viernes, 20 de septiembre de 2019

La verdadera riqueza se conoce cuando uno encuentra la verdadera pobreza



1Timoteo 6,2c-12
Querido hermano: Esto es lo que tienes que enseñar y recomendar. Si alguno enseña otra cosa distinta, sin atenerse a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo y a la doctrina que armoniza con la piedad, es un orgulloso y un ignorante, que padece la enfermedad de plantear cuestiones inútiles y discutir atendiendo sólo a las palabras. Esto provoca envidias, polémicas, difamaciones, sospechas maliciosas, controversias propias de personas tocadas de la cabeza, sin el sentido de la verdad, que se han creído que la piedad es un medio de lucro. Es verdad que la piedad es una ganancia, cuando uno se contenta con poco. Sin nada venimos al mundo, y sin nada nos iremos de él. Teniendo qué comer y qué vestir nos basta. En cambio, los que buscan riquezas caen en tentaciones, trampas y mil afanes absurdos y nocivos, que hunden a los hombres en la perdición y la ruina. Porque la codicia es la raíz de todos los males, y muchos, arrastrados por ella, se han apartado de la fe y se han acarreado muchos sufrimientos. Tú, en cambio, hombre de Dios, huye de todo esto; practica la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la delicadeza. Combate el buen combate de la fe. Conquista la vida eterna a la que fuiste llamado, y de la que hiciste noble profesión ante muchos testigos.
Palabra de Dios


Quién de nosotros no ha tenido la amarga experiencia que después de una discusión en vez de encontrar la verdad y la solución del problema, se terminó en discusión con palabrerías y en ofensas?

Pienso que una de las raíces del problema es que por más que tengamos claro el objetivo de la discusión somos tan torpes que nos dejamos de llevar por el propio yo por el gusto de ganarle a otro en combate verbal. Hoy Pablo aconseja a Timoteo que no vaya caer en eso cuando esté enseñando la sana doctrina. El debe tener el sello de Cristo como es la piedad, la justicia, la fe, el amor, la paciencia y la delicadeza. De la misma manera que Pablo le da este consejo a Timoteo nosotros debemos de aplicarlo en nuestro diario vivir.
Cuántas veces alguien se nos acerca para contarnos sus dificultades y en vez de escucharlo con piedad, con paciencia y con amor, terminamos diciendo, “ es que usted si es cansona o intensa “. O cuando vemos las personas que están obrando de la manera incorrecta, y hasta puede pasar que la persona está obrando de manera inconsciente le decimos “ Estoy segura que usted era consciente de lo que estaba haciendo “. No podemos lanzar esas bofetadas con juicios que son apresurados. Más bien con paciencia, delicadeza, y amor lo corriges porque una palabra amable y llena de amor es como que si traspasará tu corazón y ahí fácilmente la persona haces caso con la sugerencia que le hacen. Claro que hay que denunciar pero no como un juez sino de la manera que Jesús lo hace.

Pidámosle al Señor que nos ayude a utilizar bien la Palabra que él nos pone en nuestros labios, porque cuando en las conversaciones no se busca la verdad es porque estamos buscando la vanidad. 

Salmo 48 "Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos "

Lucas 8,1-3
En aquel tiempo, Jesús iba caminando de ciudad en ciudad y de pueblo en pueblo, predicando el Evangelio del reino de Dios; lo acompañaban los Doce y algunas mujeres que él había curado de malos espíritus y enfermedades: María la Magdalena, de la que habían salido siete demonios; Juana, mujer de Cusa, intendente de Herodes; Susana y otras muchas que le ayudaban con sus bienes.
Palabra de Dios


Hoy el evangelio nos muestra Jesús predicando de pueblo en pueblo el Reino de Dios. Pero Él no iba solo, dice que lo acompañaban los Doce y algunas mujeres que él había curado de malos espíritus y enfermedades. Porque en la lectura nos aclara lo de las mujeres que él había curado de malos espíritus y enfermedades? Sencillo, porque solo aquel quien ha tenido una experiencia personal con Jesús, quien lo conoce, quien se ha dejado y se deja seducir por El con sus palabras, quien ha tenido sanación profunda y una conversión sincera puede hablar de quien lo curó. 

En este proceso pastoral, digo proceso, porque es por etapas. Por ejemplo cuando era pequeña entre 7 y los 15 años de edad me encantaba ir a mis y además visitar el santísimo, además se me facilitaba porque vivía cerca a la iglesia.. Cuando llegue a la adolescencia no faltaba a misa cada ocho días. Luego me enamore del que es ahora mi esposo, tuvimos un noviazgo de 4 años. Nos casamos por la iglesia y en el momento de contraer el sacramento del matrimonio fue allí donde empecé a tener dificultades, crisis en la vida personal que afectó el matrimonio. Dios  siempre estuvo allí, y aunque no faltaba a misa cada ocho días, se cumplia el dicho “ Reza, peca y empata “.
Gracias a la misericordia de Dios y con la ayuda del Espíritu Santo empecé a frecuentar grupos de oración Católicos y comencé a entrar en el conocimiento de mi misma en profundidad. Entonces me di cuenta que no era tan humilde, no era tan sencilla, no era tan perfecta, que no había sido buena madre para mis hijos, que tampoco había sido una buena esposa para mi esposo. En fin fueron apareciendo todas esas cosas que no le agradaban a Dios y lo peor de todo era que estaba lastimando a los que más amaba como era mi esposo y mis hijos. Poco a poco Dios me fue sacando de donde estaba y sigue trabajando en mi y no se cansara de hacerlo hasta que su rostro no se vea reflejado en mi.

Traje este corto testimonio y lo quise compartir con ustedes, es para que entiendan primero lo que les sucedió a estas mujeres del evangelio. Ellas fueron sanadas y al ser sanadas se unieron a Jesús e iban con Él predicando el evangelio.  Solo quien conoce, vive y ama a Jesús lo sigue. Como también una frase de mi director espiritual que decía “ ha Jesús hay que conocerlo, amarlo y seguirlo “. Hay muchos que dicen conocerlo, hay otros cuantos que dicen que lo aman, pero muy pocos son quienes lo siguen.

Primero conócete a ti mismo y no olvides que tu referente o el modelo a seguir es Cristo. Entonces muchos decimos” yo soy humilde, soy mujer de fe, soy sencilla, no soy interesada, me gusta servir, no soy terca, etc “, pero realmente has pasado por el filtro de lo contrario? Solo se ve lo que hay en nosotros cuando tenemos que pasar por lo opuesto.Por ejemplo te das cuenta si eres una persona humilde cuando pasas por una humillación, Te das realmente cuenta que no vives de las apariencias cuando escuchas que están levantando falsos testimonios contra ti, Te das cuenta que eres algo sencillo cuando no buscas imponer o ser el centro de atención. Dices ser una persona de Fe,  hasta que estas pasando por una tribulación. Dices que sigues a Cristo y le eres fiel hasta que estas frente a la tentación. Como lo dice Santa Catalina de Siena “ Las cosas suelen conocerse por sus contrarios”. 

Señor Jesús, hoy me invitas conocerme a mí mismo entrando a la inmensidad de mi ser. Como he vivido desde la mentira pensando y creyendo que soy “ Buen@”. Digo que tengo fe, pero como mi fe tambalea cuando estoy frente a la dificultad. Digo que me gusta servir y como me cuesta hacerlo a aquellos que no me caen bien. Digo que no soy interesada pero al final soy elitista con mis amistades. Digo que te conozco y realmente si te conociera tendría más fervor en la oración, la lectura de la Palabra de Dios y valoraría más los sacramentos. Digo que doy amor y cariño pero en verdad solo lo doy a aquellos quienes me aman o me puede retribuir. Digo que soy sencilla pero como me molesta cuando nadie me aplaude y reconoce lo que hago. Gracias mi buen Jesús porque me traes los contrarios de las cosas que digo ser, porque las cosas suelen conocerse por sus contrarios. La verdadera riqueza eres tu mi Jesus, y solo esto se puede valorar cuando uno encuentra la verdadera pobreza que aún habita en el corazón, Amen.

Dios te bendiga,

Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!!!!
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Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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