jueves, 2 de octubre de 2014

Cada hombre y mujer tiene un Angel de la guarda. Tenemos que hablar con él, llamarle, tratarlo como el amigo que es.

Éxodo 23,20-23a " Voy a enviarte un ángel por delante, para que te cuide en el camino y te lleve al lugar que he preparado"

Recuerdo esta oracion que mis Padres me enseñaron desde pequeña: “ángel de mi guarda, dulce compañía no nos desampares ni de noche ni de día hasta que me pongas ne paz y alegria con todos los angeles, Jesus, Jose y Maria”; en casa la rezábamos todas las noches antes de acostarnos y me he quedado con esa linda costumbre de hablar con ese ángel protector que todos tenemos. Quiero compartir una informacion acerca de los angeles custodios o del angel de la guarda que se encuentra en la pagina de Infovaticana donde nos explica mas sobre estos seres celestiales que son creados por Dios para asegurar la salvacion de los hombres. Dice asi: 

Hoy la palabra de Dios nos confirma que sí tenemos ángeles que nos protegen en todo momento y que son utilizados constantemente por Nuestro Señor para asegurar la salvación de los hombres. Numerosos testimonios nos hablan de Ángeles protectores de los santos y los que buscan a Dios. Ya en el siglo III, Orígenes decía: “los cristianos creemos que a cada uno nos designa Dios un ángel para que nos guíe y proteja.” Sus palabras no se contradicen con la Escritura, pues como recordaba San Gregorio Magno: “La existencia de los ángeles está atestiguada casi por cada una de las páginas de la Sagrada Escritura.” 

La existencia de Ángeles Custodios no se limita a la Verdad Revelada ni tampoco a la Tradición más antigua, sino que durante toda la historia, numerosos cristianos han testificado haber recibido la protección especial de un Ángel. Todavía en el siglo XIX, San Juan Bosco contaba como un dos de octubre, día de los Ángeles Custodios, recomendó a los jóvenes que en momentos de peligro se encomendaran a sus Ángeles de la Guarda. Ese mismo día, dos jóvenes obreros cayeron de un andamio en una construcción. Mientras caían, uno de ellos gritó: “¡Ángel de mi guarda!“. Cuando los demás fueron a socorrerlos, encontraron que que uno de ellos estaba muerto, mientras que el que había invocado a su Ángel, se puso de pie y subió las escaleras como si nada hubiera pasado. Al preguntarle qué había pasado respondió: "cuando vi que me venía abajo invoqué a mi Ángel de la Guarda y sentí como si me pusieran por debajo una sábana y me bajaran suavecito. Y después ya no recuerdo más."

San Bernardo también fue un gran devoto de los Ángeles Custodios, afirmando que existían muchos más de los que podríamos imaginar. También decía que el poder de los Ángeles Custodios era mayor al de “los demonios que nos asechan  y a nuestras pasiones que nos traicionan“.

Santo Tomás de Aquino, al ordenar la jerarquía angelical decía: “Los Serafines, Querubines y Tronos, forman la augusta corte de la Santísima Trinidad; las Dominaciones presiden el gobierno del Universo; las Virtudes, la fijeza de las leyes naturales; las Potestades refrenan el poder de los demonios; los Principados tienen bajo su amparo a los reinos y naciones; los Arcángeles defienden a las comunidades menores, y los Ángeles guardan a cada uno de los hombres.“

Como se ve, los Ángeles Custodios son un regalo que Dios nos hace a cada uno por el amor que profesa por nosotros. El Rey Celestial envía a su guardia para proteger a cada uno de sus hijos, y así asegurar su patente regreso a casa. 

Demos gracias a Dios por enviarnos estos guías para nuestro auxilio y protección y porque, a través de su Santa Palabra, nos lo ha revelado.

Salmo 90 " A sus ángeles ha dado órdenes para que te guarden en tus caminos "

Mateo 18,1-5.10 " Les aseguro que, si no vuelven a ser como niños, no entrarán en el reino de los cielos "

Evangelio

En aquel momento, se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron: "¿Quién es el más importante en el reino de los cielos?". Él llamó a un niño, lo puso en medio y dijo: "Les aseguro que, si no vuelven a ser como niños, no entrarán en el reino de los cielos. Por tanto, el que se haga pequeño como este niño, ése es el más grande en el reino de los cielos. El que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mí. Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, porque les digo que sus ángeles están viendo siempre en el cielo el rostro de mi Padre celestial."
Palabra del Señor
Gloria a ti Señor Jesus
En el evangelio de San Mateo vemos una preocupación humana que tenían los discípulos de Jesús. “¿Quién es el más importante en el reino de los cielos?”. Estaban preocupados por el orden terrenal del reino, lo que muestra lo lejos que se encontraban de la visión del propósito divino. Muchas veces nosotros, llamados a comportarnos como verdaderos discípulos de Cristo, fallamos en nuestra vivencia cristiana alejándonos también del verdadero propósito. Necesitamos tener presente, como seguidores de Jesús, que es importante dejar atrás toda competencia humana por ocupar puestos en la iglesia y en las comunidades, porque los criterios para medir la grandeza en el mundo cristiano los determina el servicio, el amor , la preocupacion por el crecimiento, el bienestar y mejoramiento de los demás. Esto marca una gran diferencia con los criterios del mundo, donde la grandeza está determinada por el poder y el tener. Por eso la palabra de Dios nos invita a comportarnos como niños, dejando atrás toda ambición y egocentrismo, desarrollando un corazón humilde dispuesto a servir en todo momento,

Tanto el tema de los ángeles como el de los niños del Evangelio nos hablan de relación. Si creemos en los ángeles de la guarda, estamos hablando de que siempre estamos en relación. Y los niños son un ejemplo de no hacer discriminaciones ni distinciones y de relacionarse con todas las personas. Necesitamos la sinceridad de un niño para salir al encuentro del otro.

Padre Bueno, gracias porque me envias tus angeles de la guarda para que me acompañen en el camino por la vida, se que el tiene una mision especial y es cuidarme en la tierra de los peligros de alma y cuerpo, ellos me protegen del mal y me guian en el difícil camino para llegar al Cielo. Gracias por ese compañero de viaje que siempre está a mi lado en las buenas y en las malas. Se que el no se separa de mi ni un solo momento. Está conmigo mientras trabajo, mientras descanso, cuando  me divierto, cuando rezo, cuando le pido ayuda y cuando no se la pido. No se aparta de mi ni siquiera cuando pierdo la gracia de Dios por el pecado. Mi angel de la guarda me presta auxilio para enfrentarme con mejor ánimo las dificultades de la vida diaria y a las tentaciones que se presentan en mi vida. Gracias por este regalo que me has dado Padre Bueno y que aprenda a reconocerlo, aceptarlo, a escucharlo y amarlo  en mi vida, Amen.


Tarea : Ora y bendice aquellos que te han hecho algun mal. Hay que vencer el mal con la fuerza del bien.

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