lunes, 2 de octubre de 2017

Los ángeles Custodios o de la Guarda son criaturas creadas por Dios para que nos cuiden en el camino y nos lleven al lugar que Él mismo nos ha preparado….


Éxodo 23, 20-23

Así dice el Señor: «Voy a enviarte un ángel por delante, para que te cuide en el camino y te lleve al lugar que he preparado. Respétalo y obedécelo. No te rebeles, porque lleva mi nombre y no perdonará tus rebeliones.  Si lo obedeces fielmente y haces lo que yo digo, tus enemigos serán mis enemigos, y tus adversarios serán mis adversarios. Mi ángel irá por delante.»
Palabra de Dios


Hoy la primera lectura es bellísima porque vemos como Dios nos ve como niños y es por eso que nos envía un ángel custodio para que nos cuide.  En días pasados celebramos el dia de los arcángeles, San Miguel, San Rafael y San Gabriel. Hoy la primera lectura nos hace volver nuestros ojos al amor de Dios que es tan pero tan grande que Él mismo nos envía por delante a un angel para que nos cuide y además nos lleve al lugar que Él mismo nos ha preparado, así como nos lo dice la primera lectura, “ Voy a enviarte un ángel por delante, para que te cuide en el camino y te lleve al lugar que he preparado.” . Adicionalmente nos invita a que lo respetemos y le obedezcamos. Muchos se preguntaran y cómo hacerlo?

Pues bien el Ángel de la Guarda o también llamado el Ángel Custodio nos habla a través de nuestros pensamientos y emociones. Es por ejemplo, cuántas veces nos llega a la mente hacer una buena obra de caridad, por ejemplo visitar a un enfermo. Ese sentimiento de caridad llega a nuestra mente y corazón y es el Espíritu Santo quien nos impulsa hacer esto. Otras veces por ejemplo cuando de imprevisto cambiamos una decisión, al hacerlo fácilmente el Ángel de la Guarda nos libró de alguna tragedia. Es por eso que el Papa Francisco nos invita a que seamos verdaderos amigos de nuestra Ángel de la Guarda. Hay historias de santos como el Padre Pío de Pietrelcina quien usaba a su Ángel de la Guarda, estos son algunos algunas anécdotas de este Padre con su ángel:

Un ángel traductor
El ángel le traducía cartas o hacía de intérprete cuando venían personas que no sabían italiano. El padre Pío no había estudiado lenguas extranjeras, pero las entendía. No había estudiado francés, pero lo escribía. A la pregunta de su director, el padre Agustín, sobre quién le había enseñado francés, el padre respondió: Si la misión del ángel custodio es grande, la del mío es más grande aún, porque debe hacer de maestro explicándome otras lenguas.

Un ángel Enfermero
Cuando el Padre Pío estaba enfermo y no había nadie que le pudiera ayudar en un momento determinado, era su ángel quien le hacía pequeños servicios.

Un ángel  proveedor
En una oportunidad el padre Pío, vestido de militar, no tenía para pagar el billete del autobús para ir a su pueblo y el ángel lo pagó por él.

Un ángel  chofer
No faltaron casos en los que su ángel tuvo que ayudar a quienes se dormían al volante o velar para que no les pasara ningún accidente.

Un ángel defensor
Muchas veces el ángel lo defendía del poder del maligno. En una carta al padre Agustín del 13 de diciembre de 1912 le dice: No hubiera sospechado ni lo más mínimo el engaño de barbazul (el diablo), si mi angelito no me hubiera descubierto el engaño. El compañero de mi infancia trata de aliviarme los dolores que me dan estos apóstatas impuros.

Un ángel predicador
Con frecuencia, cuando el ángel se le aparecía, le daba consejos espirituales o pequeñas prédicas para afianzarlo en la fe.  Y en la seguridad de que, por más sufrimientos que debiera padecer, nunca el Señor lo iba a abandonar. El ángel estaba siempre a su lado, aunque a veces no intervenía por voluntad de Dios, para darle oportunidad de triunfar con la gracia de Dios.

El padre Pío recomendaba a sus hijos espirituales que, en caso de dificultad, le enviaran a su ángel para pedir por sus necesidades y él les ayudaría.

El ángel viajero
El ángel del padre Pío debía ir muchas veces en su nombre a visitar enfermos o convertir pecadores. Lo tenía siempre ocupado en hacer obras de bien, no sólo a los de cerca, sino también a personas lejanas.

Otros servicios del ángel
El ángel del padre Pío le ayudaba en todas sus necesidades. Por la mañana lo despertaba.

El ángel acólito
Los ángeles nos acompañan cuando estamos en la iglesia y ayudan al sacerdote para evitar profanaciones de la Eucaristía por descuido.

Los angeles cantores
Es sabido que los ángeles cantan bien como aquellos ángeles de la noche de Navidad que cantaban: Gloria a Dios en el cielo. En la misa están presentes todos los ángeles como en el cielo, pues la misa es el cielo en la tierra. En el que unen al sacerdote cantando, especialmente en el momento del Gloria y del Santo. Ofreciendo las buenas obras de los asistentes en el momento de las ofrendas y acompañando a los presentes en el momento de ir a comulgar.

El ángel en forma de perro guardián
Es conocida la historia de san Juan Bosco, a quien se le apareció por espacio de 30 años un perro, a quien llamaba Gris, y que le protegía de los peligros, cuando sus enemigos querían matarlo. Pues bien, un día el padre Pío envió a su ángel a salvar a un ingeniero que estaba en peligro de muerte y lo hizo su ángel bajo la figura de un perro.

Nuestra iglesia católica creen en los ángeles pero es triste que algunos den mal uso de estos seres espirituales enviados por el mismo Dios. Su función o misión es como dice la lectura para que nos cuide en el camino y nos lleve al lugar que Dios nos ha preparado, la vida eterna con Cristo. . 

Salmo 90 " Que sus ángeles te cuiden en todos tus caminos "
Mateo 18, 1-5.10

En aquel momento, se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron: «¿Quién es el más importante en el reino de los cielos?» Él llamó a un niño, lo puso en medio y dijo:  «Os aseguro que, si no volvéis a ser como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Por tanto, el que se haga pequeño como este niño, ése es el más grande en el reino de los cielos. El que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mí.  Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, porque os digo que sus ángeles están viendo siempre en el cielo el rostro de mi Padre celestial. »
Palabra de Dios
Te alabamos Señor


Tomando las palabras del Papa Juan Pablo II, en su catequesis del 6 de agosto de 1986.

“ La Iglesia, iluminada por la luz que proviene de la Sagrada Escritura, ha profesado a lo largo de los siglos la verdad sobre la existencia de los ángeles como seres puramente espirituales, creados por Dios. Lo ha hecho desde el comienzo con el Símbolo niceno-constantinopolitano y lo ha confirmado en el Concilio Lateranense IV (1215), cuya formulación ha tomado el Concilio Vaticano I en el contexto de la doctrina sobre la creación: Dios "creó de la nada juntamente al principio del tiempo, a ambas clases de creaturas: las espirituales y las corporales, es decir, el mundo angélico y el mundo terrestre; y después, la creatura humana que, compuesta de espíritu y cuerpo, los abraza, en cierto modo, a los dos" (Const. De fide Cath... DS 3002). O sea: Dios creó desde el principio ambas realidades: la espiritual y la corporal, el mundo terreno y el angélico. Todo lo que El creó juntamente ("simul") en orden a la creación del hombre, constituido de espíritu y de materia y colocado según la narración bíblica en el cuadro de un mundo ya establecido según sus leyes y ya medido por el tiempo ("deinde").”
Tomando de una reflexion muy interesante del Fray Nelson Medina acerca de los Angeles.
La fe de la Iglesia reconoce ciertos rasgos distintivos de la naturaleza de los ángeles. Los ángeles no tienen "cuerpo" (si bien en determinadas circunstancias se manifiestan bajo formas visibles a causa de su misión en favor de los hombres), y por tanto no están sometidos a la ley de la corruptibilidad que une todo el mundo material. Jesús mismo, refiriéndose a la condición angélica, dirá que en la vida futura los resucitados "no pueden morir y son semejantes a los ángeles" (Lc 20, 36).

En cuanto creaturas de naturaleza espiritual, los ángeles están dotados de inteligencia y de libre voluntad, como el hombre, pero en grado superior a él, si bien siempre finito, por el límite que es inherente a todas las creaturas. Es por eso que si un ángel rechaza a Dios es para toda la eternidad como es lucifer. Los ángeles son, pues, seres personales y, en cuanto tales, son también ellos, "imagen y semejanza" de Dios. La Sagrada Escritura se refiere a los ángeles utilizando también apelativos no sólo personales (como los nombres propios de: Rafael, Gabriel, Miguel), sino también "colectivos" (como las calificaciones de: Serafines, Querubines, Tronos, Potestades, Dominaciones, Principados), así como realiza una distinción entre Ángeles y Arcángeles. Aún teniendo en cuenta el lenguaje analógico y representativo del texto sacro, podemos deducir que esto seres-personas, casi agrupados en sociedad, se subdividen en órdenes y grados, correspondientes a la medida de su perfección y a las tareas que se les confía.

Santo Tomás ha preferido profundizar las investigaciones, sobre la elevación espiritual de estas criaturas puramente espirituales, tanto por su dignidad en la escala de los seres, como porque en ellos podía profundizar mejor las capacidades y actividades propias del espíritu en el estado puro, sacando de ello no poca luz para iluminar los problemas de fondo que desde siempre agitan y estimulan el pensamiento humano: el conocimiento, el amor, la libertad, la docilidad a Dios, la consecución de su reino.

El hombre tiene la convicción de que en Cristo, Hombre-Dios, es él (y no los ángeles) quien se halla en el centro de la Divina Revelación. Pues bien, el encuentro religioso con el mundo de los seres puramente espirituales se convierte en preciosa revelación de su ser no sólo cuerpo, sino también espíritu, y de su pertenencia a un proyecto de salvación verdaderamente grande y eficaz dentro de una comunidad de seres personales que para el hombre y con el hombre sirven al designio providencial de Dios.

En la sagrada eucaristía notemos que el sacerdote antes de dar comienzo a la plegaria eucarística que es el corazón de la Santa Misa, el Padre dice "a los Ángeles y a los Arcángeles" para cantar la gloria de Dios tres veces Santo, uniéndose así a aquellos primeros adoradores de Dios, en el culto y en el amoroso conocimiento del misterio inefable de su santidad.

La iglesia cree y enseña basándose en la Sagrada Escritura, por la cual sabemos que es tarea de los ángeles buenos la protección de los hombres y la solicitud por su salvación. Por ejemplo en el Salmo 90/91 repetidas veces aparece "Pues te encomendará a sus ángeles para que te guarden en todos tus caminos, y ellos te levantarán en sus palmas para que tus pies no tropiecen en las piedras" (Sal 90/91, 11-12). Los ángeles tienen como funcion ser testigos en el supremo juicio divino sobre la suerte de quien ha reconocido o renegado a Cristo: "A quien me confesare delante de los hombres, el Hijo del hombre le confesará delante de los ángeles de Dios" (Lc 12, 8-9; cf. Ap 3, 5). Estas palabras son significativas porque si los ángeles toman parte en el juicio de Dios, están interesados en la vida del hombre. Esto significa que Jesús hace intervenir a los ángeles en la parusía, o sea, en la venida definitiva de Cristo al final de la historia (cf. Mt 24, 31; 25, 31. 41).

Señor como es de inmensa tu misericordia y tu amor que creaste al ángel de la Guarda para que me cuide y me lleve hacia ti.  Ayúdame a reconocerlo en mi vida porque muchas veces El mismo me ha cuidado para que no resbale en el pecado. Dame la gracia de ser respetarlo y obedecerle porque es un enviado Tuyo. Amen, Amen, Amen.

Oracion al Angel de la Guarda

Ángel santo de la guarda, compañero de mi vida, tú que nunca me abandonas, ni de noche ni de día.
Aunque espíritu invisible, se que te hallas a mi lado, escuchas mis oraciones y cuenta todos mis pasos.
En las sombras de la noche, me defiendes del demonio, tendiendo sobre mi pecho tus alas de nácar y oro.
Ángel de Dios, que yo escuche tu mensaje y que lo siga, que vaya siempre contigo hacia Dios, que me lo envía.
Testigo de lo invisible, presencia del cielo amiga, gracias por tu fiel custodia, gracias por tu compañía.
En presencia de los Ángeles, suba al cielo nuestro canto: gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo. Amén.


Dios te bendiga,

Alabado sea Jesucristo!!!!

Tarea: Corregir con amor y asertivamente

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Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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