a Dios.    

En nuestro tiempo los cristianos sufren muchas persecuciones, así como nos lo narra en la primera lectura lo que le sucedió a Pablo. Ananías fue enviado por Dios a sanar de su ceguera a Pablo, cuando la conversión en Damasco: recordemos lo que le dijo el Señor a Ananías “Yo le mostraré lo mucho que tiene que sufrir por mi causa... (Hch 9,16). La Palabra de Dios no será sepultada ni por piedras, ni por nuestras actitudes o incoherencias, la Palabra de Dios cumplira el encargo a que ha sido destinada porque es Palabra Divina.

Salmo 144 " Que tus fieles, Señor, proclamen la gloria de tu reinado"

Juan 14,27-31a

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo. Que no tiemble vuestro corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir: "Me voy y vuelvo a vuestro lado." Si me amarais, os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es más que yo. Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, sigáis creyendo. Ya no hablaré mucho con vosotros, pues se acerca el Príncipe del mundo; no es que él tenga poder sobre mí, pero es necesario que el mundo comprenda que yo amo al Padre, y que lo que el Padre me manda yo lo hago."
Palabra de Dios


Hoy el evangelio nos muestra como Jesús viene a traer el verdadero sentido a las palabras humanas entre ellas tenemos la paz, el amor y la alegría.

Estas palabras paz, amor y alegría en nuestro tiempo han sido muy desgastadas debido a nuestra falta de coherencia. Por ejemplo algunos piensan que la paz es firmar tratados y convenios, o es la eliminación de los problemas,  para otros la paz es tener dinero, salud, bienestar, para otros la paz es encontrar justicia, vivir la libertad. Por eso las palabras humanas necesitan renovarse en la Palabra Divina y esta redefinición la hace Cristo. Cristo nos enseña que la Paz que El da no es la paz como la da el mundo sino que la Paz que ofrece Cristo radica en la reconciliación profunda con el corazón humano y con él querer Divino como también la capacidad de aceptar al otro y hacer camino con el otro. Cristo redefine el significado de la Paz.

Cristo también redefine la palabra amor, amor solemos entenderlo como sentimiento, abrazos, caricias, besos, emociones y hasta lo podemos llevar a solo deseos y casi a un impulso fisiológico. El verdadero significado del amor se desgasta cuando se aparta del verdadero significado de lo divino. Cristo nos muestra como es el verdadero amor divino y lo vemos cuando dice “ …. pues se acerca el Príncipe del mundo; no es que él tenga poder sobre mí, pero es necesario que el mundo comprenda que yo amo al Padre “, en el contexto de acoger la voluntad Divina nos lleva a ser obedientes y es que el amor y la obediencia deben ir juntas porque el amor llega a su mayor expresión cuando está en sintonía con Dios.  Por eso cuando el amor se aparta de la voluntad divina se degrada y solo queda en sentimientos y deseos que son efímeros.

Por último Cristo redefine la palabra alegría, muchas veces tenemos alegrías profundas y hermosas, y otras veces las alegrías son vanas.  Cuando estamos en pecado no sabemos de qué entristecernos o de que alegrarnos. Por eso Cristo les dice a sus discípulos “ Si ustedes me amaran se alegrarian de que yo me fuera hacia el Padre “. Es entendible la actitud de los discípulos porque ellos desde lo humano se estaban sintiendo tristes porque Jesús ya no iba a estar con ellos de la manera que ellos querían.  Cristo redefine la alegría aquí es que el paso de esta vida hacia el padre es la plenitud de la Gloria del Hijo y es la realización del plan de Dios y es nuestra propia salvación. Algunos Santos han entendido muy bien la alegría y algunos han dicho “ Mas les vale que yo me vaya, aquí yo no les puedo ayudar tanto, les ayudaria mas si estuviera en la presencia de Dios “. Así pues, la verdadera alegría está en la realización del plan de Dios en nuestra vida y en la perfecta unión con El que solo se dará en el cielo.

Pidámosle al buen Dios que nos ayude a acoger Su Palabra con el corazón porque Cristo que es la Palabra del Padre nos redefine el verdadero significado de lo que significa paz, amor y alegría, porque ellas cuando se separan de la Palabra Divina se desgastan y se distorsionan del querer de Dios, Amen.

Palabra de Dios

Te alabamos Senor

Déjate iluminar para que puedas iluminar a otros con la Luz de Dios.

  Déjate iluminar para que puedas iluminar a otros con la Luz de Dios. Primera lectura Comienzo de la segunda carta del apóstol san Pablo a ...