jueves, 25 de julio de 2019

Lectio Divina

HA RESPLANDECIDO SOBRE NOSOTROS LA LUZ DE TU ROSTRO
¿Por qué nos escondes tu rostro? Cuando estamos afligidos por algún motivo nos
imaginamos que Dios nos esconde su rostro, porque nuestra parte afectiva está como
envuelta en tinieblas, que nos impiden ver la luz de la verdad. En efecto, si Dios atiende a
nuestro estado de ánimo y se digna visitar nuestra mente, entonces estamos seguros de
que no hay nada capaz de oscurecer nuestro interior. Porque si el rostro del hombre es la
parte más destacada de su cuerpo, de manera que cuando nosotros vemos el rostro de
alguna persona es cuando empezamos a conocerla, o cuando nos damos cuenta de que
ya la conocíamos, ya que su aspecto nos lo da a conocer, ¿cuánto más no iluminará el
rostro de Dios a los que él mira?
En esto, como en tantas otras cosas, el Apóstol, verdadero intérprete de Cristo, nos da
una enseñanza magnífica, y sus palabras ofrecen a nuestra mente una nueva perspectiva.
Dice, en efecto: El mismo Dios que dijo: «Brille la luz del seno de las tinieblas», ha hecho
brillar la luz en nuestros corazones, para que demos a conocer la gloría de Dios que
resplandece en el rostro de Cristo. Vemos, pues, de qué manera brilla en nosotros la luzde Cristo. Él es, en efecto, el resplandor eterno de las almas, ya que para esto lo envió el
Padre al mundo, para que, iluminados por su rostro, podamos esperar las cosas eternas y
celestiales, nosotros que antes nos hallábamos impedidos por la oscuridad de este mundo.

¿Y qué digo de Cristo, si el mismo apóstol Pedro dijo a aquel cojo de nacimiento:
Míranos? Él miró a Pedro y quedó iluminado con el don de la fe; porque no hubiese sido
curado si antes no hubiese creído confiadamente.
Si ya el poder de los apóstoles era tan grande, comprendemos por qué Zaqueo, al oír
que pasaba el Señor Jesús, subió a un árbol, ya que era pequeño de estatura y la multitud
le impedía verlo. Vio a Cristo y encontró la luz, lo vio y él, que antes se apoderaba de lo
ajeno, empezó a dar lo que era suyo.
¿Por qué nos escondes tu rostro?, esto es: Aunque nos escondes tu rostro, Señor, a
pesar de todo, ha resplandecido sobre nosotros la luz de tu rostro, Señor. A pesar de todo,
poseemos esta luz en nuestro corazón y brilla en lo íntimo de nuestro ser; porque nadie
puede subsistir, si tú le escondes tu rostro.

Responsorio 2 Cor 4, 6 Hb 10, 32

R. El mismo Dios que dijo: «Brille la luz del seno de las tinieblas», * ha hecho brillar la luz
en nuestros corazones, para que demos a conocer la gloria de Dios que resplandece en el
rostro de Cristo.
V. Traed a la memoria los días primeros, en que, después de haber sido iluminados,
soportasteis tan duros combates y padecimientos.
R. Ha hecho brillar la luz en nuestros corazones, para que demos a conocer la gloria de
Dios que resplandece en el rostro de Cristo.

Oración

Oremos:
Oh Dios, que muestras la luz de tu verdad a los que andan extraviados para que puedan
volver al buen camino, concede a todos los cristianos rechazar lo que es indigno de este
nombre y cumplir cuanto en él se significa. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Déjate iluminar para que puedas iluminar a otros con la Luz de Dios.

  Déjate iluminar para que puedas iluminar a otros con la Luz de Dios. Primera lectura Comienzo de la segunda carta del apóstol san Pablo a ...