miércoles, 11 de octubre de 2017

Dios nos muestra su corazón y cuánto le "duele" que nos perdamos.


Jonás 4,1-11

Jonás sintió un disgusto enorme y estaba irritado. Oró al Señor en estos términos: "Señor, ¿no es esto lo que me temía yo en mi tierra? Por eso me adelanté a huir a Tarsis, porque sé que eres compasivo y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad, que te arrepientes de las amenazas. Ahora, Señor, quítame la vida; más vale morir que vivir." Respondióle el Señor: "¿Y tienes tú derecho a irritarte?" Jonás había salido de la ciudad, y estaba sentado al oriente. Allí se había hecho una choza y se sentaba a la sombra, esperando el destino de la ciudad. Entonces hizo crecer el Señor un ricino, alzándose por encima de Jonás para darle sombra y resguardarle del ardor del sol. Jonás se alegró mucho de aquel ricino.

Pero el Señor envió un gusano, cuando el sol salía al día siguiente, el cual dañó al ricino, que se secó. Y, cuando el sol apretaba, envió el Señor un viento solano bochornoso; el sol hería la cabeza de Jonás, haciéndole desfallecer. Deseó Jonás morir, y dijo: "Más me vale morir que vivir." Respondió el Señor a Jonás: "¿Crees que tienes derecho a irritarte por el ricino?" Contestó él: "Con razón siento un disgusto mortal?" Respondióle el Señor: "Tú te lamentas por el ricino, que no cultivaste con tu trabajo, y que brota una noche y perece la otra. Y yo, ¿no voy ha sentir la suerte de Nínive, la gran ciudad, que habitan más de ciento veinte mil hombres, que no distinguen la derecha de la izquierda, y gran cantidad de ganado?"
Palabra de Dios
Te alabamos Señor

Cuando el Señor obra con misericordia con nosotros como nos alegra, pero en ocasiones no nos alegra tanto cuando el Señor también es misericordioso con algunos que desde lo humano pensamos que no se lo merecen. 

Hoy en la primera lectura vemos como Jonas considera que Dios se pasó de bueno. Personalmente yo ha veces he tenido esa actitud de Jonás y no lo debería decir, pero es verdad porque es un pensamiento desde lo humano. Porque digo esto. He visto como algunos que han sido tan malos, pero malos, con pensamientos torcidos, que le buscan la caída al otro, que inventan mentiras y los demás se las creen, a esos malvados todo les sale bien las cosas. Ahí es donde podemos llegar a caer en la misma actitud de Jonás que entra a juzgar a Dios. Lo que sucede es que tratamos de convencer a Dios de que haga justicia a nuestra manera, o en el tiempo y modo que estimamos que es el mejor, osea queremos la justicia de inmediato.

El texto deja ver cómo juzga Dios a quien lo juzga. Es algo parecido a lo que hizo Natán con el rey David, cuando éste había cometido el crimen de hacer matar a Urías, para quedarse con su esposa, Betsabé. En aquella ocasión (cf. 2 Sam 12,1-7), Natán puso a David a juzgar en un caso de un hombre que teniendo grandes rebaños había preferido robar la oveja a su vecino para dar un cierto banquete. Y cuando David saltó de ira, Natán le dijo: "¡Ese hombre eres tú!". Algo así sucede en el pasaje de hoy. Natán puso a David a hacer el papel de Dios, administrando justicia. En el pasaje de hoy, Dios pone a Jonás a sentir algo de lo que él siente. Jonás, puesto en el lugar de Dios, descubre que hasta un árbol que se marchita tiene su valor, y así aprende algo de cómo nos ama Dios y cuánto le "duele" que nos perdamos.

Es por eso que solo aquel quien ha recibido la misericordia de Dios y es consciente del pecado que Dios le perdonó, solo ese será capaz de ofrecer misericordia a su hermano. Porque el amor se mide por el perdón.  

Que sabio es el Señor!!!!

Salmo 85 " Tú, Señor, eres lento a la cólera, rico en piedad "

Lucas 11,1-4
Una vez que estaba Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: "Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos," Él les dijo: "Cuando oréis decid: "Padre, santificado sea tu nombre, venga tu reino, danos cada día nuestro pan del mañana, perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe algo, y no nos dejes caer en la tentación."
Palabra de Dios
Te alabamos Señor


Hoy el evangelio comienza diciéndonos que Jesús estaba orando y esa actitud motivó a los discípulos para lanzarle esta súplica. Señor, enséñanos a orar!.

Una de las prácticas católicas que más disfruto es estar frente al santísimo orando. Porque verdaderamente estoy Yo delante de Dios.

Visitar al Santísimo ha sido una de las experiencias más hermosas y me gusta practicarla con frecuencia, porque es allí donde me abandono, donde le presento mis súplicas al Señor , porque es allí donde el silencio y la quietud me llevan a escuchar a Dios. Es allí donde desahogas tu ser y encuentras la fortaleza a través de la oración.

Disfrute mucho en mi último viaje a Colombia porque una de las tradiciones que mi familia tiene es visitar al santísimo independiente donde estemos y que estemos haciendo. Cada vez que mi madre y yo veíamos una iglesia entrabamos y orabamos 15 o 20 minutos. Que delicia, que gusto, que alegría, qué gozo, qué paz se siente.

Pero hay un ingrediente en la oración y que es indispensable, es el deseo de orar. Como dice San Agustín “ solo el deseo de orar ya es oracion “. Si tu no sientes ese deseo de hablar con Dios, podrás estar en una iglesia preciosa, un tabernáculo divino pero no le sacaras provecho a tu oración. Así como yo siento el deseo y el gusto por orar otras personas no lo sienten. Sentir el deseo de orar es también estar consciente de mi necesidad y conocimiento de quien puede darle una respuesta a tus preguntas.  El deseo de orar conecta con tu realidad y con la realidad divina. Cuando tu reconoces tus limitaciones pero no sabe dónde está la abundancia del amor de Dios puede llegar a la desesperación, al cinismo y hasta llegar a decir nada tiene sentido en esta vida. En cambio una persona que reconoce que tenemos un Dios que es misericordia, que es Santo pero no reconoce su necesidad , termina diciendo Dios alla y yo aca. Es por eso que el deseo de la oración conecta mi ser osea lo que soy con el conocimiento de Dios. San Agustín decía “ Que yo me conozca Señor “, porque cuando más me conozco me doy cuenta lo necesitado de Dios. Es ahí donde me doy cuenta que con El tengo todo, El es quien sacia la sed que tengo, El me llena el vacio que tengo, en El encuentro la paz que mis alma tanto necesita y en El encuentro la alegría que tanto busco.

Señor qué necio soy y qué falta de misericordia con mis hermanos. Cuanto es tu amor que no te cansas de ofrecer tu perdón para que ninguno de tus hijos se pierda en este mundo. Ayúdame a ser más paciente con mis hermanos y a orar por ellos para abran tu corazón a ti. Dame la gracia de tener el deseo de buscar la oración y de ser tan humilde de reconocer lo que soy para asi buscarte y sentirme necesitado de ti. Hoy tomo las palabras de San Agustín “  Que yo me conozca Señor “. Si ayúdame a conocerme a profundidad porque cuando más me conozco me doy cuenta lo necesitado de ti. Es ahí donde me doy cuenta que contigo tengo todo y que nada soy, Tú eres el único quien sacia la sed que tengo, Tu me llenas el vacio que ahoga mi dolor, en Ti encuentro la paz que mis alma tanto necesita y en Ti  encuentro la alegría que tanto busco. Porque Tu eres Santo mi Señor, Amen, Amen, Amen.

Dios te bendiga,

Alabados sea Jesucristo!!!

Tarea: Visita al santísimo o aqui te doy un Link para que entres y Orale!!!



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Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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