martes, 21 de mayo de 2019

Las palabras humanas se desgastan y pierden su significado por nuestras incoherencias, pero Cristo redefine su significado.



Hechos 14,19-28
En aquellos días, llegaron unos judíos de Antioquía y de Iconio y se ganaron a la gente; apedrearon a Pablo y lo arrastraron fuera de la ciudad, dejándolo por muerto. Entonces lo rodearon los discípulos; él se levantó y volvió a la ciudad. Al día siguiente, salió con Bernabé para Derbe; después de predicar el Evangelio en aquella ciudad y de ganar bastantes discípulos, volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía, animando a los discípulos y exhortándolos a perseverar en la fe, diciéndoles que hay que pasar mucho para entrar en el reino de Dios.
En cada Iglesia designaban presbíteros, oraban, ayunaban y los encomendaban al Señor, en quien habían creído. Atravesaron Pisidia y llegaron a Panfilia. Predicaron en Perge, bajaron a Atalía y allí se embarcaron para Antioquía, de donde los habían enviado, con la gracia de Dios, a la misión que acababan de cumplir. Al llegar, reunieron a la Iglesia, les contaron lo que Dios había hecho por medio de ellos y cómo había abierto a los gentiles la puerta de la fe. Se quedaron allí bastante tiempo con los discípulos.
Palabra de Dios


Hoy la primera lectura nos deja un amargo mensaje, “ Tenemos que pasar muchos sufrimientos...”

En este mundo del facilismo queremos que las cosas se hagan rápido, fácil y sin el mínimo esfuerzo. Es por eso que ahora encontramos internet con mucho más velocidad, comidas precocidas, servicio a domicilio, puedes estudiar de manera virtual, puedes trabajar desde tu casa, ya no necesitas ir al banco para ciertas transacciones porque ahora lo puedes hacer desde tu celular, si estas aburrido en tu trabajo, entonces cambia a otro trabajo fácilmente, aclaro que esto solo aplica al país en que vivo, Canada.

En la vida espiritual algunos viven su fe de una manera light. Piensan que por ir cada ocho días a misa, o porque a veces se reúne en un grupo de oración es suficiente, o porque de alguna u otra manera dan limosnas, o porque hace parte de un voluntariado es suficiente.  Cada vez que uno se va conociendo y va entrando en el universo del mismo ser se da cuenta que es mucho lo que nos hace falta por hacer. Bien lo dice el Padre Pio “ Comencemos hoy hermanos a hacer el bien, que hasta ahora no hemos hecho nada “. Batallarse a uno mismo no es fácil, batallar la pereza, el desánimo, el cansancio, la comodidad no es fácil. Como dicen por ahí “ El que vence a los otros es fuerte, pero el que se vence a sí mismo es poderoso “.

Cuando tomamos la decisión de vivir a la manera de Cristo, nos damos cuenta que somos una cajita de sorpresas, cada vez que nos conocemos nos damos cuenta de todo lo que nos falta para llegar a tener la estatura de Cristo. Llegar a ser como Cristo implica sufrimientos, sufrimientos como reconocer que no somos los gigantes que creemos ser, que tenemos limitaciones, que no somos perfectos, que por mas que luchemos para ser mejores nos equivocamos y lastimamos a las personas que más amamos.

Por eso en esta primera lectura nos recuerda que por seguir a Cristo pasaremos por sufrimientos. Hay sufrimientos que son causados por otros, y hay otros dolores que vienen desde adentro. Ambos dolores nos hacen sufrir, los dolores externos son como la pérdida de un ser querido, la infidelidad, el desamor, el rechazo, la soledad, la calumnia, una enfermedad terminal entre otros. Los dolores internos podemos decir que son las enfermedades espirituales entre esa es la incapacidad de reconocer nuestros propios errores por el orgullo como también el dolor de las ofensas que le hemos causado a Dios.    

En nuestro tiempo los cristianos sufren muchas persecuciones, así como nos lo narra en la primera lectura lo que le sucedió a Pablo. Ananías fue enviado por Dios a sanar de su ceguera a Pablo, cuando la conversión en Damasco: recordemos lo que le dijo el Señor a Ananías “Yo le mostraré lo mucho que tiene que sufrir por mi causa... (Hch 9,16). La Palabra de Dios no será sepultada ni por piedras, ni por nuestras actitudes o incoherencias, la Palabra de Dios cumplira el encargo a que ha sido destinada porque es Palabra Divina.

Salmo 144 " Que tus fieles, Señor, proclamen la gloria de tu reinado"

Juan 14,27-31a

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo. Que no tiemble vuestro corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir: "Me voy y vuelvo a vuestro lado." Si me amarais, os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es más que yo. Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, sigáis creyendo. Ya no hablaré mucho con vosotros, pues se acerca el Príncipe del mundo; no es que él tenga poder sobre mí, pero es necesario que el mundo comprenda que yo amo al Padre, y que lo que el Padre me manda yo lo hago."
Palabra de Dios


Hoy el evangelio nos muestra como Jesús viene a traer el verdadero sentido a las palabras humanas entre ellas tenemos la paz, el amor y la alegría.

Estas palabras paz, amor y alegría en nuestro tiempo han sido muy desgastadas debido a nuestra falta de coherencia. Por ejemplo algunos piensan que la paz es firmar tratados y convenios, o es la eliminación de los problemas,  para otros la paz es tener dinero, salud, bienestar, para otros la paz es encontrar justicia, vivir la libertad. Por eso las palabras humanas necesitan renovarse en la Palabra Divina y esta redefinición la hace Cristo. Cristo nos enseña que la Paz que El da no es la paz como la da el mundo sino que la Paz que ofrece Cristo radica en la reconciliación profunda con el corazón humano y con él querer Divino como también la capacidad de aceptar al otro y hacer camino con el otro. Cristo redefine el significado de la Paz.

Cristo también redefine la palabra amor, amor solemos entenderlo como sentimiento, abrazos, caricias, besos, emociones y hasta lo podemos llevar a solo deseos y casi a un impulso fisiológico. El verdadero significado del amor se desgasta cuando se aparta del verdadero significado de lo divino. Cristo nos muestra como es el verdadero amor divino y lo vemos cuando dice “ …. pues se acerca el Príncipe del mundo; no es que él tenga poder sobre mí, pero es necesario que el mundo comprenda que yo amo al Padre “, en el contexto de acoger la voluntad Divina nos lleva a ser obedientes y es que el amor y la obediencia deben ir juntas porque el amor llega a su mayor expresión cuando está en sintonía con Dios.  Por eso cuando el amor se aparta de la voluntad divina se degrada y solo queda en sentimientos y deseos que son efímeros.

Por último Cristo redefine la palabra alegría, muchas veces tenemos alegrías profundas y hermosas, y otras veces las alegrías son vanas.  Cuando estamos en pecado no sabemos de qué entristecernos o de que alegrarnos. Por eso Cristo les dice a sus discípulos “ Si ustedes me amaran se alegrarian de que yo me fuera hacia el Padre “. Es entendible la actitud de los discípulos porque ellos desde lo humano se estaban sintiendo tristes porque Jesús ya no iba a estar con ellos de la manera que ellos querían.  Cristo redefine la alegría aquí es que el paso de esta vida hacia el padre es la plenitud de la Gloria del Hijo y es la realización del plan de Dios y es nuestra propia salvación. Algunos Santos han entendido muy bien la alegría y algunos han dicho “ Mas les vale que yo me vaya, aquí yo no les puedo ayudar tanto, les ayudaria mas si estuviera en la presencia de Dios “. Así pues, la verdadera alegría está en la realización del plan de Dios en nuestra vida y en la perfecta unión con El que solo se dará en el cielo.

Pidámosle al buen Dios que nos ayude a acoger Su Palabra con el corazón porque Cristo que es la Palabra del Padre nos redefine el verdadero significado de lo que significa paz, amor y alegría, porque ellas cuando se separan de la Palabra Divina se desgastan y se distorsionan del querer de Dios, Amen.

Palabra de Dios

Te alabamos Senor

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